14/07/2025 PERDON COMUNIDAD!
Fueron las palabras con las que el señor Presidente de la República de Colombia, GUSTAVO FRANCISCO PETRO BORREGO, y en nombre del Estado, se dirigió a más de 28 años de historia construida sobre el dolor y la muerte, sobre la memoria de la sangre derramada de nuestros seres queridos; pero también a la vida que florece cada mañana en cada palpitar, como ejemplo de Resistencia No Violenta a otras culturas y pueblos.
A más de un mes del acto de reconocimiento nacional e internacional que hiciera el Gobierno del Presidente Petro, el 5 de junio de 2025, a nuestra Comunidad de Paz y a su pueblo, acto en honor a cientos de vidas humanas destruidas, sangre de nuestros hermanos y hermanas derramada en los collados del corregimiento de San José de Apartadó, y que aún no cesa, acudimos a la humanidad y a la historia para dejar constancia de nuevos hechos que asedian a la población civil de nuestro entorno y a nuestra Comunidad de Paz.
El lunes 5 de mayo de 2025, un reconocido paramilitar siguió por varios minutos a un miembro del consejo interno al momento que se trasladaba con acompañantes internacionales hacia la vereda Mulato Medio.
El miércoles 7 de mayo de 2025, en la vereda la Unión, en horas del día un reconocido paramilitar fingiendo ignorancia ingresó a nuestra propiedad privada Aldea de Paz Rigoberto Guzmán. Allí permaneció por varios minutos, después se retiró del lugar.
El jueves 8 de mayo de 2025, hacia las 2 horas, se escucharon varios disparos en el casco poblado de San José de Apartadó. Paramilitares con armas hicieron dichos disparos, a pesar de que actualmente existe una base militar y un búnker de la Policía Nacional, sin que su presencia allí, signifique nada. Los hechos hablan por sí solos.
Este mismo jueves 8 de mayo de 2025, paramilitares manifestaron su rabia por la última constancia emitida por la Comunidad de Paz. Anunciando que; - «a esa hp comunidad hay que sacarla del medio»- según ellos, por ser un estorbo en el territorio.
El martes 13 de mayo de 2025, un paramilitar apodado MARTÍN, el cual hace control en el casco urbano de San José, anunció que tenía en lista a varias personas a las cuales procedería a notificarles vía celular multas o sanciones por no acogerse a las directrices u órdenes impartidas por los paramilitares. Afirmó que quien no cumpla con la multa asume las consecuencias. Allí, anunció que todo está organizado con una persona quien se encarga de realizar las vueltas en favor de los paramilitares. Se tiene conocimiento de que a más de 11 personas ya han hecho efectivo el cobro o extorsión por no respetar las órdenes impartidas de los paramilitares, otros se han tenido que ir de la zona con amenazas de muerte.
El viernes 16 de mayo de 2025, hacia las 21 horas un grupo armado que se identificó como militares, violentó nuestra propiedad privada San Josesito rodeando nuestros espacios de vida y las viviendas al interior del asentamiento. Se supo, que el Ministerio de Defensa desmintió dicha acción ilegal, afirmando que en ningún momento tal situación se haya presentado. La infamia salta al descaro total.
El lunes 19 de mayo de 2025, un reconocido paramilitar se acercó a algunas viviendas en Mulato Medio, para averiguar las actividades de los miembros de la Comunidad en la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra.
Este mismo lunes 19 de mayo de 2025, un miembro del Consejo Interno fue interceptado por un paramilitar quien le anunció; «patrón lo estaba esperando».
El martes 20 de mayo de 2025, reconocido paramilitar Agripina, se mostró con radio de comunicación frente a la comisión humanitaria de la Comunidad de Paz y Defensoría del Pueblo, quien realizaba recorrido por las veredas Mulatos y Resbalosa entre otras veredas.
El viernes 23 de mayo de 2025, en mulato medio, un reconocido paramilitar, estuvo consultando con varios pobladores de la zona, si una mujer miembro de nuestra Comunidad de Paz, se encontraba sola en la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra.
Este mismo viernes 23 de mayo de 2025, en horas de la tarde, cuatro paramilitares hicieron presencia en la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra.
El domingo 25 de mayo de 2025, tuvimos conocimiento de las amenazas de muerte contra un campesino de la vereda Mulato Medio.
El miércoles 4 de junio de 2025, en horas del día el reconocido paramilitar que ejerce control en el punto conocido como Chontalito interceptó a un miembro de nuestra comunidad indagándole insistentemente de dónde venía y cuando regresaría o pasaría por ese lugar.
El jueves 5 de junio de 2025, en horas del día nos llegaron amenazas de muerte contra José Roviro López miembro del concejo interno y coordinador de la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, la orden dada es que no lo quieren ver más en la vereda mulatos.
Este mismo jueves 5 de junio de 2025, nos llegaron informaciones donde se anuncian fuertes amenazas contra un poblador de la zona, manifestando que llevarían su caso a los mandos paramilitares que tomarían medidas extremas contra él ya que a este campesino se le sindica de sapo o informante que lleva información a la Comunidad de Paz.
Este jueves 5 de junio de 2025, se realizó el acto de reconocimiento nacional e internacional a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, acto presidido por el Señor Presidente de la República de Colombia Gustavo Petro Urrego, donde él, en nombre del Estado Colombiano pidió disculpas públicas por tanta infamia y barbarie, que ya superan los más de 1.810 crímenes de lesa humanidad, en su mayoría cometidos por estamentos estatales contra nuestro proceso de Resistencia Civil no Violenta. En su intervención, el señor presidente manifestó su descontento por la no presencia de su gabinete presidencial en el acto, dejando en nuestra Comunidad de Paz, la propuesta de que un acto de esta envergadura debería darse en presencia de las tres ramas del poder público y su gabinete presidencial y, nos motiva a convocarla a ese nivel. Señor presidente, la Comunidad de Paz había enviado un listado no solo de los funcionarios de su gabinete presidencial, sus distintos ministerios, funcionarios de las diversas agencias del gobierno, como también un listado de los miembros de la cúpula militar, y sus altos mandos que la presiden. Señor presidente, del mismo modo, en ese listado habíamos incluido a los Magistrados de las Altas Cortes Colombianas, funcionarios de la rama legislativa, y a todos los órganos de control, que jamás llegaron. Nos extrañó que no hubieran hecho presencia estos altos funcionarios, tanto del alto gobierno, como de los otros poderes del estado, pero más nos extraña, que a la fecha no sepamos los motivos por los que no hicieron presencia.
El viernes 6 de junio de 2025, en horas del día cuando el grupo de la comunidad regresaba desde la ciudad de Bogotá después de participar del acto de perdón del presidente Petro por toda la barbarie cometida contra nuestra comunidad, fueron expiados en el aeropuerto Los Cedros de Apartadó por varios sujetos que no disimularon al identificar como sus objetivos a varios miembros de nuestra comunidad entre ellos al representante legal German Graciano.
El viernes 6 de junio de 2025, el reconocido paramilitar de la vereda la Unión Adolfo Guzmán utilizó las publicaciones que el periódico La chiva de Urabá publicó sobre el momento de desagravio y disculpas públicas por parte del presidente de la república, para estigmatizar a nuestro representante legal German Graciano, manifestando: -Petro Guerrillero igual que el que lo abraza-.
El sábado 7 de junio de 2025, ingresó de forma ilegal, para extraer material de aluvión con maquinaria amarilla al predio La Roncona, propiedad privada de nuestra Comunidad.
El domingo 8 de junio de 2025, fuimos advertidos que Paramilitares anuncian con sacar a nuestras familias de la Comunidad de Paz ubicadas en la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, incluyendo a José Roviro López, miembro del consejo Interno, a quien los paramilitares no quieren ver más en el cañón de mulatos.
El martes 10 de junio de 2025, de nuevo ingresa volqueta y maquinaria amarilla al predio La Roncona, propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz. Dejamos constancia que dicha extracción de material de aluvión es totalmente ilegal, sin embargo, como tantas veces hemos rechazado dicha explotación ilegal, tantas veces la respuesta de los intrusos ha sido que tienen todo el permiso de los que mandan en el territorio.
El miércoles 11 de junio de 2025, DARWIN USUGA, poblador del corregimiento y quien reside fuera del territorio, intentó afanosamente comunicarse con algún líder de nuestra Comunidad, anunciando que tenía información que suministrarnos sobre los autores de las muertes de Nalleli Sepúlveda y Edinson David, el 19 de marzo de 2024, en la vereda la Esperanza.
El jueves 12 de junio de 2025, en horas del día fue visto transitar un grupo de paramilitares portando camuflados y armas largas en nuestra propiedad privada la cabaña en la vereda la Resbalosa.
El jueves 19 de junio de 2025, en el Municipio de Argelia, Antioquia fue asesinado el poblador DARWIN USUGA GRACIANO oriundo de San José e hijo de Gilma Rosa Graciano torturada y asesinada el 30 de marzo de 2002, por los paramilitares. Este joven campesino ya había sido amenazado de muerte en varias ocasiones en San José de Apartadó, por paramilitares. Debido a las graves amenazas Úsuga, se había desplazado de la región para salvar su vida.
El miércoles 25 de junio de 2025, reconocidos paramilitares anunciaron que se suspendía el ingreso de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) al territorio del cañón de Mulatos, Resbalosa, La Hoz y demás veredas de esa región. Con el argumento de que en días anteriores dicha Agencia habría ingresado con personal de inteligencia militar.
El viernes 27 de junio de 2025, se conmemoró los 13 años de la partida de nuestro compañero y líder comunitario Eduar Lanchero. Recordamos y guardamos su memoria, su lucha y entrega nos ha dejado un gran legado de compromiso y construcción de paz. Lucha que propiamente decidió tomar a pesar de la múltiples amenazas y persecución que recibió en su vida.
El viernes 27 de junio de 2025, en la vereda Mulatos, un reconocido paramilitar, portando armas y radios de comunicación, se acercó a un menor de edad miembro de nuestra comunidad, averiguando cual es la persona que tiene mayor poder decisivo al interior de nuestra Comunidad de Paz entre German Graciano o José Roviro López, ambos miembros de la Comunidad y del consejo interno.
El jueves 3 de julio de 2025, algunos pobladores de la región se acercaron a la Comunidad de Paz, y nos compartieron la inconformidad por las reglas impuestas por el paramilitarismo en el territorio. Limitando al campesinado a trabajar áreas de uso agrícolas no mayor a dos hectáreas, mientras ellos derriban montañas y bosques que luego usan para ganadería.
El martes 8 de julio de 2025, una comisión integrada por el Representante a la Cámara Pedro Baracutao García, hizo presencia en el sector más conocido como la caseta del cuchillo, el corregimiento de San José de Apartadó, presencia que fue compartida por las redes sociales. En dicha publicación, solicita la inversión del ejecutivo en varias áreas sociales en el territorio, entre ellas, la necesidad de construcción de vías terciarias con el argumento de necesidad primordial para que los campesinos productores puedan transportar sus productos del campo. Baracutao ¿ignora que en la cabecera del corregimiento de San José los paramilitares impiden al campesinado cultivar en áreas mayores a dos (2) hectáreas de tierra? – ¿hace usted campaña a la construcción de vías ilegales por el corregimiento de San José declarada DMI, la cual la hace una zona de importancia ambiental? - ¿cree usted que la construcción de una carretera soluciona los problemas y necesidades del corregimiento de San José de Apartadó? - ¿Acaso usa usted esa necesidad como distractor de las verdaderas necesidades que sufre la población en las diversas veredas del corregimiento?
Este mismo martes 8 de julio de 2025, nuestra comunidad conmemoró 25 años de la horrenda masacre de seis de nuestros hermanos masacrados al frente de sus hijos y su comunidad por huestes paramilitares vinculadas y apoyadas por autoridades castrenses como así queda evidenciado en diversas sentencias y procesos judiciales.
El viernes 11 de julio de 2025, nos llegan nuevos mensajes de amenazas de muerte y exterminio contra nuestra Comunidad de Paz. Amenazas contra German Graciano Posso Representante Legal y otros miembros del Consejo Interno. Durante dichas amenazas, advirtieron que no responderían con la vida de quien se atreviera a dar información a la Comunidad de lo que ellos hablaban en la región.
El pasado 6 de julio de 2025, despedimos el cuerpo de Ricardo Quintero, miembro y fundador de nuestra Comunidad de Paz, quien murió después de padecer una grave enfermedad que acabó con su respirar.
Su respirar se apagó y el latido de su corazón se detuvo, pero no sus sueños y los de muchas y muchos que nos abandonaron físicamente, pero, sus palabras y aliento estarán siempre presentes en nuestras vidas en cada paso.
Gracias Ricardo por enseñarnos tanto, sus convicciones fueron irrenunciables hasta el final.
19/02/2025 La estrategia de exterminio contra nosotros ya desborda todo recato
De nuevo, nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó acude a la humanidad y a la historia para dejar constancia de nuevas agresiones, las cuales se han concretado en reiteradas amenazas de exterminio contra nuestro proceso de vida solidaria aferrada al destino de caminar en la construcción permanente de un mundo más justo.
Hace ya mucho tiempo que las instituciones del Estado colombiano, apoyadas por los medios masivos de información, tratan de convencer al país y al mundo de que en Colombia ya no existen grupos paramilitares.
Esas estructuras armadas que no son reconocidas legalmente aunque se coordinan secretamente con toda la institucionalidad y gozan de la impunidad más atrevida por parte del aparato judicial, aunque su papel sea perpetrar sistemáticamente los crímenes que la humanidad ha detestado con el mayor horror, en el pasado se mostraron públicamente como acompañantes y protegidas de la fuerza pública, usando sin pudor sus mismos uniformes, espacios y movimientos, y como amigos y tolerados por el empresariado y los medios masivos de comunicación.
Pero en la medida en que sus crímenes fueron repudiados por tribunales internacionales y su relación con el Estado y con el Establecimiento ya fue imposible de ocultar, diseñaron otro modus operandi basado en relaciones camufladas con la institucionalidad, con el empresariado y con los medios masivos de información; la financiación secreta de sus actores y cómplices mediante el apoyo de las mafias de la droga, y la adopción del ANONIMATO como método encubridor de su criminalidad.
Dentro de estos parámetros ha sido posible que, por ejemplo, el CLAN DEL GOLFO, estructura paramilitar oriunda de Urabá y originada en la vereda Playa Larga de San José de Apartadó, sea hoy protegida por una población civil y por una institucionalidad regional que le permite adoptar prácticas que en el Código Penal figuran como delitos graves, pero que ellos han logrado aclimatarlos en la tolerancia rutinaria como “prácticas normales” que ya nadie cuestiona y que ningún órgano de control, ni la Fiscalía, ni la Policía, ni el Ejército, ni la Procuraduría, ni la Defensoría se atreven a ocuparse de ello, pues entrarían en desconfianza de los reales poderes que allí dominan.
Gracias a dicha aclimatación del crimen, se ha vuelto “NORMAL” el ejercicio cotidiano de estas prácticas delictivas claramente tipificadas en el Código Penal. Para alguien conocedor de las leyes y de la estructura del ordenamiento constitucional colombiano, todo esto es contrario a la Constitución y a las leyes. Un grupo civil cualquiera, no elegido por procedimientos constitucionales, no puede abrogarse la autoridad de gobernar de esta manera sobre quienes quieran, inventar normas, imponerlas, exigir contribuciones económicas, imponer sanciones y menos con penas de destierro y de muerte, incautar tierras y bienes, usar armas, patrullar territorios con armas imponiendo su voluntad y llegar hasta disponer de la vida de quienes se niegan a obedecer, luego de recurrir a todo tipo de intimidaciones, todo en nombre de una ideología de élite o de un “orden” que no es compatible con los derechos y garantías que un día fueron fijados en una ley marco constitucional, que a pesar de sus decenas de reformas por voluntad de una élite económicamente privilegiada y corrupta, conserva aún algunos principios jurídicos básicos.
Cuando se está recibiendo testimonios constantes de pobladores campesinos o urbanos que describen los delitos puntuales que constituyen la práctica permanente de los paramilitares, cualquiera se aterra al abrir el Código Penal y descubrir que al menos 35 de sus artículos describen las conductas delincuenciales que configuran la cotidianidad paramilitar y que el poder judicial no se ocupa en lo más mínimo de investigarla, procesarla y sancionarla, ni el resto de las instituciones estatales da señal alguna de estar haciendo algo por detener ese torbellino de crímenes, dejando a la multitud de las víctimas en completo desamparo. Y algo aún peor es que tal criminalidad es protegida por sumas enormes de dinero. Hoy día las juntas de acción comunal son tentadas de sobornos descomunales para que se callen y para que apoyen los diseños del paramilitarismo en su territorio.
Claro que la denominación de PARAMILITARES conserva toda su legitimidad etimológica, pues su poder decisivo se apoya en un accionar armado –militar- si bien la legalidad de tal recurso a las armas es sólo “de facto” que no “de iure” o “de derecho”, pero su fuerza se la da la tolerancia institucional de su ilegalidad.
Los hechos de los cuales queremos dejar constancia hoy son los siguientes:
El lunes 6 de enero de 2025, tuvimos conocimiento de nuevas amenazas y de un plan de asesinatos contra algunos líderes de nuestra Comunidad de Paz. Dicho plan está diseñado para ejecutarlo y luego hacerlo entender como un intento de hurto, aislándolo del contexto regional y local.
El lunes 13 de enero de 2025 nuestra comunidad tuvo conocimiento de una convocatoria a pobladores de la región a una reunión para el día 15 de enero en la vereda La Esperanza, de nuestro corregimiento de San José de Apartado, a la cual asistirán varios personajes. El tema central seria plantear nuevamente la necesidad de construir una carretera sobre la vereda la Esperanza que a la vez afecte nuestra propiedad privada LAS DELICIAS. Hay que recordar que, desde hace un largo tiempo, a nuestra oposición razonada a la construcción de dicha vía, los impulsores de la carretera respondieron con insultos, agresiones, robos, destrucciones, anuncio de derramamientos de sangre y su cumplimiento en ejecuciones extrajudiciales perpetradas en marzo de 2024. Parece que el afán por exterminarnos no cesa.
El domingo 19 de enero de 2025, un poblador de la zona se nos acercó para manifestarnos que en algunas veredas del corregimiento estaba circulando, por las redes y grupos de red social, una exigencia e invitación a la población civil de incursionar sobre nuestro predio Las Delicias, propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz. Afirman que ya se han cansado de estar caminando, y que urge ya que la carretera llegue hasta la Esperanza. Dicha incitación pretende romper de nuevo alambres, portones y cercas, y construir dicha carretera por encima de cualquiera que se oponga.
El viernes 24 de enero de 2025, varias personas habitantes del Cañón de Mulatos, fueron convocadas a reunión por paramilitares que ejercen control en la zona. En dicha reunión, los paramilitares dieron a conocer la prohibición de hacer cultivos de pan- coger en extensiones de tierras superiores a 1 hectárea. De igual forma, anunciaron las tarifas o cifras de dinero que cada vereda debe aportar para contribuir en la construcción de carreteras por las veredas; dichas tarifas, impuestas por los paramilitares, oscilan entre los 10 y los 30 millones de pesos, los cuales deber ser aportados por algunas veredas obligatoriamente para dicha carretera. Según los paramilitares, ellos colocan las máquinas y los operarios y la población civil debe aportar el combustible para dichas máquinas. Los paramilitares anunciaron a algunos civiles, que, en el caso de la Comunidad de Paz, la orden es que “ningún civil se meta con esa HP Comunidad, que ellos ya tienen todo cuadrado para exterminarla y borrarla del planeta”.
“El jueves 30 de enero de 2025, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de un plan por parte de los paramilitares de quemar nuestro asentamiento de San Josecito y hacer pasar la quema como una incursión armada de un grupo no identificado.
El miércoles 5 de febrero de 2025, tuvimos conocimiento amplio y suficiente, donde en una comunicación, un reconocido paramilitar recibía información de un tercero donde se le indicaban los movimientos de GERMÁN GRACIANO, Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz.
El sábado 8 de febrero de 2025, se tuvo conocimiento de que algunos pobladores afines al paramilitarismo están usando como argumento amenazas por parte de la Comunidad de Paz contra ellos, para solicitar esquemas de protección a la UNP, bajo el pretexto de que, desde uno de nuestro asentamiento de la Comunidad de Paz, como lo es San Josecito, salen grupos armadas que realizan operaciones que afectan el área urbana de San José y luego bajan por el rio y se esconden en nuestro asentamiento. Tal infamia, no puede ser más burda y perversa, pues muchos de nuestros principios minuciosamente guardados, siendo sancionados quienes los transgreden, son absolutamente contrarios a semejantes calumnias ignominiosas.
El viernes 14 de febrero de 2025, en el paraje Chontalito de San José de Apartadó, los paramilitares realizaron reunión con personas vinculada a las juntas de acción comunal de la zona para plantearles su necesaria colaboración económica a la construcción de carreteras en diversas veredas del corregimiento, entre ellas nuevamente la que atravesaría la finca Las Delicias de la vereda La Esperanza, propiedad de nuestra Comunidad de Paz, donde el paramilitarismo había cobrado ya varias vidas humanas por oponernos a la construcción de vías ilegales, destructoras del medio ambiente, planeadas en servicio a multinacionales extractivistas, construidas con impuestos extorsivos e ilegales y realizadas con maquinaria militar en estrecha colaboración con planeaciones definidas por la población sumisa al paramilitarismo, sin ninguna participación democrática. Mientras el paramilitarismo trataba de convencer a las juntas sobre dicha colaboración con su plan ilegal de carreteras, desde hace días en la vereda La Balsa paraje la Batea, están obligando a todo vehículo o moto que transita entre Apartadó y San José a pagar peajes extorsivos para un supuesto arreglo de una vía abandonada por la Alcaldía, arreglo que tampoco se comprueba. Ante estas exigencias de imponer cifras exorbitantes de dineros al humilde campesinado de San José de Apartado, muchos pobladores sienten temor, y angustia, pues se ven obligados a participar de dicha orden o serán expulsados de la región, según los paramilitares.
El domingo 16 de febrero de 2025, al momento en que una delegación internacional ingresaba a nuestro asentamiento comunitario de San Josecito, tres personas que transitaban en moto, pararon al frente de nuestro asentamiento y afirmaron “es pura guerrilla lo que estallegando”
Compartimos esta constancia con quienes han sido solidarios con nosotros, al cumplirse los 11 meses de la última masacre sufrida por nuestra Comunidad de Paz en la vereda La Esperanza. Nos indigna la impunidad en que aún permanece ese nuevo crimen de lesa humanidad, pues es parte de un macro-crimen sistemático que cumple ya 28 años de impunidad. No nos convence en absoluto el camino recorrido por la Fiscalía para investigarlo, basado en los clásicos métodos que sólo han producido efectos impunes en varias décadas: interrogar y ensañarse en las víctimas y no en los victimarios; apoyarse en el testimonio que es lo más manipulable, ya sea por el soborno o por la amenaza, y realizar pruebas supuestamente técnicas pero extemporáneas y viciadas. De allí que no se den condiciones mínimas para nuestra colaboración, menos cuando centenares y centenares de crímenes horrendos permanecen sin ninguna justicia ni esclarecimientos.
Podrán acabar con nuestras vidas, pero jamás con nuestras voces que claman por la verdad en medio de un mar de impunidad.