20/12/2024 Entre paradojas y ambigüedades
Así transcurre desde hace un tiempo la vida de nuestra Comunidad de Paz, como también la del país. Estamos inmersos en dos dinámicas contradictorias:
Por un lado, luego de recibir, durante 27 años, mensajes y documentos que disculpaban de todo crimen al Estado y a sus instituciones, ahora el Estado comienza a reconocer que ha sido monstruosamente cruel con nosotros y que sus millares de crímenes no se pueden seguir negando y escondiendo tan olímpicamente sino intentar algunos resarcimientos. Lo está haciendo a través de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, la cual adelanta una búsqueda de Solución Amistosa con nosotros, con la mediación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Pero, por otro lado, la realidad de los poderes realmente vigentes en nuestro entorno nos ha estado demostrando que quieren exterminarnos y que ya han descubierto caminos efectivos para hacerlo: ante todo se da la consolidación territorial del paramilitarismo bajo el dominio del Clan del Golfo, en cuanto poder ejecutivo de facto, irrecusable. Se trata de una estructura armada montada bajo los planos de una guerrilla, pero dirigida por poderosos capitales del narcotráfico y condicionada a la neutralización de la fuerza pública, del aparato judicial y de las mafias del poder político. Dentro de ese esquema se puede seguir proclamando que si hay delitos también hay “justicia”; que si hay violencias también hay políticas de paz y que si hay injusticias también hay mecanismos de participación ciudadana. Todos estos remedios manejan con maestría la ficción.
Este año, en marzo, nos mataron a NALLELI y a EDINSON, luego de muchas semanas de gritarnos que debíamos someternos a sus planes y criterios de desarrollo, y que si no lo hacíamos eran capaces de tumbarnos las cercas y de derramar nuestra sangre si nos oponíamos a sus buldóceres. Finalmente lo hicieron con alevosía y nos demostraron además que tenían capacidad de manipular los medios para que la gente asimilara versiones falsas y perversas de los hechos y que encima de todo podían neutralizar la “justicia” y cooptar muchas organizaciones de base comunales, beneficiarias de sus mendrugos. También hemos ido comprobando que quienes retaban sus órdenes o sus negocios aparecían “muertos en accidentes” o en “extrañas circunstancias” lejos de sus veredas de base.
Estábamos casi convencidos de que una oleada de “Colombia Humana” jamás podría funcionar en la política con una caricatura de “poder judicial” como el que Colombia arrastraba desde hacía muchas décadas, saturado de podredumbres. Pero cuál no sería nuestra sorpresa al conocer el papel que la Cancillería colombiana le envió a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU el 10 de octubre de 2024, en respuesta a la comunicación conjunta que le enviaron los Procedimientos Especiales de la ONU el 2 de agosto anterior, aterrados por los crímenes que buscan aniquilar nuestra Comunidad de Paz. La Cancillería enumera allí 11 diligencias que parecerían demostrar que el crimen de Nalleli y Edinson estaría siendo investigado y sancionado con diligencia e imparcialidad excepcionales. Sin embargo, quienes hemos vivido de cerca tales diligencias, no podemos aceptar que la inspección de unos cadáveres, o la del escenario del crimen, o los interrogatorios de unos vecinos puedan aportar algo a la verdad, mientras se había ofrecido a los victimarios todo el tiempo posible y todas las circunstancias favorables para que manipularan a sus anchas sus mentiras encubridoras.
La parafernalia seudo judicial que rodeó nuestros últimos duelos, nos reconfirmó, como Comunidad, en nuestra decisión de vieja data de ruptura con la justicia afianzada en una profunda y radical OBJECIÓN DE CONCIENCIA, apoyada en el artículo 18 de la Constitución colombiana,
Queremos dejar constancia de otros hechos vividos en los últimos meses:
El sábado 16 de septiembre de 2024 fue hallado en extrañas circunstancias el cuerpo sin vida del poblador JUAN DE JESÚS GRACIANO, residente en la vereda El Cuchillo de San José de Apartadó. Algunos de sus parientes cercanos habían sido víctimas del primer caso que registramos en la zona de allanamientos, torturas, desapariciones y asesinatos colectivos por parte del ejército nacional, en julio de 1977, cuando aún no existía la Comunidad de Paz, casos que todavía el poder judicial del Estado está en deuda de aclararle al país y a la humanidad y de realizar una elemental justicia. Sobre el asesinato de Don Juan de Jesús, se rumora que se debió a la venta de una tierra de su propiedad que parientes suyos le habrían hecho a paramilitares y que éstos le exigieron que se la certificara, ante lo cual él se habría negado, razón por la cual lo habrían asesinado.
El martes 8 de octubre de 2024, habitantes de la vereda La Esperanza difundieron una nueva amenaza contra la familia de Germán Graciano, representante legal de nuestra Comunidad de Paz, afirmando que la enfermedad que actualmente padece el Señor César Jaramillo, directivo de FEDECACAO e impulsor de la persecución contra nuestra Comunidad, es producto de acciones de brujería contra él por parte de su familia, y que en caso de que él muera, la madre de Germán sería asesinada.
El miércoles 9 de octubre de 2024, la Comunidad fue informada de que algunos paramilitares buscaron a conocidos de Germán Graciano para advertirle que el plan de asesinarlo no se ha olvidado, sino que sigue en pie.
El martes 15 de octubre de 2024, al menos 10 paramilitares, portando uniformes camuflados y armas largas, hicieron presencia cerca de nuestra propiedad privada La Suerte, en la vereda Arenas Altas. Según se comenta, estarían transitando hacia la vereda La Unión, pues por esos días el movimiento de paramilitares entre las veredas Arenas Altas y La Unión fue muy intenso, al parecer por labores de abastecimiento de alimentos para sus tropas.
El viernes 01 de noviembre de 2024, hacia las 21:00 horas, varios sujetos portando armas de fuego, fueron vistos cerca de nuestra propiedad privada la Roncona, aledaña a nuestro asentamiento central de San Josecito. Luego de un tiempo se retiraron, pero fueron vistos por personas que transitaron por el lugar en vehículos particulares.
El domingo 03 de noviembre de 2024, hacia las 08 de la mañana, cuando una comisión de nuestra Comunidad se dirigía de la vereda Mulatos hacia San Josecito, encontró en el camino al paramilitar alias “Chimenea”, el cual se comunicaba abiertamente hablando con sus jefes por radios de alta frecuencia.
El lunes 04 de noviembre del 2024, en horas del día, en plena sesión de la Universidad Campesina, nos llegaron informaciones de fuertes amenazas de muerte contra JOSÉ ROVIRO LÓPEZ, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz. En los últimos 3 días se ha podido notar la presencia de personas armadas muy cerca a nuestras propiedades privadas: La Roncona y La Holandesita. Antes de esta amenaza, José Roviro había sido amenazado en la Zona Humanitaria de La Resbalosa mientras coordinaba las actividades de la Comunidad de Paz en dicha zona, conminándolo a que se retirara de allí. Por eso estas amenazas revisten mayor gravedad.
El martes 5 de noviembre de 2024, un miembro de nuestra Comunidad fue abordado por un paramilitar quien le reveló que estaban preparando un atentado contra dos o tres miembros de la Comunidad, pero de tal manera que tuviera apariencia de un hecho de delincuencia común.
El jueves 07 de noviembre de 2024, en extrañas circunstancias fue hallado el cuerpo sin vida del joven BRADIER ALONSO RÍOS, en el municipio de El Carmen del Viboral, Antioquia. Bradier era integrante de una de las familias fundadoras de la Comunidad de Paz, pero, a diferencia de sus hermanos y hermanas, tuvo algunas dificultades para cumplir con todas las exigencias del Reglamento de nuestra Comunidad y decidió retirarse e incursionar en la búsqueda de trabajos independientes, llegando a una zona de mucha violencia como lo es el oriente antioqueño. Sin que aún sean claras las causas, un día su cadáver apareció en un potrero con heridas mortales en su cuello. Fue posible rescatar sus restos, los cuales fueron sentidamente despedidos por nuestra Comunidad.
El domingo 10 de noviembre de 2024, dos reconocidos paramilitares ingresaron al sitio que nuestra Comunidad tiene reservado para la comercialización del cacao y se unieron al arriero de otro propietario para poder inspeccionar los detalles de la comercialización. Se le hizo ver al propietario del cacao lo irregular del procedimiento y finalmente ellos se retiraron.
El martes 12 de noviembre de 2024, hacia las 20:00 horas, un hombre portando capucha, ingresó al sitio que nuestra Comunidad tiene reservado para la comercialización del cacao y allí estuvo durante un tiempo grabando todo en un celular, dando la impresión de cumplir una clara misión de espionaje, sabemos de quién.
El lunes 18 de noviembre de 2024, hacia las 07 horas de la mañana, el reconocido paramilitar alias “Chimenea”, hizo presencia en el centro de comercialización del cacao que tiene la Comunidad en el asentamiento de San Josecito, tomó como pretexto la intención de vender un poco de cacao, tuvo tiempo de cambiarse de ropa y observó durante un buen rato el movimiento del centro.
El miércoles 20 de noviembre de 2024, cuando una Comisión de nuestra Comunidad de Paz se dirigía hacia la vereda Mulatos al tiempo con una delegación de la Unidad de Restitución de Tierras, al atravesar el Cerro de Chontalito pudieron observar, en la casa que los paramilitares tienen allí, al menos ocho paramilitares recién llegados con mulas de carga.
El jueves 21 de noviembre de 2024, el Consejo de Estado ordenó al ejército indemnizar a la familia de EDILBERTO VÁSQUEZ CARDONA, miembro de nuestra Comunidad de Paz, quien fue asesinado el 12 de enero de 2006, sacado de su vivienda por militares del Batallón de Infantería no. 46 y asesinado a 20 minutos de distancia, como “falso positivo”. Ver texto completo en: HTTPS://www.elcolombiano.com/antioquia/ejercito-deberia-indemnizar-a-familia-de-victima-de-falso-positivo-en-san-jose-de-apartado-FM25928368
Los días viernes 22 y sábado 23 de noviembre de 2024, mientras delegados de la Unidad Nacional de Restitución de Tierras escuchaban a familias reclamantes de tierras en las veredas de Mulatos Medio y La Esperanza, integrantes de las juntas de Acción Comunal de dichas veredas aprovecharon para calumniar a nuestra Comunidad de Paz afirmando que habíamos usurpado esas tierras y que ellos eran sus verdaderos propietarios.
El jueves 05 de diciembre de 2024, de nuevo llegaron amenazas de muerte contra tres miembros de nuestro Consejo Interno: GERMAN GRACIANO, ARLEY TUBERQUIA y JOSÉ ROVIRO LÓPEZ. En el caso de este último, según se le informó a nuestra Comunidad, los paramilitares han estado en varias ocasiones en los caminos veredales y en la carretera que va de Apartadó a San José, esperando un momento propicio para ejecutarlo, sin importar si está acompañado por otras personas o por acompañamiento internacional; según dicen, atacarían a quien estuviera acompañándolo. También se sabe que ARLEY TUBERQUIA es espiado en la ciudad de Apartadó, esperando aprovechar alguna de sus salidas para asesinarlo.
El martes 10 de diciembre de 2024, hacia las 6:30 horas de la mañana fueron vistos tres paramilitares acechando los alrededores de nuestro centro comunitario Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, en la vereda Mulatos Medio. En ese momento se encontraba allí José Roviro y su familia y otras familias de la Comunidad, las cuales, al notar la presencia de los paramilitares, optaron por tomar medidas y no salir de allí en ese momento, por seguridad.
El martes 17 de diciembre de 2024, la Comunidad tuvo conocimiento de un plan de invasión por parte de personas traídas de otras regiones. Dicho plan de invasión estaría siendo organizado entre otros, por personas de la vereda la Esperanza contra nuestro predio Las Delicias, donde 9 meses antes fueron asesinados nuestros compañeros Nalleli Sepúlveda y Edinson David.
El miércoles 18 de diciembre de 2024 la Comunidad tuvo conocimiento de un video divulgado por la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esperanza en el cual, a raíz de un aparente incumplimiento de la Alcaldía de Apartadó para construir unos albergues, anuncian una nueva agresión contra la Comunidad de Paz y una nueva invasión y destrucción de nuestro asentamiento. Dicen que eso nos les importa lo más mínimo, y en efecto, en marzo pasado no les importó destruir y derramar sangre.
Cuando se reciben denuncias sobre el accionar paramilitar en muchas regiones del país, cualquier persona percibe claramente que nada de eso puede tener cobertura legal. Abrogarse el poder de convocar a asambleas a poblaciones sobre las cuales no se tiene ningún mando legítimo, extorsionándolas con amenazas de multas o castigos de destierro o de muerte, no solo revela el talante criminal de la estructura convocante y de sus jerarquías e integrantes sino también la complicidad inocultable de quienes legalmente tienen la misión de garantizar los derechos ciudadanos, complicidades inocultables en las juntas comunales, los concejales, los alcaldes, los diputados, los gobernadores, los ministros, los congresistas, los fiscales, los jueces, los magistrados, los personeros, los procuradores, los defensores … a ninguno de ellos se la ha procesado por complicidad
El porte, uso y comercio de armas, práctica central del paramilitarismo, es censurado en los textos legales, pero a ese respecto la hipocresía de las instituciones ha sido proverbial, pues el Decreto 3398 de 1965 permitió entregarles armas ilegales a grupos civiles durante 24 años sin sancionar a ningún alto responsable de la acumulación delictiva.
Una lectura superficial del Código Penal colombiano, muestra a primera vista que el accionar cotidiano rutinario del paramilitarismo se alimenta de 33 definiciones de acciones delictivas de dicho código, Sin embargo es evidente que ni la Policía, ni el Ejército, ni la Fiscalía se ocupan de investigar ni sancionar dichas acciones. La impunidad absoluta permite que el paramilitarismo actúe a sus anchas sin ningún estorbo. Esto explica el fondo de nuestra tragedia.
Nuevamente agradecemos a todas las comunidades y personas que nos han bridado respaldo moral y que han sostenido nuestra resistencia.
11/09/2024 Cuando se vive y se duerme con fantasmas y sombras de muerte
Una vez más, nuestra Comunidad de Paz se dirige al país y al mundo para dejar constancia de los hechos que permanentemente atentan contra la población de nuestro entorno y contra nuestra Comunidad de Paz.
Desde hace muchos años, se viene denunciando la presencia de los paramilitares en nuestra región, lo cual es de conocimiento público generalizado. El horror que ellos siembran en las zonas donde hacen presencia es un fenómeno claramente ligado a las fuerzas militares, al lado de las cuales comenzaron a operar, por las cuales fueron entrenados, dotados de armamentos, uniformes y con las cuales patrullaron conjuntamente durante muchos años hasta que el clamor de la comunidad internacional los obligó a clandestinizar sus relaciones con ellas, llegando a acuerdos de apoyo mutuo discreto pero continuando con la tarea que les asignaron desde un comienzo: asumir las violencias que las leyes les tienen vedadas a la fuerza pública, generando un clima de miedo, silencio y muerte, e impidiendo que la población civil pueda ejercer sus derechos y libertades básicas.
Esta difícil situación sigue desplazando forzadamente a personas que han tenido que abandonar sus hogares y, muchas veces, vender sus tierras por miedo a ser asesinados al no aceptar ser sometidos y controlados. En el último año, varias familias de nuestra Comunidad de Paz y otras del entorno nuestro han tenido que huir de sus propiedades para salvar sus vidas, dejando atrás sus bienes, animales y medios de subsistencia.
Además, la impunidad y la falta de justicia han caracterizado la respuesta del Estado a estos hechos. El asesinato de Nalleli Sepúlveda y Edinson David, ocurrido el pasado 19 de marzo, lleva más de cinco meses sin que se hayan esclarecido los hechos ni se haya sancionado a los responsables. Las investigaciones por parte de la Fiscalía no han avanzado, lo que ha permitido que los responsables de estos hechos sigan en libertad, sometiendo y controlando a la población civil y mientras la misma fuerza pública difunde entre los pobladores de las veredas la versión criminal que los mismos victimarios construyeron el mismo día del crimen: que fue su misma familia y su comunidad de paz la autora del homicidio.
La ausencia de justicia y la impunidad absoluta imperante han generado un sentimiento de desesperanza y frustración entre la población, que se siente abandonada por el Estado y sin protección ante la violencia. Por el contrario, se evidencia que desde el aparato judicial solo se quiere incriminar a las víctimas, como ha sido la tradición conocida, mas no a los verdaderos responsables de los hechos.
Los nuevos hechos de los cuales dejamos hoy constancia, son los siguientes:
El miércoles 26 de junio de 2024, durante el día, nuestra Comunidad fue informada de una serie de fiestas que se estarían realizando en la zona, donde la presencia paramilitar y la exhibición de pornografía han sido el escenario principal.
El viernes 28 de junio de 2024, un poblador de la región se acercó a nuestra Comunidad para manifestarnos, que varias personas habitantes de la vereda la Esperanza; Erien Tuberquia, Benjamín Higuita, Daney Tuberquia, Aníbal de Jesús Higuita entre otros, habían acudido a la fiscalía a declarar contra nuestra Comunidad de Paz, manifestando que la Comunidad de Paz era la autora intelectual y material de los hechos ocurridos el pasado 19 de marzo de 2024, en la vereda la Esperanza. A través de la mentira y el engaño, crearon toda una campaña de odios, persecuciones y muertes contra nuestra comunidad. Nos matan y luego nos acusan de ser los responsables, el descaro y la infamia no tiene límites.
El martes 2 de julio de 2024, nuestra comunidad de nuevo fue informada de que algunos integrante,s de la Junta de Acción Comunal de la vereda la Esperanza, estaban anunciando impulsar acciones mediáticas y jurídicas contra nuestra Comunidad, afirmando tener testimonios de personas que habitan en el corregimiento de Nuevo Antioquia para señalar a Diego Ceballos, el esposo de Nalleli y a Germán Graciano, el representante legal de nuestra Comunidad de Paz, como los autores del vil asesinato de nuestros hermanos Nalleli y Edinson, el pasado 19 de marzo de 2024, para lo cual pretenden negar que el padre de Diego estuviera hospitalizado en esas fechas y que Diego lo estuviera acompañando, pues estos hechos constituyeron el desmentido más evidente que puso al descubierto la suciedad y perversidad de su calumnia. Sigue, pues, avanzando la mentira y la calumnia de este grupo de pobladores orientados por el funcionario de FEDECACAO, CESAR JARAMILLO, los cuales han intentado unir a otros pobladores con calumnias y engaños contra nuestro proyecto de vida.
Los días jueves 4 y lunes 8 de julio de 2024, varios pobladores se acercaron a nuestra comunidad para denunciar el discurso que ha manejado la Fiscalía, contra nuestra Comunidad. Según los testigos, varios funcionarios de la Fiscalía de Apartadó le han dicho a pobladores que ellos citan a declarar, que la Comunidad de Paz era formadora de niños que posteriormente enviaba a los diversos frentes guerrilleros de la región. Fuera de la alsedad y suciedad de esa estrategia, no dudamos que responde al plan de desprestigio contra nuestra Comunidad, impulsado por militares y paramilitares.
En esta misma primera semana de julio, los paramilitares intentaron reclutar a tres jóvenes menores de edad en una de las veredas del corregimiento de San Jose de Apartadó.
El martes 9 de julio de 2024, funcionario de la JEP y excombatientes de las FARC, hicieron presencia en las veredas de la linda y la región del mariano en el corregimiento de San José de Apartado. Con el propósito de exhumación de cuerpos humanos.
El jueves 11 de julio de 2024, recibimos una comunicación del Fiscal Freddy Hernán Parra T, en la cual se nos conmina a dar declaraciones por hechos acaecidos contra la comunidad en julio de 2012 y 24 de enero de 2014. Esta misma misiva fue recibida el pasado viernes 28 de junio de 2024.
Se le olvida a la fiscalía y a sus funcionarios que nuestra comunidad tiene ruptura con el aparato judicial de Colombia desde el año 2004, decisión que fue motivada por los crímenes de lesa humanidad y violaciones sistemáticas al DIH sin contar los tortuosos escenarios que la Comunidad padeció hasta entonces, y que aún continúa padeciendo. Ruptura que para el año 2005 se extendió a todo el aparato institucional del Estado Colombiano después de la horrenda masacre del 21 de febrero de 2005, ampliamente conocida en el país, dónde fueron asesinadas 8 personas entre ellas un menor de 18 meses, a manos de militares y paramilitares, masacre que 19 años después continua en IMPUNIDAD. Ahí, la fiscalía ha jugado un papel esencial en el encubrimiento de semejante atrocidad contra la Comunidad.
Desde entonces, los miembros de nuestra Comunidad de Paz nos declaramos en objeción de conciencia, mecanismo amparado en la Constitución Colombiana.
Del jueves 18 de julio al domingo 21 de julio de 2024,nuestra Comunidad de Paz, acompañada de comunidades nacionales y de diversas organizaciones internacionales, llevó a cabo una peregrinación a las veredas La Esperanza y Mulatos de San José de Apartadó, con ocasión de cumplirse los cuatro meses del vil asesinato de nuestros compañeros Nalleli Sepúlveda y Edinson David. Su memoria nos impulsa a no olvidarlos y a reclamar justicia por los hechos que apagaron sus vidas. En dicho recorrido se pudo evidenciar la presencia de paramilitares vestidos de civil en algunos lugares del camino, a la vez que se percibió un clima de muerte que repetía la misma consigna elaborada por César Jaramillo y los paramilitares que dice «No más Comunidad de Paz«. Han pasado cuatro meses desde aquel hecho y las investigaciones no operan; por el contrario, van en camino a incriminar a las víctimas, como ha sido la costumbre inveterada de las fiscalías de la región, mientras los responsables siguen libres controlando la zona.
El viernes 19 de julio de 2024, en horas de la tarde, un joven paramilitar, al parecer reclutado desde hace más de un año, ingresó a uno de nuestros asentamientos, se supo que el joven estaba amenazado de muerte por sus reclutadores. Como este caso, hay muchos jóvenes en la región, menores que vienen siendo reclutados por los paramilitares sin que se haga nada para evitarlo por parte de las instituciones competentes. Incluso algunos de estos jóvenes ya han sido asesinados por los mismos paramilitares o por el ejército en otras zonas del país. Nuestra Comunidad de Paz, en muchas ocasiones hemos dejado constancias públicas de esta barbarie, pero las instituciones se hacen siegas y mudas ante estas realidades.
El sábado 20 de julio de 2024, en el corregimiento de San José de Apartado, se difundió por redes sociales el señalamiento de que la Comunidad de Paz había saqueado y exhumado los restos humamos de forma clandestina en la vereda la linda para luego cobrarlos. Ante ello, no nos queda mas que reafirmarnos en nuestro principio de respeto a la dignidad humana y, precisamente por ello, jamás moveríamos los restos de nadie sin consentimiento y presencia de sus propios familiares, y mucho menos clandestinamente. De igual forma, nos reafirmamos en la postura valiente que adoptó nuestra Comunidad de NO ACEPTAR la ley de justicia y paz y de reparación a las víctimas, nuestros muertos no son mercancía que se negocian, jamás serán chatarras del mercado de la muerte.
El lunes 22 de julio de 2024, a las 19:00 horas, un sujeto no identificado ingresó muy sospechosamente a La Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra. Al tratar de identificarlo, escondió sigilosamente el radio de frecuencia FM que traía consigo y luego huyó del lugar.
El viernes 26 de julio de 2024, a través de medios de difusión local, se tuvo conocimiento según el cual el ejército habría capturado a varios paramilitares en un lugar cerca de las veredas Arenas Bajas y El Porvenir, del corregimiento de San José de Apartadó, que luego fueron transportados en un helicóptero. Según informaciones de campesinos, estas personas eran las encargadas de realizar reuniones obligatorias con los campesinos de algunas veredas.
El domingo 28 de julio de 2024, en horas del día, recibimos una llamada telefónica en la que un poblador de la zona nos advertía que tenemos que cuidarnos, pues se están anunciando nuevas amenazas contra la Comunidad de Paz como represalias por las recientes capturas de paramilitares realizadas por el ejército en las veredas de Arenas Bajas y El Porvenir.
El jueves 1 de agosto de 2024, a través de medios noticiosos regionales la fuerza publica daba el parte operacional en el cual informaban de la captura y desarticulación de una red de comunicación compuesta por paramilitares (Clan del Golfo) que operaban en veredas del corregimiento de San José de Apartadó. Si bien, la fuerza pública se alaba por dichos resultados, no es otra cosa más que dar algún tipo de resultado ante la opinión publica para tranquilizar a quienes viven del negocio ilícito, pero la alianza es cada vez mayor.
El domingo 4 de agosto de 2024, mientras una delegación de nuestra comunidad transitaba por el sitio conocido como chontalito, paraje ubicado en el corregimiento de San José de Apartado, fueron sorprendidos por dos paramilitares que portando arma y radios de comunicación continuaron escaneando frecuencias.
El sábado 10 de agosto de 2024, durante el día, nuestra Comunidad fue informada de un acto muy sospechoso en el que varios sujetos se transportaban en una camioneta sin placas por la carretera que conduce de Apartadó al casco urbano de San José, preguntando por los espacios donde juegan los niños.
En la tercera semana de agosto de 2024, se llevó a cabo una reunión convocada por paramilitares en un lugar de la vereda la Unión, allí, hizo presencia varios paramilitares portando arma larga y prendas militares y una mujer quien coordino la reunión con los habitantes del sector.
El jueves 29 de agosto de 2024, se noto la fuerte presencia de un grupo de paramilitares que portando arma larga y vistiendo prendas militares recorrieron algunas áreas de la vereda mulato medio.
El lunes 2 de septiembre de 2024, varios pobladores de la región se acercaron a nuestra Comunidad para informarnos que la versión de algunos paramilitares en la región, es que la muerte de Nalleli y Edison el pasado 19 de marzo en la vereda la Esperanza, fue negociada y pactada entre lideres de la Comunidad de Paz y comandantes paramilitares, en reunión llevada a cabo en Piedras Blancas del Municipio de Carepa.
En estos más de 27 años de comunidad, jamás hemos escuchado a los perpetradores de crímenes contra la comunidad, reconocer su autoría. Hemos enterrado a mas de 412 de nuestros compañeros y compañeras y ni la fuerza pública, ni los paramilitares, ni la guerrilla han reconocido su responsabilidad.
El miércoles 4 de septiembre de 2024, tuvimos conocimiento de la amenaza de muerte contra un poblador civil de la región, al parecer los paramilitares han escalado el caso a sus comandantes quienes determinen la ejecución extrajudicial contra el civil.
El jueves 5 de septiembre de 2024, nuestra comunidad fue informada de las amenazas de los paramilitares contra Roviro López, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad, el anuncio paramilitar fue: “el monito aquel que vive en el otro lado, que no nos vaya a dar papaya por que matamos ese HP sapo”
El lunes 9 de septiembre de 2024, tuvimos conocimiento amplio y suficiente del plan de invasión al predio la Roncona, propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz, plan que viene siendo liderado por Hugo Alberto Molina Torres, habitante del corregimiento de San José de Apartadó, y quien ha tenido una afinidad con las directivas de la Cooperativa Cacao Vive, especialmente con FREDY VIDAL.
El sometimiento, el control y el miedo no cesan de desangrar nuestra región, donde nuestra Comunidad de Paz y la población del entorno continuamos luchando por la justicia y la memoria de nuestros compañeros asesinados sin ser escuchados. A pesar de las innumerables denuncias, la impunidad y el control empresarial y paramilitar siguen reinando en la zona. Los intereses económicos ligados al paramilitarismo son un recordatorio constante del peligro que enfrentamos los defensores de los derechos humanos. La falta de justicia e investigación hace que se siga incriminando a las víctimas, como ha sido la costumbre, siendo esto un insulto a la justicia. Nuestra Comunidad de Paz sigue en la mira, ya que la amenaza y la muerte se sigue ejecutando bajo la sombra de un Estado que legitima la injusticia y el accionar paramilitar. Si bien el gobierno central tiene otra mirada, su impotencia frente a un aparato de justicia totalmente putrefacto que exigiría un cambio radical, es lamentable.
Agradecemos desde lo más profundo de nuestros corazones a todas las personas y comunidades de Colombia y del mundo por sus manifestaciones y compromiso de solidaridad ante la difícil situación que vivimos. Nos brindan moral para seguir adelante en nuestro proyecto de vida. A todos ellos nuestra gratitud inmensa.
16/06/2024 Morando bajo la “espada de Damocles” del exterminio
En lo que va corrido de este año 2024, nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó ha vivido el incremento progresivo de la persecución, mediante campañas que han ido cooptando organizaciones civiles, como las juntas de acción comunal. Vale recordar aquí lo que denunciamos en la Constancia del 6 de mayo de 2021: por una parte, el comunicado redactado por el Señor CÉSAR JARAMILLO, principal instigador de toda esta persecución, titulado “A la Institucionalidad”, en la cual se solicitaba que solamente se escuchara la opinión de las juntas de acción comunal y no la de nuestra Comunidad de Paz, documento coincidente con la acción de tutela interpuesta por la Brigada XVII del ejército en octubre de 2018 para impedirle a nuestra comunidad comunicarse con la sociedad civil a través de Constancias históricas, y por otra parte la convocatoria realizada en la vereda La Esperanza por el mismo César Jaramillo, en la cual les hizo suscribir, a los presidentes de juntas comunales, un “CONTRATO” en el cual se comprometían a exterminar nuestra Comunidad de Paz, texto elaborado en la Alcaldía de Apartadó el 26 de abril de 2021, filmando el acto de la firma de muchos presidentes de acción comunal, imágenes que fueron publicadas en la red de Facebook, ante lo cual muchos líderes comunales se indignaron al ver sus rostros publicitados en semejante campaña. Si bien parecía que tal campaña, adelantada bajo la consigna "NO MÁS COMUNIDAD DE PAZ”, había sido desactivada, los hechos registrados en este año revelan su reactivación potenciada con formas extremas de violencia. Los audios que circularon entre febrero y mayo de este año, acompañados con las acciones destructivas contra nuestra finca Las Delicias en la vereda La Esperanza, las que culminaron en el asesinato de Nalleli y de Edinson el pasado 19 de marzo, evidencian que esa campaña está activa y articulada con todo el dominio paramilitar de la zona en cabeza de la organización criminal Clan del Golfo.
En las últimas semanas se han verificado nuevos episodios de esa persecución, de lo cual queremos dejar constancia ante el país y el mundo:
El viernes 17 de mayo de 2024, se notó la fuerte presencia de varios reconocidos paramilitares en el punto conocido como Chontalito, entre ellos la de ADOLFO GUZMÁN, paramilitar plenamente identificado de la vereda la Unión.
El sábado 18 de mayo de 2024, la comunidad tuvo conocimiento de un documento firmado por algunas personas del corregimiento de San José de Apartadó, y radicado en el mes de mayo ante varias autoridades del orden nacional e internacional, en el cual manifiestan no solo su rechazo a los asesinatos de Nalleli Sepúlveda y Edinson David, sino además a la estigmatización contra la población civil de nuestro entorno y contra nuestra Comunidad de Paz. Pero, al revisar la lista de los firmantes, rápidamente se puede comprobar que algunos de los allí firmantes fueron precisamente los que no solo motivaron los crímenes sino que además impulsaron hechos atroces como la destrucción de cercas y portones y la incineración de los mismos y la difusión de la consigna “no más Comunidad de Paz”, y que promovieron el plan de llegar a exterminar vidas humanas, como quedó evidenciado en los diversos audios y videos que circularon por las redes sociales.
El lunes 20 de mayo de 2024, fueron citados, vía telefónica, el Señor Bernardo Ceballos y la señora Nohemi David, padres de nuestro compañero Diego, esposo de nuestra compañera asesinada el pasado 19 de marzo, Nalleli Sepúlveda. Contra Diego los victimarios habían tejido desde el mismo momento del crimen una de las más perversas y sucias calumnias, intentando atribuirle a él la autoría del crimen, mientras él se encontraba atendiendo a su padre hospitalizado en Apartadó. La Fiscal, de nombre AMELIA, quien realizó la citación telefónica, absolutamente irregular, de los padres de Diego, ha demostrado ignorancia imperdonable de los procedimientos legales y confirma la larga y afianzada tradición que ha caracterizado al poder judicial Urabaense: la de investigar a las víctimas y jamás a los victimarios. De hecho, no se conoce ningún interés investigativo de la Fiscalía hacia los núcleos de la Acción Comunal de la vereda La Esperanza, quienes no actuaron clandestinamente en sus arremetidas violentas contra nuestra finca Las Delicias ni fueron recatados en sus instigaciones públicas al exterminio de los miembros de nuestra Comunidad en sus audios y videos difundidos por las redes sociales, afirmando que si era necesario derramar sangre la derramarían y si era necesario que los buldózeres arrastraran cadáveres los arrastrarían. Todo muestra que la tradición de impunidad de la justicia Urabaense sigue intacta, para vergüenza del país y del mundo.
El martes 21 de mayo de 2024, se evidenció que los paramilitares habían deforestado gran parte de la montaña virgen en el punto conocido como Chontalito (serranía de Abibe). Allí, desde hace varios meses hemos denunciado un estacionamiento y una vivienda paramilitar.
El martes 28 de mayo de 2024, una misión humanitaria de nuestra comunidad, al ingresar al predio Las Delicias en la vereda La Esperanza, pudo evidenciar que ahora la violencia se está dirigiendo contra los animales que han sido el sustento de las familias de la comunidad: Con el pasar del tiempo se han encontrado varios bovinos heridos a machete y una de ellas sacrificada.
El domingo 2 de junio de 2024, a las 23:00 horas en el punto conocido como la partida de las veredas Arenas y La Unión, salieron varios hombres camuflados con armas largas y con insignias alusivos al ELN, allí manifestaron a pobladores que no querían ver a nadie transitar en la noche porque no responderían. No nos cabe ninguna duda que en un territorio totalmente controlado por los paramilitares sean ellos mismos los que se camuflan de otros actores armados para implantar mayor terror en la región.
El miércoles 5 de junio de 2024, una delegación del Gobierno nacional, de varios ministerios y unidades administrativas, con el acompañamiento de varias embajadas y representantes de la ONU, fueron recibidas en nuestra Comunidad de Paz. Esta reunión tenía continuidad con la realizada el 27 de marzo en la finca Las Delicias de la vereda La Esperanza, donde se elaboró un diagnóstico y se prometió la adopción de algunas medidas de protección. Según lo relatado, quedó claro que no existen licencias de ningún orden para la construcción de vías en la zona, lo que hace que los proyectos en marcha sean ilegales. Fue lamentable la ausencia del Ministerio del Medio Ambiente, pues mientras se desarrollaba esta reunión, varias volquetas extraían ilegalmente materiales de construcción del río en su trayecto por nuestra finca La Roncona, con la autorización de líderes de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Victoria quienes estarían cobrando por la extracción de material ilegal.
El jueves 6 de junio de 2024, un paramilitar vestido de prendas oscuras se acercó a un familiar de GERMÁN GRACIANO, Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, para comunicarle que él ya había sido asesinado, lo cual resultó falso, pero confirmaba la circulación entre los paramilitares de la orden de asesinarlo, como también circulan, desde hace varios meses, las órdenes de asesinato contra otros miembros de la comunidad y del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz.
Este mismo jueves 6 y el viernes 7 de junio de 2024, de nuevo, ingresaron vehículos de extracción de material de construcción al predio La Roncona sin ningún consentimiento por parte de la Comunidad de Paz, lo que se convierte en una violación flagrante de nuestro derecho al territorio y a la custodia del medio ambiente sano.
El miércoles 12 de junio de 2024, un sujeto no identificado ingresó sin permiso alguno a nuestra propiedad privada San Josesito. Según porque tenía una reunión con un supuesto abogado.
Agradecemos de nuevo a numerosas comunidades de Colombia y del mundo sus manifestaciones de solidaridad ante el agravamiento de la persecución contra nuestra Comunidad de Paz. Destacamos particularmente los juiciosos y extensos documentos que ustedes han enviado a los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y a los diversos poderes del Estado Colombiano exigiendo justicia y protección de manera muy ponderada y precisa, en respeto por los tratados internacionales y la misma Constitución Nacional.
18/05/2024 Afán y desespero por exterminarnos
En un mundo de mezquindad y opresión, quizás no merezcamos vivir, porque no hay lugar para los débiles que con fuerza tejen y construyen un mundo más justo y humano desde opciones no violentas. Y es ahí, donde se concentra un afán y desespero por exterminar la única opción que no se arrodilla ni a los chantajes ni ante las más perversas campañas de falsedad y mentira que han conducido a las peores atrocidades vividas y sufridas en estos largos 27 años de Comunidad. Sin embargo, nuestras convicciones morales y éticas como principios universales por la vida, jamás nos dejarán retroceder y mucho menos renunciar. Por ello, y ante la responsabilidad moral que nos asiste, acudimos nuevamente ante la humanidad y la historia para que algún día juzguen estos nuevos hechos;
El jueves 3 de mayo de 2024, en horas de la noche, varios sujetos ingresaron a nuestro asentamiento comunitario de San Josecito y hurtaron una maquinaria agrícola, maquinaria que venía siendo usada en el procesamiento de alimentos. Ya en días anteriores habían hurtado otras maquinarias de uso agrícola.
El martes 7 de mayo de 2024, nuestra comunidad comprobó que en nuestra propiedad privada Las Delicias, en la vereda La Esperanza, se encontraba una res muerta y con heridas de machete, al igual se encontró una segunda res viva pero con heridas sobre su cadera.
El miércoles 8 de mayo de 2024, un miembro de nuestra Comunidad de Paz recibió una llamada telefónica de alguien que le advirtió y reiteró la amenaza de muerte que pesa contra nuestro representante legal de la Comunidad de Paz, GERMAN GRACIANO.
El viernes 10 de mayo de 2024, una integrante de nuestra Comunidad de Paz y esposa de un miembro de nuestro Consejo Interno, fue interpelada e interrogada sobre su procedencia, lugar de residencia e identificación personal, en varias ocasiones, por agentes de la policía, en un retén provisional instalado sobre la vía que de Apartado conduce a San José. Muchas veces hemos denunciado ese delito de empadronamiento ilegal por parte de agentes oficiales, que siempre ha estado ligado a los preámbulos y preparativos de otras agresiones criminales, como las mismas masacres o desapariciones.
El lunes 13 de mayo de 2024, reconocidos paramilitares manifestaron a algunos pobladores civiles de la región, que en varias ocasiones han espiado a miembros de la Comunidad de Paz y en las noches se han aproximado a algunos espacios comunitarios de nuestro asentamiento de San Josecito.
El jueves 16 de mayo de 2024, hacia las 07:50 horas, tropas militares de la brigada XVII del ejército, provenientes de la Base Militar de San José de Apartadó, hicieron presencia sobre la vía pública que de San José conduce a Apartadó y uno de los uniformados intentó ingresar al centro de acopio de cacao en San Josecito mientras era escoltado por otros uniformados más. Al ser preguntados por el motivo de la presencia en el sitio, manifestaron que tenían orden de inspeccionar la labor de mantenimiento de la vía y de cuidar la maquinaria amarilla.
Este mismo jueves 16 de mayo de 2024, una mujer quien se identificó como Amelia “FUNCIONARIA DE LA FISCALÍA,” contactó vía celular 3127546180 a un familiar de DIEGO CEBALLOS, miembro de nuestra comunidad y esposo de la asesinada Nallely Sepúlveda, y le dijo que la Fiscalía necesitaba urgentemente que Diego se presentara a rendir indagatoria, pues tenían testigos directos que lo habían visto moverse por el corregimiento de Nuevo Antioquia el pasado 19 de marzo, día del asesinato de su esposa NALLELY y de su hermano EDINSON, lo que permitía atribuirle a Diego la autoría del asesinato de su esposa y de su hermano. Cualquiera comprende que esos no son procedimientos legales de la Fiscalía, aunque la población de Urabá está más que acostumbrada a que la Fiscalía haya utilizado procedimientos ilegales, sucios y criminales de montaje en la región, durante varias décadas[1]. Pero además, la población de la región y la comunidad internacional que sigue los pasos de nuestra Comunidad de Paz tienen conocimiento testificado de que ese fatídico día (19 de marzo de 2024) Diego se encontraba en una clínica de Apartadó acompañando a su padre quien estaba grave y que precisamente los asesinos aprovecharon su ausencia para asesinar más fácilmente a su esposa Nallely y a su hermano Edinson. Sin embargo, tampoco es un secreto que los victimarios andan desesperados por desviar y tergiversar la versión sobre el crimen, para que la responsabilidad del mismo no recaiga sobre ellos, y que desde el primer momento tejieron el criminal relato, según el cual, Nallely y Edinson habían sido asesinados por Diego, quien los habría sorprendido en relaciones irregulares. Una desmovilizada de las FARC se prestó para difundir la horrenda calumnia por las redes sociales y quien ha sido el la ha reforzado con nuevas mentiras, afirmando por las redes que la Fiscalía ya ha recaudado pruebas de semen en los cadáveres. El camino que él y sus secuaces han escogido para alejar de sus personas y círculos las investigaciones penales no podría ser más absurdo, pues la más directa y cruda realidad desmiente contundentemente sus obscenas versiones, pero para lo que sí sirve es para demostrar a las claras la suciedad y la sórdida perversidad de sus conciencias.
El afán por el exterminio de nuestro proyecto de vida no tiene límites. Nos amenazan; nos destruyen nuestros sembrados y cosechas; nuestras cercas y portones; nos anuncian que nos quedan tres caminos: arrodillamos, ir a la cárcel o morir asesinados. Nuestras opciones siempre estarán en pro de la vida y jamás nos rehusaremos a protegerla.
NALLELI y EDINSON: siempre estarán en nuestras vidas en cada amanecer y en cada atardecer. DIEGO: siempre testificaremos tu inocencia y haremos nuestro tu dolor porque una y otro hacen parte de nuestro mismo caminar.
1 Ver el libro “Fusil o Toga-Toga y Fusil”,publicado en 2010, donde con citas de numerosos expedientes judiciales se demuestran los métodos sucios de falsos testigos, falsas pruebas, sobornos y torturas con los que se ha construido una “justicia” que jamás podráreclamar ese nombre.
2 Funcionario nacional de FEDECACAO, colaborador de varias alcaldías de Apartadó y de la Brigada XVII del ejército, así como de grandes empresarios de la zona, ha desarrollado intensas campañas con laconsigna “No más Comunidadde Paz”, obligando a muchos presidentes de juntas de acción comunal a firmar contratos, con registro televisado, para ayudar a exterminar nuestra Comunidad de Paz. Su afán de construir un nuevo corregimiento en Apartadó, substrayendo varias veredasdel actual corregimiento de San José de Apartadó, lo ha llevado a impulsar muchas formas de violencia contra nuestra finca Las Delicias en la vereda La Esperanza, destruyendo cercas y portones, enlos días previos y posterioresa la matanza del pasado 19 de marzo de 2024. Sus narrativas sobre dicho crimen se revelan como un extremo desespero por desviar las investigaciones de sus actuaciones, concibiendo el camino más absurdo y sucio, que no tiene sustento alguno en la realidad,de atribuir la autoría del crimen a nuestra Comunidad y a la misma familia de las víctimas. El camino tan absurdo que han escogido sólo contribuye a dejar cada vez más en claro su culpa y la profundidad de su perversidad.
25/04/2024 Urgente: Legitiman nuestro exterminio
Muchas son las voces que se han unido desde diversos rincones del país y el mundo para condenar las acciones violentas agudizadas en los últimos tiempos contra nuestro proyecto de vida y que hemos sufrido con profundidad. Testigo de ello, han sido numerosas organizaciones, personas, entidades y un sin número de simpatizantes de la vida, que, con toda la convicción y entrega, han rechazado las acciones de muerte y exterminio de nuestro proceso.
Debido a las circunstancias, al contexto actual y anidando alguna esperanza y, a pesar de la ruptura que nuestra comunidad ha mantenido frente al aparato judicial y a sus instituciones que componen el estado colombiano, ya sea del orden local como nacional; nuestra comunidad sostuvo interlocución con dichas instituciones y entidades, a las cuales se les puso de presente nuestra realidad, sin que a la fecha arroje un mínimo resultado. Al contrario, se agudizan y legitiman nuestro exterminio.
De nuevo, elevamos nuestro clamor ante la humanidad y la historia de los recientes hechos contra la población civil de nuestro entorno geográfico y contra nuestra comunidad:
El martes 23 abril de 2024 una comisión de nuestra Comunidad de Paz y acompañamiento internacional que se dirigió al predio las Delicias de nuestra Comunidad de Paz, se percataron que uno de los portones había sido destruido y hurtado del sitio, al igual que herramientas de trabajo agrícola, alimentos de consumo humano y la vajilla.
El miércoles 24 de abril de 2024, hacia las 15:10 horas, dos paramilitares con sudaderas negras y camisetas oscuras intimidaron a dos niñas menores de edad miembros de la Comunidad de Paz, de 10 y 14 años, e intentaron ingresar al asentamiento de San Josecito en el Corregimiento de San José de Apartadó. La comunidad se percató de los hechos y a la reacción colectiva de nuestra comunidad, los intrusos emprendieron su huida.
Este mismo miércoles 24 de abril de 2024, varios pobladores que transitaban por el sitio conocido como chontalito, fueron sorprendidos por 8 paramilitares vestidos de civil, uno de ellos portando arma larga. Es común verlos allí con radio y portando arma corta, pero esta vez con dotación de armamento pesado. Su accionar y poderío es claramente evidente.
El jueves 25 de abril de 2024, dejamos constancia de que es de conocimiento amplio en la zona, de una reunión convocada por paramilitares a lideres de Juntas de Acción Comunal del Corregimiento de San José de Apartadó. La mencionada reunión la cual se llevó a cabo el pasado martes 16 de abril en algún lugar entre las veredas El Salto y Los Mandarinos, fue dirigida por un sujeto quien se identificó como alias “MATEO” quien estaba acompañado de varios integrantes paramilitares. La reunión tuvo como fundamento principal el anuncio de exterminio de nuestra Comunidad de Paz, anunciando que van a eliminar primeramente a German Graciano representante legal de la Comunidad de Paz y a su círculo familiar más cercano que habita en la vereda el Porvenir del Corregimiento de San José de Apartadó. Alias Mateo afirmo; “sabemos que esa comunidad tiene la costumbre de asesinar a sus propios miembros, echarnos la culpa a nosotros y luego cobrarlos en reparación a víctimas” o como por ejemplo motivar a las juntas a; “unirse para ir contra la comunidad de paz”, no nos sorprende la realización de dicha reunión por parte de los paramilitares con población civil de la región a quien someten a sus designios, lo que si nos sorprendió fue la presencia del presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda la Esperanza ANIBAL HIGUITA en dicha reunión, quien además fue el encargado de con lista en mano recoger la firma de los asistentes.
Este mismo jueves 25 de abril de 2024, hacia las 8:00 horas, la comisión de nuestra comunidad que se encuentra en el predio las Delicias en la vereda la Esperanza, evidenciaron como fueron abiertos en la noche el corral o corraleja donde se encontraban animales de ordeño para el sustento de las familias allí, dichos animales fueron sacados dejando imposibilitados el sustento familiar.
En los últimos días, hemos sido informados de que algunos pobladores han acudido a la fiscalía General de la Nación con sede en el municipio de Apartadó, para declarar contra nuestra comunidad, afirmando que la comunidad de paz es la responsable del crimen de dos de nuestros miembros el pasado 19 de marzo.
Podrán apagar nuestra voz, mientras vivos jamás las ganas y las convicciones de vivir nuestros principios solidarios y de respeto por la vida.
21/04/2024 Daltonismo ideológico impuesto: recurso extremo del paramilitarismo
A lo largo de los 27 años de vida que lleva nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó, hemos identificado como nuestro mayor victimario, junto con las instituciones del Estado colombiano, a las estructuras paramilitares que actúan como grupos de civiles armados y que gozan de pleno apoyo, aquiescencia y tolerancia del Estado y de las élites políticas que lo sustentan, lo cual se evidencia, sin dejar ninguna duda, cuando se comprueba la absoluta impunidad de todos sus crímenes.
Tal paramilitarismo ha asumido diversos nombres, pero en el avance del siglo XXI fue asumiendo, entre otras, la sigla de “Autodefensas Gaitanistas de Colombia - AGC”, sigla intercambiable con las de “Clan del Golfo”, “Los Úsuga” o “Los Urabeños”. En un comunicado del 30 de marzo de 2024 anuncian cambio de nombre por el de “Ejército Gaitanista de Colombia”. El texto de dicho comunicado no puede estar más saturado de falsedades, en un intento por venderle al país y al mundo un veneno mortal con etiqueta de remedio saludable.
El Comunicado comienza por ponderar su tamaño, echando mano de estadísticas sobre su “desmovilización” difundidas entre 2003 y 2006, referida a cantidades superiores a las 30.000 personas. La gente medianamente informada en Colombia sabe que todo ello fue comprobadamente falso; que justamente por esas colecciones de engaños hoy día continúa prófugo de la justicia el Comisionado de Paz del ex presidente Uribe, Luis Carlos Restrepo; que muchos jóvenes y niños de los barrios fundidos en la miseria fueron reclutados para “desmovilizarse” sin haber sido nunca paramilitares, pero obligados a pasarle un alto porcentaje de la cuota que recibían del gobierno por su falsa desmovilización a unos cuantos jefes de las llamadas “autodefensas”, en medio de grandes festines extorsivos. La Ley 782, diseñada por el ex presidente Uribe, sirvió para que los paramilitares no pasaran por la justicia, pues la Dirección Nacional de Fiscalías no tenía registrados sus ‘alias’, única identidad con que se dejaron conocer en su militancia ilegal, y así pudieron pasar directamente de sus prácticas criminales a las estructuras seudolegales que Uribe les había preparado para ingresar en una nueva fase del paramilitarismo, según él “legal”: las redes de informantes y cooperantes, las empresas protegidas para apropiarse de las tierras, como las palmeras, cocaleras y muchas otras donde utilizaban nuevamente armas falsamente legalizadas.
Apoyándose en la continuidad de los conflictos sociales, las promesas incumplidas y las mentiras oficiales, el Comunicado trata de justificar su persistencia armada y su legitimidad bélica utilizando de la manera más sucia la memoria del líder social de hondo arraigo popular, Jorge Eliécer Gaitán. Y lo peor es que dicen asumir el clamor de Gaitán “por la restauración moral de la república”. Que una consigna de tanta altura moral la tome en sus manos un grupo tan criminal, constituye una ofensa que no tiene nombre porque sobrepasa todas las ignominias. Al definir su más reciente etapa, se atreven a presentar como “un ejército que lucha por la reivindicación social y la dignidad de nuestro pueblo”. Quieren aparecer como luchadores en favor de las clases oprimidas, supuestamente levantados “contra la persecución y el exterminio al que han sido sometidos todos los que creyeron en las promesas de paz desde el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán hasta la fecha”. Pero quienes hemos sufrido su presencia en los campos no podemos no identificarlos con los que ejercen la persecución y el exterminio contra los pobres y los inconformes.
El Comunicado trata finalmente de borrar su identidad de paramilitares o neoparamilitares. Su discurso carece de argumentos para tapar el sol con una mano. Su historia se ha plasmado, a todas luces, en todos los rasgos del paramilitarismo y de nada sirve que citen algunas capturas o extradiciones decididas por los últimos gobiernos para probar que no han actuado siempre en unidad de acción con los cuerpos represivos del Estado y del Establecimiento.
Por lo que se refiere a la región de Urabá, donde ellos gobiernan hoy día sin oposición alguna, es imposible aceptar que una estructura armada cuya base económica se sustenta en los arsenales más descomunales del narcotráfico, lo que les permite sobornar con monstruosa propinas a funcionarios, fuerza pública, desmovilizados, líderes de acción comunal e informantes rasos denominados “puntos” que irrigan toda la geografía de las veredas, pretendan identificarse como fuerza que lucha por las clases oprimidas. Su poderío económico, político y militar les permite un control territorial milimétrico de sometimiento bajo el terror a sus intereses, hasta el derramamiento de la sangre de quienes desacaten sus órdenes, como acabamos de vivirlo dramáticamente en nuestra Comunidad de Paz. Desde que la fuerza pública fue drásticamente censurada por la comunidad internacional, dejó de acompañarlos en sus patrullajes criminales a la luz del día, pero su coordinación soterrada con ellos no se modificó, ya que la tolerancia de sus crímenes se proyecta en la impunidad absoluta de su violencia. Por ello, ya como AGC, ya como EGC, mantienen el control donde ejercen la esclavitud más aberrante contra la población campesina, al servicio de un modelo económico ganaderista, extractivista, anti-agrícola, anti-ecológico.
En último término, el Comunicado presupone que la población destinataria, embrutecida de antemano por los medios masivos de desinformación, ya no percibe que la obligan a aceptar que lo blanco es negro y que lo negro es blanco. Dejamos constancia ante el país y el mundo de los hechos vividos en las últimas semanas:
· El lunes 11 de marzo de 2024, tuvo lugar en la Alcaldía de Apartadó una reunión a la cual fueron convocadas algunas instituciones y juntas de acción comunal del corregimiento de San José de Apartadó. Uno de los temas polémicos se centró en la carretera que algunas juntas comunales han querido encajar a la brava en el predio Las Delicias, de nuestra Comunidad de Paz, en la vereda La Esperanza, proyecto que hemos rechazado reiteradamente por razones de fondo: amenaza transformar, degradándola, una zona medioambiental de gran valor; no ha contado con ninguna planeación democrática y ha evadido todos los procedimientos previstos en las leyes para la aprobación de tales obras; sus impulsores son grandes intereses y anuncian construirla con maquinaria militar y combustible aportado por los pobladores; su utilidad se ha calibrado como medio para introducir maquinarias al servicio de proyectos extractivistas de capitales extranjeros que responden a un modelo de desarrollo anti-agrícola, antiecológico, anti-comunitario y anti-nacional. Algunas de las intervenciones en dicha reunión de la Alcaldía, confirman con creces nuestros temores:
o El ciudadano LUIS SUAREZ, del Partido Comunes de Mutatá, afirmó: “me he metido en estos territorios, he estado allá con los compañeros mirando un poco las ideas; las vías no se las ha construido nadie, las vías las han construido ellos mismos; a mí me consta que hace un año que estuve allá visitando a un compañero, en una asamblea, en una reunión, ellos decían cuanto iban a colocar de cuota por cada finca para hacer su vía (…).
o En la intervención de un vocero de la vereda La Unión, se quejó de que nuestra Comunidad de Paz denuncie el dominio que tiene el paramilitarismo en muchas juntas de acción comunal, entre ellas la de La Unión. Sin embargo, nuestra Comunidad extrañó que no reconociera que, por ejemplo ADOLFO GUZMAN, reconocido paramilitar, ejerció como vicepresidente de la junta comunal de La Unión y que tampoco se refiriera a hechos inocultables, como la reunión de paramilitares en el centro de la Unión el 6 de enero de este año, a la cual obligaron a participar a toda la población del entorno, tampoco se refirieron a las amenazas de muerte que vienen lanzando contra todos los que le informen a nuestra Comunidad de Paz sobre los desarrollos del paramilitarismo en dicha vereda.
O En su intervención FREDY VIDAL, miembro de la COOPERATIVA CACAO VIVE, presionó para que de esa reunión saliera algo positivo para el territorio, afirmando que “no queremos más derramamiento de sangre”, pues supone que en todas partes hay actores armados, pero presintiendo que se avecinan soluciones violentas afirma: “no queremos que esto vuelva a escalar a matarnos entre nosotros mismos, porque eso es lo que va a pasar en estos momentos; si no se trata la solución de aquí (…)”.
o En su intervención el comandante de la Brigada XVII, coronel HÉCTOR ALEXANDER JUZGA LEÓN, reconfirmó comportamientos inadmisibles por parte del ejército. En un momento afirmó: “ustedes lo saben bien, que se mueven dos, tres soldados por todas esas veredas, por todos esos caminos, donde hay injerencia también del Clan del Golfo, como ustedes bien lo saben”. Claro que lo sabemos bien porque lo hemos vivido, lo hemos sufrido, todos los días lo comprobamos en vivo y en directo y lo hemos denunciado por décadas ante todas las autoridades nacionales y ante los tribunales internacionales sin que pase absolutamente nada. Ante la confesión del Coronel, no podemos menos que condenar nuevamente esa connivencia criminal entre militares y paramilitares con todas nuestras energías.
O En otro momento de su intervención el Coronel Juzga afirmó: “no tenemos ninguna conexión, ningún nexo, ningún tipo de connivencia con esa estructura del grupo armado organizado Clan del Golfo y mantenemos en desarrollo las operaciones en todo el territorio, como lo hemos venido haciendo”. Parece increíble que un comandante de una unidad militar que arrastra una historia criminal de varias décadas perpetrando innumerables crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y un Genocidio continuado, pueda llegar a negar todo eso con tan desafiante cinismo. ¿Ignora, acaso, el Coronel, que cuando esos crímenes no se reconocen ni se castiga ni se destituye a los responsables, esa actitud equivale a identificarse con los culpables y a asumir la responsabilidad de los mismos? Es escalofriante comprobar cómo ha sido posible que a altas jerarquías de la fuerza pública se les forme en un NEGACIONISMO tan aberrante, ilegítimo e ilegal. La misma Corte Constitucional le ha reprochado repetidas veces al ejército por negarse a dar los nombres, códigos, niveles jerárquicos y líneas de mando de quienes han estado presentes en los sitios, las fechas y horas de los crímenes. ¿Cómo explica el Coronel Juzga el desacato permanente a la Corte Constitucional? ¿Acaso no le enseñaron que dicha Corte es la máxima instancia judicial del Estado?
O En otro momento de su intervención el Coronel Juzga afirmó: “hay un fallo de un juzgado donde dice que esas acusaciones contra mi brigada, contra mis soldados, pues no se deben hacer, a no ser que haya un señalamiento, y si los hay, como tal, de una denuncia, que se haga ante la Fiscalía General de la Nación, porque ahí se dan nombres y todo eso (…)”.
Muy probablemente el Coronel se refiera a la acción de tutela que su misma Brigada XVII puso contra nuestra Comunidad de Paz el 24 de septiembre de 2018, pidiendo que nos obligaran a retractarnos de las denuncias expresadas en 8 constancias históricas de ese mismo año y a renunciar a esa forma de denuncia por afectar el derecho al “buen nombre” de los militares. Si bien la Jueza Segunda Promiscua Municipal de Apartadó, MARIELA GÓMEZ CARVAJAL, le dio tramite a la tutela y al incidente de desacato que la misma Brigada colocó pocos días después, hasta ordenar la detención del Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, al ser revisada su sentencia por el Juez 2º Civil, WILLIAM GONZALEZ DE LA HOZ, éste decretó la nulidad de todo lo actuado y el caso fue a revisión a la Corte Constitucional, la cual dictó la Sentencia T-342 el 21 de agosto de 2020. El Magistrado Ponente, LUIS GUILLERMO GUERRERO, trató de confrontar las jurisprudencias constitucionales del derecho a la honra y del derecho a la libre expresión, llegando a evidentes contradicciones y a sesgos inocultables en favor del derecho a la honra militar. La sentencia fue objeto de tantas controversias internacionales y a confrontaciones y divisiones entre los mismos magistrados de la Corte, que en diciembre de 2020 fue radicada una solicitud de Nulidad, la cual fue acogida por varios magistrados de la misma Corte y dirimida por el Auto 225 de 2021, el cual terminó negando la nulidad, pero el enfrentamiento entre los magistrados y la cantidad de documentos de juristas y entidades internacionales que se pronunciaron en favor de la Comunidad de Paz, impidió que la Corte coartara en alguna medida el derecho a la libre expresión y denuncia de nuestra Comunidad de Paz. El argumento más contundente lo dio el Magistrado JORGE ENRIQUE IBAÑEZ NAJAR, quien había sido el primer ponente de revisión en la Corte Constitucional y quien desbarató la legitimidad de la Tutela de los militares, demostrando que para pedir protección de un derecho a la honra es necesario haber tenido una conducta irreprochable, pero la Brigada XVII lo que tenía era más de 10 sentencias nacionales e internacionales por crímenes de lesa humanidad en connivencia con el paramilitarismo; por ello sus reclamos no eran legítimos.
O En otro momento de su intervención, el Coronel Juzga afirmó: “Tenemos esta capacidad de nuestro batallón de ingenieros para arreglar las vías; tenemos unas maquinarias; simplemente es generar un convenio vinculando la Alcaldía municipal, el departamento, la Gobernación de Antioquia y el comando de ingenieros, para que pueda hacer esto. Antes, en otras modalidades, decían: sí, mandemos la maquinaria, y allá hacían la vaca y ponían el combustible y las señoras hacían un sancocho y les hacían el almuerzo a los soldados y a los campesinos que iban a trabajar y había un común de la región: la vía. Les propongo que, por favor, tengamos en cuenta esa posibilidad, Alcalde, y hagamos ese convenio si se puede; no hay que pagar la mano de obra (…) tenemos aquí la maquinaria para el proyecto que usted plantea (…)”.
Estas palabras confirman que la Brigada ha estado implicada en la construcción ilegal de vías, evadiendo todas las licencias, las consultas democráticas a las poblaciones, los estudios ambientales y la articulación entre vías y modelos de desarrollo socio-económico. El relato del Coronel evidencia que se han hecho convenios entre los militares y conjuntos de ciudadanos. ¿Con qué tipos de conjuntos? Los comentarios remiten a las estructuras paramilitares que son las que tienen dominio en la zona y un dominio que se apoya en las armas y en una trayectoria de terror y muerte que inunda la historia de la región.
· El miércoles 13 de marzo de 2024, una delegación interinstitucional compuesta por funcionarios de la Alcaldía de Apartadó, (secretarios de Gobierno y de Planeación municipal), Procuraduría, Corpouraba, Inspector de Policía, Comisaria de Familia (responsable de Derechos Humanos de la Policía), Delegado UIAP, Misión 2 de la ONU y Agencia Nacional de Tierras, fue recibida por una delegación de nuestra Comunidad de Paz que se encontraba en el predio las Delicias, de la vereda La Esperanza, propiedad de nuestra comunidad. Con todos los participantes se hizo el recorrido del trayecto de la servidumbre que atraviesa la propiedad comunitaria, donde además de varios temas, se mostraron los daños físicos causados por las agresiones violentas que se venían presentando contra nuestra propiedad comunitaria. La delegación institucional luego escuchó aparte a los agresores. De dicha reunión salieron tres propuestas y una decisión por parte del Inspector de Policía: la de fijar el status de la servidumbre, con lo cual se le daba la razón justa a nuestra Comunidad de Paz.
· El Jueves 18 de marzo de 2024, el Presidente Gustavo Petro se refirió públicamente a la necesidad de que nuestra Comunidad de Paz sea destinataria de un acto de perdón por todas las atrocidades perpetradas por instituciones del Estado y que nuestras víctimas sean honradas con monumentos construidos en su memoria. Nuestra Comunidad opina que tal reconocimiento es necesario pero que tiene que ir acompañado de medidas que garanticen nuestra permanencia como Comunidad de Paz en el territorio, pues en este momento, se encuentra asediada por procesos que buscan despojarla de las tierras que legítima y legalmente ha adquirido en estas décadas y por estructuras criminales que siguen insistiendo en destruir las vidas de nuestros integrantes, garantizando dichos crímenes con una impunidad a toda prueba.
· El viernes 29 de marzo de 2024, nuestra Comunidad fue informada de un plan orquestado por los paramilitares para incursionar contra el asentamiento de San Josecito, pero dejando la impresión de que fue un hecho aislado o de delincuencia común.
· El miércoles 3 de abril de 2024, dos paramilitares interceptaron a miembros de nuestra Comunidad de Paz para advertirles que debían desistir de trabajar una pequeña área de tierra de otro miembro de nuestra Comunidad en la vereda Las Nieves, añadiendo que “avisaban una vez y no dos veces”, y que todo está coordinado con el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda las Nieves.
· El jueves 4 de abril de 2024 fue percibida la presencia de ‘puntos’ paramilitares en el sitio conocido como La Ye, de la vereda La Resbalosa, lugar que frecuentan sin ser estorbados por nadie.
· El mismo jueves 4 de abril de 2024, por redes sociales y medios radiales locales, el Señor César Jaramillo, quien ha venido instigando toda la violencia contra nuestra Comunidad de Paz, de nuevo acusó a la Comunidad de ser los responsables de los asesinatos. Además de acusar a Diego Ceballos, el esposo de nuestra compañera asesinada Nalleli Sepúlveda, de ser el autor material de los hechos, versión que sólo puede sustentarse en una mentira con fines muy perversos de encubrimiento. Su perverso plan y el odio contra nuestra comunidad, manifestado públicamente y puesto en evidencia en los diversos audios que han circulado por las redes sociales, no solo es sostenido por César Jaramillo, sino además por otras figuras que aprovechando su posición social han difundido la calumnia para hacerle daño a nuestro proceso comunitario.
· El domingo 7 de abril de 2024, un miembro de nuestra Comunidad fue advertido por un reconocido paramilitar de desistir de ir a realizar actividades agrícolas en el predio comunitario en la vereda La Resbalosa, anunciándole que si no obedecía no respondían por las consecuencias.
· El miércoles 10 de abril de 2024, a las 8 de la mañana, en la aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, 3 reconocidos paramilitares, uno de ellos conocido como “Refercho‛, ingresaron al predio haciendo preguntas superfluas. Ese mismo día, en la vereda La Resbalosa se notó la presencia de puntos paramilitares que transitaban libremente por el área.
· El jueves 11 de abril de 2024, a las 19 horas, un reconocido paramilitar llegó hasta nuestra aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, en forma muy agresiva. Al ser sorprendido por miembros de nuestra Comunidad y acompañantes internacionales que hacían presencia en el sitio, emprendió la huida.
· El viernes 12 de abril de 2024, tuvimos conocimientos, de amenazas contra pobladores de la región, acusándolos de ser los responsables de suministrar a la Comunidad de Paz la información que ellos manejan internamente. Las amenazas implican que si descubren quién pasa las informaciones a la Comunidad, dichas personas correrían la misma suerte que los dos asesinados en nuestra Comunidad recientemente.
· el domingo 14 de abril de 2024, fuimos informados de que dos paramilitares amanecieron en la vivienda comunitaria en el predio Japón y Soledad propiedad de nuestra comunidad, en la vereda las Nieves del Corregimiento de San José de Apartadó aprovechando que ese día estaba sola la vivienda.
· Recientemente soldados pertenecientes al ejército nacional que han hecho presencia en las veredas de La Unión y El Porvenir, entre otras del Corregimiento de San José de Apartadó, del corregimiento de San José, manifestaron a los pobladores: “esa comunidad de paz es gente muy jodida, se están matando entre ellos”, acogiendo y difundiendo la falsa versión criminal, según la cual, Nalleli y Edinson habrían sido asesinados por la misma comunidad.
· El martes 16 de abril de 2024, reconocidos paramilitares interceptaron a un grupo de campesinos, advirtiéndoles que se abstuvieran de realizar labores agrícolas en un predio en la vereda las Nieves, advirtiendo que no lo anunciaban más, que lo que sigue son las consecuencias. Este mismo plan de impedir a nuestra Comunidad de Paz realizar labores agrícolas en dicha vereda, fue confirmado por un miembro de la Junta de Acción Comunal de dicha vereda, quien advirtió que ellos tenían conocimiento de que los paramilitares ya habían advertido a familias de la Comunidad de Paz de no realizar labores en el predio de un miembro de la Comunidat de Paz anadiendo que, con el apoyo de los paramilitares, van a impedir esta labor, cueste lo que cueste.
· El miércoles 17 de abril de 2024, un poblador de la vereda la Unión , sostuvo conversación telefónica con el señor Cesar Jaramillo al móvil 3104738130, dicha conversación tuvo dirigida en la insistencia por arrebatarle a la comunidad parte de un área del predio comunitario la Unión (Centro Agrícola) en la vereda la Unión. Se configura otro frente de represión contra nuestra Comunidad de Paz.
· El jueves 18 de abril de 2024, en horas de la mañana fue encontrado el cuerpo sin vida de un joven, quien habría sido asesinado cerca a la vía que de Apartadó conduce al centro poblado de San José de Apartadó, a la altura de la vereda La Balsa.
El sábado 20 de abril de 2024, Paramilitares en la vereda Las Nieves irrumpieron propiedad privada. Hay varios paracos acampados dentro del predio y no permiten que pobladores realicen allí labores agrícolas. Ya es la tercera amenaza consecutiva contra quien intenta trabajar el predio.
Nuevamente agradecemos a todas las personas y comunidades que desde las más diversas zonas del país y del mundo nos han acompañado espiritualmente en estos meses de intenso dolor y sufrimiento que ha llevado a engrosar las enormes filas de nuestros mártires. A pesar de toda la agresión concentrada y coordinada que se manifiesta intermitentemente contra nuestro proceso, nos mantenemos firmes en la fidelidad a nuestros principios y valores.
30/03/2024 La Paz de Colombia, un lema que se sigue vendiendo al mundo mientras los territorios se siguen desangrando.
Como Comunidad de Paz de San José de Apartadó, de nuevo elevamos nuestra voz a todos los rincones del mundo para ponerles de presente, a la humanidad y a la historia, los hechos que permanentemente atentan contra la población de nuestro entorno geográfico, social y contra nuestra Comunidad de Paz.
En los días cercanos al crimen, circularon audios en los cuales los agresores contra la Comunidad expresaron su voluntad de proceder con violencia para hacer cumplir sus propósitos sobre el territorio de Las Delicias. Uno de ellos fue ERIEN TUBERQUIA, de la Junta Comunal de La Esperanza, quien afirmó:
“No sé muchachos, yo desde un principio les dije que una vez iniciamos la a,,, cuando empezamos a mochar los alambres, cuantos estaban dispuestos a ir a la cárcel, cuantos estaban dispuestos a luchar hasta el final,,, la pregunta sigue en pie, porque si nos vamos a tomar las vías de hecho para que el gobierno nacional nos escuche, pues, hermano, astimosamente hay que hacer correr sangre (…) si a las demás veredas les importa un pito, entonces breguémosla a echar nosotros hasta allá, a sangre y fuego, como dicen por ahí. Pero entonces todo el mundo nos dice: no hagamos nada, no hagamos nada, no hagamos nada y no hacemos nada. Eso es sencillo, mijo, sihay que meterle un Bulldozer a eso y arrastrar gente por debajo, pues es la única forma que el gobierno nos instale una mesa aquí de dialogo”.
Otro fue del también miembro de la Junta de la Esperanza, BENJAMÍN HIGUITA, quien dijo:
“tenemos motosierra y tenemos personal y hoy si nos vamos a tirar por encima de lo que haya que hacer (…) a fuera la Comunidad de Paz, afuera la Comunidad de Paz, no los queremos acá, no queremos, la vereda la Esperanza dice; afuera la Comunidad de Paz, afuera”.
Del también miembro de la Junta de la Unión y firmante de Paz, FREDY SANCHEZ, quien dijo:
“a mi no me están dando nada esos desgraciados, a mi se me da lo mismo que no me hablen esos hp, y yo si digo, vamos a llegar a un término hp y si es que nos vamos a enojar hp, que encontremos por donde encontremos hp y si está estrecho hp el caballo más forzudo se lleve el otro hp, pero que sea fino donde es, esa mierda así no sirve, vamos a ponernos con carácter agresivos es agresivos y vamos a ver hasta donde vamos a llegar a si(…) eso conlleva g a una dificultada g, que hay hasta muertos, porque todos nos cansamos g, todos nos cansamos”.
A lo anterior le responde NORBEY DE JESUS ZAPATA, también firmante de paz y presidente de la JAC de la Unión quien dijo:
“lo que el compañero garfi (Fredy Sánchez) dice es realidad, está grave la cosa ombe garfi, está grave la cosa, en cualquier momento se prenden esos ranchos por ahí y son esos manes, ojo, póngase piloso”.
También ha circulado otro audio de FREDY VIDAL de la asociación Cacao Vive en los siguientes términos:
“don Aníbal, buenos días hombre, les dejamos allá el recurso para que sobrevivan unos 3 añitos mas y ni agradece el señor, pues (…) porque nos interesa que ese proceso no lo dejen enfriar (…) alístense que eso proceso lo van a dilatar, ahorita se va a un juez, el juez se va a ser el m,,, un año, dos años, tres años, 10 años en el comprensor y no va a pasar nada en la garantía (…) a mi me dijeron: quédese quieto, no se meta en ese problema, no compre chicharrones que no son suyos, y yo hp me enchuquise, me emputé mejor dicho don Aníbal, y le dije: hermano me voy hasta la final, es que la Comunidad tiene que aprender a respetar hp, las cosas no son así mi hermano (…) o arreglan ese problema o ustedes se van a las vías de hecho mijo, hay no hay de otra
El martes 19 de marzo de 2024, hacia el mediodía, en la finca Las Delicias, de la vereda La Esperanza, propiedad de nuestra Comunidad de Paz, fueron asesinados dos integrantes de nuestra Comunidad: NALLELI SEPÚLVEDA, de 30 años, y EDINSON DAVID, de 14 años. La primera, coordinadora del espacio humanitario junto con su pareja, Diego Ceballos, y el segundo hermano de Diego y miembro del equipo responsable de la finca. Este crimen se produce como culmen y clímax de todo un proceso de amenazas y agresiones progresivamente violentas, denunciadas previamente en nuestras anteriores constancias. Este crimen, además, aumenta el número de ejecutados extrajudiciales de nuestra Comunidad de Paz, denunciados ya en varios centenares, así como el número de actos tipificados en el derecho internacional como Crímenes de Lesa Humanidad, que superan el millar y medio, denunciados ante diversos tribunales internacionales.
Una vez consumado el crimen, las instituciones se apresuraron a preparar la impunidad. Como primera medida, no realizaron las diligencias de levantamiento, sólo 9 días después funcionarios del CTI subieron a la finca a “tomar evidencias” cuando todo pudo haber sido cambiado, pues la finca quedó sola varios días. Al tiempo se sirvieron de una mujer firmante de los acuerdos de paz, para comenzar a tejer un montaje criminal, convirtiendo el crimen en un “crimen pasional”, arrasando con la dignidad de las víctimas. Se afirmó que ni Nalleli ni Edinson eran miembros de la Comunidad de Paz y que la muerte se debió a que el esposo de Nalleli la encontró en relaciones con su cuñado y decidió matarlos. El intento no les pudo salir peor, pues en esos momentos Diego, el esposo de Nalleli se encontraba atendiendo a su padre quien estaba hospitalizado en Apartadó. Pero si les falló a los victimarios la lógica más elemental del montaje, sí contribuyó a revelar la enorme perversidad de quienes planearon el crimen.
El último conjunto de acciones que puede considerarse como camino de avance hacia la destrucción de vidas se detecta desde el jueves 18 de enero de 2024 cuando en el camino que conduce desde San José hasta la vereda Mulatos, en diferentes lugares fueron vistos varios puntos paramilitares portando radios de comunicación y prendas camufladas. Ese mismo jueves 18 de enero de 2024 llegó información a nuestra Comunidad según la cual varios jóvenes de varias veredas de nuestro entorno habrían ingresado a los grupos paramilitares.
El viernes 19 de enero de 2024 fue notoria la presencia de paramilitares en la vereda Resbalosa, otro de nuestros asentamientos cuyos líderes han venido siendo amenazados.
El sábado 20 de enero de 2024 nos llegaron informaciones según las cuales personas pertenecientes a la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión habrían lanzado graves calumnias contra nuestra Comunidad de Paz, señalando a varios miembros del Consejo Interno de haber tenido nexos con las extintas FARC-EP. Pero, Jamás dirán, que algunos de los que hoy nos acusan, fueron expulsados de la comunidad, por su cercanía con las extintas FARC-EP.
El martes 30 de enero de 2024 en horas de la mañana fue visto transitar por el río La Sucia, a una hora del centro urbano de San José de Apartadó, una tropa de militares de la Brigada XVII del ejército. Ese mismo martes 30 de enero de 2024, en el transcurso del día, la policía habría colocado puestos de control o retenes en San José de Apartadó, realizando empadronamiento ilegal a quien pasara por allí. El mismo martes 30 de enero de 2024 fue visto transitar cerca del sitio conocido como CHONTALITO a varios paramilitares portando radios de comunicación y prendas camufladas.
El domingo 4 de febrero de 2024, habitantes del corregimiento de San José, nos informaron que por varias veredas del corregimiento se habla de que este año 2024, es el año en que la Unidad de Restitución de Tierras URT arrebatara las propiedades a la Comunidad de Paz.
El lunes 5 de febrero de 2024, mientras tres jóvenes miembros de la Comunidad de Paz transitaban cerca al casco urbano de San José, fueron invitados a consumir mariguana por soldados que hacían presencia junto al río.
Este mismo lunes 5 de febrero de 2024, se presentó una agresión con arma blanca contra un joven de la región, a pesar de la presencia de ejército y policía en el casco urbano del corregimiento, no intervinieron. Actitud permisiva y tolerada por la fuerza pública.
El sábado 24 de febrero de 2024, en horas de la tarde varios paramilitares portando armas y radios de comunicación, entre ellos alias Perro Negro, y alias Barranquilla, hicieron presencia en el centro poblado de la vereda la Resbalosa donde además se realizó una fiesta.
El jueves 29 de febrero de 2024 el señor CÉSAR JARAMILLO, exfuncionario de la Alcaldía de Apartadó y de FEDECACAO, en conjunto con personas de la vereda La Esperanza, intentaron forzar la apertura de una carretera ilegal por medio de nuestra finca Las Delicias. Allí dañaron portones y cercas para llevar a cabo sus pretensiones ilegales
El sábado 2 de marzo de 2024, personas de la vereda La Esperanza violentaron nuestra propiedad Las Delicias; cortaron y dañaron alambres e ingresaron un vehículo. Desde tiempo atrás nos hemos opuesto a la apertura de carreteras por nuestras propiedades comunitarias, para lo cual nos asisten razones de muchos órdenes, empezando porque no han sido objeto de ninguna planeación democrática, sirven a propósitos anti-ecológicos, son impulsadas por el paramilitarismo con apoyo del ejército evadiendo incluso las licencias más elementales.
El domingo 3 de marzo de 2024, un grupo de personas impulsadas por Cesar Jaramillo y la JAC de la Esperanza, intentaron destruir nuestras cercas y portones en nuestra propiedad privada. En su intento, despotricaron contra nuestra comunidad con toda clase de insultos y vejámenes, anunciando que al día siguiente realizarían su cometido. Accionar y agresión verbal y psicológica contra nuestra comunidad, mientras guardábamos silencio.
El lunes 4 de marzo de 2024, un personaje no identificado y miembros de La Junta de Acción Comunal de la vereda La Esperanza ingresó en moto por nuestra propiedad privada Las Delicias, inspeccionado muchos detalles, sin presentar ninguna identificación.
Este mismo lunes 4 de marzo de 2024, hubo una visita a la vereda la Esperanza de la Defensoría del pueblo, alcaldía de Apartadó y funcionarios del gobierno nacional, entre otros, en búsqueda de frenar los atropellos contra nuestra comunidad, sin embargo, la respuesta de la Junta fue seguir violentando nuestro espacio comunitario y de nuevo destruir portones instalados después de cinco días de trabajo comunitario. Pues nuestra Comunidad de Paz nunca reacciona con acciones violentas frente a semejante violencia, ni tampoco denuncia los delitos ante instituciones que nunca han servido para nada sino sólo para favorecer sus intereses políticos. Nuestra Comunidad reconstruía con dolor cada portón y cada cerca destruida.
El miércoles 6 de marzo de 2024, la Junta de Acción Comunal y la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia de la vereda La Esperanza, por presión del Señor CÉSAR JARAMILLO y de otras fuerzas oscura, ingresaron a nuestra propiedad privada "Las Delicias", destruyeron nuestros portones, cortaron alambre de nuestros potreros, haciendo caso omiso a nuestra orden de no pasar vehículos por nuestra propiedad. Era ésta la quinta vez en esa semana, que soportamos las agresiones a nuestra propiedad. Aclaramos, que jamás hemos bloqueado el camino de herradura que atraviesa nuestra finca, por el contrario, mantenemos los portones que siempre han existido, para garantizar el libre tránsito de la gente y sus animales con los productos del campo.
Nosotros no nos hacemos responsables de ningún tipo de desplazamiento forzado en el futuro, pues en ningún momento tenemos confinado a nadie como lo denuncian en medios y redes sociales nuestros agresores. La gente transita normalmente en motos y caballos sin ningún tipo de impedimento. Rechazamos ser utilizados por la JAC en esta coyuntura, como excusa para exigir al gobierno proyectos para la vereda. También, dejamos claro ante la opinión pública que nos oponemos al tránsito de carros por nuestras propiedades privadas operando rutas ilegales y a la construcción de vías que evaden todo procedimiento legal y democrático. Quienes practican la invasión, el atropello y el daño y son los promotores de dicha carretera ilegal son los mismos que continúan calumniando a nuestra Comunidad de Paz, acusándonos falsamente de ser guerrilleros. Así lo anunció en audios el presidente de la Junta Comunal ANÍBAL HIGUITA.
Con el tiempo hemos percibido que alrededor de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esperanza, en alianza con el Señor CÉSAR JARAMILLO y la Brigada XVII del ejército, se ha ido conformando un movimiento que propende por nuestra desaparición como Comunidad de Paz, como medio para realizar proyectos inconfesables que muchas veces disfrazan con ellos rótulos del “progreso” y del “desarrollo”. Ello nos ha llevado a pensar que si algo le llegara a pasar a un miembro de nuestra Comunidad sería responsabilidad de los integrantes de esa alianza. El mismo CÉSAR JARAMILLO, en acto de burla o chantaje, se paseó galopando a caballo por nuestros potreros, mientras La junta destruía nuestros portones.
El miércoles 6 de marzo de 2024, hubo graves calumnias del Señor CÉSAR JARAMILLO en redes sociales contra La Comunidad de Paz y La Asociación Campesina de San José de Apartadó ACASA. Según él, a ambas las creó la guerrilla. Idéntico su lenguaje al del expresidente Álvaro Uribe para condenar a toda organización social. Este mismo 6 de marzo de 2024 dejamos constancia de una nueva agresión, siendo ya el sexto atropello a nuestra propiedad privada Las Delicias: a las 4:30 de la tarde, en presencia nuestra, la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esperanza de nuevo destruyó e incineró nuestros portones; los agresores venían con motosierras, garrote y gasolina; mientras destruían e incendiaban los portones, manifestaban que venían “pacíficamente”.
El miércoles 6 de marzo de 2024, Cesar Jaramillo, a través de medios radiales locales, trató de venderla a la opinión pública la imagen distorsionada que en su mentalidad de odio ha ido confeccionando contra nuestra Comunidad y contra la exalcaldesa Gloria Cuartas y su asesor técnico Carlos Montoya. Nos ha presentado como una “republiqueta” que desconocemos las leyes de las servidumbres, que impedimos el paso de los campesinos por nuestra propiedad, que consideramos paramilitares a los que no nos apoyan, que usurpamos tierras y derechos de las comunidades locales. Afirma que todas estas acusaciones las ha llevado a la fiscalía donde ha declarado que tanto nuestra comunidad, como la Asociación ACASA fueron creadas por la guerrilla. Incluso los atropellos que ha perpetrado contra nuestra finca las Delicias las trata de presentar como unos favores que nos ofrece al cambiar nuestras puertas viejas por puertas nuevas, cuando nos ha destruido nuestros portones y cercas de forma violenta. Es difícil encontrar un cúmulo tan grande de mentiras y calumnias juntas. Todo lo hace para ensuciar nuestra imagen ante la sociedad y poder buscar apoyo entre autoridades corruptas a sus sucios proyectos.
El viernes 8 de marzo 2024 a las 11:00 pm, grupos vandálicos de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esperanza derrumbaron nuestras cercas y portones, y se los robaron. Son actos típicos de los paramilitares y los responsables identificados son miembros de la Junta Comunal de La Esperanza: BENJAMÍN HIGUITA, ANÍBAL HIGUITA, DANEY TUBERQUIA, EUFRANIO GRACIANO, ERIEN TUBERQUIA, entre otros como CESAR JARAMILLO.
El sábado 9 de marzo 2024, contrario a las afirmaciones del Señor Cesar Jaramillo y de la JAC de La Esperanza, nunca hemos impedido el paso por nuestra propiedad privada Las Delicias a nadie. Transitan libremente en motos, motocarros y semovientes, excepto en vehículos. Pero eso no les basta. Tienen sed de sangre.
El lunes 11 de marzo de 2024 hubo nuevamente falsas calumnias de la Junta de Acción Comunal de La Esperanza al manifestar que nuestra Comunidad apedreó a una persona en la finca. Nosotros no cargamos palos, motosierras y menos tiramos piedras. Según testigos, se cayeron de la moto porque estaba liso el camino por la lluvia. Según un video en redes, los agredidos manifiestan haber recibido una pedrada a 100 metros por la espalda e impacto en la frente, ¿cómo eso es posible? ¿Es una película de ficción? ¿Hasta cuándo tanta mentira? Constantemente transitan personas hasta altas horas de la noche en motos y a pie libremente, sin que haya pasado nada. La distancia de nuestra cerca al lugar de los hechos en cuestión dista de no menos de 200 metros.
El miércoles 20 de marzo de 2024, en la vereda la Esperanza, hacia las 13:00 horas, y después de más de 24 horas de espera a que las autoridades correspondientes hicieran presencia en el lugar de los hechos, la Comunidad decide por sus propias manos recoger los cuerpos de nuestros compañeros asesinados y transportarlos en hamacas recorriendo más de 5 horas por la serranía de Abibe en medio de un fuerte aguacero y la creciente de las aguas, hasta llegar al casco urbano de San José, donde finalmente fueron recogidos por el CTI de la Fiscalía. Al pasar por el caserío de San José, miembros del CTI que no habían querido ir a la Esperanza, quisieron tomar por la fuerza los cuerpos de nuestros compañeros. Entre tanto paramilitares que pueblan el caserío lanzaban gritos e insultos contra la comunidad. Solo accedimos a entregarlos para la diligencia judicial, luego de llegar al espacio de nuestra Comunidad de Paz.
El viernes 22 de marzo de 2024 Desde nuestra Comunidad de Paz acompañamos a nuestros hermanos y compañeros asesinados por las manos criminales de los paramilitares, claramente tolerados por la institucionalidad. Hasta siempre Nalleli y Edinson. Por siempre estarán en nuestra memoria.
El lunes 25 de marzo de 2024, los paramilitares hicieron llegar por diversos medios nuevos mensajes de amenazas; anunciando que su propósito es acabar con las familias que coordinan los espacios humanitarios de la Comunidad de Paz en las veredas La Resbalosa, Mulatos, y La Esperanza. Con ello, colocan en alto riesgo a sitios centrales de nuestra Comunidad, como insinuando que debemos abandonarlos.
El miércoles 27 de marzo de 2024, una comisión compuesta por diversas instituciones del gobierno nacional viajó a la vereda La Esperanza donde la esperaba una amplia representación de nuestra Comunidad de Paz; querían escuchar de primera mano, no solo los detalles del crimen sino los factores del contexto que la comunidad ha venido denunciando ante la sociedad colombiana y tribunales internacionales. Ese mismo día hacía las 7:00 am fue detectada una comunicación de un comandante paramilitar quien insistidamente intentaba ubicar a alias “VEGUETA”, a quien les ordenaba a todos en el área “irse del lugar y llevarse las pistas”.
El jueves 28 de marzo de 2024, hacia las 9:00 horas una comisión humanitaria de nuestra comunidad con acompañamiento internacional que se dirigía de la Esperanza a la vereda Mulatos, fue sorprendida en el camino a pocos minutos del caserío de la Esperanza por cinco paramilitares, dos de ellos portando armas, entre ellos se reconoció a alias Agripina.
Nuevamente agradecemos a todas las personas y comunidades que en el país y en el mundo se han mostrado solidarias con nuestro caminar y que especialmente en momentos tan dolorosos y trágicos como éste, han buscado numerosas formas de hacerse presentes física y espiritualmente.
08/01/2024 Persistencia tenaz del régimen supuestamente superado
Nuevamente elevamos nuestra voz a todos los rincones del mundo para ponerles de presente, a la humanidad y a la historia, los hechos que permanentemente atentan contra la población de nuestro entorno geográfico, social y contra nuestra Comunidad de Paz.
Arranca un año más, donde esperábamos encontrar nuevos caminos de vida y paz en los territorios, pero lo que enfrentamos es lo contrario, ya que el mensaje que se ha inyectado a la población es el de un “régimen supuestamente superado”, pero es este mismo régimen que en pocos días de lo que va corrido de este año 2024 continua controlando, implantando reglas, infiltrándose en las comunidades, reuniendo por la fuerza a la población civil, amenazando y asesinando y el gobierno sigue siendo ciego y sordo.
Los hechos de los cuales dejamos constancia son los siguientes.
-El sábado 02 de diciembre de 2023, en horas del día fue visto un grupo de paramilitares camuflados transitar por el rio en la vereda Mulatos
-El domingo 03 de diciembre de 2023, nuestra Comunidad de Paz fue informada de que en las veredas El mariano, Buenos Aires y La Linda, entre otras, el ejército estaría patrullando en las noches y no se pudo saber qué estaban buscando en estas veredas, pues de seguro no era a los grupos paramilitares ya que estos siguen con el control y tranquilos, sin que nadie los moleste.
-El martes 05 de diciembre de 2023, según pobladores de la zona, los paramilitares estarían construyendo casas de control territorial en las veredas de San José de Apartadó. Una de ellas que todos los viajeros han podido percibir la están construyendo en el punto conocido como CHONTALITO.
-El viernes 08 de diciembre de 2023, en horas de la tarde fue visto un grupo de paramilitares con uniforme de camuflaje en el punto conocido como “La Cañada de Pulgarín” en la vereda Mulatos.
-El martes 12 de diciembre de 2023, en horas del día, nuestra Comunidad de Paz fue informada por personas que conviven forzadamente con paramilitares en la zona, sobre una nueva decisión que está circulando entre ellos, de eliminar a dos miembros del Consejo Interno de nuestra Comunidad, uno de ellos nuestro Representante Legal y otro el coordinador de nuestro asentamiento en la vereda La Resbalosa. Hay que tener en cuenta que gran parte del territorio de La Resbalosa pertenece al municipio de Tierralta, Córdoba, lugar donde hace muy poco se descubrió una fuerte unidad de acción entre el ejército y los paramilitares, con ocasión de ataques violentos contra comunidades campesinas, en hechos que han sido de conocimiento público a nivel nacional e internacional y cuya estrategia de acción conjunta ha seguido siendo denunciada por comunidades rurales de departamento de Córdoba. Nuestra Comunidad tampoco puede olvidar el atentado de finales de diciembre de 2017, cuando 5 paramilitares llegaron en motos y armados con la decisión de eliminar a nuestro representante legal GERMAN GRACIANO y a JOSE ROVIRO LOPEZ entre otros miembros del Consejo Interno, estos dos últimos actualmente con altas amenazas de muerte, sin embargo dos de estos paramilitares fueron retenidos por miembros de nuestra Comunidad y entregados a un delgado del alto gobierno, mientras los demás huyeron, regresando al caserío de San José donde convivían y siguen conviviendo amistosamente con la fuerza pública. Hay que recordar que endicho episodio, la colaboración de la fuerza pública y de todo el aparato judicial con los paramilitares fue absolutamente evidente y que aún a estas alturas la llamada “justicia” no ha investigado el caso, dejando en libertad a los retenidos por la Comunidad a las pocas horas, con plena libertad de acción.
-El martes 12 de diciembre de 2023, tuvimos conocimiento de la muerte del joven Eimer Emilio Gómez David, quien había desaparecido en días anteriores y hallado posteriormente muerto con signos de crueles torturas. Gómez David, oriundo de San José, había sido miembro de nuestra Comunidad de Paz al igual que su familia, quienes ya algún tiempo atrás se habían retirado de nuestro proceso. Nuestra Comunidad de Paz censura radicalmente el hecho de prácticas tan brutales e inhumanas, propias de pueblos sin la más elemental sensibilidad humana tengan vigencia en nuestro territorio. Hacemos llegar nuestro más profundo sentimiento de condolencia a sus familiares.
-Entre los días 18 al 21 de diciembre de 2023, nuestra Comunidad de Paz, realizo un recorrido humanitario por varias veredas del Corregimiento de San José de Apartadó entre ellas Mulatos y Resbalosa, rechazando públicamente las amenazas de muerte contra pobladores de la región y contra miembros de nuestro consejo interno. Durante el recorrido pudimos comprobar la fuerte presencia y control territorial de los paramilitares en la zona, como también las diferentes construcciones de casas de los paramilitares, tales como; el sitio más conocido como CHONTALITO, donde los paramilitares tienen centro de control con presencia permanente de paramilitares desde el año 2018, de igual forma los centros de control en la antigua propiedad de Emilio Chanci, Billete Verde y la casona en la vereda Mulatos, centro de control Junto a la Escuela la Resbalosa. Resulta bastante increíble que se llegara hasta tal punto de descaro de la persistencia tenaz del régimen supuestamente superado, los paramilitares han ahogado la posibilidad de sobrevivir como población civil autónomamente.
-El viernes 22 de diciembre de 2023, en horas del día llegaron informaciones a nuestra Comunidad en las cuales los paramilitares estarían amenazando a varias mujeres en la vereda La Unión, según dicen, por haber tenido amistades con integrantes de la Brigada número 6 de desminado, que se encontraba en la vereda.
-El jueves 04 de enero de 2024, nuestra Comunidad de Paz fue requerida de manera apremiante por OVIDIO TORRES AREIZA y su familia, en búsqueda de protección frente a amenazas inminentes de muerte por parte de los paramilitares. Nuestra Comunidad no podía olvidar que, cuando en junio de 2006 Ovidio estaba en período de prueba para ingresar a nuestra Comunidad, llegó a un acuerdo con el ejército y los paramilitares para robar el computador de la Comunidad, como en efecto lo hizo el 30 de junio de 2006, coordinándose con los paramilitares OVIDIO CARDONA BORJA y ELKIN TUBERQUIA, para entregarle el aparato al ejército, institución que según esos mismos testigos “quedó decepcionada” pues no encontraron allí nada de interés para sus propósitos, que consistían en descubrir algún tipo de relación con la guerrilla. Si bien Ovidio reconoce haber militado en el paramilitarismo varios años, afirma haberse retirado, negándose a regresar ante reiteradas presiones, lo cual, según él, puede ser la causa de la actual condena a muerte. De acuerdo con su versión, la decisión de asesinarlo ha sido firme e incluso han perseguido a su hijo mayor, reteniéndolo y torturándolo para que les indique el paradero de su padre, poniendo en alto riesgo también la vida de sus hijos menores. Nuestra Comunidad, siguiendo uno de sus principios básicos que es la defensa de la vida de cualquier ser humano, así sea contrario a nuestro pensar, aceptó protegerlo hasta llegar a un área segura y solicitarles a entidades humanitarias los recursos necesarios para que él saliera del área de alto riesgo, como así se hizo.
-El sábado 6 de enero de 2024, en horas de la mañana, reconocidos paramilitares tales como; alias Javier Resorte (Nelson Montoya), alias el viejo (Adolfo Guzmán) alias el negro o William, entre otros, reunieron a los pobladores y a los visitantes de la vereda la Unión del Corregimiento de San José de Apartadó, en el centro poblado de dicha vereda. Allí, obligaron a todos los asistentes a entregar sus celulares mientras se desarrolló dicha reunión. La orden de los paramilitares es que nadie puede estar por fuera de las juntas de acción comunal, lo cual revela que se ha ido consolidando la junta comunal como mecanismo de control del paramilitarismo, además de imponer la forma como deben comportarse la población civil de lo contrario cada uno asume las consecuencias. En dicha reunión, atribuyéndose competencias que son propias del poder judicial trataron de dirimir conflictos de tierras dando instrucciones confusas y contraditorias. Dicha reunión se dio a pesar de que a poca distancia se encontraba la presencia de militares en dicha vereda, confirmando la práctica ya rutinaria de camuflaje de las relaciones entre militares y paramilitares.
-El lunes 8 de enero de 2024, desde muy temprano un grupo de militares fuertemente armados hizo presencia en el centro poblado de la Unión del corregimiento de San José de Apartadó, buscando en la población civil supuestamente información sobre los paramilitares. Los militares y la Policía saben de sobra donde están estos paramilitares porque conviven con ellos. Así las cosas, involucrando a la población civil en un conflicto violento en el que no tiene parte.
Nuestra Comunidad de Paz condena abiertamente toda acción que atente contra la vida o integridad de cualquier ser humano, y será responsabilidad del Gobierno Nacional por lo que le pueda pasar a miembros de nuestra Comunidad y pobladores de la zona. El paramilitarismo sigue libre y tolerado.
Como Comunidad de Paz nos reafirmamos en nuestros principios éticos y morales para seguir construyendo espacios de vida en medio de la muerte.
Agradecemos a todas las personas que nos siguen sosteniendo con su fuerza moral desde distintos rincones del mundo.