2022

30/12/2022 Aun contextuados en un gobierno de Pacto Histórico, la represión y la persecución no dan tregua

Restan dos días, para que un año más termine, y uno nuevo comience, pero el sigilo con que el paramilitarismo se fortalece en la región no es nada más que sorprendente y aterrador; la arquitectura y fuerza paramilitar se ha establecido en nuestra región de una forma descarada y cómplice por las diversas instituciones del Estado, compran fincas, casas, construyen mansiones, se mueven en lujosos vehículos producto de la criminalidad, ¿y las instituciones del Estado dónde quedan? ¿Son cómplices o más bien socios de ese aparato criminal desbocado y sin control?

Acudimos nuevamente a la humanidad de muchas personas y comunidades del mundo, para dejar nuestras voces de clamor al mismo tiempo que testificamos ante la historia para que algún día juzgue.

Los últimos hechos son;

• El martes 8 de noviembre de 2022, un trato irrespetuoso por parte del Juzgado Segundo Civil del Circuito de Apartadó nos dejó perplejos. En efecto, nuestra Comunidad de Paz, ante amenazas de despojarnos de nuestra finca La Roncona, espacio esencial para nuestra subsistencia, en posesión pacífica y legal desde hace 25 años, había iniciado un proceso de pertenencia ante dicho juzgado y para el 26 de octubre estaba fijada una audiencia que fue cancelada el mismo día, cuando ya los participantes se encontraban en la ciudad. La primera razón que se dio fue la existencia de problemas técnicos, pero cuando llegó la comunicación oficial (8 de noviembre/2022) se aduce que el titular del despacho se encontraba con permiso desde el 26 al 28 de octubre, situación que tenía que ser conocida días antes y no se le comunicó a nuestra Comunidad. Este nuevo episodio reconfirma la indecencia de nuestra administración de justicia, no es la primera vez que cancela dicha audiencia, además en este último caso, la reprograma para el día 8 de febrero a las 9 pm. Solo a este juzgado se le ocurre programar audiencias a las 9 de la noche.

• El miércoles 9 de noviembre de 2022, nuestra comunidad tuvo conocimiento de que la civil Lorena Otagri integrante de la Junta de acción comunal de la vereda la Victoria, fue amenazada por paramilitares a través de mensajes por redes sociales y por vía telefónica. La líder civil fue citada por los paramilitares a un lugar ubicado al pie de la base militar en el casco urbano de San Jose de Apartadó.

• El jueves 10 de noviembre de 2022, hacia las 23:00 horas y en repetidas ocasiones, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta realizaron disparos con arma corta sobre la vía a San José, frente a nuestro asentamiento de San Josecito, allí, quedaron los casquillos de los disparos. Es frecuente ver a paramilitares movilizarse con armas, radios, camuflado por los diversos espacios de vida y trabajo de nuestra Comunidad de Paz y por las diversas veredas del corregimiento con total control.

• El martes 15 de noviembre de 2022, hacia las 22:32 horas, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta, realizaron dos disparos con arma de fuego, sobre la vía a San José, frente a nuestro asentamiento de San Josecito, ya es la segunda vez, que, en total libertad, paramilitares se pasean por frente nuestro como si nada, además de realizar disparos.

• El miércoles 16 y jueves 17 de noviembre de 2022, varios pobladores se acercaron a nuestra Comunidad para solicitar permisos que permitan la construcción de carreteras sobre nuestros predios y que van en dirección a las veredas del corregimiento de San José de Apartadó, afirmando que dicho trabajo lo realizara la fuerza pública, pero que piden a los campesinos de la región que gestionen las autorizaciones con los propietarios de cada predio. Nuestra Comunidad de Paz ha sostenido repetidas veces que reprueba ese método de planeación y reconfiguración territorial decidido y ejecutado por militares y paramilitares, sin que haya transparencia al servicio de qué modelo de “desarrollo” o “antidesarrollo” sirven esos planes y sin que se discuta democráticamente con la población campesina lo que se les quiere imponer.

• En la semana del 20 de noviembre de 2022, varios campesinos nos han informado de reuniones que paramilitares han adelantado en varias veredas del corregimiento de San José. Los paramilitares vienen ejerciendo control social y económico al impedir al campesinado de nuestro entorno realizar labores agrícolas, So pena una multa que puede llegar hasta los ocho millones de pesos contra quien incumpla sus órdenes.

• El martes 29 de noviembre de 2022, hacia las 9:00 horas, en el sitio conocido como las Partidas de Arenas, entre la vereda La Unión y el caserío de San José, fueron vistos tres sujetos vestidos con trajes oscuros y portando armas de fuego, con tal relajo, de dueños y señores de la región.

• El viernes 2 de diciembre de 2022, el predio de la Aldea de Paz “Luis Eduardo Guerra” ubicado en la vereda Mulatos Medio, fue invadido por varias personas, quienes en forma irrespetuosa y sin ninguna autorización realizaron actividades sociales y recreativas allí. Ya en días anteriores, los paramilitares y algunos pobladores de dicha vereda anunciaban la invasión de dicho espacio, propiedad de nuestra Comunidad de Paz.

• El domingo 4 de diciembre de 2022, nuestra Comunidad sostuvo un diálogo informal con el Ministro de Defensa Nacional y con el Alto Comisionado de Paz. Dicho encuentro se efectuó a petición de los mismos funcionarios estatales. Allí entregamos testimonios de muchas situaciones sufridas por nuestra Comunidad de Paz en más de 25 años, hechos cuya responsabilidad principal recae, en su mayoría, en instituciones estatales, particularmente en la Fuerza Pública y sus brazos civiles ilegales. De igual forma se les recordó a los altos funcionarios que la Comunidad de Paz sostiene una ruptura de muchos años con las instituciones del Estado, hasta tanto no se atienda a cuatro condiciones que la comunidad ha fijado como pruebas mínimas de buena fe en eventuales diálogos.

• Este mismo domingo 4 de diciembre de 2022, por redes sociales, en su cuenta oficial el Ministro de Defensa comunicó al país que había escuchado el dolor del pasado de la Comunidad de Paz, si bien los testimonios daban cuenta también, de los dolores del presente.

• Este mismo domingo 4 de diciembre de 2022, no habían transcurrido 30 minutos luego de haber salido de nuestra Comunidad el Señor ministro de Defensa, cuando, vimos pasar sobre la vía pública frente a nuestro asentamiento de San Josecito a reconocidos paramilitares, con total tranquilidad y como una afrenta más contra nuestro proceso de vida, o quizás dejando el mensaje más claro de que en la zona el control de ellos es total y es Militar/paramilitar.

• El lunes 5 de diciembre de 2022, a través de las redes sociales, la senadora María Fernanda Cabal, hizo señalamientos infames e irresponsable, al calificar de guerrillera a nuestra Comunidad de Paz y a nuestro acompañante, Padre Javier Giraldo. Para la sociedad colombiana es más que conocida su práctica rutinaria de mentir, calumniar, denigrar y expresar odios reconcentrados con los lenguajes y tramoyas más bajas y sucias. Todo el mundo sabe que lo hace porque cuenta con un conjunto de órganos de control estatales caracterizados por una impunidad sistémica que han desacreditado y suprimido la credibilidad más elemental de la justicia, lo que hace absolutamente inútil todo intento de demanda penal que en cualquier Estado de Derecho procesaría penalmente sus ignominias, pero en Colombia eso es impensable toda vez que ella pertenece a la élite del poder más abyecto y más inmune. De todos modos, repudiamos y condenamos enérgicamente su ignominia.

Miércoles 7 de diciembre de 2022, hacia las 14:15 horas y por más de 15 minutos hicieron presencia dos sujetos vestidos de civil, portando armas cortas sobre el predio La Roncona, propiedad de nuestra Comunidad de Paz, no es la primera vez, se repite una y otra vez a pesar de nuestras denuncias que han sido puestas en conocimiento de altos funcionarios del Estado Colombiano.

• Este mismo miércoles 7 de diciembre de 2022, en un sitio muy cercano al casco urbano de San Jose, fueron vistos varios paramilitares que se trasladaban en mulas, abordando a pobladores de la región, y con libreta en mano iban anotando allí informes misteriosos. Dichas actividades de censos por parte de los paramilitares fueron realizadas en varias veredas del corregimiento de San Jose de Apartadó.

• El jueves 15 de diciembre de 2022, miembros de nuestra Comunidad fueron abordados por un reconocido paramilitar de la región, donde manifestaba que la visita del Ministro de Defensa a la Comunidad de Paz, le podía salir costosa.

• El domingo 18 de diciembre de 2022, en el predio conocido como la cumbre, propiedad de nuestra Comunidad de Paz, en la vereda Mulato, ingresaron varias cabezas de ganado propiedad de los paramilitares, que adquirieron la propiedad vecina del señor Chanci. Dichos animales dañaron cultivos de frijol y de pan coger de miembros de nuestra comunidad de paz.

• El miércoles 28 de diciembre de 2022, hacia las 16:35 horas, el reconocido paramilitar alias Wafer, ingresó a nuestro asentamiento de San Josecito, y se mantuvo allí por varios minutos. Cuando miembros de nuestra Comunidad y acompañamiento internacional reaccionaron, el paramilitar, emprendió la huida.

• El jueves 29 de diciembre de 2022, un reconocido paramilitar sentenció el exterminio total de nuestro proceso de vida. Anunciando la posibilidad de aniquilar a uno o dos líderes de nuestra comunidad, como también el ofrecimiento de dinero y comodidades a miembros de nuestra comunidad para que abandonen este proceso de vida.

Agradecemos a las personas y comunidades de diversos rincones del mundo que con su generosidad y calidad humana son la fuerza de nuestro resistir, además las diferentes realidades culturales que nos unen en la diversidad, como fuerza moral que nos sostienen y nos dan aliento en este tipo de tareas sin la cual serían simplemente imposibles caminar.

03/11/2022 Una paz que sangra

Las agresiones y la represión contra nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó y contra la población de nuestro entorno son sistemáticas y continuadas en el tiempo, bajo el modelo del sometimiento. Los paramilitares circulan sin ningún impedimento por nuestros territorios, intimidando, amedrentando y asesinando sin piedad alguna a quien consideren obstáculo para sus planes perversos.

En días pasados y en hechos bastante oscuros y perversos, fueron hurtados documentos e información sensible de nuestra Comunidad de Paz y de otras organizaciones que nos acompañan, en un contexto bastante delicado de represión sistemática y amañada que no tiene otro objetivo que el de exterminarnos.

Algunos líderes de Juntas de Acción Comunal del corregimiento de San José, tal vez permeados por el modelo paramilitar o sometidas por dichas estructuras, no actúan en favor del campesino sino más bien en defensa y protección de los intereses de quienes han ejecutado los peores crímenes y que obstruyen la posibilidad de que algún día se conozca la verdad, defendiendo lo indefendible.

Nuestra Comunidad acude una vez más a las constancias históricas, único camino que conduce a que la humanidad y la historia algún día juzguen estos hechos.

Los nuevos hechos que ponemos en su conocimiento son los siguientes:

  • El sábado 1 de octubre de 2022, en la vereda La Unión, varios paramilitares que llegaron allí, dejaron sus armas de dotación y radios de comunicación en viviendas de civiles y se fueron a departir con militares y oficiales del batallón de desminado, compartiendo el pasatiempo del “Amigo Secreto”, celebrado en dicha vereda ese día.

  • Elmiércoles 5 de octubre de 2022, nuestra comunidad tuvo conocimiento que en días anteriores paramilitares interceptaron a GILBERTO ÚSUGA y lo instaron a dejar de realizar actividades agrícolas, cuando él realizaba labores de cultivo de maíz, en un predio de la vereda la Unión. Úsuga no acató la orden paramilitar, manifestando que él no iba a dejarse chantajear.

  • El domingo 9 de octubre de 2022, hacia las 4:00 horas, un paramilitar intentó ingresar a nuestro asentamiento de San Josecito, al ser descubierto por miembros de nuestra comunidad, emprendió la huida.

  • El jueves 13 de octubre de 2022, hacia las 3:00 horas, el centro poblado de San José de Apartadó, fue inundado de paramilitares que se movilizaban en 25 motocicletas por la vía Apartadó/ San José, única en la zona. Allí fueron recibidos por paramilitares de la zona y conducidos a la cabecera del río San José. Estos mismos paramilitares regresarían hacia las 15:00 horas, cruzando de nuevo por el centro poblado de San José y se dirigieron hacia Apartadó. Esta presencia masiva de paramilitares se da a pesar del Búnker de la Policía y de la Base Militar ubicados en el centro poblado de San José. Nos preguntamos si esto se explica en el marco de los acercamientos del gobierno con los grupos paramilitares, o es más bien una manifestación de complicidad de las fuerzas del Estado con los grupos paramilitares que toleran y coordinan dicha presencia paramilitar. Es muy grave dicha complicidad, en un contexto de muerte, amenazas y persecuciones a la que se ha sometido a nuestra Comunidad de Paz y a la población de nuestro entorno.

  • Los días jueves y viernes 13 y 14 de octubre de 2022, la maquinaria que viene realizando mantenimiento a la vía que conduce de Apartadó al centro poblado de San José, a la altura del predio La Roncona, propiedad de la Comunidad de Paz, alteró los linderos de la vía carreteable, además de ingresar al espacio privado por más de 40 metros y violentar sin ninguna autorización dicho espacio.

  • El viernes 14 de octubre de 2022, nuestra comunidad fue avisada de que paramilitares conjuntamente con algunos civiles de la junta de acción comunal de la vereda Mulatos Medio, han decidido tomar a la fuerza nuestro asentamiento comunitario de la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, en la vereda Mulatos Medio.

  • Este mismo viernes 14 de octubre de 2022, nuestra comunidad tuvo conocimiento del plan de agresión por parte de OVIDIO TORRES contra Arley Tuberquia, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz. Estos anunciados planes de agresión se añaden a los señalamientos calumniosos que ya antes había hecho el Señor Torres contra nuestro líder comunitario.

  • El sábado 15 de octubre de 2022, nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento nuevamente de un plan de agresión contra nuestra comunidad. Dos paramilitares quienes departían en un reconocido local (cantina) en San José, anunciaron dicho plan de incursión contra nuestro proceso para silenciar las voces de reclamo que se apoyan en nuestras denuncias, alegando que la comunidad no los deja ejecutar sus planes, por tanta denuncia, lo cual los tiene muy molestos.

  • El domingo 16 de octubre de 2022, hacia las 21:40 horas en la vereda La Unión, del corregimiento de San José, fue encontrado el cuerpo sin vida del campesino GILBERTO ÚSUGA, residente en dicha vereda. Según versiones, su deceso se habría producido por inmersión en un caño. Es de recordar que Gilberto había sido víctima de los paramilitares el sábado 18 de julio de 2021, cuando varios paramilitares llegaron a su vivienda a comprar tres gallinas, y al negarse él a venderlas, las aves de corral fueron hurtadas por los paramilitares. Además, a comienzos de este mes de octubre había sido conminado por los paramilitares a no cultivar alimentos, orden que él no acató, desafiando el chantaje.

  • El miércoles 19 de octubre de 2022, hacia las 19:00 horas, tropas militares de la brigada XVII del ejército nacional con sede en Carepa, Antioquia, y que hacen presencia en la vereda La Unión desde hace ya varios meses, en el Filo la Cruz, cerca al centro poblado de dicha vereda, realizaron disparos con fusil en dos ocasiones.

  • El viernes 21 de octubre de 2022, en varios medios de comunicación el comandante de la Policía de Urabá, ÓSCAR CORTÉS, dio parte de la captura de dos reconocidos paramilitares, alias EL BURRO y alias CHULO, este último llamado ALBEIRO CARDONA BORJA, oriundo del corregimiento de San José, de la zona de La Cristalina. Según el oficial de la Policía, Cardona tenía un prontuario delictivo de 25 años en grupos paramilitares. Lo que no le informó a la sociedad el alto Oficial es que la incorporación de ALBEIRO CARDONA al paramilitarismo, como también la de sus hermanos OVIDIO y LUBÍN, fue obra de la Fuerza Pública del Estado. Nuestra Comunidad de Paz no ha olvidado que el 26 de diciembre de 2005, los TRES HERMANOS CARDONA BORJA (OVIDIO, ALBEIRO Y LUBÍN) fueron coordinados por la Brigada XVII del Ejército para masacrar a seis jóvenes que se encontraban en una fiesta navideña, crimen que según todos los análisis, tenía además el objetivo de facilitar el paso de los tres hermanos, de milicianos de las FARC a los cuerpos paramilitares dirigidos por el Ejército. Fue de público conocimiento que el Ejército les pagó su participación en la masacre de La Cristalina, cancelando 4 millones de pesos por cada muerto y que luego les suministró uniformes de camuflaje, armas y vehículos para actuar como paramilitares al servicio del Ejército. La poca discreción que los hermanos CARDONA BORJA guardaron en sus compromisos sicariales, hizo que su prontuario paramilitar no fuera en absoluto clandestino sino de público conocimiento, pues ellos mismos se jactaban públicamente de su poder mortífero y de su connivencia con la Fuerza Pública, y así lo proclamaban hasta en la Terminal del Transporte y en los retenes de los caminos, sin ocultar el orgullo que sentían al detentar ese poderío de muerte avalado y sostenido por el mismo Estado. En muchos expedientes, ahora archivados, figuran sus falsas denuncias contra miembros y acompañantes de nuestra Comunidad de Paz, acusándolos, bajo la presión de la Brigada, de ser “colaboradores de la guerrilla”.. Como no tenían prueba alguna para sustentar sus calumnias, recurrían al testimonio de su madre, ya fallecida, en cuyos labios pretendieron sustentar sus mentiras. Quienes conocieron a su señora madre, mujer íntegra, consciente y solidaria, aseguran que se habría revolcado en su tumba presa de la indignación al ser utilizada de manera tan vil por sus propios hijos para mentir al servicio de causas inconfesables. Este fue otro servicio que el Estado les obligó a prestar, redactando falsedades o firmando las que oficiales de la Brigada redactaban. No sabemos si los nuevos mandos policiales quieren limpiar con esta captura tantas décadas de ignominia contra nuestra Comunidad de Paz, pero ello no lo deben hacer encubriendo un pasado tan atroz, La limpieza debe hacerse reconociendo y saneando los millares de crímenes perpetrados por el Estado contra nuestra Comunidad de Paz y no tapando los prontuarios institucionales de la barbarie, Deben reconocer ante todo que ALBEIRO CARDONA BORJA, alias “CHULO”, es confección ejemplar de sus criminales estrategias.

  • El sábado 22 de octubre de 2022, uno de los miembros de nuestro Consejo Interno y líder histórico de nuestra Comunidad de Paz, Gildardo Tuberquia, encontró que en el predio de su propiedad en la vereda La Unión, habían ingresado dos pobladores de la vereda a realizar labores agrícolas sin ninguna autorización. Fueron inútiles las exigencias de respeto a una propiedad adquirida legal y públicamente. Ante la persistencia de los invasores, fue necesario proceder a cortarles las mangueras de fumigación. El hecho está contextuado en una campaña por arrebatarle a nuestra Comunidad de Paz el mayor número de predios posible, como medio para quitarle medios de subsistencia en estrategias de debilitamiento hacia el exterminio, una vez que se han revelado como fracasadas las otras siete estrategias de exterminio. Nos preocupa que en esa campaña se esté considerando el apoyo a los invasores por parte de la Defensoría del Pueblo, entidad que, al igual que todos los demás órganos de control del Estado, fueron cooptados por el anterior gobierno de extrema derecha, poniendo en su dirección a alfiles incondicionales del Uribismo, contra toda la filosofía política de la Constitución del 91.

  • El martes 1 de noviembre de 2022, hacia las 19:40 horas, nuestra comunidad recibió una llamada donde se nos informa de un plan de invasión del predio de la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra en la vereda Mulato Medio, por parte de paramilitares que impulsan dicha invasión a algunos civiles de la región. Según el testigo, el plan de invasión va así toque ver correr sangre.

  • El miércoles 2 de noviembre de 2022, hacia las 15:00 nuestra comunidad recibió una llamada de un poblador del corregimiento de San José, donde se da aviso de la intención de los paramilitares de asesinar a dos pobladores de la región.

Ante todo, el cúmulo de agresiones, reiteramos que no nos callaran ni con los fusiles ni con las demás estrategias de exterminio. Nuestro proyecto de vida continúa y continuará inspirado en el valor de La VIDA. Sólo nos callaremos cuando el hombre que mata empuñe una herramienta para construir y generar vida en sintonía con la naturaleza.

Guardamos la memoria viva de nuestros mártires que ofrendaron sus vidas por construir un mundo más justo a la vez que agradecemos a todas las personas que desde distintas partes del mundo nos sostienen con su fuerza moral, por un mundo mejor.

04/10/2022 ¿Hasta cuándo continuará el dominio paramilitar en el contexto de una Colombia en cambio?

Nuestra Comunidad de Paz acude nuevamente a la comunidad nacional e internacional, para dejar constancia de los últimos hechos que atentan contra la vida de la población civil de nuestro entorno geográfico y social y contra la existencia de nuestra Comunidad de Paz. Nuestro territorio sigue viviendo bajo el imperio de la muerte, pues a través de sus armas los paramilitares siguen anunciando: “o se someten o se mueren

Los hechos que dejamos para que la humanidad y la historia algún día juzguen, son los siguientes:

● El viernes 16 de Septiembre de 2022, una comitiva de ingenieros y técnicos han hecho presencia en el predio La Roncona, de nuestra Comunidad de Paz, y han abordando a varios miembros de nuestra comunidad y, con documentos en mano, exhiben una orden de ejecutar la explotación minera de material de aluvión, entre el tramo comprendido en el paraje de Caracolí hasta San José, manifestando que están autorizados para introducirse en dicho espacio propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz. Anunció que se ha proyectado en su interés principal de adecuar la zona para la explotación de carbón, en la Serranía de Abibe, así como la roca caliza, petróleo y oro. Todos estos anuncios se dan en medio de una explotación ilegal de material de aluvión del río San José, que se viene adelantando desde la Alcaldía Municipal y de particulares que lo comercializan. Todo esto está estrictamente ceñido y responde a un plan aparentemente de desarrollo como lo anunciaron en una reciente visita de otra comitiva en la primera semana de agosto de 2022, la cual hizo presencia en varias veredas del Corregimiento de San José de Apartadó.

● El viernes 23 de septiembre de 2022, durante el día se realizó en el centro poblado de San José, una jornada social de atención a la población civil, como es: brigada de salud, atención a víctimas, servicios de registraduría civil, entre otros. Según testigos, se pudo constatar la presencia de varios funcionarios de la Alcaldía Municipal. Dicha actividad social, adelantada por entidades del Estado Colombiano, se sigue realizando en medio de la presencia de reconocidos paramilitares, militares y policías. Esto es rutinario en la zona, pero inadmisible.

● Este mismo viernes 23 de septiembre de 2022, hacia las 18:02 horas, se registraron varios disparos de arma de fuego junto al casco urbano de San José, los cuales acabaron con la vida del joven campesino JIMMI ANDRES TUBERQUIA, de 18 años, oriundo de la vereda la Unión del Corregimiento de San José de Apartadó. Jimmi había sido reclutado por los paramilitares desde la vereda la unión el pasado 10 de enero de 2020, y también había salido desde la Unión, por amenazas de muerte por parte de los paramilitares el pasado viernes 16 de julio de 2021 y trasladado a Medellín por sus familiares.

●El sábado 24 de septiembre de 2022, hacia las 06:30 horas, miembros de nuestra Comunidad de Paz, al ser informados de la muerte de Jimmi, conformaron una comisión humanitaria, y se dirigió al sitio donde se habían escuchado los disparos el día anterior, hallando el cuerpo sin vida del joven Tuberquia, quien yacía a orillas del río San José. Horas más tarde, hacia las 11:00 horas, hicieron presencia en el sitio las autoridades competentes quienes realizaron el levantamiento del cuerpo. A pesar de estar tan cerca de la base militar y de la estación de policía de la localidad, a la familia de la víctima le tocó soportar por más de 18 horas el abandono del cuerpo allí tendido.

● Este mismo sábado 24 de septiembre de 2022, en horas de la mañana, familiares de Jimmi Tuberquia se acercaron a la estación de Policía de Apartadó para solicitar instrucciones y dar aviso del deceso del joven, la respuesta de la policía de dicha estación fue que no sabían nada, afirmando que, en San José de Apartadó, está la Policía y los Militares y que de allí no habían reportado nada.

● De igual forma este sábado 24 de septiembre de 2022, hacia las 8:20 horas, en presencia de un nutrido grupo de la Comunidad que acompañaba el cuerpo sin vida del Joven Jimmi, hizo presencia un reconocido paramilitar quien se acercó al cuerpo y tomó varias fotos y luego se marchó del sitio.

● Este mismo sábado 24 de septiembre de 2022, en un periódico digital denominado Alertapaisa, indicando el hecho de la muerte del joven Jimmi, informando que según las autoridades, el cuerpo sin vida de este joven había sido “hallado a tres kilómetros” de San José, y continúa “Las autoridades investigan los motivos que generaron este crimen y si este joven fue asesinado en el lugar donde fue hallado”. Todo lo tergiversan, e intentan desviar la atención y los hechos de la realidad que padecemos.

● El domingo 25 de septiembre de 2022, nuestra comunidad tuvo conocimiento, de que ALIAS FRANCO, paramilitar que opera en veredas de San José, habría sido reemplazado por un nuevo comandante paramilitar que llega a la zona a ejercer control. Este último, anunció que tiene una lista de personas de San José centro poblado y otras veredas para asesinar, sindicándoles de rebeldes al no acatar sus órdenes, entre ellos la Comunidad de Paz, de igual forma anuncia la ejecución de supuestamente ladrones y marihuaneros (consumidores de sustancias psicoactivas).Sustancias que los mismos paramilitares toleran, consumen y venden.

● Este mismo domingo 25 de septiembre de 2022, en horas de la noche fue desaparecido otro joven del corregimiento de San José, el cual por más de 24 horas estuvo en poder de los paramilitares quienes lo sometieron a torturas.

● El lunes 26 de septiembre de 2022, según varios testigos, en el casco urbano de San José, en el concurrido establecimiento público de Jorge Higuita, varios paramilitares amanecieron consumiendo licor, y así de igual forma estuvieron en el pueblo en su faena de alicoramiento, ya en horas de la tarde un grupo especial de la policía y ejército militarizaron el centro poblado anunciando que llega a la zona 120 efectivos de la policía para brindar seguridad. Seguridad que se traduce en ignominia contra la población civil.

● El martes 27 de septiembre de 2022, durante el día, el centro poblado de San José de Apartadó fue nuevamente militarizado, al igual que la vía que conduce del centro municipal de Apartadó a San José. Según los medios noticiosos de la región, se habría desarrollado un consejo de seguridad. Queda, pues, en evidencia y comprobado que la presencia de la fuerza pública en San José de Apartadó, solo ha servido para proteger al paramilitarismo que delinque en las veredas del corregimiento desde hace ya más de dos décadas conjuntamente con la fuerza pública.

● El jueves 29 de septiembre de 2022, en una de las veredas del corregimiento de San José, un paramilitar que se identificó como el político de la zona, increpó a varios miembros de nuestra comunidad, averiguando área de residencia y manifestando que no los reconocía ser parte del territorio.

● El viernes 30 de septiembre de 2022, hacia las 19:00 horas, se escucharon varios disparos de arma de fuego cerca al casco urbano de San José de Apartadó. Todo esto, se presenta en medio de un dispositivo de seguridad para el área poblada y su perímetro del casco urbano de San José, por parte de ejército y policía.

El sábado 01 octubre de 2022, en actividades adelantadas por el batallón de desminado No 6 del ejército Nacional, donde además a aterrizado el helicóptero, a las afueras del centro poblado de la vereda la Unión, se ha podido evidenciar la tolerancia de la presencia de niños y niñas en medio de las maniobras adelantadas por parte de dichos efectivos del ejército nacional. De nuevo, repudiamos el que se utilice a la población civil, y sobre todo a menores en dichas maniobras que son directas de las autoridades militares.

● El lunes 3 de octubre de 2022, hacia las 03:00 horas hizo presencia en nuestro asentamiento de San Josesito, un sujeto clandestinamente a nuestras instalaciones, bajo el modelo y objetivo de espiar a nuestros miembros y espacios de vida de nuestro asentamiento.

Ante el reclutamiento permanente de niños y jóvenes de nuestro entorno para involucrarlos con diversos halagos en la guerra, afirmamos nuevamente que es inhumano meterlos en la carrera de la muerte. No se puede negarles el sueño de vivir sin ser absorbidos por la guerra.

Con nuestro agradecimiento permanente a quienes desde diversas regiones y naciones nos acompañan con su apoyo solidario.

20/09/2022 Se prolonga en Urabá, cínicamente, la era Uribe/Duque

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó acude al país y al mundo para dejar constancia de las últimas agresiones que padecemos como Comunidad y en nuestro entorno social. El control paramilitar sobre la población civil, no parece tener fin, al contrario, se prolonga en el tiempo, amparados por las fuerzas de seguridad del Estado. Los hechos que dejamos para que la humanidad y la historia algún día juzguen son los siguientes;

● En las primeras semanas de Agosto de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de la presencia de una comisión integrada por ingenieros y topógrafos, entre otros técnicos, en varias veredas del corregimiento de San José de Apartadó, entre ellas las veredas de Mulatos, el Porvenir y La Esperanza. Dicha comisión tuvo como objetivo replantear y definir las rutas por donde se construirán carreteras en dichas veredas, cuya inversión sería privada. En sus recorridos afirmaron que el proyecto “es ya un hecho”, o sea que las vías se van a construir, “sí o sí”, ya que las necesitan con urgencia para la explotación de carbón y de otros minerales en la región, especialmente en la Serranía de Abibe.

● El viernes 26 de agosto de 2022, German Graciano, Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, recibió una llamada de un integrante de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión, en la cual reafirma su estigmatización como “sapos” a quienes suministran informaciones a nuestra Comunidad de Paz sobre hechos violatorios de los derechos humanos o sobre infracciones graves al derecho internacional humanitario cometidos por militares y paramilitares. Le advirtieron a nuestro Representante Legal en dicha llamada, que si nuestra Comunidad no dejaba de denunciar esos hechos, se presentarían a la Fiscalía a declarar que líderes de nuestra Comunidad tuvieron reuniones con la guerrilla de las FARC. No podemos de otro modo, calificar dicha advertencia como un intento de amordazar y chantajear a nuestra Comunidad para que dejemos de denunciar violaciones graves a nuestros derechos y a los de la población civil de nuestro entorno. Todo esto, constituye un desatino incomprensible, muy probablemente inducido por quienes han actuado como victimarios durante años y no soportan que nuestra Comunidad y los pobladores de la región sigan exigiendo justicia. Esta nueva afrenta no se compadece con las innumerables agresiones en las que fuimos víctimas de la extinta guerrilla de las FARC con la que hoy se nos quiere relacionar. Las muertes selectivas y las masacres de nuestros hermanos y hermanas a manos de comandantes guerrilleros como es el caso de Danis Daniel Sierra alias Samir, antiguo comandante del quinto frente de las Farc, quien ha liderado una campaña de exterminio total contra nuestro proceso de vida, antes como comandante guerrillero y luego como reinsertado. A la humanidad y la historia hemos dejado en constancia durante estos largos años las acciones violentas y despiadadas que segaron vidas humanas, torturas, desapariciones, amenazas contra nuestra comunidad y pobladores de la región por parte de alias Samir y de algunos exintegrantes de las FARC y firmantes de los acuerdos de Paz que hoy gozan de beneficios jurídicos, económicos a la vez que hacen parte de las estructuras paramilitares. Y así sucesivamente, va creciendo la lista de crímenes perpetrados contra nuestro proceso campesino y contra otras víctimas en la región, sin que a la fecha se conozca la verdad, justicia y un mínimo de reconocimiento de responsabilidad por parte de las extintas Farc.

● En la semana del 23 al 27 de agosto de 2022, una comisión de nuestra Comunidad, acompañada de organizaciones internacionales, en un recorrido por varias veredas del corregimiento de San José: Buenos Aires, las Nieves, Mulatos Cabecera, Mulatos Medio y La Resbalosa, pudo comprobar la fuerte presencia paramilitar en esos territorios, ejerciendo un control total, portando armas, radios y trajes oscuros. También se pudo comprobar que en la vereda La Resbalosa, los paramilitares ocupan viviendas de la población civil sin autorización alguna de sus propietarios, como también los diversos puntos de control paramilitar ubicados estratégicamente a lo largo del territorio.

El jueves 25 de agosto de 2022, en el concurrido sector de La Navarra, en el centro poblado de Apartadó, el reconocido poblador de San José, y vecino nuestro, ALBEIRO GRACIANO, sufrió un terrible atentado que lo dejó entre la vida y la muerte, por sujetos armados que se movilizaban en motocicleta. Nos solidarizamos con el señor Graciano y su familia y deseamos su pronta recuperación, a la vez que reclamamos a las autoridades justicia, protección y reparación.

El viernes 26 de agosto de 2022, hacia las 16:00 horas, en la vereda La Resbalosa, en el sector conocido como Calzón Rojo, fueron abordados varios miembros de nuestra Comunidad por un reconocido paramilitar alias “El Gordito”, quien reiteró la orden de su superior advirtiendo que la Comunidad de Paz no podía seguir desarrollando ningún plan de siembra de cultivos de pan coger, anunciando que inevitablemente debían cesar de inmediato dichas actividades agrícolas.

El martes 30 de agosto de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de que en la vereda La Unión, no solo algunos militares de la Brigada XVII que hacen presencia allí, efectivos del Batallón de Desminado del Ejército Nacional, sino además que niños menores de edad vienen consumiendo sustancias psicoactivas las cuales son suministradas con el beneplácito de los paramilitares.

El jueves 1º de septiembre de 2022, nuestra Comunidad recibió el testimonio de varios pobladores de la vereda Arenas Altas, en el cual manifiestan que los paramilitares reunieron a algunos campesinos y anunciaron la prohibición de la siembra de cultivos de pancoger, afirmando que, o se abstienen de sembrar, o asuman el pago de una multa de cinco millones de pesos, o tendrán que irse de la zona si no quieren correr el riesgo de ser asesinados.

El sábado 3 de Septiembre de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de un nuevo plan de asesinato contra un reconocido campesino de nuestra región, a quien, por intervención a tiempo de uno de sus familiares, advirtieron que tenía los días contados. De nuevo, la muerte acecha contra la población civil en las narices de las fuerzas de seguridad del Estado. La vida de este campesino está en peligro.

El domingo 4 de septiembre de 2022, nuestra comunidad fue informada que en el Corregimiento de San José se habría presentado otro caso de amenaza de muerte por parte de los paramilitares contra otro reconocido habitante de la región. Esta vez, alias Franco, reconocido paramilitar en la zona, se ufanó, afirmando que no era tan malo al no asesinarlo. La desdicha, cuando las vidas quedan a merced de sus victimarios.

El miércoles 7 de septiembre de 2022, se pudo confirmar en nuestra Comunidad, que el joven JUAN CAMILO HIGUITA ÚSUGA, asesinado en hechos ocurridos el pasado lunes 15 de agosto, habría sido degollado por sus victimarios y presentado como “ahogado” a sus familiares.

El sábado 10 de septiembre de 2022, hacia las 23:00 horas y por varios minutos, dos sujetos no identificados hicieron presencia dentro del caserío comunitario de San Josecito.

El lunes 12 de septiembre de 2022, un poblador de la región nos advirtió de un plan existente para atentar contra nuestra Comunidad de Paz, en cualquiera de los asentamientos comunitarios.

El martes 13 de septiembre de 2022, junto al asentamiento Comunitario de San Josecito, más precisamente sobre el predio comunitario de La Roncona, fueron vistos dos sujetos portando pistolas. Los sujetos, quienes se pasearon por el lugar durante varios minutos, y anunciando “ésta, está que vomita esquirla”.

El viernes 16 de septiembre de 2022, hacia las 16:30 horas, en la vereda la Unión en el corregimiento de San José de Apartadó, tropas militares se estacionaron por varios minutos cerca a la vivienda de Arley Tuberquia, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz, el primero de la tropa en llegar, aviso por señas a los demás que tenían que tener los ojos puestos sobre dicha vivienda, acto seguido, un efectivo de dicha tropa militar con el arma de dotación empuñada apuntaba sobre la vivienda mientras el resto se estacionaba transitoriamente por dicho lugar. Estos hechos se dan en presencia de varias personas familiares de Tuberquia, quienes presenciaron en vivo tal actitud por parte de las tropas militares.

Nuestra comunidad, ha podido comprobar de sobra, que los militares que hacen presencia en la vereda la Unión, sin escrúpulo alguno, han permitido la presencia de menores de edad (niños), en sus actividades internas militares, como ha ocurrido cada vez que aterriza el helicóptero a las afueras del centro poblado de la Unión, la presencia en medio de militares fuertemente armados, niños que escasamente oscilan entre los 10 y 12 años. Qué vileza a la que ha llegado la fuerza pública.

En medio de las amenazas, los atropellos, y los anuncios de exterminarnos a como dé lugar, nos reafirmamos en nuestros principios y no cedemos en absoluto en nuestras convicciones, así nos cueste la misma vida.

De nuevo agradecemos a quienes desde numerosos lugares del país y del mundo nos acompañan espiritualmente en nuestra resistencia.

25/08/2022 La mentira en las estrategias persecutorias

Nuestra Comunidad de Paz, nuevamente acude a la humanidad y a la historia para dejar en constancia nuevos atropellos contra la población civil de nuestro entorno y contra nuestra Comunidad de Paz. Los hechos de los cuales queremos dejar constancia en esta ocasión son los siguientes:

●El viernes 11 de marzo de 2022, el investigador YESID AVELLANEDA, auxiliar del Fiscal Tercero Especializado de Bogotá JOSÉ IGNACIO UMBARILA RODRÍGUEZ, fiscal de delitos de “falso testimonio” y conexos, contactó al Padre JAVIER GIRALDO, S.J., acompañante de nuestra Comunidad de Paz y le comunicó que en dicha Fiscalía se había abierto un proceso contra él por orden de la Jurisdicción Especial para Paz –JEP- a raíz de las respuestas dadas en sus indagatorias por el ex General RITO ALEJO DEL RÍO, acogido a dicha jurisdicción, quien manifestó que es inocente de todo aquello de lo que se le acusa y que los delincuentes son quienes lo han acusado de paramilitarismo y otros crímenes de lesa humanidad. El Padre Javier Giraldo interpuso su Objeción de Conciencia, asumida desde el año 2005, luego de comprobar en numerosos casos que atendió, la horrenda corrupción que padece el sistema judicial colombiano. Este episodio demuestra además que la JEP, entidad originada en el Acuerdo de Paz de 2016 y que había abierto expectativas de disminución de la impunidad, ha caído en la misma corrupción de siempre y en parte peor, pues se ha mostrado condescendiente con los criminales y hostil y perseguidora con los denunciantes y las víctimas. El Padre Giraldo le remitió al Juez Tercero Especializado importantes documentos de contexto, como el Derecho de Petición que habíamos presentado a todas las Altas Cortes del Estado el 19 de enero de 2009 para solicitarles que declararan un “estado de cosas inconstitucional” en Urabá, presentándoles numerosos casos judiciales que habían afectado a nuestra Comunidad y a campesinos del entorno en los cuales fiscales, procuradores, agentes judiciales, jueces y magistrados delinquieron adoptando testigos y pruebas falsas, sobornos, amenazas y diversas trampas de gran perversidad; fue un documento de 180 páginas en el cual se señalaba con nombres propios a los funcionarios delincuentes, a los cuales las Altas Cortes prefirieron mantenerlos en sus cargos y evitarles toda investigación y sanción. También le envió el Padre Giraldo al Fiscal la narrativa ultra documentada de las siete estrategias de exterminio y genocidio contra nuestra Comunidad de Paz, en la cual actuaron y actúan en complicidad numerosas instituciones del Estado. El Padre Giraldo también le envió a dicho Fiscal su fundamentada Objeción de Conciencia que cubre 40 folios, así como el documento introductorio a la presentación ante la JEP de las desapariciones forzadas de la década de los años 80 y le anexó, finalmente, las 20 pruebas documentadas de los crímenes perpetrados por el ex general Rito Alejo del Río y publicadas en el volumen titulado “Deuda con la Humanidad” del CINEP en 2004. La actuación de la JEP en este caso nos deja perplejos y nos confirma en nuestra decisión de no reconocer a la JEP como competente para asumir la investigación de los crímenes que nos han afectado.

●El viernes 6 de mayo de 2022, la Sala Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín profirió sentencia contra 9 desmovilizados de 4 bloques de las FARC, entre quienes se encuentran: alias ”Karina” (o Elda Neyis Mosquera García) y alias “Samir” (o Danis Daniel Sierra Martínez)- Radicado 110016000253 2008 83435. Dicha sentencia consta de 5964 folios y se caracteriza, como la generalidad de las que se apoyan en la “Ley de Justicia y Paz” (Ley 975/05) por la credibilidad irresponsable con que los actores judiciales asumen cualquier falsa “confesión” de los excombatientes, sin sustentación alguna fuera del falso testimonio, sin someterla a confrontaciones y rigurosos análisis probatorios, sobre todo cuando dichos ex combatientes aceptan acusar a miembros de movimientos o proyectos sociales no afectos al Estado, como cuotas de negociación para obtener rebajas o abolición de penas o para acumular terrenos que podrían servir para las reparaciones a las víctimas de sus graves infracciones al derecho internacional humanitario. En su Salvamento de Voto, la Magistrada María Isabel Arango descalifica esta sentencia porque adoptó un sistema de investigación y juzgamiento por “patrones de macrocriminalidad”, el cual exige analizar los hechos en conjunto y no caso por caso como lo hace la sentencia (ver página 136 del Salvamento de Voto) y por añadidura, tomando como totalmente creíble lo que dicen los postulados. Dadas esas fallas estructurales de la sentencia, se le da allí credibilidad a dos falsos testigos: alias “Isaías” y alias “Manicortico”, quienes afirman que la Hacienda La Roncona fue tomada y expropiada por las FARC y encargada a la administración de militantes de la Unión Patriótica como “colaboradores suyos”. Por ello se solicita que dicho predio sea declarado en “extinción de dominio” (ver. Pag. 5807 y 5815). Nada tan falso, absurdo y perverso. Dicha sentencia evidencia la perversidad de las negociaciones que se dan en un modelo de justicia transicional diseñado (como la Ley 975/05) para garantizar la impunidad de los paramilitares. Habría que investigar hasta dónde el Magistrado Ponente JUAN GUILLERMO CÁRDENAS GÓMEZ se dejó cooptar por gente tan perversa como alias “Samir” cuyas mentiras y calumnias ya se han hecho famosas y que junto con militares y funcionarios de extrema derecha ha buscado despojar a nuestra Comunidad de Paz de una posesión pacífica de 25 años, endilgándole delitos para granjearse rebajas y suspensión de penas. Nuevamente se destaca aquí la podredumbre de nuestra “justicia”.

●El martes 26 de julio de 2022, hacia las 11:00 horas, un miembro de nuestra comunidad fue abordado por un reconocido paramilitar de la zona, para manifestarle que la Comunidad de Paz tarde o temprano va a ser exterminada. Este anuncio ha sido repetido infinidad de veces desde hace 25 años; al comienzo por los miembros del ejército que recorrían las veredas perpetrando crímenes, luego también por los grupos paramilitares que se fueron multiplicando en la zona y más recientemente por el representante de FEDECACAO en la región, el Señor CÉSAR JARAMILLO, quien hizo firmar a muchos delegados de juntas de Acción Comunal un convenio con el título: «No más Comunidad de Paz».

●Este mismo martes 26 de julio de 2022, el señor OVIDIO TORRES AREIZA, personaje muy conocido en la historia de nuestra Comunidad de Paz por haberse dejado cooptar por el Ejército para robar el computador de nuestra Comunidad en la madrugada del 30 de junio de 2006 y entregárselo a la Brigada XVII a través de interpuesta persona, además de impulsar chantajes y amenazas de muerte contra miembros de nuestra Comunidad ya en calidad de paramilitar, abordó a un miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad para manifestarle el interés de reunirse con varios miembros de dicho Consejo, pero menos con ARLEY TUBERQUIA, también miembro de nuestra comunidad y del Consejo Interno. Tres días después se esclareció el motivo por el cual OVIDIO quería excluir a ARLEY de su reunión con miembros de nuestro Consejo Interno: ARLEY había sido escogido por OVIDIO y al parecer por otros antiguos colaboradores del Ejército en la región, para difamar, mediante calumnias infames, a nuestro Consejo Interno, afirmando descaradamente que ARLEY está vinculado al paramilitarismo y que desde hace muchos años es estrecho colaborador de la Brigada XVII. Tan falsas resultan sus calumnias, que las fechas que da como referentes a hechos y a la vinculación de nuestro líder Comunitario a la Brigada y al paramilitarismo corresponden a períodos en que nuestro líder no vivía en la región, pues, residía en otro lugar muy distante de Urabá. Durante muchos años, la Brigada XVII y todo su aparato de inteligencia militar acostumbró acusar a los líderes de nuestra Comunidad de Paz, así como a numerosos líderes sociales de la región y del país, de ser integrantes de grupos guerrilleros. Lo hacía porque, como lo repetían los soldados en todas las veredas, su manera de destruir «legalmente» los movimientos y proyectos sociales era asesinando o judicializando a sus integrantes. «O los judicializamos o los matamos» eran sus palabras textuales. Ahora que se han dado las desmovilizaciones de los grupos insurgentes que operaban en la zona y que el destape de la criminalidad está afectando principalmente a la fuerza pública, dados los millares de «falsos positivos», desapariciones forzadas y miles de otros crímenes que se les están imputado, la manera de degradar ante la opinión pública a líderes sociales es señalarlos como colaboradores del ejército o de la policía. El acto de perversión es el mismo, pero varían las entidades de acuerdo al desarrollo de la coyuntura.

●El viernes 29 de julio de 2022, Nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento de las intenciones de un comandante paramilitares en la región, de reunir a la población civil de varias veredas del corregimiento de San José de Apartado, entre ellas las familias pertenecientes a La Unión. Para dicha reunión planean presionar a los padres de familia para que obliguen a sus hijos a estudiar en la escuela de La Unión o de lo contrario deben pensar en llevárselos para otra parte. De igual forma se quiere presionar a los adultos para exigirles que se vinculen a las Juntas de Acción Comunal, de lo contrario, si no están en las juntas, deben saber que no se admitirá a ningún adulto suelto o independiente. Los pobladores de las diversas veredas de San José se manifiestan desesperados porque los paramilitares les impiden cultivar sus fincas libremente, pues no les permiten sembrar maíz, arroz, entre otros, afirmando que quien no obedezca sus órdenes asume una multa que oscila entre los cinco y 10 millones de pesos. Es evidente que todo esto viola la Constitución y niega derechos humanos fundamentales supuestamente protegidos por el derecho internacional.

●Este mismo viernes 29 de julio de 2022, en la vereda Alto Joaquín, en el municipio de Tierralta, Córdoba, se presentó un combate, al parecer entre tropas del ejército nacional y paramilitares. Dicho enfrentamiento se presentó en sitios muy cercanos a espacios de vida y trabajo de nuestra Comunidad de Paz en dicha vereda. Después de dicho enfrentamiento, los militares y los paramilitares prohibieron a las familias campesinas de los alrededores salir de sus casas durante dos días, sometiéndolas a confinamiento e impidiendo realizar labores agrícolas, único sustento de las familias.

●En la primera semana de agosto de 2022, varios pobladores de la región informaron a nuestra Comunidad de Paz, que desde la comandancia del Batallón de Desminado No. 6 del Ejército Nacional manifiestan el descontento y a la vez el interés de interponer acciones jurídicas contra la existencia de nuestra Comunidad de Paz por el hecho de denunciar los actos que vulneran nuestros derechos y ponen en riesgo a la población civil.

●El martes 2 de agosto de 2022, nuestra Comunidad de Paz obtuvo el audio que ha circulado por las redes sociales en la vereda la Unión, donde un poblador, que además es beneficiario y firmante de los Acuerdos de Paz, afirma: “ya sé quién es el sapo”, refiriéndose a la persona que informa a nuestra Comunidad de los hechos graves que ocurren en dicha vereda de La Unión, ejecutados por agentes de la fuerza pública.

●El jueves 4 de agosto de 2022, nuestra Comunidad de Paz tuvo conocimiento, de las denuncias de dos pobladores de la vereda la Unión, del Corregimiento de San José de Apartadó, en la cual afirman, que un agente del Batallón de desminado No 6 del Ejército Nacional, a quien apodan “Caballo”, viene incentivando a adolescentes con dinero y celulares que les ofrece para abusar de ellos. Ya en otras ocasiones hemos dejado en constancias históricas la estrecha relación entre efectivos de este batallón y algunos pobladores del sector, entre ellos, niños que constantemente están durante el día y parte de la noche en sus campamentos.

●El sábado 6 de agosto de 2022, en la vereda la Unión del Corregimiento de San José, nuestra Comunidad de Paz constató la presencia de soldados de la Brigada XVII del Ejército Nacional, departiendo conjuntamente con un reconocido paramilitar del sector en el área poblada de dicha vereda.

●El lunes 15 de agosto de 2022, hacia las 6.00 horas, fue hallado el cuerpo sin vida del poblador CRISTÓBAL MESA, muy cerca al centro urbano de San José de Apartado, donde existen una Base Militar y un Bunker de la Policía. La muerte de Cristóbal se produjo en extrañas circunstancias. Su familia encontró huellas de violencia en su cuerpo, el cual yacía sobre una piedra. Este mismo día a eso de las 10.00 horas, sus familiares procedieron a levantar el cadáver al no hacer presencia ninguna autoridad judicial competente para practicar el respectivo levantamiento. Cristóbal había sido un poblador muy cercano a nuestra Comunidad de Paz y en ese período había sido sometido a tantas amenazas y seguimientos que fue necesario solicitar medidas de protección para él a través de organismos internacionales. El sitio donde apareció su cadáver es una zona de total control del paramilitarismo de la región, muy cercano al centro urbano de San José donde tienen asiento numerosos agentes de seguridad del Estado –Ejército y Policía- quienes a su vez conviven a la luz del día con líderes y militantes del paramilitarismo, blindados por la impunidad sistémica que durante tantos años hemos denunciado. Resulta, además, paradójico, que este mismo día, otro joven conocido como Juan Camilo Higuita Usuga oriundo del corregimiento de San José de Apartadó, resultara muerto por ahogamiento.

●El sábado 20 de agosto de 2022, en la transmisión de mando de las fuerzas militares de Colombia, el Señor Presidente de la República, Dr. Gustavo Petro, ANUNCIÓ UNA ALIANZA ENTRE LA FUERZA PÚBLICA Y EL CAMPESINADO. Dijo al respecto:“¿Podrían las fuerzas militares hacer distritos de riego, caminos vecinales, puentes? Sabemos que sí. Al hacer casas rurales y distritos de riego y puentes y caminos vecinales (…) “¿no podríamos construir una alianza del ejército -si están allí esas capacidades- con el campesinado que necesita esas obras? (…) “Si nosotros no somos capaces de construir una gran alianza campesina-militar, una gran alianza entre el Estado y el campesinado, no logramos construir una nación. Hay una gama de obras pequeñas, si se miran desde el punto de vista de la ingeniería, y profundas si se miran desde el punto de vista de la construcción de una nación, que podría juntar nuestro soldado y nuestro campesino y nuestra campesina”(…) Dichas palabras, que repiten párrafos de su discurso de posesión, no pueden sino dejar inquietudes angustiosas en las poblaciones civiles que nos hemos opuesto a la presencia injustificada y afrentosa de cuerpos armados del Estado en nuestras comunidades, presencia que en dos siglos casi nunca ha sido respetuosa y democrática sino profundamente criminal y genocida. Mucho se ha repetido en las academias que los cuerpos armados de los Estados fueron diseñados para proteger las fronteras de ejércitos extranjeros, pero en Colombia se han utilizado contra la ciudadanía nacional cuyas inmensas mayorías se han interpretado como un “enemigo interno” a destruir. La experiencia trágica de nuestra Comunidad de Paz no puede ser más reveladora. Pero, además, la fusión entre lo militar y lo civil ha producido en nuestro país el monstruo más aterrador de nuestra historia: EL PARAMILITARISMO, el cual, según los informes finales de la Comisión de la Verdad, es el responsable del 47% de las víctimas del conflicto social y armado que nos ha destruido. Colombia lo ha experimentado durante muchas décadas con horror: la pertenencia a estructuras armadas y los entrenamientos que sus integrantes reciben, configuran necesariamente una deformación síquica de identificación profunda con las prácticas que el ejercicio de las armas implica: la tendencia, necesidad y profundo deleite en la destrucción de vidas humanas, objetivo estructural de cualquier arma letal que se convierte en prolongación del cuerpo y el alma del armado y en ideal y fruición profesional más acariciada. Nuestra Comunidad de Paz siempre se opuso y denunció la perversidad de las “operaciones cívico-militares” que siempre ocultaron objetivos perversos. Desde nuestra Comunidad de Paz suplicamos al nuevo mandatario revisar esa equivocada estrategia, fatal para el futuro de nuestro país, que obra como un manchón lamentable en las propuestas de transformaciones sociales que han acompañado la instauración de su gobierno.

●El lunes 22 de agosto de 2022, hacia las 15.00 horas, en el trayecto entre el centro poblado de Apartadó y el casco urbano de San José de Apartadó, el vehículo en el que se trasladaban varios miembros de nuestra Comunidad de Paz, entre ellos varios miembros del Consejo Interno acompañados por organizaciones internacionales, fue seguido durante varios minutos por el señor OVIDIO TORRES. A la altura del sitio conocido como El Mangolo, allí también se encontraba un reconocido paramilitar de San José, que vigilaba el tránsito del vehículo.

●Este mismo lunes 22 de agosto de 2022, en horas de la tarde se identificó saqueada la vivienda de un miembro de nuestra Comunidad de Paz en la vereda Mulato Medio, allí se robaron: Combustibles, alimentos, herramientas de trabajos agrícolas entre otros objetos personales. De la misma manera en días anteriores fue saqueada la vivienda de otro miembro de nuestra Comunidad en La Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra de la misma vereda. Es de mencionar que los responsables de estos hechos que están ocurriendo en las veredas Resbalosa, Mulatos y demás veredas es de los mismos paramilitares, pues hay una alta presencia permanente, los cuales transitan por los caminos y llegan hasta las casas civiles con radios de comunicación y portando armas cortas, después aparecen las casa saqueadas.

Al elevar nuestros clamores, dejamos todas estas constancias ante la historia para que algún día se juzgue nuestro recorrido de sufrimiento, pero a la vez de esperanza. Tenemos la convicción de que la memoria de nuestros hermanos y hermanas caídas como mártires abonan con su sangre nuestro horizonte de vida.

27/07/2022 Vidas humanas al basurero… hasta el final

Una vez más nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la urgente necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo de nuevos hechos de horror en contra de nuestro proceso y de la población de nuestro entorno geográfico. Si en muchas regiones del país se ha hecho sentir la protesta social y en el mismo proceso electoral, siempre tan manipulado por las élites, la voz de los sectores populares ha alcanzado cierta audiencia, la región de Urabá sigue esclavizada al dominio paramilitar que conserva el poder decisorio. Las veredas de nuestro corregimiento continúan bajo esa coyunda desastrosa con la tolerancia y aquiescencia de todas las instituciones del Estado. Los hechos que ponemos en conocimiento del país y del mundo son los siguientes:

● El pasado sábado 4 de junio de 2022, nuestra Comunidad de Paz tuvo conocimiento del asesinato del paramilitar WILFER HIGUITA, un personaje emparentado con una de las familias de nuestra Comunidad pero que desde hace muchos años fue cooptado para trabajar con el Ejército en la implementación de las tareas más sucias y detestables de ese empeño que los militares nunca han ocultado de exterminar nuestra Comunidad de Paz mediante acciones de genocidio. No podemos olvidar, por ejemplo, que el 17 de enero de 2009 Wilfer fue utilizado por el Coronel Germán Rojas Díaz, luego Comandante de la Brigada XVII, para extorsionar a Renato Areiza, en ese entonces integrante de nuestra Comunidad, proponiéndole que le ayudara a destruir la Comunidad de Paz, y si no lo hacía, sería judicializado, o como guerrillero o como narcotraficante, para lo cual el Coronel tenía a su servicio los “testigos” falsos que fueran necesarios. En los años sucesivos Wilfer coordinó la toma paramilitar de muchos espacios de la Comunidad, entre ellos la vereda La Unión, la cual fue, al parecer, su último territorio de comando. Como lo han hecho con otros muchos jóvenes que les venden su alma para tareas detestables, sobre todo cuando su hoja de vida ha llegado a ser indefendible ante eventuales agentes judiciales que excepcionalmente quieren aplicar la ley, Wilfer fue seguramente “dado de baja” para que no siguiera causándole problemas judiciales al Ejército. Lamentablemente usan a las personas como trapos de limpieza y cuando ya están demasiado manchados los botan a la basura. Condenamos enérgicamente esta práctica tan criminal del Estado colombiano, en la cual deja patente su concepción de la dignidad humana.

● En la semana del 3 al 9 de julio de 2022, fue visible la presencia de un contingente paramilitar fuertemente armado en la vereda Buenos Aires de este corregimiento de San José de Apartadó.

● El domingo 10 de julio de 2022, hacia las 20 horas, se presentó un intercambio de disparos cerca al caserío de la vereda La Unión, en el mismo corregimiento. El hecho ocurrió cerca de una propiedad de nuestra Comunidad de Paz. Allí está acantonado un contingente militar. El supuesto hostigamiento duró más de 15 minutos. Varios pobladores de la vereda manifiestan preocupación por los efectos que dichos hostigamientos puedan desencadenar, sobre todo porque es la población civil la que es colocada en medio de los enfrentamientos y sufre las peores consecuencias de la guerra.

● El martes 12 de julio de 2022, en horas de día una comisión de nuestra Comunidad de Paz se acercó hasta el lugar de los hechos del día domingo 10 de julio, y se pudo notar que allí en nuestra propiedad privada se encontraban acantonados los militares de la Brigada XVII del Ejército, se pidió que se retiraran de nuestra propiedad y se exigió el respeto a los espacios comunitarios enmarcados como propiedad privada de nuestra Comunidad paz, Sin embargo este contingente militar no quiso retirarse de nuestra propiedad privada, a la vez se pudo notar que ya habían dañado producciones agrícolas entre ellas cacao. Aún se encuentra este contingente militar allí.

● El viernes 15 de julio de 2022, en horas de la mañana fueron vistos varios paramilitares reunidos cerca de la escuela de la vereda La Resbalosa.

● El domingo 17 de julio de 2022, nuestra Comunidad de Paz tuvo conocimiento de la presencia de un supuesto funcionario de la Fiscalía en la vereda La Unión, cuyo trabajo consistió en recoger testimonios sobre la forma como la Comunidad adquirió predios. También se dedicó a recoger testimonios sobre varios cadáveres sepultados en el cementerio de la vereda, acusando a la Comunidad de enterrar ilegalmente cuerpos de guerrilleros, afirmación que carece de todo fundamento y que no deja producir indignación al contrastar esas preocupaciones con la actitud sistemática de la Fiscalía y del poder judicial en general, de jamás interesarse por los más de mil crímenes de lesa humanidad que han sido perpetrados por el Estado y el ParaEstado contra nuestra Comunidad de Paz, dejándolos en absoluta impunidad.

● El martes 19 de julio de 2022, en horas de la tarde, se escucharon muchas ráfagas de fusil en la vereda La Antena, donde se encuentra acantonado desde hace varios años un contingente militar de la Brigada XVII del Ejército.

● El miércoles 20 de julio de 2022, a las 11 de la noche se escucharon varios disparos de arma de fuego en el centro urbano de San José. Este mismo miércoles 20 de junio de 2022, en horas de la noche varios Paramilitares que se movilizaban en motocicleta entre San José y Apartadó, realizaron diversos disparos con arma de fuego dentro de nuestra propiedad privada Finca La Roncona.

● El jueves 21 de julio de 2022, en horas de la tarde, donde se encuentra acantonado el Batallón de Desminado No. 6, en la vereda La Unión, se pudo evidenciar como este contingente de militares armados estaba en integración deportiva con muchos niños, poniendo en grave riesgo a la población civil, sobre todo teniendo en cuenta el supuesto combate que habrían sostenido el pasado domingo 10 de julio.

● El domingo 24 de julio de 2022, hacia las 3:00 horas, fueron asesinadas cinco personas en la vereda Salsipuesdes del municipio de Apartadó, a manos de la fuerza pública. Al parecer, las víctimas eran integrantes de estructuras paramilitares. Así sean delincuentes, nuestra Comunidad de Paz sostiene de manera intransigente que la vida es sagrada y que ninguna política de justicia la puede considerar como algo despreciable. Es extremadamente lamentable que Colombia siga asesinando a sus ciudadanos con tanta frialdad, y peor aún cuando los ha usado previamente como instrumentos de sus políticas criminales más sucias hasta degradar extremadamente sus vidas en los socavones de la delincuencia más vil.

Nuestra gratitud de siempre para todas aquellas personas y comunidades que desde remotos espacios del país y del mundo nos sostienen moralmente con su solidaridad.

06/05/2022 Paro armado, la vergüenza del Gobierno

Nuevamente, nuestra Comunidad de Paz, acude a la humanidad y a la historia para dejar constancias de nuevos hechos perpetrados conjuntamente entre paramilitares y Estado.

Nuestra región, continúa en un círculo vicioso donde el estado y el paramilitarismo es la principal droga que; somete, amenaza, tortura, controla y mata la vida social y campesina. Es la voz del paramilitarismo la que se impone a todas anchas, en la cual toda la población debe obedecer sus directrices o asume las consecuencias.

¿Hasta cuándo el Gobierno va a permitir que se siga controlando al que humildemente cultiva la tierra para el sustento de sus familias y del país? Es una vergüenza, estos gobiernos de turno, tras sus mandatos, dejan cientos de miles de violaciones al derecho internacional humanitario, entre ellos, los líderes y lideresas asesinados en los últimos meses en el país, quedando las víctimas condenadas al olvido y a la impunidad absoluta. ¡Que dolor!

Hoy, el paramilitarismo sigue siendo la mayor fuerza oscura con la que se cuenta para realizar el trabajo criminal que no pueden hacer a la luz pública las instituciones del estado. Urabá es un ejemplo, la misma Brigada XVII del ejército y la Policía Urabá han sido los garantes y aliados de los paramilitares. En muchas ocasiones operaron conjuntamente para realizar falsos positivos y masacres en el Urabá y el País. Hoy, no parece que esas alianzas se hayan terminado, pues los paramilitares autodenominados AGC tienen el absoluto control en todo el territorio e incluso conviven y comparten con la fuerza pública en San José, Nuevo Antioquia, Piedras Blancas entre otros corregimientos del Urabá y no hay ni el más mínimo interés en desmantelar estas estructuras paramilitares.

Se acercan elecciones presidenciales en el país, y se evidencia las diversas acciones conjuntas de las maquinarias que han gobernado, vendido y desangrado nuestra Patria. Estos, buscan cómo seguir aferrados al poder, y para ello, cuentan con la corrupción en los órganos de control existentes en las diversas instituciones Estatales. Ojalá, que las buenas ideas de un país mejor sean las que ganen, pues ya es momento de un cambio a esta dictadura que solo ha destruido y arruinado el país.

Los nuevos hechos son los siguientes;

·El viernes santo 15 de abril de 2022, en la vereda La Esperanza del corregimiento de San José, se realizó un evento donde el reconocido paramilitar alias el COCHERO celebró su matrimonio en medio de una gran multitud de personas que participaron en su boda, este personaje hace ya un tiempo llegó a la vereda El Porvenir como paramilitar para ejercer control allí.

·El viernes 22 de abril de 2022, en la vereda la Unión, del Corregimiento de San José de Apartadó se realizó una jornada comunal de arreglo del camino de herradura impulsada por la junta de acción comunal de dicha vereda y con la participación de efectivos miembros de la Brigada XVII del ejército nacional con sede en Carepa, Antioquia. En dicha jornada, un agente del ejército nacional que participaba, procedió a leer a todos los allí presentes, la constancia pública del pasado 18 de abril de 2022 de la Comunidad de Paz. Manifestando en tono de burla que, “lo más seguro es que esa comunidad de paz hoy o mañana volverá a sacar constancia de esta jornada de trabajo” se supo que el uniformado rechazó tajantemente nuestras constancias al manifestar que estuvo investigando a comerciantes de la vereda la Unión sobre el paradero o conocimiento del paramilita alias Adolfo Guzmán.¿Quién se le ocurre interrogar a las víctimas frente a los victimarios? Dejamos constancias de que a pocos metros de donde se encontraban los uniformados, se hallaba también alias Adolfo Guzmán, realizando labores de arreglo de camino. Este mismo sujeto, ya el pasado 3 de abril de 2022 había amenazado a comerciantes de La Unión, de igual forma participó de la jornada comunal el pasado 8 de abril de 2022 en compañía de miembros de la brigada XVII del ejército nacional y constatado por miembros de nuestra Comunidad de Paz. Este sujeto habita en una vivienda junto a las instalaciones del ejército nacional adscritos al batallón N.6 de desminado en la parte de arriba del centro poblado de la Unión, pero nadie lo conoce y menos los militares.

·El sábado 23 de abril de 2022, nuestra Comunidad de Paz fue informada de un evento privado que realizara un reconocido cantante de música popular en un establecimiento público en el centro poblado de San José. Según los testigos, se evidencio la presencia del reconocido mando paramilitar alias LEÓN excombatiente de las Farc-ep y firmante de los acuerdos de Paz, conocido con el alias la “FIERA”. Dicho evento musical se realiza en medio de una fuerte presencia de policía y militar en el casco urbano de San José donde actualmente existe una base militar y un búnker de la Policía Nacional. Se argumenta que el artista tiene algún parentesco familiar con este mando paramilitar.

·El domingo 24 de abril de 2022, cuando una comisión de nuestra Comunidad de Paz se dirigió a la vereda la Resbalosa, se pudo constatar que allí había presencia de varios reconocidos paramilitares, minutos después en el camino entre las veredas Mulatos y La Resbalosa se notó la presencia de un paramilitar que se dirigía a la Resbalosa, ya en horas de la tarde se vio regresar a Mulatos.

·Este mismo domingo 24 de abril de 2022, en la vereda la Resbalosa nuestra Comunidad de Paz, fue informada de amenazas de un paramilitar contra la maestra de dicha vereda. El reconocido paramilitar le advirtió a la maestra que tenía los días contados, por tal motivo, la maestra fue trasladada a otra instalación educativa.

·El lunes 25 de abril de 2022, mientras una delegación de nuestra Comunidad de Paz, adelantaba una jornada comunitaria de mejoramiento de la vía en el sector el barro de la vereda Mulato, fue hallado un artefacto explosivo que habría sido instalado junto al camino y dañado por los semovientes que transitan por el lugar. Según el mal estado del mismo, estaba allí desde hacía muchos años. Tales artefactos como estos, son los que vienen supuestamente desactivando el batallón de desminado N.6 del Ejército Nacional. A juzgar por el largo tiempo que llevan en la zona, la millonada que habrán invertido en dichas jornadas sin que a la fecha se evidencien avances significativos de desminados. lorn bunker de la policia el paradero oconocimiento de alias Adolfo GuzmanCreemos que la estadía en estos lugares responde a otros intereses, pues las integraciones sociales son más su afán que la de hallar los artefactos explosivos.

·Este mismo lunes 25 de abril de 2022, en la vereda mulatos, más exactamente junto a nuestro espacio de vida y trabajo de la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento de la presencia constante del paramilitar alias “GRIPIN”, en reuniones y demás actividades en la casa comunal, este paramilitar, hace presencia y control permanente en la zona y reside en la casona en la vereda mulatos medios.

·El jueves 5 de mayo de 2022, en horas de la tarde nuestra Comunidad tuvo conocimiento de la advertencia de los paramilitares de un paro armado decretado para su cumplimiento a partir del día 5 de mayo de 2022 hasta el 10 de mayo de 2022. Ya en horas de la tarde, las actividades comerciales, transportes entre otras fueron cerradas. Este mismo jueves 5 de mayo de 2022, un grupo de estudiantes que provenían de la escuela de la vereda Arenas Altas a integrarse con estudiantes de la escuela de la vereda la Unión, fueron interceptados por paramilitares que hacen presencia en la unión, quienes ordenaron regresar a sus casas.

·El viernes 6 de mayo de 2022, se ha constatado que el paro armado decretado por los paramilitares, ha surtido efecto; vehículos incinerados, los centros comerciales, oficinas, comercio en general y laboral, estudiantil, de transportes y en si toda actividad en general fue paralizada por órdenes de los paramilitares. Y nos preguntamos, ¿Dónde están las fuerzas de seguridad del Estado? ¿En qué queda el estado de Derecho? ¿No es esto la evidencia de un Estado secuestrado por las mafias y el poder que lo domina? Se evidencia que no son las armas las que nos libertan, por el contrario, nos esclavizan.

·Este mismo viernes 6 de mayo de 2022, se tuvo conocimiento de que dos paramilitares hicieron presencia en el área poblada de la vereda la Unión el pasado jueves 5 de mayo de 2022, y ordenaron a los comerciantes cerrar sus locales, y ordenaron a la población civil no realizar ningún tipo de actividad comunal como el que tenían programado para el día de hoy, y de igual forma ninguna actividad personal fuera de la casa, esos reconocidos paramilitares están haciendo rondas en el centro poblado de La Unión impidiendo el comercio, recordar que allí, hay una fuerte presencia militar que además tenían programada actividad comunal con la junta y prefirieron acatar las órdenes y el control paramilitar.

·Este mismo viernes 6 de mayo de 2022, en el casco urbano de San José, los locales comerciales amanecieron cerrados, el caserío fantasma, ni un soldado, ni un policía se veían allí, ni siquiera en sus guarniciones militares. Los soldados y policías están encerrados.

Estos hechos claramente evidenciados por nuestra comunidad y la población de nuestra región, muestra de cómo el gobierno ha sido permisivo con el paramilitarismo y lo ha venido dejando que sean ellos los que realicen su trabajo sucio de control y sometimiento de la población civil.

San José y sus veredas se han convertido en el campo propicio de libertad y tranquilidad para los paramilitares y la fuerza pública que conviven sin hacerse ningún tipo de daño, lo que cada vez lo hace más cómplice de sus crímenes.

Siempre que renovamos la memoria de nuestros sufrimientos, renovamos también nuestros sentimientos de gratitud a numerosas personas y comunidades de Colombia y del mundo que caminan espiritualmente con nosotros y nos llenan de energía resistente.

18/04/2022 Reviviendo nuestro Calvario

En este período en que el mundo cristiano recuerda la pasión de Cristo, nuestra Comunidad de Paz, siguiendo una tradición que se remonta a sus primeros años de existencia, siguió los pasos de la pasión, particularmente el Viernes Santo, relacionándola profundamente con la pasión y muerte sufrida por numerosos integrantes de nuestra Comunidad. Este año descendimos desde la Aldea Ecológica Rigoberto Guzmán, pasando por las veredas de La Unión y El Cuchillo hasta llegar a nuestro centro comunitario San Josecito. Revivimos memorias escalofriantes que nos volvieron a revelar el horror de la crueldad y barbarie de que es capaz nuestro Estado colombiano, con sus métodos de tortura, de montajes, de mentiras, de calumnias y de muerte, que en nada se diferencian de Poncio Pilatos y su soldadesca romana o de las guardias asesinas del Sanedrín judío.

Al recorrer este camino de sufrimiento y dolor que varios de nuestros hermanos atravesaron, sentimos que sus vidas y su legado resucitaban en nosotros con nueva vitalidad.

Nuevamente, nuestra Comunidad de Paz, acude a la humanidad y a la historia para dejar constancias de nuevos hechos perpetrados por paramilitares y ejército:

· El domingo 3 de abril de 2022, en el centro poblado de la vereda la Unión, del Corregimiento de San José de Apartadó, dos comerciantes del lugar fueron amenazados por el paramilitar Adolfo Guzmán. Dicho paramilitar es responsable del suministro de sustancias psicoactivas a jóvenes y menores de edad, además de conminar a niños de la escuela pública de la vereda a sumergirse en ese vicio. En diversas ocasiones ha dejado dichas sustancias en el interior de dicho establecimiento escolar. Este paramilitar, oriundo de la vereda y residente en la misma, se encuentra ubicado en un área donde hay presencia permanente de la brigada 17 del Ejército Nacional, la cual lo protege.

· El martes 5 de abril de 2022, en horas de la mañana, en la vereda la Unión, en los espacios de vida y trabajo comunitario que realizan familias de nuestra Comunidad, fueron vistos 4 sujetos vistiendo pantalón militar, camisetas verdes y portando armas largas.

· El jueves 7 de abril de 2022, hacia las 20:00 horas en la entrada a nuestro asentamiento de San Josecito, fueron vistos 2 sujetos vestidos de traje oscuro que se agazapaban en los árboles.

· El viernes 8 de abril de 2022, fue realizada una actividad comunal en la vereda La Unión, sobre la vía que de San José conduce al área poblada de la Unión. En el lugar, miembros de nuestra Comunidad comprobaron la presencia de tropas militares adscritas a la Brigada XVII del Ejército Nacional con sede en el municipio de Carepa, realizando labores conjuntas con reconocidos paramilitares de la vereda La Unión.

· El mismo viernes 8 de abril de 2022, un miembro de nuestra comunidad en la vereda La Unión pudo comprobar la presencia de tropas militares acantonadas en un cultivo de cacao que administra actualmente, allí. Los militares no solo dañaron árboles de cacao, sino que además destruyeron mazorcas maduras de cacao.

· El sábado 9 de abril de 2022, miembros de nuestra comunidad fueron alarmados por la presencia de 4 sujetos vestidos con trajes oscuros y portando armas junto al asentamiento de vida comunitaria en San Josecito.

· El viernes 15 de abril de 2022, mientras nuestra comunidad se disponía a realizar la tercera estación del viacrucis, en el área donde fue perpetuada una masacre el 17 de mayo de 1992 por parte del Ejército Nacional con gran derroche de crueldad y sevicia, fue sorprendida por la presencia de militares quienes ocupaban precisamente el espacio donde se ejecutó el crimen. La presencia de las tropas militares acampadas donde fueron torturados, amarrados a los árboles, lacerados y asesinados 3 de nuestros campesinos de la vereda La Unión, todos muy jóvenes: PEDRO LUIS SÁNCHEZ, de 24 años, NOVARO HIGUITA, de 20 años, y FLORENTINO AREIZA, de 17 años. A los tres, luego de arrancarles tan cruelmente la vida, el ejército se los llevó en un helicóptero y los presentó ante los medios de información como “guerrilleros muertos en combate”. Los militares que hacían presencia en ese espacio de memoria este Viernes Santo, no se inmutaron ante los relatos ni se les ocurrió demostrar vergüenza por ser integrantes de un Estado tan criminal que mantiene todos sus crímenes en la más absoluta impunidad. Esto lo recibimos como una afrenta más a nuestra dignidad y a nuestra memoria.

Siempre que renovamos la memoria de nuestros sufrimientos, renovamos también nuestros sentimientos de gratitud a numerosas personas y comunidades de Colombia y del mundo que caminan espiritualmente con nosotros y nos llenan de energía resistente.

01/04/2022 El tiempo no pasa sin dejar huellas

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la obligación ética y moral de dejar constancia de lo que vivimos y padecemos. En los últimos días hemos tomado consciencia de que ha transcurrido ya nuestro primer cuarto de siglo como Comunidad de Paz. Ello nos obliga a echar miradas retrospectivas para comprender las vueltas y encrucijadas de nuestro caminar. Los sobresaltos y los temores no cesan, pero no buscamos solo tranquilidad sino ante todo coherencia y rectitud. Seguimos cercados y amenazados por el paramilitarismo, algo que cada vez se revela más evidentemente como fuerza de Estado, con todas las protecciones que es posible imaginar. Actúan a la luz del día, amenazan a todo el mundo y nada temen porque los protege el Estado. No podemos callar sino hacer que todo esto se conozca.

Hoy queremos dejar constancia de los siguientes hechos:

· Desde las últimas semanas del mes de febrero de 2022, se ha venido presentando una fuerte persecución de reconocidos comandantes paramilitares en la zona contra algunos excombatientes de las antiguas FARC-EP quienes se acogieron a los acuerdos de paz y ahora son pobladores civiles que trabajan dignamente la tierra de donde un día salieron para unirse a una guerra en la cual ahora no quieren continuar. Según las versiones, los paramilitares reconocidos como alias EL IGUANO, excombatiente del Frente 58 e integrado al paramilitarismo; alias DEIVIS y alias RENÉ, también excombatientes del Frente 58; de igual forma alias EL VIEJO y JOHN JAIRO, excombatientes de las FARC-EP, están forzando a los demás excombatientes que viven en la región para que se integren al paramilitarismo a la vez que están practicando intensamente el reclutamiento de menores de la zona. Según informaciones, parte de estos paramilitares que controlan la zona y que fueron desmovilizados de las FARC-EP, están siendo beneficiados en el proceso de desmovilización coordinado por el gobierno nacional y al mismo tiempo se desempeñan como paramilitares activos.

· En la cuarta semana de febrero de 2022, en el centro poblado de Apartadò, fue abordado por dos reconocidos paramilitares de la zona, un habitante del corregimiento de San Josè de Apartadò, y cercano a nuestra Comunidad. La victima, fue conducida contra su voluntad por los dos sujetos y llevada hasta un mando paramilitar regional, el cual la sometio a largos interrogatorios sobre los movimientos y actividades de los lideres y de la comunidad, al no encontrar en ella informacion relevante de su interes sobre la comunidad, fue puesta en libertad.

· El domingo 27 de febrero de 2022, en la vivienda de familias de nuestra Comunidad en la vereda Arenas Altas del corregimiento de San Josè de Apartadò, fueron hurtados 1 bulto de arroz, una manguera entro otras articulos y alimentos, al momento que dicha vivienda habia quedado sola. Estos hechos se dan en un contesto bastante preocupante en el que reconocidos paramilitares han venido acercandose a la propiedad con la intencion de identificar los bienes de la comunidad, tal como lo ha dejado de manifiesto el administrador de la propiedad de el paramilitar alias EL VIEJO en Arenas Altas. Los cuales manifiestan que planean invadir dicha propiedad comunitaria en Arenas Altas.

· El 2 de marzo de 2022, en horas de la mañana, nuestra Comunidad de Paz se enteró de la presencia de un grupo de militares acantonados dentro de nuestra propiedad privada en la finca La Roncona. Nuestra Comunidad se desplazó hasta el lugar y respetuosamente exigió la retirada de los militares. Unos minutos después los militares recogieron sus pertenencias y se retiraron del lugar, no sin antes elegar que desconocian que dicha propiedad perteneciera a nuestra Comunidad de Paz. Dicha actitud de los militares se da a pesar de los distintivos y vallas de identificacion del predio en mencion en areas plenamente visibles.

· El Jueves 3 de marzo de 2022, hacia las 10:00 horas y por espacio de 20 minutos, un contingente militar que permanece acantonado en la vereda la Unión del Corregimiento de San José de Apartadó, supuestamente brindándole protección al batallón numero 6 de desminado del ejercito que realiza un oscuro y discutido desminado humanitario, ingresó y rodeó arbitrariamente la vivienda de Arley Tuberquia, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz quien al momento no se encontraba en la vivienda. Dicha vivienda fue fotografiada ilegalmente por las tropas militares. Inmediatamente los miembros de la comunidad alli presentes solicitaron a los uniformados retirarsen del lugar, dejar de fotografiar dicha vivienda ademas de pedirles borrar el registro fotografico, en tono de arrogancia e insultos los militares reacionaron con enojo profiriendo amenazas y palabras soeces contra la comunidad, manifestando que se retiraban pero el registro fotografico no lo borraban. Lentamente abandonaron el lugar no sin antes fotografiar a la familia, donde ademas se encontraba una menor de 6 años. Ya Arley Tuberquia, el pasado 23 de octubre de 2021, en el Departamento de Boyaca, habia sido victima de pillaje y seguimiento, al ser extraida su maleta que contenia documentos relevantes de la Comunidad en hechos que se configuran y se suman a la lista de los atropellos que diversas instituciones del Estado vienen impulsando contra nuestro proceso comunitario.

· El jueves 25 de marzo de 2022, hacia las 7:00 horas, un grupo de integrantes del batallon numero 6 de desminado humanitario del ejercito, interrumpio en el asentamiento comunitario en la Aldea de Paz Rigoberto Guzman, propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz en la vereda la Union del Corregimiento de San Josè de Apartadò.

· En las últimas semanas de marzo de 2022, en el centro urbano de San José y en algunas de sus veredas, se viene difundiendo el rumor de que los paramilitares planean ingresar a la Comunidad de Paz con el ropaje de un grupo de delincuencia común que entra a robar y a matar, de tal modo que no se le pueda atribuir dicho crimen a las estructuras paramilitares ni a sus vínculos institucionales y empresariales, sino, como ya es rutina en el país, a “bandas criminales” o a “grupos armados fuera de la ley”, o a “desconocidos” o a “delincuentes anónimos”; así la “justicia” tendrá mil excusas para dejar el hecho en la impunidad, sin mencionar siquiera a los paramilitares.

· Este 23 de marzo de 2022, nuestra Comunidad de Paz conmemoró 25 años de existencia. Hace 25 años: el 23 de marzo de 1997, con la presencia y acompañamiento del Obispo de Apartadó, Monseñor TULIO DUQUE GUTIÉRREZ, y de miembros del Parlamento Europeo, se proclamó en la pequeña escuela de San José de Apartadó, nuestra DECLARACIÓN PÚBLICA DE COMUNIDAD DE PAZ. Se buscaba que el Estado y todos los actores armados cesaran en su empeño de querer vincular a la guerra a la población civil, aunque así lo establecieran los manuales secretos que el Estado ha venido elaborando desde los años sesenta del siglo XX pero que violan todas las normas internacionales de los conflictos armados. El Estado prefirió seguir su ruta criminal y como respuesta a nuestra Declaración, bombardeó 27 de las 32 veredas de San José mientras le daba orden a los paramilitares de visitar todas las veredas aún pobladas para darles a los pobladores un máximo de 4 días de plazo para abandonar la región si no querían morir. En el cuarto de siglo transcurrido hemos contabilizado en nuestro entorno al menos 307 ejecuciones extrajudiciales. 53 de ellas se dieron en los preámbulos de la fundación de la Comunidad; 194 en los primeros 21 años de resistencia pacífica, de los cuales 138 eran miembros formales de nuestra Comunidad y 56 del entorno familiar y social. Las FARC-EP eliminaron en el período a 46 campesinos y campesinas de la zona, entre quienes se cuentan 18 integrantes de nuestra Comunidad y 28 de nuestro entorno social. De los 14 restantes tuvimos información precaria a causa del terror y de los desplazamientos. Pero fuera de las vidas destruidas, nuestra comunidad sufrió toda clase de violencias y vejámenes que superan los 1500 crímenes de esos que el derecho internacional ha denominado DE LESA HUMANIDAD, puesto que hieren no solo a sus víctimas puntuales sino a la humanidad como tal: desapariciones forzadas, torturas, desplazamientos, ataques armados indiscriminados, privaciones ilegales de la libertad, montajes judiciales, desplazamientos forzados, cercos de hambre, empadronamientos ilegales, ocupación ilegal y criminal de predios privados, quemas de viviendas y de cultivos, robos y destrucción de animales domésticos, de ganados y dotaciones de sobrevivencia, abusos sexuales, profanación de cadáveres, calumnias, difamaciones, estigmatizaciones, falsedad informativa, amenazas, amordazamiento o intento de impedir toda denuncia mediante acciones de tutela inconstitucionales.

Si bien la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos tomaron casi desde el comienzo medidas cautelares y medidas provisionales, han pasado las décadas sin que el Estado colombiano obedezca sus órdenes. También la Corte Constitucional fue convertida en un “rey de burlas” al ser desacatadas 3 de sus sentencias de fondo y varios de sus Autos de seguimiento, pero, al parecer, a la Corte no le inquietan los desacatos y eso explica el horrendo caos que vive Colombia. La Corte Penal Internacional abrió el expediente sobre nuestra Comunidad de Paz en 2006. Estamos seguros de que todos los 1500 crímenes denunciados llenan los requisitos de sistematicidad y gravedad exigidos por el Estatuto de Roma y que los más de 90 documentos de clamor inatendido a los Jefes de Estado que les hicimos llegar, revelan la implicación de quienes nuestra Constitución considera MÁXIMOS RESPONSABLES de esos crímenes, pero, luego de 16 años, el Fiscal de la Corte consideró que la JEP iba a solucionar todos los problemas de justicia, incluso los tipificados en el Estatuto de Roma y por ello se desentendió del Caso Colombia. Ello es imposible porque el Acuerdo de Paz que dio origen a la JEP sólo permite gozar de esos beneficios judiciales a quien quiera esclarecer crímenes concretos perpetrados durante el conflicto armado o en relación con él, pero las agresiones de un armado contra un desarmado nunca podrán tomarse como acto de un conflicto armado, a no ser con profundas manipulaciones y perversas intenciones.

Llegamos a los 25 años rodeados de amenazas y arrastrando el peso doloroso de los 8 métodos de exterminio que el Estado ha ensayado en este cuarto de siglo contra nosotros: el exterminio físico de la muerte cruel; el de la estigmatización ideológica, calificándonos desde la misma Presidencia de la República como “auxiliares de la guerrilla”; el de la degradación mediática, a través de medios masivos, medianos y pequeños, tanto de prensa, como de televisión y de radio; el de la extirpación biológica, mediante cercos de hambre, matando inclusive a conductores y tenderos para que no tuviéramos comida ni bebida; el de la criminalización legal, multiplicando expedientes espurios en el aparato judicial –con falsas pruebas y falsos testigos- que las mismas altas Cortes se han negado a re-examinar para que no quede a la luz su vergonzosa podredumbre; el de la exclusión social, negándole a la Comunidad las migajas de presupuesto a que le da derecho su aporte forzado (impositivo) al Estado; el económico o comercialización del duelo, ofreciendo clandestinamente pagos exiguos por los muertos, a condición de renunciar a la justicia, aunque implique excluirse de la Comunidad de Paz.

El 25° aniversario fue un festejo sencillo de un solo día. Nos acompañaron 5 delegados de servicios diplomáticos en Colombia: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá y Suecia. Al llegar se integraron a una marcha que partió del predio LA RONCONA, del cual nuestra Comunidad ha extraído gran parte de su alimentación en estas dos décadas y que ahora, con lecturas perversas de la “ley de tierras”, se lo quieren arrebatar. Allí los delegados de las Embajadas realizaron un hermoso gesto de solidaridad sembrando algunos árboles de alimentos. Luego, en un sitio marcado por la tragedia, donde llegaron los paramilitares provenientes del caserío de San José, con armas para asesinar al representante legal de la Comunidad y a otros miembros del Consejo Interno, el 29 de diciembre de 2017, se leyó la introducción a la Declaración que fue proclamada hace 25 años. Posteriormente, en el kiosco central de San Josecito hubo algunas exposiciones sobre nuestra historia y nuestros problemas; se escucharon mensajes de numerosas comunidades que seguían el acto desde sitios lejanos; se consumieron las 25 tortas del cumpleaños y se tomó la fotografía histórica de los presentes. Grupos de teatro, de música y amigos históricos nos acompañaron, en un día que entra en la memoria de este proyecto de vida y de resistencia, que no tiene intenciones de rendirse si no es con el sacrificio de la vida de los que aún persisten, porque están convencidos de que toda otra alternativa es claudicación de principios que nos han demostrado su validez y su hermosura.

Con renovada gratitud, después de nuestras miradas retrospectivas a nuestra historia, saludamos a todos los que han caminado a nuestro lado, animándonos y apoyándonos sin dejarnos desfallecer, desde lejanos rincones de Colombia y del mundo. GRACIAS MIL.

12/01/2022 Prepotencia, silencio y muerte: rasgos del dominio paramilitar

El asesinato de Huber Velásquez, el pasado 17 de diciembre de 2021, en la vereda La Balsa de San José de Apartadó, tiene características que revelan la extrema gravedad a que ha llegado el dominio paramilitar en la región y sus relaciones con las instituciones, con el Acuerdo de Paz, con el modelo de desarrollo y el modelo de sociedad dominante. No fue un simple episodio de violencia a los que la población de la región se ha acostumbrado tras muchas décadas de terror.

El contexto inmediato fue la pantomima de pavimentación de dos kilómetros de vía entre Apartadó y San José. Un grupo de pobladores de la vereda La Balsa decidieron hacer la Veeduría ciudadana y descubrieron horrores de corrupción: viviendas averiadas y no reparadas, materiales ineptos, calidad muy baja de la obra no obstante su elevadísimo costo que escandalizó a un diputado de la región. Esta veeduría no fue aceptada porque ya existía una veeduría registrada en la Personería; sin embargo, el grupo de Veeduría de La Balsa decidió continuar su trabajo investigativo ya que la otra veeduría no les daba suficiente confianza al aceptar muchas irregularidades que se estaban cometiendo.

Si se tiene en cuenta que la financiación de esa obra fue cubierta con los fondos del Acuerdo de Paz, asumiéndola como un PDET [Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial] para lo cual la Comunidad Internacional aportó enormes sumas de dinero, es de elemental honestidad solicitarle a los organismos internacionales un examen exhaustivo de los gastos, lo cual debe incluir una examen minucioso a los contratos de METRO-PLUS. También la Alcaldía debe ser sometida a rigurosos exámenes de sus egresos. Corre entre la población de la zona el rumor sobre la participación del alcalde Cañizalez en el crimen de Huber, pues sus simpatías por las estructuras paramilitares son de conocimiento público. Una entidad internacional independiente debe investigar esos rumores, pues los órganos de control del Estado hoy día están cooptados, a la luz del día, por el alto gobierno.

Muchos habitantes de La Balsa no salían de su estupor cuando vieron que muchachos muy jóvenes de su misma vereda paralizaron el tráfico, tanto hacia arriba (San José) como hacia abajo (Apartadó) mientras se consumaba el asesinato de Huber, permitiendo que 8 hombres armados penetraran en su vivienda y le arrancaran violentamente la vida. Sin embargo, los pobladores sabían que romper el silencio equivalía a correr un riesgo muy seguro de muerte. Varios asesinatos ocurridos en la zona en el último año se explicaron por la desobediencia de las víctimas a órdenes de los paramilitares. El terror selló el silencio que cubrió y sigue cubriendo este crimen. Adicionalmente hay otro rumor que corre entre los pobladores de La Balsa, según el cual la Junta Comunal ha ordenado destruir la casa construida por Huber en su finca; parece que el afán de arrasar la memoria de las víctimas, como costumbre de los regímenes más crueles, sigue haciendo carrera.

Los mensajes no pueden ser más contundentes: aquí mandan los paramilitares y el que les desobedezca compromete su misma vida; la población debe optar así entre la vida y la muerte.

Con pocos días de distancia, la junta comunal de la vereda La Esperanza decidió introducir a la fuerza una maquinaria en el asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, con el fin de iniciar la construcción de una carretera ilegal que nuestra Comunidad ha denunciado repetidas veces, pues no ha respetado ningún requisito de planeación participativa, es planeada y construida por estructuras paramilitares con maquinarias de la fuerza pública y busca servir a la introducción de maquinarias de empresas multinacionales extractivistas que van en contravía de una desarrollo humano y ecológico. Los líderes de la Acción Comunal de la Esperanza han afirmado que construirán la carretera a las buenas o a las malas, sin importarles violar cualquier propiedad privada y cualquier interés que se oponga a su concepción del desarrollo y del progreso que va en contravía de lo humano.

Los métodos de coordinación y de aquiescencia entre la fuerza pública y los paramilitares son ya muy conocidos y rutinarios: el negativismo; la evasión; la ficción de ignorancia; los acuerdos verbales para no encontrarse en los mismos territorios en coincidencia. Así, cuando las evidencias son ineludibles, es aún posible engañar a la sociedad.