2013

27/12/2013 Navidad entre zozobras

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz eleva un clamor de urgencia ante el país y el mundo por nuevos hechos de agresión que nos afectan:

  • · Lo acontecido el 18 de noviembre de 2013 cerca a nuestro asentamiento de Arenas Altas no deja de producirnos profundos interrogantes e inquietudes. En primer lugar, la desaparición de siete personas a manos de una estructura paramilitar que había tenido una prolongada presencia en el lugar, llevó a descubrir también que las FARC había reclutado de manera escandalosamente irresponsable a cinco menores de edad a quienes les había entregado armas que ellos no sabían manejar. Sólo uno de esos menores había vivido hasta pocos días antes en uno de los asentamientos de nuestra Comunidad de Paz, y voluntariamente decidió retirarse de nuestra Comunidad; los demás pertenecían a familias que no han hecho parte de la Comunidad. El 18 de noviembre de 2013 esos cinco menores y además un adulto y otro menor que nada tenían que ver en el conflicto fueron privados de su libertad por los paramilitares y trasladados inmediatamente a uno de sus campamentos permanentes que, al parecer, fue el de Pueblo Galleta, en cercanías de Nuevo Antioquia. Los disparos y explosiones escuchados por algunas de las familias en la vereda, hicieron creer que su asesinato era inminente o ya se habría perpetrado contra civiles, lo que hizo que se activaran las alarmas acudiendo a nuestra Comunidad de Paz. Nuestra Comunidad de Paz organizó rápidamente una peregrinación a la vereda de Arenas Altas con cerca de 50 personas pero no pudieron hallar a los victimarios. Al día siguiente varias familias de los menores fueron contactadas por instituciones del Estado para que se dirigieran hacia Turbo donde supuestamente los paramilitares iban a entregar a los menores. Ya en Turbo, los familiares de los menores y algunos representantes de instituciones del Estado: Defensoría del Pueblo, Procuraduría Regional, Personería municipal y Bienestar Familiar se embarcaron en una buseta hasta el corregimiento de Currulao. Allí los esperaban unas lujosas camionetas escoltadas por hombres en motocicletas, todo al parecer perteneciente y coordinado por la estructura paramilitar. En un paraje cercano a Nuevo Antioquia les ofrecieron caballos y motos para continuar por un camino de aproximadamente una hora hasta Pueblo Galleta donde los menores fueron entregados a las instituciones y familiares, pero los paramilitares acompañaron al grupo hasta el paraje de la carretera donde esperaban nuevamente las lujosas camionetas que los condujeron hasta Currulao donde de nuevo el grupo abordó una buseta hasta Turbo; allí los menores y sus familiares, acompañados por instituciones del Estado fueron conducidos hasta el Bienestar Familiar en Apartadó donde la Policía vigila por unos momentos al grupo, pero rápidamente la Policía desaparece y le deja el campo libre nuevamente a los paramilitares para que entren a amenazar a los menores y a sus familias; esto activa nuevamente las alarmas y el grupo regresa a Turbo y luego tiene que ser trasladado de urgencia a Medellín para su protección. Todo este relato, corroborado con testigos, muestra a las claras que diversas instituciones del Estado entraron en contacto con los paramilitares y se dejaron escoltar por los mismos delincuentes hasta el lugar de reclusión de los menores sin que se produjera ninguna captura de miembros del grupo criminal. Tampoco se percibió persecución alguna a dicho grupo, no obstante haber asistido a su campamento que es de vieja data y que de ninguna manera era ignorado por las instituciones. El accionar paramilitar en actividades que corresponden a la fuerza pública, confirma una vez más su accionar conjunto así como la persistencia de esas estructuras con carácter contrainsurgente, algo que el Estado se ha empecinado en negar, engañando al país y a la comunidad internacional.

  • · El sábado 21 de diciembre de 2013; hacia las 10:00 horas mientras miembros de nuestra Comunidad se encontraban conmemorando el aniversario de un familiar en el cementerio de San José, fueron fotografiados y filmados ilegalmente por miembros de la Policía desde el bunker de dicha institución ubicado al frente del cementerio. Al ser conminados a mostrar las filmaciones, negaron rotundamente que las hubieran hecho. Se les recordó entonces que en muchas otras ocasiones han cometido el mismo delito y que lo han negado a pesar de haberlo hecho ante numerosos testigos. Se dejó constancia de que estaban actuando en violación de la ley.

  • · El domingo 22 de diciembre de 2013, varios desmovilizados de las FARC se reunieron en un barrio de Medellín donde acordaron un plan para cometer una masacre en la zona de San José de Apartadó, pues según ellos, tienen todo acordado con los militares y paramilitares para perpetrar el crimen contra varios civiles del Corregimiento.

  • · El lunes 23 de diciembre de 2013, se registró un tiroteo en el sitio la Antena, contiguo al casco urbano de San José.

  • · El martes 24 de diciembre de 2013, tres funcionarios de la Defensoría del Pueblo irrumpieron en nuestro asentamiento de San Josecito perteneciente a la Comunidad de Paz, aprovechando que la casi totalidad de los miembros de nuestra Comunidad se encontraba en asamblea interna en otro espacio de la Comunidad. Los funcionarios de la Defensoría tomaron fotos de nuestros espacios y además hicieron registros fotográficos de algunos miembros de la Comunidad que se encontraban allí, argumentando que, debido a que el Presidente Santos recientemente había pedido perdón a la Comunidad de Paz, se consideraba que todo lo que impedía la interlocución con instituciones del Estado quedaba superado y así la Defensoría podía permitirse pasear por nuestros espacios privados sin autorización alguna. Frente a esto es necesario aclarar que de las condiciones puestas por nuestra Comunidad en 2005 para reanudar nuestra interlocución con el Estado, hasta ahora sólo se ha cumplido una y a medias, pues el Presidente no presentó ningún plan para impedir la repetición de las agresiones, como se lo exigió la Corte Constitucional. Pero además, la ruptura con la Defensoría del Pueblo obedece a otras causas, como son el incumplimiento de sus obligaciones de defensa de una manera reiterativa frente a nuestra Comunidad de Paz y la selección de funcionarios absolutamente insensibles frente a las agresiones que el Estado ha perpetrado contra nosotros.

Esperamos que antes de concluir este doloroso año 2013 no tengamos que emitir una nueva constancia ante el país y el mundo.

Nuevamente agradecemos la gran solidaridad con la que grupos de muchos países del mundo y de nuestro mismo país nos han rodeado siempre y les manifestamos nuestros deseos de un venturoso año 2014.

22/12/2013 Gracias

Estimado SUS y amigos de Bélgica

Saludos cordiales

Jesús Emilio y Arley, ya han llegado de nuevo a la Comunidad de Paz, y hemos hablado de la estadía de ellos en Bélgica, y de las alianzas y

acompañamientos que se materializaron alli, ello, es para nuestro proceso una esperanza, nos es grato para nosotros manifestarles

nuestras mas profundos sentimientos de gratitud, donde las palabras se nos quedan cortas para expresar nuestros sentimientos de

agradecimiento por la solidaridad y el calor humano que han compartido, ello, nos inspira y nos da fuerzas para seguir este camino

que ustedes recorren también con nosotros diariamente, un caminar que abre cada día una esperanza de que otros mundos es posibles, de que si

se puede vivir en coherencia en el respeto mutuo entre personas,,, por esos gestos de solidaridad con la Comunidad de Paz de San Jose de

Apartado, muchas gracias,,,


A partir de mañana estaremos en Asamblea de la Comunidad en Mulatos, en la Aldea de Paz, Luis Eduardo Guerra, allí se hablara con toda la

Comunidad de esta gira que ha sido muy exitosa, todo gracias a Ustedes.


Con grandes sentimientos de consideración y aprecio les deseamos una feliz navidad y un feliz año.


con gran aprecio,

Consejo Interno

16/12/2013 El Presidente nos pidió perdón

El pasado 10 de diciembre, en el contexto de una ceremonia en el Palacio de Nariño con miras al lanzamiento de la Propuesta Política Integral de Derechos Humanos, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, pidió perdón a nuestra Comunidad de Paz en estos términos:

“Hace algunos años, desde la primera magistratura de la nación, se hicieron acusaciones injustas a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó respecto a las cuales la Corte Constitucional ordenó al Estado, en cabeza del propio Presidente, a retractarse. Hoy quiero, en este escenario de los derechos humanos, ante el país y ante el mundo, cumplir con esta retractación. Y lo hago con una firme convicción de demócrata, con todo el sentido de lo que significa esta retractación en términos de justicia moral por una comunidad que ha apostado por un presente y un futuro de paz. Nos retractamos como Estado y como Estado manifestamos el compromiso irrenunciable con el respeto y protección de los derechos humanos así como nuestro acatamiento a los órganos judiciales que velan por estos derechos. Reconozco en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó una valiente reivindicación de los derechos de los colombianos, que no obstante haber padecido el conflicto en carne propia ha persistido en su propósito de alcanzar la paz para el país. No estamos de acuerdo con frases o actitudes de estigmatización de quienes buscan la paz y rechazan la violencia y por el contrario consideramos que todo defensor de la paz y los derechos humanos debe ser exaltado y protegido. POR ESO PEDIMOS PERDÓN. PIDO PERDÓN”.

Con este gesto, el Presidente quiso acatar, extemporáneamente, el mandato consignado por la Corte Constitucional en su Auto 164 del 6 de julio de 2012 en el cual estableció, en su primer punto resolutivo, ordenar al Ministro del Interior que “en el término máximo de un mes contado a partir de la comunicación del presente auto, coordine y ponga en marcha el procedimiento para la presentación oficial de la retractación frente a las acusaciones realizadas contra la Comunidad de Paz y sus acompañantes, y la definición de un procedimiento para evitar futuros señalamientos contra la misma, tal como el establecimiento de un canal único de comunicación que reduzca los riesgos de señalamiento y fomente la reconstrucción de la confianza”.

Nuestra Comunidad de Paz valora positivamente los términos del gesto presidencial y considera que con él se cumple una parte de la Orden No. 1 del Auto 164/12 de la Corte Constitucional.

Si bien valoramos positivamente que, en términos claros que no dejan lugar a la duda o a la ambigüedad, el Presidente Santos reconozca la injusticia cometida y trate de resarcirla con palabras que invitan al país y al mundo a corregir una identidad estigmatizada durante 9 años que sirvió de base justificadora a más de dos millares de crímenes de lesa humanidad que han buscado destruirnos, también echamos de menos el cumplimiento de la segunda parte de la orden impartida por la Corte Constitucional, consistente en la definición de un procedimiento para evitar futuros señalamientos contra nuestra Comunidad y establecer un canal único de comunicación que reduzca los riesgos de señalamiento y fomente la reconstrucción de la confianza.

Nuestra Comunidad lamenta profundamente que el despacho del Presidente no nos haya contactado en ningún momento, siquiera para avisarnos de su propósito de retractación, hecho del cual nos enteramos posteriormente por medios masivos de comunicación, ni para evaluar de manera real y concreta las dimensiones y efectos que en 9 años han cosechado las calumnias presidenciales. Desde que comenzó el mandato del Presidente Santos nuestra Comunidad ha radicado en su despacho 12 derechos de petición en los cuales ha puesto en su conocimiento los hechos de barbarie a que hemos sido y seguimos siendo sometidos por parte de sus subordinados, sin que jamás hayamos obtenido respuesta alguna de su parte, contentándose su despacho con remitir los documentos a nuestros mismos victimarios, los cuales de manera persistente y contumaz niegan y afirman desconocer lo que sufrimos en carne propia por parte de sus manos criminales.

Esperamos que el Señor Presidente decida conocer y evaluar en directo nuestra victimización y a tomar medidas que lleven, de manera eficaz, a detener el proceso sistemático de exterminio que militares y paramilitares en unidad de acción tratan de consumar contra nosotros.

Nuestra experiencia de 16 años enterrando muertos; enfrentando montajes judiciales de la más alta y refinada perversidad; reparando sin ayuda alguna del Estado las destrucciones producidas por saqueos, incineración y destrucción de viviendas, cultivos y bienes elementales de subsistencia; atendiendo a torturados y amenazados, víctimas de bombardeos indiscriminados y de enfrentamientos bélicos realizados tozudamente en medio de la población civil contra todas las prescripciones de la Corte Constitucional; sorteando con diversas estrategias los envenenamientos de nuestras fuentes de agua, la violación de nuestras mujeres, jóvenes, niños y hasta de nuestros animales; los empadronamientos ilegales y las incursiones conjuntas de militares y paramilitares que sólo miran a sembrar terror, a impedir el ejercicio de los derechos civiles y políticos y a buscar un sojuzgamiento de los civiles a sus planes de control territorial conjunto militar/paramilitar en beneficio de empresas con fines inconfesables; protestando y denunciando la aterradora podredumbre de los poderes judicial y disciplinario en la zona, que pisotea toda norma legal y deja en impunidad absoluta todos los crímenes… todo este sufrimiento nos impone con fuerza el interrogante de si es posible detener esta barbarie sin tomar una sola medida de corrección y de sanción sobre el personal militar y policial que ha controlado la zona durante al menos los últimos tres lustros, en estrecha coordinación con estructuras paramilitares terriblemente criminales. De allí que nos preguntemos con angustia: ¿será que las solas palabras de perdón van a detener el crimen sistemático de lesa humanidad, definido en el Estatuto de Roma como PERSECUCIÓN, sin que ello se proyecte en medidas reales y eficaces que esclarezcan, corrijan, sancionen y reparen?

Nuestra Comunidad sigue esperando al menos lo que la Corte Constitucional en su sabiduría definió como un procedimiento para evitar futuros señalamientos contra nuestra Comunidad y un canal único de comunicación que reduzca los riesgos de señalamiento.

También seguimos esperando el cumplimiento de las otras 4 órdenes impartidas por la Corte Constitucional en el Auto 164/12, las cuales no fueron acatadas dentro de los términos establecidos por la Corte, quedando pendientes de nuevos plazos:

  • el establecimiento de una Comisión de Evaluación de la Justicia;

  • el establecimiento de un plan de prevención y protección colectivo de la vida, integridad, seguridad y libertad de la Comunidad de Paz, así como la adopción de un mecanismo de protección que no aumente el riesgo para sus miembros y acompañantes;

  • el establecimiento de un procedimiento expedito y transparente para tramitar las quejas y solicitudes de la Comunidad de Paz, mientras se llega a resultados eficaces en la Comisión de Evaluación de la Justicia y se pueda establecer en la zona una Casa de Justicia;

  • el establecimiento de un procedimiento de revisión y aplicación de los principios del derecho internacional humanitario que respete a la vez el deber constitucional de la fuerza pública y los derechos de la Comunidad de Paz, a la luz del mecanismo adoptado conjuntamente por la fuerza pública y comunidades de paz en 1998, que excluía la presencia de la fuerza pública en zonas humanitarias a no ser para conjurar problemas puntuales de orden público según concepto de las comunidades o de las casas de justicia.

Lamentamos profundamente que las decisiones y omisiones del Señor Presidente, continúen sin aparente comprensión de que nuestra Comunidad de Paz sigue sufriendo un proceso de exterminio y violación de sus derechos fundamentales por parte de sus directos subordinados y que si no toma decisiones drásticas frente a ellos, continuará incurriendo en la responsabilidad de mando sobre perpetradores de crímenes de lesa humanidad, desatendiendo normas concretas de la Constitución Nacional y de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos.

Ejemplo clarísimo de esto es su negativa a exigirle a su Ministro de Defensa el acatamiento de la Sentencia 1025/07, a pesar de nuestras ya numerosas peticiones de que imparta órdenes precisas para que dicha sentencia sea acatada. No entendemos cómo la contumacia del Ministro de Defensa en dicho desacato no ha llevado al Presidente a destituir a un funcionario que no respeta la Constitución y la Ley, pues le sigue tolerando el desacato, en flagrante violación de la Constitución Nacional.

Igual ejemplo de esto es su negativa a darle orden al Ejército de devolver al seno de su familia y comunidad al joven BUENAVENTURA HOYOS HERNÁNDEZ, desaparecido forzadamente el pasado 31 de agosto en la vereda La Hoz de San José de Apartadó por un grupo de paramilitares que actúan en estrecha unidad de acción con tropas del Batallón Vélez de la Brigada XVII del Ejército, el mismo batallón que perpetró la horrenda masacre del 21 de febrero de 2005. El repugnante cinismo con que el Gobierno le responde a los organismos intergubernamentales que le exigen entregar al joven desaparecido, afirmando que lo están buscando en hospitales y terminales de transporte, mientras saben de sobra qué tropas conjuntas militares/paramilitares los sustrajeron a toda protección jurídica de sus derechos y lo sumergieron en una total indefinición existencial, es un caso más que nos lleva a preguntarnos hasta qué punto las palabras –incluyendo palabras sentidas de Perdón- pueden servir de manto encubridor a la barbarie y legitimar a Estados que incluso han suscrito instrumentos internacionales como la Convención Interamericana contra la Desaparición Forzada de Personas, borrando con los hechos lo que se suscribe con solemnidad en el foro de las naciones.

La persistencia inclemente de la PERSECUCIÓN, nos obliga a adicionar a esta constancia los últimos HECHOS que hemos sufrido:

  • El viernes 6 de diciembre de 2013, hacia las 14:30 horas, se escuchó la detonación de una bomba en la vereda Miramar, lo cual llenó de pánico a los pobladores de dicho asentamiento. Nos vino inmediatamente a la mente el recuerdo de FRANCISCO PUERTAS, coordinador de esa Zona Humanitaria de nuestra Comunidad de Paz, asesinado el 14 de mayo de 2007 en la terminal del transporte de Apartadó, espacio por muchos años sometido al terror por estructuras paramilitares patrocinadas por la Policía de Urabá. Francisco, con ingentes esfuerzos, había construido una enramada protegida con Vallas y banderas de paz donde la población civil se pudiera refugiar en momentos como éste. El Gobierno, en documento aportado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se negó a reconocer dichas Zonas Humanitarias y el asesinato de Francisco arruinó la humilde enramada protectora. Ahora militares y paramilitares insuflan a sus anchas oleadas de terror contra los pobladores.

  • El domingo 8 de diciembre de 2013, hacia las 14:00 horas, en el centro urbano de San José de Apartadó se produjo un combate entre guerrilleros y fuerza pública. Nuevamente los pobladores del núcleo urbano y quienes transitaban por la zona quedaron en medio del fuego. Una vez más se apreciaron las consecuencias de la negativa del Gobierno a acatar varias sentencias de la Corte Constitucional que prohíben establecer bases militares y policiales en medio de la población civil, pues de hecho, en lugar de servir de protección a los civiles, buscan que los civiles sirvan de escudo a los militares frente a los insurgentes, poniéndolos en alto riesgo.

  • El miércoles 11 de diciembre de 2013, en horas de la mañana, una mujer integrante de nuestra Comunidad de Paz fue abordada por un funcionario del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, antigua Acción Social de la Presidencia, quien en años anteriores había tenido el cargo de Defensor Comunitario en la zona, y le ofreció la posibilidad de realizar diligencias para lograr una indemnización administrativa por su familiar víctimizado, haciendo todo de manera irregular sin que nadie se enterara ni descubriera los ilegales procedimientos. El funcionario le dio a entender que así lo había hecho con mucha gente, utilizando el mecanismo del “chanchullo”. El funcionario era consciente de que nuestra Comunidad de Paz, a través de asambleas decisorias en las que participan todos sus integrantes, ha optado por no avalar el mecanismo de la reparación administrativa, ya que no tiene en cuenta la justicia y termina considerando a las víctimas como exclusivas mercancías cuya vida y dignidad se intercambian por dinero. Al parecer, dicho funcionario realiza una estrategia clandestina de burla y destrucción de nuestros principios éticos.

  • En los últimos días hemos conocido respuestas que la Defensoría del Pueblo remite a comunidades y organizaciones de otros países que han reclamado la aparición con vida del joven Buenaventura Hoyos, desaparecido el 31 de agosto de este año por hordas conjuntas de militares y paramilitares. La Defensoría considera acertadas las respuestas del Gobierno en las que afirma que al joven se le está buscando en hospitales, clínicas, terminales de transporte y centros penitenciarios, como si éstas fueran medidas eficaces para obligar a devolver con vida a un joven cuyos captores están íntimamente coordinados con agentes del Estado, como lo comprobó de modo absoluto una peregrinación de 150 personas que viajó a la zona entre el 6 y 10 de octubre pasado a intentar su rescate, en la cual iban integrantes de grupos humanitarios de 8 países, periodistas de diversos medios y delegados de comunidades indígenas y campesinas de diversas zonas del país. La Defensoría no ha cumplido con su obligación de rescatarlo, obligando a los agentes estatales y paraestatateles que lo mantienen desaparecido, a entregarlo. Por ello no podemos sino ver en dichas actitudes formas de complicidad, pues nos asiste la convicción de que la Defensoría fue diseñada en la Constitución de 1991 para actuar y no para ser espectadora atónita de la destrucción de todos los valores nacionales y universales.

Mediante esta constancia nuestra Comunidad de Paz quiere dar a conocer a todas las comunidades y personas que en diversas partes del país y del mundo nos han ayudado a mantener en alto nuestros valores y principios con solidaridad moral insobornable, así como a numerosos medios de comunicación y organizaciones y sectores de la sociedad civil que nos han solicitado, nuestra reacción y análisis de la petición presidencial de perdón y de todo aquello que la contextúa en medio de nuestros sufrimientos. Ningún evento, por importante que sea, puede hacernos perder la perspectiva de la defensa de unos valores y principios que hemos construido en medio de aterradores sufrimientos, en medio de procesos de resistencia que cobraron la vida de varios centenares de nuestros hermanos y hermanas.

Fraternalmente,

01/12/2013 Operación impecable en complicidad con la fuerza publica

No podemos seguir guardando silencio, ante la reciente operación impecable e histórica para el País, como la realizada hace apenas algunos días por los militares y paramilitares en el corregimiento de San José de Apartado. Una vez más se evidencia el accionar conjunto entre militares y paramilitares en las operaciones que adelantan en la región en total insolencia y con tal cooperación más allá de lo imaginable.

Por más de 16 años hemos sido víctimas del accionar conjunto y de la connivencia entre la fuerza pública y los paramilitares en Urabá, los cuales ya superan los 2.400 crímenes contra nuestra Comunidad de Paz, a manos de estos y la guerrilla. A pesar nuestros clamores y de nuestras innumerables constancias en todos estos años, sin embargo, los Gobierno de turno y sus distintas instituciones no han hecho otra cosa más que negar esta realidad.

El hecho de no aceptar que nos maten, que nos masacren, que nos desplacen, que violen a nuestras mujeres y descuarticen a nuestros hijos, el exigir respeto por el derecho universal a la vida nuestra y por la de la población en general, nos tratan de guerrilleros, de sapos.

Un mismo lenguaje de “Comunidad de Guerrilleros” se escucha en las Brigadas del ejército, en la seccional de Fiscalías en Uraba, ese mismo sonar, retumba con eco en los comandantes paramilitares en la región.

Por más de 5 días un grupo de paramilitares hizo presencia entre las veredas Arenas Bajas, y Arenas Altas del Corregimiento de San José de Apartado, el lunes 18 de noviembre de 2013, hacia las 7:30 horas retienen a un civil en compañía de un mejor, a quienes obligan a caminar con ellos, minutos más tarde ingresan a una vivienda en Arenas Altas, de dónde sacan a 5 adolecentes, supuestamente con fusiles, que luego son conducidos hacia la Base Paramilitar en Nuevo Antioquia, con el pretexto de entregarlos vivos al día siguiente porque la Comunidad de Paz les haría escándalo si los mataban.

Al día siguiente, el martes 19 de noviembre de 2013 hacia las 4:00 horas fueron puestos en libertad al adulto y al menor que andaba con él no sin antes obligarlos a caminar desde la Base Paramilitar hasta el sitio indicado para la entrega oficial de los 5 menores restantes, acción que se llevo a cabo con la presencia de varios medios de comunicación regional y nacional y la comisión que recibiría a los menores.

Los paramilitares se encargaron de coordinar la llegada y la salida de esta comisión institucional desde el casco urbano de Currulao hasta el campamento paramilitar en la vía que de currulao conduce al casco urbano de Nuevo Antioquia. Sin que por la ruta encontrasen presencia militar, puesta esta estaba totalmente despejada, pues, es bien sabido, que donde hay control paramilitar el ejercito se aleja dejando todo en manos de estos.

Allí, en el campamento fueron vistos reconocidos paramilitares, antiguos desertores de las Farc, como son alias chibirico, alias sopa, alias majute entre otros, quienes por mucho tiempo estuvieron en la Brigada XVII y luego pasaron a comandar grupos paramilitares. Varios de los paramilitares, conminaron a los adolecentes a trabajar con ellos.

Ya el jueves 21 de noviembre de 2013; los jóvenes minutos después de haber llegado a las instalaciones de Bienestar Familiar en Apartado, y una vez que fueran retirados los policías que custodiaban a los jóvenes, llegaron tres sujetos entre ellos el reconocido paramilitar Ancisar Pavierna alias risitas, quien amenaza de muerte a una de las hermanas de uno de los jóvenes retenidos, y le comenta de un plan de asesinar a los jóvenes, los sujetos se quedaron allí por al menos 30 minutos, lo que obligo a que los jóvenes fueran trasladados de inmediato a otro lugar, sin embargo y a pesar de esta situación la policía no hizo presencia en el lugar.

El mismo martes 19 de noviembre de 2013; tropas militares hicieron presencia en la vereda la Resbalosa, procedentes de la Vereda Mulatos, donde varios de ellos se presentaron delante de varios campesinos como paramilitares el domingo 17 de noviembre de 2013.

El viernes 22 de noviembre de 2013; reconocidos paramilitares en Nuevo Antioquia anunciaron a varios civiles que seguirán realizando operaciones en las Veredas del Corregimiento de San José de Apartado, y profirieron amenazas en contra de GERMAN GRACIANO Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, anunciando que si es tan valiente porque no fue con la comisión a recibir a los jóvenes el pasado 19 de noviembre para haberle matado hasta la mierda. Allí anunciaron a los civiles que debían llevar el mensaje al campesinado en general pues quedaba prohibido para el campesinado de la zona que se apoyara en la Comunidad de Paz, que esa Comunidad de Paz había que acabarla, pues andaban con unos gringos como acompañantes y eso les hacía mucho daño a ellos, que la Comunidad, cada vez que pasaba algo les hacían mucho escándalo. Que eran una partida de sapos al igual que los campesinos de Arenas Altas, Las Nieves, El Porvenir y la Esperanza, que ellos no podían hacer algo por allí, porque inmediatamente la Comunidad se daba cuenta y les hacia el escándalo y eso no lo iban a permitir mas.

Allí, afirmaron que estaban en Nuevo Antioquia mientras la Comunidad de Paz pasaba por allí el 7 de octubre de 2013 en comisión humanitaria, que los llevo a recorrer varias veredas con gringos y periodistas. Además aseguraron que ellos mismos entraron a San José y a la misma Comunidad de Paz en San Josecito el pasado 28 de septiembre cuando repartieron los panfletos de las AGC.

El sábado 30 de noviembre de 2013, un sujeto quien se identifico como paramilitar abordo a un poblador de San José, mientras caminaba por el centro poblado de Apartado, y le anuncio que continuaran realizando operaciones en la las veredas de San José, pues, tienen que dar con varias personas de allí, además insistió en que le dijera el nombre del dueño de la vivienda donde habían incursionado el pasado 18 de noviembre de 2013 en la Vereda Arenas Altas, pues a ese señor la va a pagar caro, y es con la vida, anuncio el sujeto.

El domingo 1 de diciembre de 2013; hacia las 14:00 horas se escucharon varias ráfagas de arma de fuego entre las veredas Guineo Alto y Arenas Altas, lo que ha generado temor en los pobladores de estas veredas, al momento no se tiene noticias de que haya sucedido.

En descaro total y por las narices de soldados y policías, los paramilitares hacen lo que quieran con todo el beneplácito de las Brigadas del Ejecito y de policías cuna del crimen en la región de Urabá.

Quedamos perplejos y atónitos ante tanto descaro e ignominia de ver como un Estado persiste en anidar su brazo clandestino, y criminal.

La Comunidad de Paz, siguiendo sus principios irrenunciables e insobornables por la vida, una vez más, como lo hemos hecho en todas las ocasiones, rechazamos y condenamos categóricamente la utilización e involucramiento de menores y de la población civil en el conflicto armado, por parte de los distintos actores armados ejercito/paramilitares o guerrilla.

19/11/2013 Paramilitares a todas anchas desaparecen a 6 personas

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz, eleva un clamor urgente pidiendo a la comunidad nacional e internacional por la vida de 6 civiles a quienes los paramilitares desaparecieron.

El miércoles 13 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Arenas Bajas, allí, amenazaron a varias familias diciendo que tienen una incursión preparada contra varias personas en la región.

El domingo 17 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Mulatos junto al asentamiento de nuestra Comunidad de Paz.

El lunes 18 de noviembre de 2013; hacia las 8:00 horas un grupo de paramilitares llego a la vereda Arenas Altas, donde existe un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, y se llevaron a 6 civiles entre ellos 5 menores de edad. Además se comieron las gallinas de las diversas casas a las que entraron, este mismo día cuando los paramilitares se regresaban al pasar por la vereda Arenas Bajas entraron a la vivienda de un campesino y allí amenazaron a una joven de querer llevársela acusándola de ser guerrillera.

Nuevamente los paramilitares actúan a todas anchas con el apoyo de la fuerza publica, quienes a todas luces los protegen y los defienden.

No podemos mas que deplorar y rechazar estas acciones que una ves mas afirman la connivencia entre las instituciones del Estado y los grupos paramilitares su brazo clandestino.

15/10/2013 Sin armas en búsqueda de un ejército de asesinos armados

Nuestra Comunidad de Paz, desde el 6 al 10 de octubre de 2013 realizó una peregrinación por la vida y contra el desplazamiento y la desaparición forzada que se viene presentando contra la población civil en la región; dicha peregrinación tuvo como objetivo fundamental recorrer varias veredas del corregimiento de San José, tales como La Esperanza, La Hoz, Rodoxaly, Sabaleta, entre otras, y el corregimiento de Nuevo Antioquia del municipio de Turbo. En la peregrinación participaron más de 150 personas; asistieron personas de distintos países: Alemania, Francia, Canadá, Inglaterra, México, Italia, Portugal y Estados Unidos, así como de otras regiones de Colombia y miembros de nuestra Comunidad de Paz.

Al iniciar nuestro recorrido pudimos constatar y confirmar la presencia de paramilitares por los lugares que recorrimos. En la vereda la Esperanza, cerca a nuestro asentamiento de la Comunidad de Paz, así como en las veredas aledañas como El Porvenir y Playa Larga, comprobamos la presencia de varios grupos paramilitares fuertemente armados, con camuflados y con brazaletes de las AGC. Al llegar al casco urbano de Nuevo Antioquia, pudimos ver cómo reconocidos paramilitares recorren las calles tranquilamente sin ser molestados por la Policía, la cual hace presencia permanente allí pues varios de los más reconocidos paramilitares viven allí, como alias Panelo, Alias Tribilín o “El Enano”, entre otros. Al llegar a Rodoxaly y Sabaleta nos percatamos de que los paramilitares habían estado allí antes de que el grupo de caminantes llegara, pues minutos antes se habían escondido entre la montaña; encontramos muchas casas vacías de familias que habían abandonado recientemente el lugar, espacios que hasta nos sirvieron de alojamiento, se calculan que alrededor de 28 familias entre Rodoxaly y la Hoz han tenido que huir por temor a que sean asesinados. Ya cuando salíamos de Rodoxaly, a pocos minutos de haber partido del lugar, los paramilitares realizaron varios disparos como diciéndonos: no nos encontraron pero aquí estamos. A tan solo 2 kilómetros encontramos un grupo de militares al parecer al mando de un “Sargento” de apellido “Guarán”, los cuales negaron rotundamente la presencia paramilitar en la zona, pues según ellos, llevan más de un mes y no han visto nada, su respuesta es idéntica a la que nos han dado durante 16 años: “los buscamos y no los encontramos”. Nos hemos enterado de que luego de nuestra partida, los paramilitares regresaron allí. Nos preguntamos, por qué ellos no dan la cara? y la única respuesta que encontramos es que, ellos jamás serían capaces de justificar sus crímenes.

  • · El martes 1 de octubre de 2013; un grupo de paramilitares repartieron volantes en las veredas Rodoxaly, Sabaleta, las Flores y las Monas, volantes que ya habían sido distribuidos el pasado 28 de septiembre en toda la zona de Uraba, donde niegan los crímenes que han cometido contra nuestra Comunidad de Paz y la población del entorno. Allí, advirtieron a los campesinos que la Comunidad de Paz, es una comunidad de la guerrilla, que quien ingrese a la Comunidad de Paz, se abstiene a las consecuencias.

  • · El viernes 4 de octubre de 2013; soldados del Batallón Vélez quienes se encuentran en la vereda la Hoz desde hace algunos días, se acercaron a la vivienda de un campesino en la vereda y preguntaron por el paradero de la novia del Joven Buenaventura Hoyos, desaparecido por los paramilitares el pasado 31 de agosto de 2013; allí el uniformado la describió con tanto detalle que inclusive dijo que ella cargaba un collar con tales y tales detalles, además dijo que el joven donde se encontraba, estaba muy bien, que no se preocuparan, que a él le estaba yendo muy bien. Queda evidenciado que el ejército y los paramilitares no solo actúan conjuntamente sino que además conocen en detalle los resultados de sus operaciones.

  • · El sábado 5 de octubre de 2013, hacia las 11:00 horas se presentó un fuerte combate entre tropas del ejército nacional y guerrilleros de las farc en la vereda Buenos Aires en el corregimiento de San José, según versiones de campesinos de la vereda, al menos dos soldados perdieron la vida.

  • · El jueves 10 de octubre de 2013; se presentó un cruce de disparos entre tropas del ejército nacional y guerrilleros de las farc, en la vereda Miramar, en el corregimiento de San José, según informaciones de campesinos, un guerrillero resultó muerto, y otro herido.

  • · Entre los días jueves 10 y viernes 11 de octubre de 2013, un helicóptero sobrevoló la zona del corregimiento de San José, lanzando desde el aire volantes en los cuales se invita a varios supuestos milicianos de las Farc a acogerse al plan de reinserción, este método no es más que una estrategia para preparar a la opinión pública y a la ciudadanía en general para que cuando se dé captura o muerte a civiles, las víctimas sean consideradas como guerrilleros.

  • · El sábado 12 de octubre de 2013, a un soldado del ejército nacional adscrito al Batallón Vélez, quien se encontraba en la vereda la Hoz, en la finca del campesino Ismael Molina, delante de varios civiles que se encontraban en la vivienda, se le escuchó reclamarle a su mando: “mi comandante, si venimos persiguiendo a los paramilitares, por qué nos quedamos tan destapados en esta finca y tan tranquilos aquí, así no los vamos a encontrar y mucho menos a combatir a ningunos paramilitares”; entonces su mando y otros soldados de rango se lo llevaron lejos de la vivienda y allí lo rodearon quién sabe para qué, lo que sí es claro es que minutos más tarde el soldado regresó a la vivienda y muy preocupado le comentó a los civiles “qué lástima que la cooperación con los paramilitares viene desde sus propios mandos y ahí si no se puede hacer nada, el que manda, manda”, además dijo: “los superiores me van a sancionar por atreverme a desafiar a las tropas a perseguir los paramilitares sabiendo que a ellos no se les combate”.

Aunque el Gobierno Nacional, Regional y local persista en encubrir cobardemente como siempre lo ha hecho la difícil situación humanitaria que se vive en nuestra región, nuestra comunidad no guardara silencio, lo seguiremos diciendo en todos los tonos, y a los cuatro vientos ante el país y el mundo, para que la historia algún día juzgue.

Nuevamente agradecemos la solidaridad nacional e internacional con nuestra Comunidad de Paz y la población de nuestro entorno geográfico y social, gracias por acompañarnos en este largo caminar de esperanzas, de resistir ante los asesinos con opciones alternativas en defensa de la vida desde posiciones pacificas no violentas.

Las armas no nos intimidaran, y ante los sembradores de la muerte nuestras opciones serán siempre por la vida.

30/09/2013 Abundancia de evidencias cotidianas

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz pone en conocimiento del país y del mundo la agresión cotidiana del criminal Estado colombiano en su fusión absolutamente innegable con el Para-Estado que por orden del gobierno estadounidense se configuró desde 1962 para destruir con saña todo pensamiento y sueño alternativo. Ha sido paradójico, en las últimas semanas, que mientras los paramilitares dejan más y más evidencias de su estrecha coordinación con el Ejército Nacional, al mismo tiempo recorran libremente los espacios fuertemente militarizados para repartir volantes en los que niegan su accionar. Tal paradoja los identifica aún más con el Ejército, el cual desde hace 16 años no ha hecho sino negar lo que hace, así toda la población sea testigo y víctima de sus crímenes.

Dejamos constancia ante el país y el mundo de los últimos hechos:

  • · El viernes 20 de septiembre de 2013, un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Caño Seco, del corregimiento de San José de Apartadó, y le exigieron a varios campesinos que se tenían que presentar ante sus jefes en los próximos días en el corregimiento de Piedras Blancas, del municipio de Carepa, donde existe una base paramilitar muy cercana a las instalaciones de la Brigada XVII, multitud de veces denunciada por nuestra Comunidad ante el Presidente Santos sin que haya hecho nada para erradicarla, con plena consciencia de que quienes la protegen son sus mismos subordinados. Tampoco la Fiscalía ha hecho nada para inspeccionar sus instalaciones y para procesar a los victimarios que actúan desde ella con plena libertad. Es tan evidente su relación con la Brigada XVII, que en esta incursión en Caño Seco actuaron los hermanos OVIDIO, LUBÍN y ALBEIRO CARDONA BORJA, quienes se entregaron a la Brigada en diciembre de 2005 no sin preparar antes con el Ejército una horrenda masacre de 6 jóvenes mientras dormían, en la vereda La Cristalina, crimen por el cual el Ejército les pagó varios millones por cada muerto, quedando desde entonces domiciliados y protegidos en la Brigada y vinculados ilegalmente a patrullajes conjuntos militares/paramilitares en los que se practicaron torturas, amenazas, saqueos , secuestros y montajes judiciales.

  • · El miércoles 25 de septiembre de 2013, hacia las 10:15 horas, se presentó un fuerte combate entre un grupo guerrillero y los militares y policías que hacen presencia en el centro urbano de San José de Apartadó, combate que se prolongó por al menos dos horas. Los soldados se encontraban en ese momento en el centro educativo del lugar y no dudaron en usar las instalaciones del centro como trinchera, poniendo en altísimo riesgo las vidas de los niños y los educadores, quienes tuvieron que evacuar a los estudiantes en medio de la balacera. Nury Guzmán, integrante de nuestra Comunidad de Paz, quien transitaba en esos momentos por allí, se vio envuelta en la balacera. Nuestra Comunidad le ha exigido multitud de veces al Presidente de la República que acate las sentencias de la Corte Constitucional que prohíben ubicar los puestos de policía y las bases militares en medio de la población civil. Aquí fue perpetrado un verdadero crimen de guerra poniendo a la población como escudo en un enfrentamiento armado. El Presidente Santos se ha negado a acatar las sentencias de la Corte Constitucional, no sólo las que le obligan a cambiar la ubicación de los puestos militares y policiales sino también otras muy explícitas que la Corte Constitucional ha proferido en protección de nuestra Comunidad de Paz. Es falso, pues, lo que responden sus secretarias y asesoras, al afirmar que él acata las decisiones judiciales y respeta el Estado de Derecho. Queda evidenciado que ello es falso.

  • · El sábado 28 de septiembre de 2013, en horas de la madrugada, un grupo paramilitar fuertemente armado, movilizado en motocicletas sin ser molestado en absoluto por controles militares ni policiales, penetraron en el asentamiento central de nuestra Comunidad de Paz, en San Josesito de Apartadó, y repartieron por las viviendas volantes en los cuales el “Estado Mayor de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC” niega que ellos sean los responsables de los crímenes perpetrados contra la Comunidad de Paz y su entorno social, atribuyendo esos crímenes a “fuerzas oscuras” que “les quieren hacer daño”. De allí se desplazaron hacia el centro urbano de San José, donde a pesar de la nutrida presencia militar y policial, pudieron repartir por las viviendas sus volantes. Hay una similitud profunda entre este lenguaje que niega lo que todo el mundo ve y el lenguaje del Ejército que durante estas décadas ha hecho lo mismo: negar lo que todo el mundo ve y sufre, y aún más, se han atrevido a negar que existan paramilitares y que éstos se coordinen con ellos. Quieren tapar el sol con un dedo.

  • · El domingo 29 de septiembre de 2013, hacia las 8:40 horas, se presentó un hostigamiento a la estación de Policía ubicada en el centro urbano de San José. Una vez más se evidenciaban las consecuencias del desacato presidencial a las sentencias de la Corte Constitucional, manteniendo a la población civil en alto riesgo.

Nuevamente agradecemos la solidaridad de numerosas comunidades dentro del país y de otros países del mundo quienes nos sostienen con su fuerza moral. A ellos les reiteramos nuestra decisión de resistir ante la podredumbre moral de este Estado ahíto de sangre y de muerte.

24/09/2013 Se perpetúa el cinismo y el crimen

Se perpetúa el cinismo y el crimen

El Alto Gobierno cierra los ojos ante nuestros justos clamores de exigencia a que al menos cumpla la Constitución y la ley, mientras tanto se anuncia inversión social y desarrollo para la región, con tal cinismo pretende encubrir la realidad a la que es sometida nuestra Comunidad de Paz y el campesinado de nuestro entorno, quiere tapar a como dé lugar los crímenes cometidos contra la población civil, niega y silencia los desplazamientos forzados, las muertes, torturas destrucción de cultivos de pan coger y las operaciones militares en connivencia con los paramilitares brazos clandestinos del Estado que día tras días dejamos como constancias históricas ante la humanidad. No vale que gritemos en todos los tonos, el Presidente Juan Manuel Santos, no escucha, prefiere no oír, como forma de patrocinar las violaciones al DIH del Ejercito Nacional en las Brigadas XVII, XI, Brigada Móvil 11, 24, y 25 y de la Policía en Uraba, nidos del crimen en Uraba.

Nuestra Comunidad de Paz, sin abandonar los imperativos éticos vuelve a dejar constancia histórica ante el país y el mundo los nuevos hechos de horror.

  • · El martes 17 de septiembre de 2013; un grupo de militares acampo a la entrada al asentamiento de nuestra Comunidad de Paz en San Josesito, durante la noche varios militares ingresaron ilegalmente al caserío, mientras las familias de la Comunidad dormían, pisoteando de esa manera nuestros principios y violando el derecho a la propiedad privada consagrado en la Constitución Política de Colombia.

  • · El miércoles 18 de septiembre de 2013; Hacia las 5:00 horas un taxi de servicio público el cual cubría la ruta entre San Josecito y Apartado, fue interceptado por un grupo de militares que le salieron a la carretera y lo detuvieron, allí se trasladaban varios miembros de nuestra Comunidad los cuales se dirigían a la ciudad de apartado.

  • · Este mismo miércoles 18 de septiembre de 2013; dos grupos de militares uno que bajaba de la base militar de San José y el otro que subían desde el paraje de Caracolí, se acercaron al asentamiento de la Comunidad de Paz en San Josecito, los cuales permanecieron por varios minutos, allí, fue visto como los militares realizaban un montaje, pues, sacaban de costales fusiles y luego tomaban fotos al frente del asentamiento y se los entregaban a un sujeto quien se encontraba vestido con prendas militares sin insignias.

  • · El viernes 20 de septiembre de 2013; hacia las 5:00 horas un grupo de paramilitares ingresaron a la vereda las nieves, contigua entre las veredas la Esperanza y la Unión, pertenecientes a nuestra Comunidad de Paz, allí, retuvieron durante una hora a cuatro civiles entre ellos, un miembro de nuestra Comunidad de Paz, durante la retención fueron fotografiados, de igual forma amenazaron diciendo que tienen una lista de gente de la zona para asesinar entre ellos miembros de esa HP Comunidad de Paz, que no se les de nada, que ellos vienen patrullando por esa zona desde hace varios días, y que el objetivo es quedarse, pues, tienen todo coordinado con la fuerza pública para estar allí. Allí preguntaron por varias personas de la región entre ellos líderes de nuestra Comunidad de Paz. Este grupo de paramilitares ya había anunciado que estarían en la zona constantemente el jueves 29 de agosto de 2013 y el domingo 1 de septiembre de 2013, sin embargo y a pesar de nuestras constancias la complicidad, protección y cooperación por parte de la fuerza pública hacia los grupos paramilitares no parece tener fin.

  • · Este mismo viernes 20 de septiembre de 2013; hacia las 18:00 horas otro grupo de paramilitares ingreso ilegalmente a nuestro asentamiento de la Comunidad de Paz en la Esperanza, luego procedieron y se llevaron detenido al campesino Reinaldo Cardona, los paramilitares lo fotografiaron, y le anunciaron que lo tenían en la lista de las personas para asesinar, que a esta vez se la perdonaban pero que a la próxima no respondían, nuevamente anunciaron que ellos van a realizar acciones concretas contra la Comunidad de Paz que los está denunciando, pues el objetivo es tomarse toda la zona pero que la Comunidad de Paz les esta estorbando.

  • · El domingo 22 de septiembre de 2013; hacia las 10:00 miembros de nuestra Comunidad de Paz, fueron a exigirles a un grupo de militares que han permanecido desde el 15 de septiembre de 2013 junto al asentamiento de nuestra Comunidad de Paz en San Josecito, en los espacios de vida y trabajo de las familias allí, que se retiraran de los espacios Comunitarios de las familias a lo cual los militares respondieron que no se retirarían porque estaban cumpliendo órdenes de sus superiores. Este grupo de militares han dañado los cultivos de las familias de nuestra Comunidad de Paz, como es el Cacao Orgánico, plátano, Caña, cultivos que son el sustento de las familias de nuestra Comunidad de Paz. Esta comprobado que la presencia militar junto a las viviendas de los civiles coloca en grave riesgo a la población civil.

  • · Este mismo domingo 22 de septiembre de 2013; hacia las 12:30 horas GILDARDO TUBERQUIA, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz y coordinador en la vereda Mulatos en la Aldea de Paz “Luis Eduardo Guerra”, fue retenido durante varios minutos por una tropa de militares en el sitio conocido como Chontalito entre San Josecito y la Vereda Mulatos, allí, los militares le manifestaron que de seguro iba para San José a traer remesa, insinuando de esta manera que Tuberquia es arriero de la Guerrilla. Gildardo, había sido retenido por militares y policías en San José de Apartado, el martes 10 de septiembre de 2013; a pesar de que fue retenido ilegalmente durante 1 hora y que fue puesto en libertad una vez que un grupo de miembros de nuestra Comunidad de Paz y acompañantes internacionales acudieron al lugar para exigir la libertad, los comandantes de Policía y de Militares en Uraba, se atrevieron a manifestarles a organismos internacionales de que no tenían información de la retención de Gildardo Tuberquia. Con tal infamia engañan a las organizaciones que nos acompañan desde otras partes del mundo.

  • · El lunes 23 de septiembre de 2013; en horas de la mañana se observo un grupo de paramilitares que pernotaron junto a las viviendas de las familias de nuestra Comunidad de Paz en la vereda la Esperanza, pues durmieron en una de las viviendas de la Comunidad de Paz, que al momento se encontraba vacía. Allí permanecieron hasta las horas de la tarde. A un civil que transitaba por el lugar, los paramilitares le manifestaron que “estamos aquí para ver que va hacer la Comunidad de Paz con nosotros, vamos a ver si nos van a denunciar, les vamos a demostrar que las denuncias de esa HP de Comunidad de Paz, ya no nos hace daño, a nosotros nadie nos controla, la fuerza pública no nos persigue antes nos protege”. Con todo el descaro y protección de la fuerza pública los paramilitares invaden nuestros espacios de vida de nuestra Comunidad de Paz.

Agradecemos a todas las personas, organizaciones, comunidades, defensores de los derechos humanos del país y del mundo que nos acompañan en este calvario donde se perpetúa el cinismo y el crimen contra nuestra Comunidad de Paz y la población civil de nuestro entorno.

Gracias a todos aquellos que creen en la vida y caminan con nosotros desde diferentes partes del mundo, a los sembradores de la muerte no le retrocederemos ni un centímetro.

16/09/2013 No ver ni saber nada : estrategia de MENTIRA para poder encubrir los crímenes

La Comunidad de Paz de San José de Apartadó nuevamente lanza un grito de auxilio al país y al mundo ante la intensificación de las agresiones que la afectan y que tratan de destruir también al campesinado de su entorno geográfico y social. Como de costumbre, las autoridades militares y civiles han hecho, una vez más, causa común, para negar los crímenes ante los medios masivos, manipulando la conciencia social del país y del mundo.

En los últimos días se han producido nuevos crímenes y, mientras militares y paramilitares actúan con agresividad intensa violando todos los derechos de la población, los medios masivos difunden declaraciones de las autoridades locales y regionales quienes afirman que todo está bien, que no existen paramilitares; que no se han producido desplazamientos; que no se han producido desapariciones; que todo es mentira y “producto de odios del pasado”; que la fuerza armada “protege” a la población y que la única agresión proviene de fuerzas guerrilleras. Con tales declaraciones se descargan de sus responsabilidades constitucionales ante el país y dejan a las víctimas a merced de sus victimarios, como ovejas en las garras de lobos y fieras, no sin insinuar entre líneas su admiración por los lobos y los leones y su decisión de encubrirlos y protegerlos solidariamente.

Ponemos en conocimiento del país y del mundo los últimos hechos:

El sábado 7 de septiembre de 2013, un grupo de paramilitares reunió a los campesinos en la vereda Sabaleta perteneciente al corregimiento de San José de Apartadó y les manifestó públicamente que los civiles tenían que colaborar con ellos y que no se preocuparan por la fuerza pública, pues ellos eran amigos; que cada vez que los militares se movían de un lugar a otro, se lo informaban a ellos y que de igual forma, cuando los paramilitares se movían de un lugar a otro le informaban a los militares para que no fuera a ocurrir errores militares.

Entre el lunes 9 y martes 10 de septiembre de 2013, instituciones del Estado, tales como la Defensoría del Pueblo y la Personería Municipal, las cuales habían anunciado que visitarían las veredas La Hoz y Rodoxalí, entre otras, sólo hicieron presencia en la vereda Mulatos Cabecera, evitando así llegar directamente a las veredas más afectadas por el desplazamiento generado por los paramilitares, como La Hoz y Rodoxalí; allí en Mulatos, prometieron a algunas familias atenderlas como desplazadas después de noviembre de 2013, fecha en la cual realizarían un censo.

El martes 10 de septiembre de 2013, mientras GERMÁN GRACIANO, miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz y su Representante Legal, transitaba por el centro poblado de Apartadó, se percató de que un hombre con traje de civil le seguía. Después de varios minutos le llamó por su nombre, a lo cual Germán hizo caso omiso. Esto sucedió en presencia de acompañantes internacionales.

El miércoles 11 de septiembre de 2013, hacia las 12:00 horas, en la emisora Radio Litoral, la cual emite sus programas desde el municipio de Turbo, Antioquia, el GOBERNADOR DE ANTIOQUIA, SERGIO FAJARDO, el ALCALDE DE APARTADO, LUIS GONZALO GIRALDO y el CORONEL MIGUEL GÓMEZ, COMANDANTE DE LA BRIGADA XVII DEL EJÉRCITO NACIONAL, hicieron declaraciones públicas en las cuales negaron la presencia de los paramilitares en la región, negaron el desplazamiento forzado de familias y negaron la desaparición forzada del Joven Buenaventura Hoyos Hernández. Afirmaron que en la región lo que existe es la presencia de una Fuerza Pública que protege y que la Comunidad de Paz es la comunidad más protegida de la región. No es la primera vez que las autoridades civiles regionales y locales encubren los crímenes de la fuerza pública y de sus enormes brazos paramilitares en la región. A pesar de que toda esta barbarie es verdad de a puño para toda la población que la sufre y la ha sufrido de manera ininterrumpida durante muchos años, el poder civil cierra sus ojos y sus oídos y mira para otra parte, diciendo siempre que “todo es falso” o que ellos “no están enterados”. El mismo poder judicial ha encontrado como excusa para no investigar nada y para dejarle las manos libres a los criminales, decir que “las víctimas no denuncian”, pero cuando las víctimas denuncian, a las pocas horas sus denuncias están en manos de militares y paramilitares quienes reaccionan anunciando las más brutales represalias: o la muerte, o el desplazamiento, o la judicialización del denunciante mediante montajes. Así se ha logrado proteger a los criminales mediante todo tipo de omisiones, complicidades y seguridades.

El mismo miércoles 11 de septiembre de 2013, hacia las 12:30 horas, en la vereda La Resbalosa fue retenido por tropas del Ejército Nacional URÍAS GUISAO, miembro de la Comunidad de Paz. Un soldado se le acercó y lo amenazó con el fusil de dotación, y le advirtió que “la Comunidad de Paz no iba a durar mucho, que por un lado venían los paramilitares y que el fuero militar les iba permitir hacer lo que quisieran”.

Este mismo miércoles 11 de septiembre de 2013; el comandante paramilitar y sus hombres de la Base paramilitar de Piedras Blancas interrumpió una reunión que sostenían varios campesinos que habitan en el corregimiento de Piedras Blancas preguntando si dicha reunión era parte de la coordinación de la marcha pacífica que estaban organizando los campesinos, pues según los paramilitares, esta información se las había suministrado la fuerza pública y ellos querían verificar dicha información, ya que estaban coordinando esto con la fuerza pública para impedir dicha marcha pacífica en Uraba.

El jueves 12 de septiembre de 2013, hacia las 10:20 horas, BLANCA TORRES, miembro de la Comunidad de Paz, fue abordada mientras caminaba por el centro poblado de Apartadó, por un paramilitar quien le pidió información de su esposo GERMÁN GRACIANO, miembro del Consejo Interno y Representante Legal de la Comunidad de Paz.

El viernes 13 de septiembre de 2013, a través de la emisora ANTENA ESTÉREO con audiencia en toda la zona de Urabá, el CORONEL DE LA BRIGADA XVII DEL EJÉRCITO con sede en Carepa manifestó que es falso lo del desplazamiento en la zona porque no existen denuncias oficiales por parte de las víctimas ante los órganos pertinentes. En relación a la presencia paramilitar en la zona, manifestó que no hay paramilitares ya que existe una fuerte presencia del ejército en la región; que en la región existe es la presencia de los frentes 5º y 58 de las FARC. En relación a una marcha pacífica que se está anunciando en Urabá a partir del lunes 16 de septiembre de 2013 por parte de los campesinos, el oficial del ejército manifiesta que esta es organizada por la guerrilla de las FARC. También aseveró que existen algunas organizaciones que no permiten el desarrollo en la región como es la construcción de carreteras y la electrificación de algunas veredas. Por último manifestó que las denuncias sobre la presencia del paramilitarismo y desplazamiento en la región sólo pretendían hacerle daño a la imagen y al progreso que se vive en Urabá; que hablar de la relación entre el Ejército y el paramilitarismo en la región es algo que se explica por odios del pasado por parte de un pequeño sector en la región. En dicho programa un ciudadano que se identificó como miembro de un Comité de Derechos Humanos de San José y habitante de San José, manifestó que la marcha pacífica programada para el lunes 16 es una iniciativa de los campesinos del corregimiento quienes han tomado esa decisión con plena autonomía e hizo un llamado a los campesinos para que quien se sienta presionado por las FARC no salga a la marcha. Tal declaración pone en riesgo a la Comunidad de Paz y a sus miembros, ya que la Comunidad de Paz no participa en este tipo de actividades y el no participar no significa que no sea víctima de un sistema paramilitar avalado desde el mismo Estado.

Este mismo viernes 13 de septiembre de 2013, un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Guineo Alto perteneciente al corregimiento de San José. A varios campesinos les preguntaron por el camino que los llevaba a la vereda La Unión, donde existe un asentamiento de la Comunidad de Paz.

Entre los días jueves 12 y viernes 13 de septiembre de 2013, paramilitares que hacen presencia en la vereda Campamento, del corregimiento de Piedras Blancas, del municipio de Carepa, amenazaron a varios campesinos con asesinarlos e inclusive en quemar los carros con los ocupantes si participaban en la marcha programada para el 16 de septiembre de 2013. Desde hace años la comunidad de Paz ha puesto en conocimiento del Presidente de la República la presencia de una base paramilitar allí, pero la ausencia de toda acción correctiva evidencia la tolerancia y apoyo del alto Gobierno a esa presencia y accionar criminal.

El domingo 15 de septiembre de 2013, hacia las 8:45 horas, mientras un carro de servicio público que cubría la ruta entre San José y Apartadó, a la altura del reconocido lugar llamado TIERRA AMARILLA, verdadero nido permanente de paramilitares donde han perpetrado innumerables crímenes, un grupo de paramilitares lo interceptó allí, varios de ellos encapuchados, y amenazaron con asesinar a las personas que participaran de la marcha programada por campesinos de la región para el lunes 16 de septiembre de 2013, en este vehículo se transportaba un miembro de nuestra Comunidad de Paz.

El mismo domingo 15 de septiembre de 2013, hacia las 11:10 horas y por espacio de 20 minutos, se registró un nuevo combate entre efectivos de la Estación de Policía de San José con guerrilleros de las FARC, lo que generó pánico entre los civiles que allí se encontraban ya que era un día en el que la gente de las diferentes veredas concurren al lugar a comprar provisiones para su sustento. Se completan así muchísimos episodios que demuestran con evidencia que la ubicación de ese puesto de policía en medio de la población civil, en violación flagrante de lo preceptuado por la Corte Constitucional, es un riesgo permanente y un atentado persistente contra la vida e integridad de los pobladores, y asume el carácter de ESCUDO, considerado como crimen de guerra en el DIH.

Este mismo domingo 15 de septiembre de 2013; en varios medios informáticos en el internet se ha visto publicado signos, logos, fotos y el nombre de nuestra “Comunidad de Paz de San José de Apartado”, donde hacen referencia a la Comisión de Derechos humanos de San José de Apartado. Por lo cual informamos a la opinión pública que dicha Comisión de y para los Derechos Humanos de San José no es parte de nuestra Comunidad de Paz.

Si bien la fuerza pública ha cumplido el papel de verdugo en esta zona, desconociendo los derechos del ser humano, pisoteando la Constitución Nacional, las leyes de la República y los principios más sagrados de la ética universal, y si el aparato judicial ha respaldado toda esa barbarie con mecanismos rutinarios de impunidad, es triste ver que también las autoridades civiles, en las cuales la población puso un voto de confianza al elegirlas, se suman a la mentira y a la complicidad para abandonar a sus gobernados en las garras de los criminales mediante la estrategia del “no ver” y el “no saber”.

Nuevamente agradecemos a todas las personas, organizaciones y comunidades del país y de otras regiones del mundo que nos sostienen con su respaldo moral en nuestra decisión de no ceder ante la ignominia.

11/09/2013 Complicidad, cooperación y protección al crimen : la ‘democracia’ que tenemos

Nuestra COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSÉ DE APARTADÓ ha puesto en conocimiento del Presidente de la República, de todas las ramas del poder público y de los órganos pertinentes de la comunidad internacional, entre enero y comienzos de septiembre de 2013, 138 agresiones graves, la mayoría constitutivas de crímenes de lesa humanidad según el derecho internacional, dada su sistematicidad ininterrumpida durante 16 años, y sin embargo las prácticas criminales se siguen repitiendo con la misma rutina de siempre.

El Presidente y todas las ramas del poder público nacional tienen en sus manos toda la información minuciosa de cómo actúa el paramilitarismo en la zona; de cuáles son sus centros de decisión, sus haciendas de entrenamiento, sus rutas de desplazamiento, sus prácticas genocidas, su estrecha coordinación con las brigadas 17, 11 y Móvil 24 del Ejército Nacional y con la Policía del Distrito urabaense, y sin embargo no hay una sola acción de control ni de corrección ni de sanción ni de depuración. El Presidente Santos sigue sosteniendo al Ministro de Defensa y a los comandantes de división, de brigadas y batallones sobre los cuales recae la responsabilidad de mando de todos estos horrores.

Desde la Presidencia se remiten copias rutinarias a los órganos de control, pero la Fiscalía se contenta con asignarle a cada hecho un código de “notitia criminis” y con redactar un párrafo para responder a los clamores de las comunidades y municipalidades solidarias de los diversos países del mundo, afirmando que las información suministrada por la Comunidad no es apta para investigar nada, pues no se dan los datos necesarios, a pesar de que la Comunidad siempre precisa las fechas, los sitios, las víctimas, las modalidades de los crímenes, los contextos, las circunstancias y la procedencia e identidad de los victimarios, lo que no puede dar son los nombres de éstos, pues los ocultan en flagrante violación de la ley, ni la filmación de los hechos. Nunca se ha visto que los órganos de la justicia vayan a los cuarteles a solicitar la ubicación e identificación de las tropas concernidas, ni vayan a verificar “in situ” la presencia de los contingentes paramilitares, ni exijan explicaciones de quienes tienen responsabilidad de mando ni medidas para evitar la repetición inminente de los crímenes o la ejecución de los exterminios anunciados; prefieren dejar a las víctimas a merced de sus victimarios, totalmente desprotegidas, haciendo caso omiso de la primordial norma rectora que ha regido en el procedimiento penal señalando su esencial finalidad: “EL FUNCIONARIO JUDICIAL DEBERÁ ADOPTAR LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA QUE CESEN LOS EFECTOS CREADOS POR LA COMISIÓN DE LA CONDUCTA PUNIBLE, LAS COSAS VUELVAN AL ESTADO ANTERIOR Y SE INDEMNICEN LOS PERJUICIOS CAUSADOS POR LA CONDUCTA PUNIBLE”.

Si se mira hacia atrás y se recuerdan los ya miles de hechos puestos en conocimiento de todas las autoridades durante estos 16 años y la nula respuesta de los poderes estatales para frenar, corregir, sancionar y reparar la barbarie, la pregunta obligada es: ¿puede esto ser una democracia?

Nuestra Comunidad de Paz, siguiendo sus imperativos éticos, vuelve a dejar constancia histórica de los hechos de los últimos días y le demanda a la historia un justo enjuiciamiento de los responsables:

El domingo 1 de septiembre de 2013, hacia las 2:00 horas, un grupo de militares se atrincheró en la entrada al asentamiento de la Comunidad de Paz, en San Josecito, y allí se mantuvieron hasta el amanecer.

El mismo domingo 1 de septiembre de 2013, en horas de la mañana, varios campesinos de la vereda la Hoz decidieron acudir al rescate del Joven campesino BUENAVENTURA HOYOS HERNÁNDEZ, detenido por los paramilitares desde el día anterior; al llegar a donde se encontraban los paramilitares la respuesta fue que no lo soltarían y además amenazaron al hermano de HOYOS HERNÁNDEZ y lo obligaron a abandonar la zona, de lo contrario no responderían por su vida. Allí, los paramilitares mostraron varias fotos que tenían de varias personas de la vereda y de la zona, las cuales fueron tomadas por las tropas del ejército nacional y posteriormente entregadas a los paramilitares. Debido a las amenazas de los paramilitares, las familias de la vereda la Hoz decidieron abandonar la vereda y salir desplazados a causa de las amenazas de los paramilitares contra la población civil del entorno. Es de anotar que los paramilitares y militares no solo han venido realizando los operativos conjuntamente en esta vereda, sino que además se han llevado los celulares y saqueado las viviendas, y se han llevado las aves de corral de los campesinos.

Este mismo domingo 1 de septiembre de 2013, hacia las 18:50 horas, un grupo paramilitar ingresó al asentamiento de la Comunidad de Paz en la vereda La Esperanza, en busca de los miembros de la Comunidad de Paz, quienes no se encontraban en el momento, posteriormente se acercaron a los vecinos del asentamiento y preguntaron por el paradero de las familias de la Comunidad de Paz, asegurando que continuarían junto al lugar ya que tenían una incursión preparada contra la Comunidad de Paz y los campesinos de la zona.

El martes 3 de septiembre de 2013, en horas de la mañana, fue visto un grupo de paramilitares que se dirigían desde la vereda La Hoz hacia la vereda Zabaleta donde llevaban amarrado a BUENAVENTURA HOYOS HERNÁNDEZ a quien desaparecieron forzadamente.

El miércoles 4 de septiembre de 2013, un miembro de la Comunidad de Paz, mientras caminaba realizando compras en el centro urbano de Apartadó, fue abordado por un reconocido paramilitar quien se le acercó y le pidió que le diera los contactos de GERMÁN GRACIANO miembro del Consejo Interno y Representante Legal de la Comunidad de Paz; además le ofreció dinero para que colaborara con ellos brindándole información de cuándo Germán salía a la ciudad y de sus movimientos en la zona.

El jueves 5 de septiembre de 2013, hacia las 10:15 horas y por espacio de dos horas se presento un fuerte combate entre tropas del Batallón Voltígeros, adscritas a la Brigada XVII, y guerrilleros de las FARC en la vereda Las Claras del Corregimiento de San José de Apartadó, resultando un militar muerto, según las informaciones de los militares. A esa misma hora se trasladaba la Comisión Humanitaria conformada por miembros de la Comunidad de Paz y organizaciones internacionales, la cual quedó como blanco de la balacera, pues varios disparos impactaron a tan solo dos metros de distancia de donde estaba el grupo integrante de la Comisión Humanitaria. A pesar de que la Brigada XVII del Ejército Nacional con sede en Carepa, al mando del CORONEL MIGUEL GÓMEZ QUINTERO, tenía conocimiento de que un grupo de civiles transitaría por aquel lugar en comisión humanitaria, no tomó medidas para que no se colocara en peligro la vida de los civiles, por lo cual los civiles se vieron en la obligación de permanecer acostados en el piso, a orillas del camino, al menos durante una hora y media, resguardándose de los disparos que daban en blancos cercanos y hasta tanto no se terminara el combate.

El viernes 6 de septiembre de 2013, hacia las 13:00 horas, la Comisión Humanitaria de la Comunidad de Paz que llevaba como misión acompañar a varias familias de la vereda La Hoz, en el corregimiento de San José, que se encuentran en situación de desplazamiento forzado, para que recuperaran parte de los enseres y animales que habían dejado abandonados, se encontró con un grupo de paramilitares quienes se identificaron como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Después de varios minutos y después de que los internacionales mediaran para que se retiraran del lugar, por fin la Comisión Humanitaria y las familias pudieron recoger los pocos alimentos que aún quedaban como sobras que los paramilitares habían dejado de sus robos y saqueos a las viviendas. Testigos de ello fueron las más de 40 personas que integraban la Comisión Humanitaria, pues luego de un recorrido de nueve horas entre San Josesito y la Hoz, la Comisión tuvo en frente suyo a dicho grupo paramilitar, sin embargo la fuerza pública durante más de 16 años dicen “no haber encontrado nunca paramilitares en la zona” y desde los más altos mandos militares, las comandancias de las divisiones, brigadas y batallones con jurisdicción en Urabá, se atreven a negar su existencia, a encubrirlos y a protegerlos, mientras la población civil se los encuentra por doquier. Este grupo paramilitar ha permanecido estos días en la vereda la Hoz y en el mismo lugar, exactamente en la coordenada N 07.58.403 W 076.26.195 desde el lunes 26 de agosto de 2013 permanecieron a tan solo 400 metros de distancia de donde había presencia militar comprobada. De allí se llevaron al joven BUENAVENTURA HOYOS el sábado 31 de agosto de 2013 y a pesar de la denuncia insistente de la Comunidad de Paz sobre la presencia paramilitar en la zona y sobre las amenazas y desplazamientos que vienen generando dichos paramilitares, el Gobierno no hace sino cerrar los ojos y evadir sus responsabilidades constitucionales.

El domingo 8 de septiembre de 2013, hacia las 11:00 horas, un grupo de hombres fuertemente armados fue visto en la parte alta de la vereda La Unión, en el corregimiento de San José, los cuales se dirigían hacia el caserío de la Comunidad de Paz en dicha vereda.

El lunes 9 de septiembre de 2013, el reconocido paramilitar alias “Tribilín”, quien hace presencia en Nuevo Antioquia, contactó a un habitante del corregimiento de San José para que le suministrara los nombres de los líderes de la Comunidad de Paz y sus movimientos y contactos, advirtiéndole que había buenas recompensas en dinero para ese trabajo.

El martes 10 de septiembre de 2013, hacia las 12:20 horas y por espacio de 50 minutos fue retenido GILDARDO TUBERQUIA, miembro de Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz, por militares de la base militar del centro urbano de San José, quienes intentaban empadronarlo ilegalmente. Después de varios minutos de estar retenido llegó el comandante de la Estación de Policía de San José, AGUSTÍN BOTELLO, quien encolerizado amenazó a Gildardo de llevarlo al Comando de Policía de Apartadó, haciendo caso omiso a lo ordenado por la Corte Constitucional en su Sentencia C-1024/02 que prohíbe los empadronamientos. Allí, se le reclamó a la fuerza pública el pretender este control ilegal contra miembros de la Comunidad de Paz y el campesinado de su entorno mientras en el poblado de Nuevo Antioquia los paramilitares se movilizan a su amaño por la zona, hacen lo que quieren y nadie los controla a pesar de la intensa presencia de la fuerza pública allí, a lo que el oficial BOTELLO respondió enfurecido con una amenaza de judicialización por atreverse a denunciar lo que está pasando en Nuevo Antioquia, la Hoz y Rodoxalí. Hacia las 13:10 horas un grupo de miembros de nuestra Comunidad se trasladó, con acompañamiento internacional, hacia el centro urbano de San José para exigir la libertad de Gildardo y en ese mismo instante lo dejaron en libertad, no sin antes tratar a los miembros de nuestra Comunidad de Paz de “lambones” por exigir el respeto a la ley. Allí mismo los militares intentaron impedir el paso de alimentos para los niños de la escuela comunitaria que la Comunidad de Paz tienen en la vereda Mulatos, asentamiento de la Comunidad de Paz o Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra.

Este mismo martes 10 de septiembre de 2013, nuestra Comunidad de Paz ha sido informada de que los paramilitares continúan en la vereda La Hoz, en el mismo lugar donde fueron encontrados por nuestra Comisión Humanitaria el día viernes 7 de septiembre de 2013 y que a pesar de nuestras constancias, el Gobierno no ha hecho absolutamente nada para exigir la entrega del joven secuestrado BUENAVENTURA HOYOS y sus secuestradores continúan allí mismo, en zona plenamente controlada por el Ejército, y aún más, siguen recibiendo remesas que han sido trasladadas en 15 mulas que han salido desde Nuevo Antioquia hacia la vereda La Hoz, saqueada y ocupada por los paramilitares con toda la complicidad del Ejército, mientras sus pobladores fueron forzadamente desplazados. Allí, han amenazado de muerte a varias familias acusándolas de ser las responsables de la difusión que ha tenido la presencia de los paramilitares allí.

Faltan palabras para calificar tanto descaro, tanta complicidad y comportamientos tan ajenos y contrarios a la Constitución y a las leyes. Nuevamente apelamos al juicio de la historia y agradecemos a tantas personas y comunidades de diversos países que no cesan de levantar sus clamores ante un Estado afectado por sordera y ceguera voluntarias y ante todos los órganos que la Comunidad Internacional ha ido creando para proteger lo más elemental de la dignidad humana.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

11 de septiembre de 2013

A n e x o

Agresiones contra la Comunidad de Paz en 2013

[Enero 6 a Agosto 31]

El domingo 6 de enero de 2013, hacia las 19.50 horas y por espacio de 1 hora se escucharon disparos, ametrallamientos y detonaciones efectuados desde la base militar ubicada en el casco urbano de San José, sin que hasta el momento se conozcan los resultados. Nuevamente se generó temor y zozobra con estos actos contra la población indefensa del caserío, pues temían que se repitieran los hechos como el ocurrido el pasado 4 de octubre de 2012 cuando fue asesinado el civil Alberto Ariza Huaca por las metrallas de los militares. Según informaciones de campesinos fueron combates originados por los mismos militares para confundir y atemorizar a la población civil .

El viernes 11 de enero de 2013, hacia las 9.25 horas, Blanca Torres miembro de la Comunidad de Paz y esposa de Germán Graciano miembro del Consejo Interno, recibió una llamada del celular número 3113422998 de un sujeto quien se identificó con el nombre de “Santiago Giraldo Coordinador de Desmovilizados de la Oficina de Bogotá”; la llamó por su nombre y le dijo que le colaborara que ellos sabían que ella le podía ayudar suministrando información de los líderes de la Comunidad. Que había dinero para eso, que le ayudara, que ellos le colaboraban con dinero. Ya en días pasados la Comunidad había denunciado las actuaciones de un oficial de la Brigada XVII quien había ofrecido dinero a personas de la zona para que le dieran informaciones sobre los movimientos de los líderes de la Comunidad de Paz.

El viernes 11 y sábado 12 de enero de 2013, una avioneta fumigó en la vereda La Resbalosa y posteriormente en la vereda Mulatos donde además se encuentra un asentamiento de nuestra Comunidad. Como efectos de la fumigación ya se empezaron a morir los cultivos de pan coger que las familias tenían sembrados, como es el fríjol, arroz y yuca.

El jueves 17 de enero de 2013, en horas de la tarde, una avioneta sobrevoló el asentamiento de la Comunidad de Paz en la vereda La Resbalosa y procedió a fumigar los cultivos que sirven para supervivencia de la Comunidad, como el fríjol, el maíz, el arroz y el cacao orgánico que se ha venido cultivando en esa zona y que ha sido certificado como cultivo orgánico para la pequeña comercialización que ayuda al sustento de los integrantes.

El mismo jueves 17 de enero de 2013, un grupo de paramilitares fuertemente armados ingresó a la vereda El Manso del municipio de Tierralta, Córdoba, sitio aledaño a algunos de asentamientos de la Comunidad de Paz, y allí, con lista en mano, procedieron a privar de su libertad a varios civiles. Según informaciones procedentes de los campesinos de la zona, 6 personas fueron detenidas desaparecidas sin que se tuviera noticias noticias de ellas. El mismo día, un campesino de la zona, de nombre CLIMACO PITALÚA, fue golpeado por los paramilitares.

El lunes 21 de enero de 2013, hacia las 15:00 horas, en la vereda Rodoxalí, de San José de Apartadó, un campesino de nombre ISMAEL ANGEL MOLINA CORREA de aproximadamente 69 años, pisó un artefacto explosivo mientras se encontraba realizando labores agrícolas en su finca, hecho que le costó la vida. Según informes de los campesinos de la zona, un grupo de paramilitares ha estado realizando operativos y patrullajes en la zona.

El martes 22 de enero de 2013, hacia las 2:00 horas, se escucharon disparos en la base militar instalada en el caserío de San José de Apartadó. Más tarde los medios de información hablaron de un combate entre la guerrilla y la fuerza pública. Antecedentes de las últimas semanas y meses muestran que el ejército dispara sin que haya presencia de la insurgencia, con otros fines. La presencia de puestos de la Policía y del Ejército en medio de la población civil contradice numerosas normas de la Corte Constitucional, particularmente en zonas de conflicto como lo es el casco urbano de San José, el cual, justamente desde su militarización extrema a partir de abril de 2005, ha atraído a las fuerzas beligerantes e incentivado los enfrentamientos armados cobrando numerosas víctimas en la población civil.

El viernes 25 de enero de 2013, hacia las 21:00 horas, un contingente de paramilitares ingresó a la vereda La Cristalina donde amenazaron e insultaron a varias familias, incluyendo a varios niños. Entre los paramilitares que llegaron se encontraban los hermanos ALBEIRO y LUBÍN Cardona Borja, oriundos de esa zona y quienes se habían entregado al Ejército en 2005, participando en una masacre de 6 jóvenes que estaban durmiendo, en diciembre de 2005, por lo cual el Ejército les pagó 4 millones de pesos por cada vida destruida; desde entonces se movilizan con tropas del Ejército y en esta ocasión recordaron que hacía un año exactamente, en enero de 2012, habían estado allí mismo con las tropas oficiales. La presencia de estos y de otros civiles entre las tropas armadas, revela la persistencia del paramilitarismo en la región, pues se trata de civiles ilegalmente reclutados y domiciliados en establecimientos militares para realizar operativos armados absolutamente ilegales. Dichos agentes ilegales del Estado privaron de su libertad y agredieron con violencia ese día, allí en La Cristalina, a WILLIAM CARDONA y a ALFREDIS RIVAS BORJA. Este último ha sufrido montajes judiciales y graves agresiones por parte de agentes del Estado y la mayoría de los miembros de su familia han sido asesinados por agentes del Estado.

El sábado 26 de enero de 2013, hacia la 1:00 de la madrugada, el grupo paramilitar que había llegado a la vereda La Cristalina el día anterior, ingresó a la vivienda de un miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz. Le preguntaron si todavía la Comunidad de Paz estaba en el asentamiento de San Josesito y exigían se les dieran los nombres de los líderes de la Zona Humanitaria de La Cristalina. Según informaciones de campesinos a escasos 20 minutos se encontraban las tropas militares del ejército nacional.

El miércoles 30 de enero de 2013, hacia las 15: 40 horas y por espacio de 40 minutos, se presentó nuevamente un combate en el centro urbano de San José de Apartadó. Al parecer fue un combate entre tropas del ejército allí acantonadas y alguna unidad de combatientes de las FARC, quedando en medio del fuego cruzado cuatro civiles, entre ellos un miembro de la Comunidad de Paz quien en ese momento transitaba por allí. Tanto los militares como los policías presentes en el caserío disparaban indiscriminadamente en todas direcciones, colocando así en alto riesgo la seguridad de los pobladores y de las transeúntes. La vivienda de un miembro de la Comunidad, en la cual se encontraban en ese momento niños y adultos, fue impactada por un proyectil proveniente de la base militar, viéndose obligados los moradores a buscar refugios. Una vez más se comprueba que los criterios emitidos repetidas veces por la Corte Constitucional sobre la ubicación de las bases militares y puestos de policía, exigiendo que en zonas como ésta nunca se ubiquen en medio de la población civil, son criterios muy acertados que el Gobierno no ha querido acatar, por lo cual se hace responsable de todas las tragedias que su desobediencia a la Corte está causando.

El jueves 31 de enero de 2013, un reconocido paramilitar se acercó a un miembro de la Comunidad de Paz, quien en ese momento se encontraba en Apartadó, y le preguntó por los miembros del Consejo Interno de la Comunidad, a la vez que insistió en que le suministrara el número del celular de GERMÁN GRACIANO, miembro del Consejo. Desde hace ya muchos meses y a través de múltiples episodios de persecución, Germán se ha convertido en blanco de paramilitares y militares quienes ya muy frecuentemente indagan por su paradero, sus rutas, su teléfono y las maneras de ubicarlo.

El viernes 1° de febrero de 2013, en horas de la mañana, un grupo de paramilitares llegó a la vivienda de una familia de la Comunidad de Paz, la cual está ubicada en la vereda Arenas Bajas, en un sitio conocido como “La Máquina”, y les advirtieron que los civiles tienen que acostumbrarse a verlos constantemente en la zona, pues tienen todo ya planeado con la Fuerza Pública para controlar ese territorio. Estos hechos se dan a pesar de que se han vistos allí mismo, durante estos últimos días, operativos militares de la Brigada Móvil No. 24. Es, pues, evidente la complicidad, unidad de acción, cooperación y coordinación entre el ejército nacional y los grupos paramilitares.

El sábado 2 de febrero de 2013, hacia las 9: 30 horas, una patrulla militar, al parecer de la Brigada Móvil No. 24, llegó a la vivienda de la Señora NOLFA SÁNCHEZ, en la vereda Arenas Bajas, exactamente en el punto conocido como La Máquina, y detuvieron por más de 30 minutos al niño JUAN PABLO ÚSUGA, de 14 años, a quien amenazaron e insultaron.

El domingo 3 de febrero de 2013, hacia las 12: 30 horas, en el punto conocido como Caño Seco, del corregimiento de San José, se presentó un nuevo combate, al parecer entre la fuerza pública y guerrilleros de las FARC, quedando un militar muerto según informaciones de los campesinos allí residentes. La multiplicación de patrullas militares y paramilitares que hacen presencia en el corregimiento han vuelto a convertir la zona en campo intenso de enfrentamientos armados, sin consideración alguna por una población que ha sufrido ya numerosas veces el desplazamiento, el despojo, el terror, la pérdida de todas sus pertenencias, la estigmatización y numerosas formas de persecución y desconocimiento de sus derechos.

El viernes 8 de febrero de 2013, hacia las 20:30 horas, se presentó un enfrentamiento armado en el centro urbano de San José. Nuevamente la población civil fue colocada como escudo por los actores armados, gracias a que el Gobierno se ha negado de manera tozuda y contumaz a acatar las normas emitidas por la Corte Constitucional en su Sentencia T-1206/01 que prohíbe instalar puestos de policía o bases militares en medio de la población civil.

El domingo 10 de febrero de 2013, hacia las 7:25 horas, nuevamente se escucharon disparos y detonaciones de explosivos en los alrededores del centro urbano de San José de Apartadó, causando terror en sus pobladores.

Los días lunes 11 al sábado 16 de febrero de 2013, según informaciones de campesinos que lo presenciaron, varios camiones transportaron a paramilitares procedentes del departamento del Chocó quienes ingresaron a las bases de Piedras Blancas, Zunguito-carretera y Nuevo Antioquia, atravesando por sitios donde constantemente existen retenes militares y de policía sin que éstos los detuvieran.

El jueves 14 de febrero de 2013, hacia las 9:30 horas, se presentó un combate entre los militares acantonados en la base militar de San José y guerrilleros de las FARC. Según informaciones de los medios locales, dos militares resultaron heridos. Este mismo día, hacia las 12:35 horas, dos helicópteros sobrevolaron el área, mientras uno recogía los heridos el otro ametrallaba la zona dejando caer sobre varias viviendas de civiles vainillas de gran tamaño, calibre P50. Varios campesinos han manifestado la preocupación por estos hechos los cuales ponen en riesgo sus vidas. Mientras tanto soldados del Ejército Nacional se han acercado a las viviendas de varios campesinos preguntando si no les preocupa la suerte de los niños, lo cual se entiende como una amenaza por parte de la fuerza pública hacia el campesinado.

El lunes 18 de febrero de 2013, hacia las 10:30 horas, un grupo de paramilitares fuertemente armados ingresaron a la vivienda de un miembro de la Comunidad de Paz en la vereda Arenas Bajas, manifestando que van a ir desplazando al campesinado de la zona al igual que a las familias de la Comunidad de Paz; que ya tienen todo coordinado con la fuerza pública para ello. Este mismo día se presentó un tiroteo en el filo del sitio conocido como El Barro, en la vereda Mulatos.

El martes 19 de febrero de 2013, hacia las 3:00 horas de la madrugada, un grupo paramilitar entró a una vivienda ubicada en la vereda la Miramar del corregimiento de San José, allí tumbaron la puerta de la casa a patadas, destruyeron la vajilla de cocina, dañaron prendas de vestir de la familia y amenazaron de muerte a la niña ROSALBA GONZÁLEZ, de 14 años, por espacio de hora y media, colocándole un cordón y una navaja en la nuca, obligándola a desplazarse de la región y anunciándole que si la volvían a ver por allí, la matarían. Allí, nuevamente profirieron amenazas contra la Comunidad de Paz, afirmando que esa HP de Comunidad de Paz es una manada de guerrilleros a quienes van a exterminar y mostrando una lista de personas del corregimiento a quienes tienen que asesinar. Este mismo día el grupo paramilitar se dirigió a la base de Piedras Blancas; al regreso se llevaron al reconocido campesino de apodo “CHILAPO” a quien torturaron destruyéndolo parte de su nariz con un alicate con el cual lo obligaron a caminar, además de recibir varios garrotazos en la cabeza; después de las torturas lo obligaron a cavar su propia sepultura. Algunos civiles que se enteraron de la intención de asesinarlo intercedieron por el campesino logrando que minutos más tarde los paramilitares lo dejaran en libertad a la altura de la vereda Caracolí del corregimiento de Piedras Blancas del municipio de Carepa.

El jueves 21 de febrero de 2013, un grupo de paramilitares hizo presencia en cabeceras de la vereda La Esperanza, exactamente en el punto conocido como “los Arteaga”. Venían de la base paramilitar de Nuevo Antioquia y recorrieron las veredas de Playa Larga, El Porvenir y La Esperanza, ésta última donde existe un asentamiento de la Comunidad de Paz.

El viernes 22 de febrero de 2013, hacia las 10:30 horas, se registraron enfrentamientos al parecer entre tropas del Ejército Nacional y guerrilleros de las FARC en el corregimiento de Los Mandarinos. Según informaciones de los campesinos, dos soldados resultaron muertos.

El sábado 23 de febrero de 2013, hacia las 10:00 horas, en la vereda La Esperanza, un grupo paramilitar ingresó a la vivienda del campesino CRISTÓBAL MEZA, a quien amenazaron junto con su familia y le advirtieron que era mejor que se fuera de la zona, que no lo querían ver más por allí. Ese mismo día este mismo grupo paramilitar entró a varias viviendas de la vereda El Porvenir, aledaña a la vereda La Esperanza, y se llevaron los alimentos de las casas. En ese grupo iba el reconocido paramilitar alias “PANELO”.

El mismo sábado 23 de febrero de 2013, a las 20:30 horas, un miembro de la Comunidad de Paz recibió una llamada por parte de un sujeto que no se identificó, para advertir que estaban planeado una masacre contra la Comunidad de Paz; que el objetivo eran los líderes y que cuidaran a los niños, que no los dejaran en la calle, pues de lo contrario correrían la misma suerte y serían asesinados. La llamada la hicieron, según lo afirmaron, desde la vereda Miramar, lugar donde han estado presentes los paramilitares recientemente en estrecho compartir con tropas del Ejército.

El domingo 24 de febrero de 2013, hacia las 15:50 horas, un grupo paramilitar llegó a la vereda La Esperanza, a la finca propiedad de la Comunidad de Paz, preguntando por los líderes de la Comunidad de Paz. La presencia de los paramilitares, tanto en la vereda El Porvenir como en la vereda La Esperanza, ha colocado en situación de confinamiento a tres familias, dos de ellas de la Comunidad de Paz, a quienes les tienen prohibido salir de sus casas. Los mandos militares contactados a nivel nacional por otras instituciones del mismo Estado, aseguran que en la zona “no hay presencia alguna de paramilitares”. Es la respuesta rutinaria con que la Brigada XVII, desde el General Rito Alejo del Río, en 1996, ha respondido a toda denuncia.

El lunes 25 de febrero de 2013, hacia las 7:00 horas una comisión humanitaria de la Comunidad de Paz se desplazó a las veredas El Porvenir y La Esperanza, con el fin de proteger a las familias retenidas y amenazadas por los paramilitares. El 25 y 26 de febrero la Comisión Humanitaria estuvo en La Esperanza. Los militares se enteraron de su presencia con anticipación y adoptaron la estrategia de ordenar a los paramilitares esconderse y alejarse del camino para no ser vistos. Los militares hicieron presencia en la vereda La Esperanza el día 26, y lo hicieron de una manera irrespetuosa, ingresando sin permiso a una propiedad privada. Se identificaron como integrantes de la Brigada Móvil No. 24. Los pobladores de la zona manifestaron que los paramilitares se movilizan con brazaletes marcados con la sigla “AGC” (Autodefensas Gaitanistas de Colombia), el nuevo nombre que han adoptado. Es claro que han ido comprando fincas en la vereda de Playa Larga y aledañas, como la finca La Marina donde funciona una gran base paramilitar y es clara también su incidencia en el proyecto de carretera entre Nuevo Antioquia y La Esperanza, para el cual han aportado mucha maquinaria. Para los campesinos está también clara la estrategia paramilitar, manifestada en discursos y conversaciones, de avanzar en el control territorial de todo el corregimiento de San José de Apartadó. En esto coinciden con aquellos que han estado ocupando las veredas Arenas Bajas (sector de La Máquina) y Miramar en los últimos meses. Lo más preocupante y lo que constituye la clave fundamental de su presencia y accionar en la zona, es la complicidad de la fuerza pública. Los mismos paramilitares se lo confiesan a los campesinos con intención de disuadirlos de toda resistencia a su dominación: el respaldo de la fuerza pública es total y por ello oponerse a la estrategia es “enterrarse el cuchillo”: o les toca desplazarse o morir. Le explican a los campesinos que la fuerza pública está realizando operaciones de fachada al repartir volantes en los que se afirma estar persiguiendo a alias “Teilo”, a alias “Otoniel”, a alias “Fabio” (responsable político), a alias “Beto”, entre otros; que la misma población civil puede comprobar que no se dan enfrentamientos entre militares y paramilitares a pesar de que estos últimos hacen presencia en la zona en grupos enormes y muy cerca de donde patrullan los militares. Por esto los paramilitares se muestran seguros ante los campesinos y afirman que no saldrán de la zona aunque el mismo Presidente Santos vaya y se los ordene. Su seguridad se apoya, además, en la estrategia global a la cual dicen servir: adueñarse de la zona para ponerla al servicio de empresas mineras nacionales e internacionales, como lo han hecho en otras regiones del país.

Entre las estrategias de desplazamiento siempre se ha contado la fumigación de los cultivos de pancoger, con el fin de destruir las fuentes precarias de alimentación del campesino y envenenar sus aguas para obligarlo a abandonar la zona. Esta estrategia la han estado aplicando en las veredas Mulatos, La Resbalosa y las Nieves. La Comunidad tomó registros fotográficos los días 21 y 26 de febrero de este año, en los cuales se comprueba la gravedad de los daños causados por las fumigaciones indiscriminadas de la Policía Antinarcóticos. En la vereda La Resbalosa fumigaron la fuente de agua de la cual se sirve nuestra Comunidad de Paz. Todo muestra que nada ha cambiado en los tres últimos lustros. Siguen imperando las estrategias diabólicas del Estado que se aplican de manera obstinada y contumaz, defendiéndose con estrategias de fachada frente las protestas de la comunidad nacional e internacional. Tampoco han cesado otras prácticas violatorias de los derechos humanos por parte de la fuerza pública, tales como allanamientos ilegales, amenazas y anuncios de masacres y exterminio.

El miércoles 6 de marzo de 2013, hacia las 4:00 horas de la madrugada, miembros de la policía y del ejército llegaron a la vereda La Linda y allanaron de manera brutal la vivienda de ALFREDIS RIVAS BORJA, supuestamente porque tenían informaciones de que él guardaba en su vivienda armamento, RIVAS ya había sido víctima de un montaje judicial, de privación injusta de su libertad y cuya familia fue casi exterminada al ser asesinados su padre y sus hermanos por miembros del Ejército y de los grupos paramilitares, informaciones que reposan en la Presidencia de la República, en las instituciones judiciales locales y regionales, en todas las altas Cortes y en organismos internacionales. Ese mismo día, hacia las 12:30 horas La presencia del Ejército en los espacios de vivienda y educación de la población civil, provocó un combate que puso en alto riesgo a los civiles y a los niños quienes se encontraban en la escuela de La Cristalina, una bomba lanzada por los militares cayó a unos 100 metros de la vivienda de un miembro del Consejo Interno en La Cristalina, donde se encontraba él y su familia al momento al interior de la vivienda. A pesar de estos graves riesgos para la población civil, los militares acamparon en la escuela de La Cristalina por más de dos días.

El jueves 7 de marzo de 2013, hacia las 10:00 horas, un integrante de la Comunidad de Paz recibió una llamada telefónica en la cual se preguntaba por la ubicación de GERMÁN GRACIANO y de REINALDO AREIZA. Germán es actualmente el Representante Legal de la Comunidad y en los últimos meses ha sido sometido a persistentes amenazas de muerte. El desconocido que hizo la llamada advertía que ya tienen un plan para asesinarlo en la misma zona en el momento en que dé ocasión.

El viernes 8 de marzo de 2013, hacia las 11:00 horas, en la vereda la Hoz del corregimiento de San José, se presentó un intercambio de disparos entre militares que patrullaban la zona y paramilitares. Según informaciones de los campesinos, 9 paramilitares perdieron la vida y un número indeterminado de ellos quedaron heridos. Los militares manifestaron que había sido “un error” entre ellos, ya que iban persiguiendo era a la guerrilla; que lamentaban lo sucedido y que por eso no habían recogido los cuerpos de los paramilitares muertos ni el armamento que estos portaban. Después de esto, los paramilitares reclutaron a un grupo de civiles del casco urbano de Nuevo Antioquia a quienes obligaron a recoger los cuerpos de los paramilitares muertos, los cuales fueron trasladados al municipio de Turbo. Según informaciones de los medios locales, entre los muertos se encontraba alias “BETO”, líder paramilitar de la zona.

• El lunes 11 de marzo de 2013, hacia las 7:30 horas, dos amigos internacionales que venían de visita a la Comunidad de Paz, mientras se trasladaban en taxi desde el aeropuerto de Carepa hacia nuestra Comunidad, fueron interceptados por la Policía. Los agentes detuvieron el vehículo para ser requisado al igual que los ocupantes. Los uniformados sometieron a los visitantes a interrogatorios. Cuando los visitantes les manifestaron que se dirigían hacia la Comunidad de Paz, los uniformados cuestionaron el que ellos vinieran a la Comunidad, advirtiéndoles que esa Comunidad de Paz era muy peligrosa, que no fueran allí.

• El viernes 15 de marzo de 2013, a las 9:40 horas y por espacio de 20 minutos se registró un nuevo enfrentamiento en el casco urbano de San José. Nuevamente se puso en peligro la vida de los civiles. En el colegio se encontraban los niños en clases, los cuales quedaron en medio del fuego cruzado. El Gobierno sigue desacatando de manera contumaz las normas de la Corte Constitucional en su Sentencia T-1206/01, que prohíbe establecer puestos de policía y bases militares en medio de la población civil. Si se quisiera proteger a la población civil, misión de la fuerza pública, no pondrían sus bases allí para que los civiles mueran en el fuego cruzado.

• El miércoles 27 de marzo de 2013, en horas de la tarde, pasó por la vereda Belencito un grupo paramilitar procedente de la Base paramilitar de Piedras Blancas, municipio de Carepa donde funciona la Brigada XVII. Entre los paramilitares venían los reconocidos Albeiro Cardona Borja y Lubín Cardona Borja, nativos de la zona y quienes han trabajado al menos 8 años como paramilitares adjuntos a la Brigada XVII, a la cual se vincularon luego de perpetrar una masacre en compañía de los militares el 26 de diciembre de 2005, siendo remunerados por cada uno de los jóvenes asesinados mientras dormían. Los paramilitares llegaron hasta la vereda Miramar, del corregimiento de San José. Cabe recordar que en esta última ha habido una fuerte presencia militar desde hace varios días y allí y en las veredas aledañas se ha visto a los paramilitares patrullar en coordinación con los militares.

• El viernes 29 de marzo de 2013, los paramilitares LEIDER OSORIO DAVID alias “TRIBILIN” y JOSÉ ADELMO OSORNO alias “PANELO”, quienes se encontraban en el casco urbano de Nuevo Antioquia, les mostraron a varios civiles de la región un álbum fotográfico, manifestando que las fotos fueron suministradas por los militares en los puestos de registro y control de la zona. Allí estaban incluidas las fotografías de GERMAN GRACAINO y de JESUS EMILIO TUBERQUIA, miembros del Consejo Interno de nuestra Comunidad, ambos reiteradas veces amenazados de muerte por los paramilitares y víctimas de numerosas agresiones; también había allí fotos de otros pobladores de la región. Allí mismo se veía la fotografía del comandante guerrillero JACOBO ARANGO, asesinado recientemente por la fuerza pública. Los paramilitares les decían a los pobladores que así mismo (como el guerrillero muerto) iban a quedar los miembros de la Comunidad de Paz. Estas amenazas coinciden con las declaraciones y señalamientos realizados por el actual Coronel LUIS MIGUEL GÓMEZ QUINTERO de la Brigada XVII y por HERNÁN

GIRALDO Comandante de la Séptima División, quienes ha expresado que la Comunidad de Paz “está inconforme” por la muerte de dicho guerrillero, lo que lo ha llevado a calificar a los miembros de la Comunidad como “sinvergüenzas y alcahuetes”. La Comunidad reafirma que jamás ha festejado la muerte de ningún ser humano, sea del bando que sea, y que condena de manera enérgica el morboso placer que siempre manifiesta la fuerza pública ante la destrucción de seres humanos que no son de su simpatía. Tal actitud revela patologías anti-humanas dignas del más enérgico repudio, las que explican desviaciones éticas de hondas raíces que los llevan a pisotear la dignidad elemental de los ciudadanos cuya vida y derechos deberían proteger, lo cual les queda imposible al estar formados en tal carencia de humanidad.

El lunes 1 de abril de 2013, hacia las 13:00 horas, JULIO GUISAO, miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz y quien se encontraba en Apartadó, fue interceptado por la Policía, señalándolo los agentes como “sospechoso”. Después de varios minutos de interrogatorio lo dejaron libre.

El jueves 4 de abril de 2013, hacia las 7:00 horas, se presentó un enfrentamiento entre tropas del Ejército y unidades de las FARC en la finca de la Señora Matilde Florez, exactamente en el sitio conocido como La Sucia, en el corregimiento de San José. Según informaciones de campesinos, un militar perdió la vida, de igual manera resultó muerto un caballo de la familia de la Señora Matilde, el cual fue impactado en el cruce de disparos.

El mismo jueves 4 de abril de 2013, hacía las 9:00 horas, GERMÁN GRACIANO, Representante Legal de la Comunidad, y JULIO GUISAO, ambos miembros del Consejo Interno de la Comunidad de Paz, quienes se encontraban en Apartadó en el sitio Plaza del Río, fueron abordados por agentes de la Policía Nacional, quienes los sometieron a requisas e interrogatorios, manifestándoles que eran “sospechosos”, por lo cual les llevarían al Comando de Policía a interrogarlos. Minutos después llegaron acompañantes internacionales quienes mediaron por ellos y los dejaron libres.

El viernes 5 de abril de 2013, efectivos de la base militar de San José ocuparon ilegalmente la casa Centro de Formación de la Comunidad de Paz en el centro urbano de San José, colocando una gran cartelera del Ejército Nacional en dicho Centro, así mismo vienen invadiendo varias propiedades de la comunidad en varios lugares, como en las veredas Arenas, Mulatos y La Resbalosa, donde han destruido reservas forestales, nacederos de agua, causando de esa manera gran daño a la fauna y a la biodiversidad y construyendo helipuertos y campamentos militares.

El mismo viernes 5 de abril de 2013, hacia las 13:00 horas, en la vereda LA HOZ se escuchó una detonación muy fuerte; minutos más tarde un helicóptero de la fuerza pública aterrizó en el lugar. Este mismo día los militares retuvieron ilegalmente a varias personas de la zona señalándolas de ser auxiliadoras de la guerrilla.

Entre los días Viernes 5 y Sábado 6 de abril de 2013, tropas del Ejército hicieron presencia en los sitios de trabajo de las familias que habitan en San Josesito, lugar de la Comunidad de Paz, allí permanecieron durante estos dos días, impidiendo las labores agrícolas de las familias de la Comunidad, además de pisotear los principios y de irrumpir en una propiedad privada protegida en la Constitución Política de Colombia. Cuando los miembros de la Comunidad acudieron a los uniformados para pedirles que se retiraran, un soldado, quien no quiso identificarse alegando que “esto era muy delicado”, pero en su prenda de vestir se observaba el apellido “PEREZ”, respondió diciendo que estaban allí por órdenes de sus superiores.

El sábado 6 de abril de 2013, hacia las 18:30 horas, miembros de la Comunidad de Paz que se dirigían desde San Josesito hacia la vereda la Unión, entre los cuales iba GERMÁN GRACIANO, representante legal de la Comunidad, fueron retenidos por los militares entre san Josecito y San José. Los militares los insultaron y después de varios minutos los pusieron en libertad al momento en que un grupo de la Comunidad se disponía a rescatarlos.


El mismo sábado 6 de abril de 2013, hacia las 18:30 horas, en el paraje La Sucia, del corregimiento de San José, fue asesinado el campesino AGUSTIN MORA SUCERQUIA de 22 años de edad, por desconocidos quienes sin mediar palabras acabaron con su vida. Es necesario mencionar que en aquel mismo lugar la fuerza pública hacía presencia ese día y allí mismo el jueves 4 de abril de 2013 se habían presentado combates. Este mismo día y en horas de la tarde, a la salida de San José hacia el paraje de La Sucia, y en la salida hacia Apartadó, los militares de la base militar de San José tenían retenes ilegales donde controlaban a todos los transeúntes. El cuerpo de la víctima quedó a la intemperie por más de 15 horas sin que ninguna autoridad competente hiciera presencia en el lugar, por lo que la familia de la víctima acudió a la Comunidad de Paz para que se les acompañara en el traslado del cuerpo y para darle cristiana sepultura.

El martes 9 de abril de 2013, hacia las 16:45 horas, el Ejército Nacional asesinó alevemente al joven CARLOS ANDRÉS TORRES BORJA de aproximadamente 20 años de edad, a pocos metros del paraje de Caracolí del corregimiento de San José, donde está la presencia permanente de la fuerza pública. Militares adscritos a la Brigada XVII de Carepa le dispararon cuando regresaba a su finca en su caballo. Torres Borja era un humilde campesino quien vivía en la vereda la Miranda del corregimiento de San José y se dedicaba a la agricultura; ese día él había bajado a Caracolí a traer algunos productos agrícolas. Los militares le propinaron varios disparos en la cabeza con arma larga, dejándolo inmediatamente muerto. A pesar de que él no era miembro de la Comunidad de Paz, sí era cercano y suministraba productos agrícolas a la Comunidad; además era familiar de varios miembros de la Comunidad. Torres deja a su compañera con tan solo cinco meses de embarazo. Estas acciones ya habían sido anunciadas por militares y paramilitares en la región, quienes han venido amenazando de muerte constantemente a los campesinos y miembros de la Comunidad que no se sometan a sus pretensiones. Por petición de familiares de la víctima, la Comunidad acompañó la recuperación del cuerpo en la morgue y el traslado a la zona, y se dio el espacio para sepultarlo en la Comunidad.

El mismo martes 9 de abril de 2013, hacia las 16:50 y por espacio de 20 minutos se presento un combate entre la fuerza pública y un grupo de las FARC en la vereda Arenas Altas, donde los militares hacen presencia desde ya hace varios días con campamentos y helipuertos en predios de la Comunidad y donde varias familias de la Comunidad han sido interrumpidas en sus labores en el cultivo de cacao y siembras de cultivos de pan coger. Estos hechos suceden dentro del despliegue militar de la Brigada XVII en el corregimiento de San José, al convocar a una “jornada cívico militar” el día sábado 6 de abril de 2013, en el casco urbano del corregimiento de San José, con el ánimo de tapar la realidad de lo que viene sucediendo en la zona y de lo cual la Comunidad de Paz viene dejando constancias.

El viernes 12 de abril de 2013, hacia las 17:00 horas, se presentó un nuevo combate en la vereda La Linda del corregimiento de San José de Apartadó, entre tropas del ejército nacional y guerrilleros de las FARC. Este cruce de disparos se mantuvo por cerca de una hora, colocando en grave riesgo a la población civil del entorno.

El sábado 13 de abril de 2013, hacia las 5:10 horas, un grupo de aproximadamente 40 paramilitares llegó a la vivienda de un miembro de la Comunidad de Paz en la vereda Arenas Bajas donde acamparon durante varias horas. Cerca de este lugar se encontraban tropas del ejército nacional, las cuales protegían a los paramilitares en sus movimientos.

El martes 16 de abril de 2013, hacia las 14:00 horas, en la vereda Arenas Altas, junto al asentamiento de la Comunidad de Paz, fue retenido por tropas del ejército adscritas a la Brigada Móvil No. 24, JHON FREDY ÚSUGA, miembro de la Comunidad de Paz y coordinador en la vereda Arenas Altas. Los militares lo insultaron y lo maltrataron verbalmente acusándolo de ser guerrillero. Cuando John Fredy les pidió a los uniformados identificarse, ellos se opusieron, en abierta violación de la ley, alegando que no podían dar esa información porque la Comunidad de Paz los denunciaba, como si la Constitución y las leyes no contemplara denunciar a quienes violen la ley y delinquen en el irrespeto a la dignidad humana. Con los militares se encontraban algunos encapuchados, presumiblemente paramilitares, cuya identidad querían ocultar. Los uniformados manifestaron en forma airada su inconformidad por la muerte del paramilitar Dairo de Jesús Rodríguez alias “LALO”, quien había sido asesinado por las FARC en el casco urbano de San José el 23 de noviembre de 2009; según los militares, ellos eran muy amigos de alias “Lalo” y departían continuamente en la casa de dicho paramilitar.

El mismo martes 16 de abril de 2013, hacia las 17:20 horas, fue retenido por la misma tropa y en el mismo lugar el campesino EDUARDO BORJA CASTAÑEDA quien se trasladaba de San José a la vereda Arenas Altas. Los militares lo golpearon dándole patadas y lo insultaron. Si bien el Señor Borja no es miembro de la Comunidad de Paz, sí es parte de la población civil de la zona.

El jueves 18 de abril de 2013, funcionarios del CTI o Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía de Apartadó, le manifestaron a una persona cercana a la Comunidad de Paz que “la Comunidad de Paz, especialmente san Josecito, es la sede principal de la guerrilla”. Estas mismas declaraciones calumniosas e irresponsables se repitieron por parte de los servidores públicos el viernes 19 de abril de 2013.

El viernes 19 de abril de 2013, en horas de la mañana, en la vereda la Linda del Corregimiento de San José, fue retenido ilegalmente por tropas del ejército, por espacio de 4 horas, el campesino WILLIAN CARDONA. Durante la retención fue sometido a chantajes y amenazas, señalándolo de ser colaborador de la guerrilla. De igual forma los militares, a través de su propio celular, lo obligaron a hablar con alias SAMIR, un desmovilizado de las FARC quien desde 2008 se haya ilegalmente domiciliado en la Brigada XVII y se ha prestado para todo tipo de calumnias y montajes sin ser procesado por las decenas de asesinatos de campesinos de la zona ordenados por él. También se movilizaba con dicha tropa el paramilitar LUIS ÁNGEL CEBALLOS, ampliamente conocido por haber vivido en la zona, quien había hecho presencia, encapuchado y en compañía de otros paramilitares, en la vereda Miramar, el día 19 de febrero de este mismo año. WILLIAN CARDONA ya había sido agredido con violencia por parte de agentes ilegales del Estado el pasado 25 de enero de 2013, cuando un grupo paramilitar lo privó de la libertad y lo sometió a ultrajes en la vereda La Cristalina.

El domingo 21 de abril de 2013, tropas del ejército irrumpieron en la propiedad privada de la Comunidad de Paz, en la Aldea de Paz ubicada en la vereda Mulatos, donde se estacionaron acampando junto a las viviendas de las familias de la Comunidad; inclusive varios de ellos ingresaron en la noche a la escuelita de la comunidad en la misma Aldea de Paz, realizando espionajes. La presencia de los militares junto a las viviendas de las familias de la Comunidad han impedido las labores agrícolas de las familias allí y han colocado en riesgo a la población civil, pisoteando además los principios básicos de la Comunidad de Paz de no permitir paso de armas por los espacios de vida y de trabajo de las familias de la Comunidad. Este mismo día allí mismo fue retenido DIEGO CEBALLOS, miembro de la Comunidad de Paz y sometido a chantajes e insultos; lo obligaron a vaciar en el piso las cosas que él llevaba, ya que a esa hora él regresaba de San Josecito a la Aldea de Paz en Mulatos.

Entre el 19 y el 27 de abril de 2013 el campesino WILLIAM CARDONA estuvo recibiendo constantes llamadas telefónicas de militares, quienes querían siempre controlar su paradero y lo conminaban a que no se moviera de su casa, pues de lo contrario no respondían por su vida. Cuando, agotado con este chantaje permanente, botó su simcard, los militares continuaron llamando a su esposa y siguieron presionando a su hijo de 11 años para que se convirtiera en informante del ejército. William había sido detenido por paramilitares en la vereda La Linda en enero de este año y el 19 de abril fue ilegalmente detenido por los militares y sometido a ultrajes y chantajes durante varias horas e incluso se le obligó a comunicarse con el ex guerrillero alias SAMIR, domiciliado ilegalmente en la Brigada XVII desde hace varios años y manipulado por el ejército para inventar calumnias permanentes contra la Comunidad de Paz.

El martes 23 de abril de 2013, en la vivienda de Hernán Rodríguez, en la vereda La Linda, del corregimiento de San José, un campesino fue detenido ilegal y arbitrariamente por tropas del ejército y amenazado de ser subido a un helicóptero y procesado como guerrillero si no colaboraba con los militares. Lo acusaron de que en su finca cocinaban alimentos para la guerrilla porque allí habían encontrado plumas de gallina y, según los militares, “sólo la guerrilla come gallinas”.

El domingo 5 de mayo de 2013, en la vereda La Osa, del corregimiento de Batata (Tierralta, Córdoba) fue gravemente herido por tropas del ejército nacional el campesino MANUEL ENRIQUE MARTÍNEZ CARDONA, quien debido a la gravedad de las heridas murió el día siguiente, 6 de mayo. Aunque no hacía parte de la Comunidad de Paz, sin embargo era un civil y vecino de los asentamientos de la Comunidad de Paz. Por ello la Comunidad se solidarizó con su familia. Es de anotar que la vereda La Osa es una de las veredas aledañas a la vereda Las Claras, donde existe un asentamiento de la Comunidad de Paz.

El martes 14 de mayo de 2013, hacia las 7:00 horas, cuando descendían del vehículo que las había transportado del centro urbano de San José a Apartadó, fueron retenidas por dos personajes en trajes civiles ELVIA MARÍA CATAÑO SERNA y su madre LAURA. Sus captores les quitaron sus documentos de identidad y se los entregaron a otros dos civiles quienes llegaron en un taxi y se los llevaron. Luego fueron conducidas por los dos civiles que las retuvieron hasta el Comando de la Policía de Apartadó donde las sometieron a interrogatorios en los que se les acusaba de ser “guerrilleras de pueblo”. Dos horas después llegaron allí los civiles que les habían quitado sus documentos y se los entregaron a la policía. Las acusaciones las sustentaban en supuestos “informantes” que les hacían seguimientos en el caserío, afirmaciones sin sustento alguno y sin proceso legal alguno. Luego de 5 horas las dejaron ir con la condición de que no apagaran sus celulares para poderlas controlar permanentemente y que no salieran de San José para ninguna parte, pues de lo contrario no respondían por sus vidas. Así funcionan los “procesos judiciales” en Urabá, en los que agentes, instituciones, espacios, pruebas, procedimientos y diligencias están fuera de la ley y contra la ley, y aún más, son acciones delictivas que las instituciones no sólo toleran sino que avalan.

El viernes 17 de mayo de 2013, en cabeceras de la vereda La Cristalina, del corregimiento de San José de Apartadó, fue encontrado el cuerpo sin vida del Campesino LUIS RODRÍGUEZ, quien al parecer habría sido asesinado con arma de fuego el jueves 16 de mayo, presuntamente a manos de la guerrilla, según informaciones de los campesinos, por ser considerado informante de los militares. La Comunidad de Paz repudia enérgicamente estas acciones de muerte y la utilización de la población civil como informante. La Comunidad se solidarizó con su familia.

El domingo 19 de mayo de 2013, hacia las 13:00 horas, tres paramilitares que se encontraban en el sitio conocido como Tierra Amarilla, en la vía entre Apartadó y San José, retuvieron el vehículo de servicio público que cubría la ruta San José-Apartadó y obligaron a descender a todos los ocupantes del vehículo, en el cual se trasladaban miembros de la Comunidad de Paz, impidiendo realizar cualquier tipo de comunicación, advirtiendo que los matarían. Al identificar al Campesino ÁNGEL EUSEBIO GRACIANO, quien es familiar de Germán Graciano, Representante Legal de la Comunidad de Paz, dijeron: “este es el que necesitamos”. Lo amenazaron de muerte obligándolo a que los acompañara a un sitio apartado, a lo cual él se resistió y después de varios minutos lo enviaron en el mismo vehículo escoltado por dos de los paramilitares, pues le advirtieron que más adelante arreglarían con “el patrón”. Graciano al sentirse en esta situación, aprovechó un descuido de sus captores para lanzarse del vehículo y emprender la huida hasta ocultarse en un bosque, logrando así escapar de los asesinos. La Comunidad inmediatamente se enteró de la situación, envió una delegación a buscarlo con acompañamiento internacional. Afortunadamente lograron hallarlo con vida y llevarlo de regreso a su familia. Cuando la delegación bajaba, comprobó presencia militar intensa en la vía, a escasos cinco minutos del lugar de los hechos, lo que evidencia la coordinación entre la fuerza pública y los paramilitares.

Este mismo domingo 19 de mayo de 2013, a la misma hora, dos miembros del Consejo Interno de la Comunidad que se encontraban en el aeropuerto de Carepa, fueron empadronados ilegalmente por agentes de la policía al mando del SUBINTENDENTE HERNÁNDEZ. Los uniformados alegaron que ellos “pueden hacer lo que les dé la gana”. Al hacerles ver que estaban violando normas establecidas en una sentencia de la Corte Constitucional, respondieron que ellos “son la autoridad y no tienen porqué cumplir ninguna sentencia; que si a los miembros de nuestra Comunidad de Paz no les gustaba el procedimiento, ellos se los llevarían detenidos.

El jueves 23 de mayo de 2013, hacia las 13:40 horas se registró un combate entre tropas del ejército nacional y guerrilleros de las FARC, en la vereda Mulatos, en el sitio conocido como El Barro, en la finca del señor Antonio Arteaga, la cual es administrada por dos familias integrantes de la Comunidad de Paz. Allí los militares utilizaron la vivienda como trinchera, colocando como escudos humanos a los niños y a los civiles, lo que con toda evidencia constituye un crimen de guerra. Al pedirles que se retiraran de la vivienda, los militares respondieron diciendo que esto era para que los mataran junto con ellos. Era, pues, un crimen de guerra consciente, intencional y premeditado.

El sábado 25 de mayo de 2013, en horas de la mañana, en la Aldea de Paz ubicada en la vereda Mulatos, fue retenido por tropas del ejército nacional, por varios minutos, el menor de edad EDILBERTO TUBERQUIA, miembro de la Comunidad de Paz, quien fue tratado con insultos e interrogado sobre el paradero de miembros de la Comunidad. Después los militares lo siguieron por espacio de varios minutos.

El domingo 26 de mayo de 2013, en una reunión realizada en el área urbana de Apartadó, los líderes del paramilitarismo anunciaron que aprovecharán un momento en el que no haya presencia de acompañamiento internacional en la Comunidad de Paz, para realizar una incursión armada contra la Comunidad en el asentamiento de San Josecito, añadiendo que todo ya está planeado y coordinado con la fuerza pública y que prueba de ello es la acción que realizaron el domingo 19 de mayo de 2013, cuando retuvieron a Eusebio Graciano, pues se habían movido sin enfrentar ninguna dificultad con la fuerza pública, lo que hacen permanentemente.

El lunes 27 de mayo de 2013, en horas de la mañana, tropas del ejército adscritas a la Brigada Móvil No. 24, ocuparon la propiedad privada de la Comunidad de Paz en el caserío de la vereda la Unión durante varias horas. Ante tal situación de irrespeto, la Comunidad delegó a varios miembros para exigirles que desocuparan los espacios privados. Este mismo lunes 27 de mayo, hacia las 15:00 horas, se presentó un nuevo combate entre soldados del ejército nacional y guerrilleros de las FARC en la vereda Las Claras, a escasos minutos del asentamiento de la Comunidad en la Unión, junto a la vivienda de Reinaldo Rivera.

El lunes 27 de mayo de 2013, hacia las 14:50 horas, fue empadronado ilegalmente y fotografiado por agentes de la policía en complicidad con los guardias de seguridad en el aeropuerto de Carepa, JESÚS EMILIO TUBERQUIA, miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz.

El lunes 27 de mayo de 2013, hacia las 23:00 horas, en la vereda Playa Larga, en la Hacienda la Marina, propiedad de los paramilitares, un grupo de guerrilleros realizaron incursión armada, quemaron la vivienda y se llevaron una recua de mulas y un asno perteneciente a los paramilitares. Según los medios locales, alrededor de 18 familias se desplazaron de la zona. La Comunidad de Paz ha puesto en conocimiento del Presidente de la República, desde hace mucho tiempo, la presencia paramilitar en ese sitio preciso y su permanente ampliación de espacios en esa zona, sin que hasta el momento el alto Gobierno haya querido hacer nada, responsabilizándose con plena evidencia de los crímenes que allí son perpetrados. Esa propiedad y otras aledañas están bajo el dominio de alias “Otoniel”, jefe de las “Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC”.

El martes 28 de mayo de 2013, un grupo de reconocidos paramilitares hizo presencia en la vereda Playa Larga, en los limites con la vereda la Esperanza, manifestando que habían dado aviso a la fuerza pública para buscar las mulas que la guerrilla les había robado el día anterior y para cobrarle a los campesinos de la zona todos los daños que ellos (los paramilitares) habían sufrido.

El martes 28 de mayo de 2013, hacia las 8:40 horas, fue empadronado ilegalmente y fotografiado ia ARLEY TUBERQUIA, miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz, por agentes de la Policía Nacional, en el aeropuerto de Carepa. Un agente de la policía utilizó el celular de una de las guardias del aeropuerto y no su propio equipo de comunicación, el cual tenía en sus manos, para realizar una llamada telefónica a un desconocido y suministró los datos del miembro del Consejo Interno.

El miércoles 29 de mayo de 2013, nuevamente la Comunidad de Paz fue burlada por parte del alto gobierno, pues el Presidente Juan Manuel Santos no quiso asistir al acto de retractación de las calumnias proferidas contra la Comunidad de Paz, desacatando de esa manera lo ordenado por la Corte Constitucional mediante auto 164/12.

El jueves 30 de mayo de 2013, hacia las 15:00 horas, los 32 delegados de la Comunidad de Paz que se habían desplazado a Bogotá para asistir al acto de retractación de las calumnias que iba a realizar el Presidente Santos pero que al fin no lo hizo, a su regreso a Apartadó fueron interceptados a la altura del sitio conocido como CASA VERDE, en el municipio de Carepa, por una patrulla de la policía. Allí los delegados del Ministerio del Interior, quienes acompañaban en su regreso al grupo de delegados, pudieron presenciar en directo un episodio de la persecución contra la Comunidad de Paz, pues ya habían sido sometidos a requisas ese mismo día en dos ocasiones y sus antecedentes verificados en los aeropuertos. Sin embargo la persecución era clara. Un agente de la policía se acercó a un miembro de la comunidad y le manifestó que aunque estuvieran funcionarios del Ministerio del Interior, a ellos no les importaba detener a los miembros de la Comunidad. Era tanta la rabia del Subintendente de la policía allí, que no obedeció a las órdenes de su superior en Carepa de dejar pasar a la delegación, lo que obligó a que él mismo se hiciera presente en el sitio.

El jueves 30 de mayo de 2013, hacia las 14:00 horas, tropas del ejército nacional que supuestamente iban en búsqueda y rescate de las mulas robadas a los paramilitares por la guerrilla, sostuvieron combates con guerrilleros de las FARC quienes al parecer llevaban los animales robados, entre las veredas La Esperanza y Mulatos. En el intercambio de disparos resultó casi destruida por los impactos de las balas la vivienda del campesino Reinaldo Cardona, quien se encontraba en ella con su familia, entre ellos varios niños, en el momento de los hechos; simultáneamente un helicóptero del ejército ametralló la zona y las vainillas cayeron sobre la vivienda; allí resultó también muerto un toro y un militar resultó gravemente herido, según los campesinos.

El viernes 31 de mayo 2013, hacia las 05:00 horas, según informaciones de los campesinos, un helicóptero del ejército nacional aterrizó en la propiedad de Reinaldo Cardona, no se sabe si a recoger heridos o muertos.

El viernes 31 de mayo de 2013, hacia las 9:00 horas, en la vereda La Miranda, perteneciente al corregimiento de San José, se registró un enfrentamiento entre el ejército nacional y la guerrilla de las FARC, según informaciones de los habitantes de la zona. Al parecer hubo heridos de ambos bandos. Horas más tarde, un helicóptero militar aterrizó en la zona.

El jueves 30 y el viernes 31 de mayo de 2013, se registró una fuerte presencia de militares en la Aldea de Paz, asentamiento de la Comunidad de Paz en la vereda Mulatos, ingresando ilegalmente a la propiedad privada de la Comunidad de Paz. Es una práctica bochornosa, pero la comunidad ejerció su derecho exigiendo constantemente a los militares el respeto a los sitios de vida y de trabajo de las familias de la Comunidad.

El sábado 1 de junio de 2013, hacia las 19:30 horas, se registró un hostigamiento a la base militar ubicada en el casco urbano de San José. El no acatamiento del gobierno y su fuerza pública a las prescripciones de la Corte Constitucional que prohíbe ubicar las bases en medio de la población civil, continúa poniendo en alto riesgo la vida de los pobladores de San José.

El domingo 2 de junio de 2013, hacia las 14:00 horas, mientras un grupo de civiles se encontraba recreándose en la cancha de futbol, ubicada en el casco urbano de San José, junto a la base militar, se presentó nuevamente un hostigamiento a la base militar allí ubicada, por parte de guerrilleros de las FARC, lo que obligó a los civiles a huir apresuradamente del lugar. Este nuevo hecho, evidencia el alto riesgo en el que se encuentra la población civil del casco urbano del corregimiento. A pesar de esto, el gobierno nacional pretende construir allí un colegio, donde albergarían a muchos jóvenes de la región, lo que significa que a las instituciones no les importa el riesgo que ello representa para la población civil.

El lunes 3 de junio de 2013, hacia las 9:00 horas, en la vereda la Unión, miembros de la Comunidad de Paz se dirigieron a tropas del ejército que se encontraban dentro de los espacios de trabajo de las familias, para solicitarles que se retiraran de allí, a lo cual los militares manifestaron que ellos hacen lo que les da la gana y que nadie los va a venir a mandar allí. Este mismo lunes 3 de junio de 2013, hacia las 17:00 horas aproximadamente, se presentó nuevamente un hostigamiento entre el ejército nacional y guerrilleros de las FARC en el sitio conocido como La Antena en el corregimiento de San José de Apartadó.

El martes 4 de junio de 2013, hacia las 15:00 horas, nuevamente dos paramilitares en trajes civiles y portando armas cortas, siguieron al campesino ÁNGEL EUSEBIO GRACIANO en Apartadó mientras caminaba por el centro de esa ciudad, por lo que se vio obligado a abordar un taxi para escapar de sus asesinos y refugiarse en algún sitio allí, la Comunidad inmediatamente fue informada tuvo que ir a rescatarlo y devolverlo a la familia sano y salvo, ante estos nuevos hechos de amenaza, la Comunidad hizo responsable al Estado colombiano por lo que pueda sucederle a Ángel Eusebio, pues, en menos de quince días, ha estado a punto varias veces de ser asesinado por paramilitares que actúan en abierta complicidad con la fuerza pública.

Desde el sábado 1 hasta el martes 4 de junio de 2013, tropas del Ejército Nacional acamparon en propiedad privada de la Comunidad de Paz en la vereda La Esperanza junto a la vivienda de las familias allí residentes, violando el derecho a la propiedad privada consagrada en la Constitución de Colombia, además de pisotear los espacios de vida y trabajo de la Comunidad de Paz. La presencia de actores armados junto a las viviendas de la población civil coloca en riesgo la vida de los civiles, muestra de ello son los últimos hechos registrados en las últimas semanas, pues la población civil ha sido colocada como escudos humanos y las viviendas como trincheras por parte de la fuerza pública, lo que constituye a todas luces un crimen de guerra.

El miércoles 5 de junio de 2013, el Gobierno Nacional a través de la Directora del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH de la Vicepresidencia de la República, ALMA BIBIANA PÉREZ GÓMEZ, respondió a través de una carta fechada el 15 de mayo de 2013, a las peticiones que recientemente hiciera a favor de la Comunidad de Paz, la Comunidad de Tamera, en Portugal, la cual está hermanada con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó desde hace varios años; dicho escrito ha sido enviado a otras organizaciones en el exterior por parte del Gobierno Nacional. La Directora parece desconocer o pretende ocultar las graves violaciones a los derechos humanos por parte de la Fuerza Pública al mostrar los supuestos “logros alcanzados en materia de seguridad por parte de la fuerza pública en la zona”; ignora los constantes abusos de la fuerza pública contra miembros de la Comunidad de Paz y contra la población del entorno y pretende silenciar los asesinatos recientes a manos de las fuerzas de seguridad del Estado, como el ocurrido el jueves 4 de octubre de 2012 en el que resultó herido de muerte por parte de agentes del Estado el civil ALBERTO ARIZA HUACA; o el ocurrido el martes 9 de abril de 2013 en el que, sin mediar palabra, el Ejército Nacional asesinó al campesino CARLOS ANDRÉS TORRES. A todas luces se evidencia que “las instrucciones de comportamiento que debe tener la fuerza pública frente a los miembros de la Comunidad de Paz” para lo único que han servido es para atropellarla, como los hechos del pasado jueves 30 de mayo de 2013 en los que se evidenció una persecución clara contra la Comunidad de Paz por parte de la Policía Nacional, a cuyos agentes no les importó que estuvieran con la delegación de la Comunidad funcionarios del Ministerio del Interior. Es de anotar que si bien es cierto que se han dado acercamientos propiciados desde el Ministerio del Interior y las reuniones sostenidas en el transcurso del 2013 entre éste y la Comunidad de Paz, los acuerdos para el cumplimiento de las órdenes contenidas en el auto 164 de 2012 proferido por la Corte Constitucional no se han cumplido por parte del Gobierno, como ocurrió el miércoles 29 de mayo, cuando el señor Presidente Santos no cumplió la promesa de presidir el acto de retractación de las calumnias presidenciales contra la Comunidad. Además, se estableció un canal directo de comunicación entre el despacho del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y el DIH de la Vicepresidencia y los líderes de la Comunidad de Paz, con el ánimo de transmitir rápidamente las situaciones de riesgo lograr conjurarlas a tiempo, pero ello no sirvió para nada. La presencia en la zona de organismos del Estado como la Defensoría del Pueblo, con quien la Comunidad se vio forzada a romper por la inoperancia, sordera e ineptitud, y el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social y sus entes territoriales, en la supuesta implementación de diversos programas de inversión social dirigida a los habitantes del corregimiento de San José de Apartado en los cuales nunca se ha incluido a los miembros de la Comunidad de Paz.

El miércoles 5 de junio de 2013, en la vereda Mulatos, junto a la Aldea de Paz de la Comunidad de Paz, fue retenido durante varios minutos BERNARDO SEPÚLVEDA, miembro de la Comunidad de Paz, por tropas del Ejército Nacional. Los militares le manifestaron que las cosas estaban calientes por los lados de San José de Apartado por culpa de esa HP de Comunidad de Paz; que ellos se dirigían hacia San José; que se abstuvieran de lo que tenían preparado y coordinado por otro lado.

El jueves 6 de junio de 2013; en el casco urbano de Nuevo Antioquia, los paramilitares anunciaron que van a ir por REINALDO AREIZA esté donde esté, manifestando que la incineración de la vivienda en la haciende La Marina estaba relacionada con la vivienda que ellos le quemaron a Reinaldo el 4 de julio de 2012 en la vereda la Esperanza.

El viernes 7 de junio de 2013, hacia las 10: 15 horas de la mañana, guerrilleros de las FARC hostigaron la base militar y el comando de policía ubicados en el casco urbano de San José de Apartadó por espacio de 30 minutos, uno de los salones de la escuela de San José y en el cual se encontraban niños en clases fue afectado por un proyectil disparado desde la base militar.

Este mismo viernes 7 de junio de 2013, hacia las 14:45 horas, en el casco urbano de San José de Apartadó, a las afueras de una vivienda, junto al puente de la localidad, cerca a la escuela, estalló una bomba dejando 4 soldados gravemente heridos; inmediatamente bajaron militares de la base a auxiliar a los heridos y al mismo tiempo amenazaron con sus armas de dotación a varios civiles por no colaborar con la fuerza pública brindando información, argumentando que la población civil tenía conocimiento de este atentado. La presencia del ejército y de la policía en medio de la población civil contradicen numerosas normas de la Corte Constitucional en zonas de conflicto como lo es el casco urbano de San José, el cual desde su militarización extrema a partir de abril del 2005 ha provocado numerosos enfrentamientos armados cobrando cuantiosas víctimas civiles. Estos hechos afirman una vez más lo inútil que resultan las bases militares junto a la población civil en zonas de conflicto, sin embargo el gobierno insiste en construir un colegio en inmediaciones de la base militar para poner en extremo riesgo a la población infantil.

Este mismo viernes 7 de junio de 2013, en horas de la mañana, en la vereda Arenas Bajas, perteneciente al corregimiento de San José, hizo presencia un grupo de paramilitares en la casa de un miembro de la Comunidad de Paz; allí manifestaron que venían a “arreglar un asunto y que a esa HP Comunidad de Paz le había llegado su hora”.

El sábado 8 de junio de 2013, en el centro urbano de San José de Apartadó, mientras recorría el caserío cabalgando en su caballo, el campesino JUAN SÁNCHEZ fue amenazado; varios militares que en ese momento hacían presencia allí, manifestaron ante varios civiles que “ese HP estaba bueno para bajarle la cabeza de un HP rafagazo, tal como fue fusilado un HP en Caracolí” (refiriéndose a Carlos Andrés Torres asesinado por militares el pasado lunes 9 de abril de 2013).

El domingo 9 de junio de 2013, en la vereda Mulatos, perteneciente al corregimiento de San José, tropas del Ejército Nacional retuvieron ilegalmente durante varios minutos al campesino RAMÓN ISIDRO GUERRA; los militares intentaron quitarle una mula de su propiedad aduciendo que era una de las mulas robadas a los paramilitares por la guerrilla el pasado lunes 27 de mayo de 2013, allí los militares manifestaron que esa mula era de los paramilitares que la guerrilla les robó y que las tropas del ejército estaban allí para rescatarlas y devolvérselas nuevamente a los paramilitares. De igual forma los militares lo amenazaron y le recordaron que la Comunidad de Paz lo había salvado en el 2011, cuando fueron a reclamarlo el día que los militares lo retuvieron, pero que se preparara porque las cosas habían cambiado, que ya no era igual que antes, que las cosas eran a otro precio y que no importaba si esa HP Comunidad se metía. Horas más tarde retuvieron a otro campesino que transitaba por el lugar al cual le preguntaron por las mulas robadas y le pidieron que si llegaba a tener información, que se las suministrara ya que ellos tenían que rescatar esas mulas y devolvérselas a los paras.

El lunes 10 de junio de 2013, en la vereda La Esperanza, en el corregimiento de San José, una tropa de paramilitares amaneció junto a la propiedad privada de la Comunidad de Paz, allí manifestaron a algunos civiles que transitaban por el lugar que toda la operación militar estaba coordinada con la fuerza pública para buscar las mulas que la guerrilla les robó el pasado lunes 27 de mayo a los paramilitares y que gracias a la fuerza pública y a la protección de ellos ya están reconstruyendo la vivienda de los paramilitares destruida por la guerrilla.

El martes 11 de junio de 2013, hubo una fuerte presencia de tropas del Ejército Nacional en el sitio conocido como El Barro, en la vereda Mulatos; allí los militares han manifestado a varios civiles que si conocen del paradero de las mulas de los paramilitares que la guerrilla robó el lunes 27 de mayo, que ellos, los militares, las están buscando para devolvérselas al comandante de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia “AGC” alias “Otoniel”.

El viernes 14 de Junio de 2013, en Nuevo Antioquia, varios reconocidos paramilitares, quienes se encontraron con pobladores de la región, anunciaron que van a realizar una incursión en la Comunidad de Paz, pues según los paramilitares, la Comunidad les ha hecho mucho daño cuando denuncia internacionalmente la relación de ellos con la fuerza pública. Dijeron que alias “SOPA” tiene la orden de sus superiores para arremeter contra la Comunidad de Paz, que están esperando a que los acompañantes internacionales no estén en los asentamientos de la Comunidad para cometer una masacre en coordinación con la fuerza pública.

El sábado 15 de junio de 2013, nuevamente en Nuevo Antioquia los paramilitares anunciaron que iban a perpetrar una masacre contra la Comunidad de Paz, además anunciaron la persecución a muerte contra el campesino ÁNGEL EUSEBIO GRACIANO, el cual ha sufrido recientemente en dos ocasiones intentos de asesinato, de los cuales ha logrado escapar con vida.

Este mismo sábado 15 de Junio de 2013, el joven LUIS ALBEIRO CORREA BORJA, poblador del centro urbano de San José, fue retenido arbitraria e ilegalmente por los militares de la base militar de San José, quienes lo acusaron de ser colaborador de la guerrilla y de ser culpable de la bomba que explotó el 7 de junio de 2013 en San José.

El domingo 16 de Junio de 2013, hacia las 9:30 y hasta las 11:00 horas se registró un enfrentamiento en la vereda La Esperanza entre el Ejército Nacional y la guerrilla de las FARC, poniendo nuevamente en alto riesgo la vida de los civiles por desacatar las prescripciones de la Corte Constitucional acerca de la no ubicación de bases militares ni policiales en medio de la población civil.

El jueves 20 de junio de 2013, pobladores de las veredas Arenas Altas y La Cristalina, del corregimiento de San José, recibieron llamadas de un sujeto quien se ha identificado con el alias “COFLAS”, supuestamente desmovilizado de las FARC, advirtiendo que aunque él era responsable encargado de la zona de la bomba detonada el 7 de junio de 2013, en el casco urbano de San José, ya tenían todo el montaje para acusar a pobladores de la zona como responsables de los hechos, manifestando que lo tenían bajo presión de los militares, pues tenían que mostrar resultados.

El lunes 8 de julio de 2013, hacia las 8:30 am, en la vereda La Esperanza un grupo de paramilitares ingresaron a la propiedad del campesino REINALDO CARDONA, preguntando por él, quien al momento no se encontraba en la vivienda. Los paramilitares aseguraron que se les había escapado, pues iban por él, ya que lo acusaban de ser sabedor de la presencia de la guerrilla en la zona y de ser cómplice de la muerte de militares el jueves 30 de mayo de 2013, donde resultó casi destruida su vivienda en el enfrentamiento; de la vivienda se llevaron dos simcares pertenecientes a la familia. Allí anunciaron la incursión que tienen planeada con el ejército contra la Comunidad de Paz. Cuando regresaban hacia nuevo Antioquia detuvieron a un campesino de la zona a quien insultaron y lo obligaron a llevar carga que ellos llevaban.

Este mismo lunes 8 de julio de 2013; hacia las 15:00 horas este grupo paramilitar llego a la escuela y centro de Salud de la vereda la Esperanza junto al asentamiento de la Comunidad allí, entre este grupo iban los reconocidos paramilitares José Adelmo Osorno Mejía alias “Panelo” y el desmovilizado de las farc alias “Majute” comandante paramilitar, quien por mucho tiempo estuvo en la Brigada XVII del ejército nacional.

Este mismo lunes 8 de julio de 2013, hacia las 15:00 horas, este grupo paramilitar llegó a la escuela y al centro de salud de la vereda La Esperanza, junto al asentamiento de la Comunidad de Paz allí. Con los paramilitares iban alias “Panelo” y alias “Majute”

El sábado 13 de Julio de 2013, Tropas militares que se encontraban en la vereda la Unión, en una propiedad de un miembro del Consejo Interno de la Comunidad de Paz, al exigirles que se retirasen del lugar manifestaron que ellos no están en propiedades ajenas, que estaban en terrenos del Estado.

Entre los días 15 al 17 de julio de 2013, se registraron fuertes combates entre paramilitares y guerrilleros de las FARC en la vereda la Hoz, perteneciente al corregimiento de San José, varias familias campesinas han sido amenazadas por los paramilitares y obligadas a desplazarse.

El sábado 20 de julio de 2013, medios de comunicación registraron la muerte de un guerrillero y la captura de otro en la vereda Rodoxali perteneciente al corregimiento de San José de Apartadó, como resultado de combates entre el ejército nacional y las FARC.

El lunes 22 de julio de 2013, hacia las 13:00 horas y por espacio de varios minutos se registró un sobrevuelo de helicópteros militares que escoltaban dos avionetas antinarcóticos, las cuales fumigaron en las veredas Mulatos y La Resbalosa; cultivos de pan coger de las familias fueron afectados por la aspersión del veneno, al igual fueron contaminadas las aguas de estas veredas; sobre el Río Mulatos se han encontrado peces muertos.

El miércoles 24 de julio de 2013, una camioneta estuvo recorriendo por espacio de varios minutos el trayecto entre Caracolí y San Josecito.

El viernes 26 de julio de 2013, varios campesinos del corregimiento de San José se acercaron a miembros de la Comunidad de Paz para manifestar que el ejército nacional y la fiscalía están adelantando procesos judiciales a través de montajes judiciales contra pobladores de la zona a quienes pretenden judicializar como responsables de la bomba que fue detonada el pasado 7 de junio de 2013 en el caserío de san José, donde resultaron varios militares gravemente heridos.

El sábado 27 de julio de 2013, una familia de la vereda La Cristalina salió desplazada por amenazas de militares quienes le hicieron saber que era mejor que se fuera de la zona o que no respondían por su vida. En los días anteriores varios campesinos habían sido amenazados por desmovilizados como alias “COFLAS”. También fue visto el reconocido paramilitar alias “GUACHIPIN” en medio de las tropas que patrullaban en el corregimiento de San José.

El lunes 29 de julio 2013, hacia las 15:20 horas, fue abordado por agentes de la Policía Nacional JOHN FREDY ÚSUGA, miembro de la Comunidad de Paz y coordinador en la vereda Arenas Altas, asentamiento de la Comunidad de Paz, mientras se dirigía en vehículo de servicio público de Apartadó a San José. Al detenerse el vehículo, inmediatamente exigieron los documentos de Úsuga y le ordenaron descender del automotor, anunciándole que tenía orden de captura; miembros de la Comunidad y acompañantes internacionales mediaron por él y después de varios minutos fue puesto en libertad.

El jueves 1 de agosto de 2013, junto al puente de Rio Grande en la vía que del municipio de Apartadó conduce al municipio de Turbo, dos paramilitares que se movilizaban en motocicleta asesinaron con arma de fuego al civil “NELSON CARTAGENA GARCÍA” quien residía en la vereda Aguas Frías del corregimiento de San José. Se ha denunciado en diversas ocasiones la presencia de paramilitares que se pasean por la vereda Los Mandarinos y en la vía central donde fue asesinado Cartagena, donde además es constante la presencia militar que evade su responsabilidad y actúa conjuntamente y en connivencia con los paramilitares.

El lunes 5 de agosto de 2013, medios de información local registraron la noticia de la muerte de 3 personas en la vereda la Ahuyamita, entre los corregimientos de San José y Nuevo Antioquia, al parecer a manos de la guerrilla de las FARC, los occisos fueron identificados como “ARLENIS REYES” de 24 años de edad, “DARÍO SÁENZ” de 28 años de edad, y “LUIS ALBERTO IBARRA” de 24 años de edad. Según campesinos de la zona, en el lugar de los hechos se encontraron prendas de uso privado de la fuerza pública, al parecer habrían sido asesinados porque eran informantes y colaboradores de los paramilitares.

Entre el martes 6 y el miércoles 7 de agosto de 2013, paramilitares hicieron presencia en las veredas La Ahuyamita, El Limón, La Hoz, y Las Flores, anunciando un censo en todas las veredas y conminando a los civiles a trabajar con ellos como informantes, de lo contrario serían asesinados como represalia por la muerte de las tres personas el lunes 5 de agosto de 2013. De igual forma anunciaron un censo en las veredas Rodoxalí y La Esperanza, en esta última existe un asentamiento de la Comunidad de Paz.

El viernes 9 de agosto de 2013; en la vereda Rodoxalí, perteneciente al corregimiento de San José de Apartado, fue asesinado el campesino JOSÉ PACHECO por paramilitares que llegaron a su vivienda y lo ahorcaron y luego se llevaron tres bestias propiedad de Pacheco. José era el encargado de la trilladora de arroz de la vereda; el mensaje de los paramilitares es que lo habían asesinado como venganza por la muerte de tres de sus colaboradores el pasado lunes 5 de agosto de 2013.

Este mismo viernes 9 de agosto de 2013;, en horas de la mañana, la Fiscalía ingresó al casco urbano de San José de Apartadó y privó de la libertad a la señora ELVIA MARÍA CATAÑO, madre de dos niños y habitante del corregimiento de San José, acusándola de ser guerrillera; Cataño fue trasladada al centro de reclusión ubicada en el corregimiento El Reposo, y posteriormente trasladada a un centro penitenciario y carcelario de alta seguridad en Medellín, según la Fiscalía y el Ejército, porque es una persona de alta peligrosidad para la sociedad. Se han hecho efectivas las amenazas de alias “COFLAS” del pasado 20 de junio y quien se encuentra protegido en la Brigada XVII del Ejército y las denuncias de varios campesinos del pasado 26 de julio, donde se advertían los montajes judiciales que se venían preparando por el Ejército nacional y la Fiscalía contra varios civiles de la zona. Cataño había sido detenida ilegalmente el pasado martes 14 de mayo de 2013 y conducida arbitrariamente a la estación de Policía ubicada en la ciudad de Apartadó. Así funcionan los “procesos judiciales” en Urabá, en los que agentes, instituciones, espacios, pruebas, procedimientos y diligencias están fuera de la ley y contra la ley, y aún más, son acciones delictivas que las instituciones no sólo toleran sino que avalan.

El miércoles 14 de agosto de 2013, hacia las 10:00 horas un grupo de paramilitares ingresaron a la vereda Rodoxalí, del corregimiento de San José, y convocaron a reunión a todos los campesinos de la zona. Allí amenazaron a los civiles y les obligaron a trabajar con ellos como informantes y colaboradores, de lo contrario serían asesinados. Allí mismo, de nuevo profirieron amenazas contra la Comunidad de Paz, diciendo que van a realizar una incursión contra la Comunidad y que además se van a tomar las veredas Mulatos y La Resbalosa donde existen asentamientos de la Comunidad de Paz; allí mismo aprovecharon la ocasión para censar a los campesinos, argumentando que quien no esté en la lista de los censados será asesinado.

El jueves 15 de agosto de 2013; varias familias que habitan las veredas Mulatos y La Resbalosa han manifestado gran temor por la amenaza de los paramilitares y anuncian desplazarse antes que morir. Aunque estas familias no hacen parte de la Comunidad, la posición de ésta es de no retroceder ante los asesinos, no ceder a sus amenazas y chantajes ni un centímetro. La Comunidad va a acompañar a estas familias para que no se desplacen.

El viernes 16 de agosto de 2013, tropas militares que se encontraban en la vereda Arenas Altas, lugar perteneciente a la Comunidad de Paz, llegaron a la vivienda de una familia y preguntaron por el nombre y lugar de vivienda del coordinador de la vereda Arenas Bajas. Estas acciones del Ejército Nacional son una clara evidencia del censo que vienen realizando los paramilitares conjuntamente con los militares en la zona.

El martes 20 de agosto de 2013, tropas militares adscritas a la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, ingresaron ilegalmente a la propiedad privada donde se encuentra un asentamiento de la Comunidad de Paz en la vereda La Resbalosa. A pesar de que se les exigió que se retiraran de allí, ya que están en los espacios de la Comunidad claramente señalados con vallas, las tropas no se retiraron.

El miércoles 21 de agosto de 2013, tropas militares que se encontraban desde el martes 20 de agosto de 2013 ilegalmente en el asentamiento de la Comunidad de Paz en La Resbalosa y a pesar de exigirles que se retiren de los espacios de vida y trabajo de la Comunidad, pidieron a una familia allí que le facilitara los nombres de todas las personas que viven en el asentamiento y afirmaron además que no se van a ir, que ellos hacen lo que se les dé la gana y nadie los va a mandar; de nuevo pisotearon los espacios comunitarios y ultrajaron la dignidad y los principio de neutralidad, además de querer censar a la Comunidad y tener esas listas que terminan en manos de los paramilitares para luego asesinar.

El miércoles 21 de agosto de 2013, en horas de la mañana, fue retenido durante 4 horas ilegalmente por tropas del Ejército Nacional el Campesino FILINARDO QUINTERO, entre las veredas la Unión y Arenas Altas, a 20 minutos del caserío de la Comunidad de Paz en Arenas Altas; allí los militares lo amenazaron y lo trataron de guerrillero, anunciando que atrás venían los paramilitares para realizar una incursión contra la Comunidad de Paz y otros pobladores de la zona.

El viernes 23 de agosto de 2013, paramilitares de Nuevo Antioquia realizaron reuniones con campesinos de las veredas aledañas, donde les informaban del plan que tenían coordinado con el ejército para tomarse toda la zona del corregimiento de Nuevo Antioquia y del corregimiento de San José de Apartado, allí manifestaron que continuarán realizando asesinatos selectivos de pobladores de la región, pues tienen una gran lista de personas para asesinar.

El domingo 25 de agosto de 2013, miembros de la Comunidad de Paz, acompañados de organizaciones internacionales, se acercaron al Ejércicito Nacional que viene haciendo presencia ilegalmente e irrespetuosamente dentro del asentamiento de la Comunidad de Paz en La Resbalosa desde el martes 20 de agosto de 2013, allí la Comunidad habló con un soldado quien no quiso identificarse, pero que sin embargo en su uniforme se leía el apellido “GALVIS”, manifestando que no se retirarían del lugar hasta nueva orden de sus superiores. Ya esta es la tercera vez que se les exige a las tropas militares desalojar los espacios de vida y trabajo de la Comunidad de Paz.

El domingo 25 de agosto de 2013, hacia las 6:00 horas, un grupo de paramilitares hizo presencia en la vivienda de una familia en la vereda Arenas Bajas, allí anunciaron que iban con dirección a Arenas Altas donde existe un asentamiento de la Comunidad de Paz.

Este mismo domingo 25 de agosto de 2013, hacia las 7:00 horas, el grupo de paramilitares que venían realizando un recorrido desde Nuevo Antioquia, llegaron al asentamiento de la Comunidad de Paz en la vereda Arenas Altas, allí se quedaron varias horas en las casas de la Comunidad de Paz, preguntaron con lista en mano por varias personas de la Comunidad y por personas de la región, quienes no se encontraban en el lugar, luego se camuflaron en el bosque en la misma vereda donde han estado pernoctando, aludiendo que tienen toda la protección de “los Primos” que son el Ejército Nacional. En los últimos días se han dejado constancias de la fuerte presencia paramilitar en la zona y de las amenazas por parte del ejército y los paramilitares contra La Comunidad de Paz.

El lunes 26 de agosto de 2013, hacia las 11:00 horas, un helicóptero militar aterrizó en la vereda Arenas Altas, asentamiento de la Comunidad de Paz. A escasos 10 minutos de allí se encontraba un grupo de paramilitares. Es lógico pensar que allí se estaba dando un apoyo y coordinación logística mutua.

El martes 27 de agosto de 2013, hacia las 6:00 horas, en la vereda Las Nieves, aledaña a la vereda la Unión donde existe un asentamiento de la Comunidad, un grupo de paramilitares ingresó a la vivienda del campesino JOSÉ ALBERTO MUÑOZ y se lo llevaron retenido por casi dos horas. El grupo paramilitar lo amenazó y lo ultrajó físicamente, advirtiendo que no fuera a denunciar estos hechos y que nadie debería saber que ellos estaban allí, ya que se les podrían dañar los planes que llevaban. En medio de su operativo, profirieron nuevamente amenazas contra la Comunidad de Paz, anunciando una nueva incursión. El grupo paramilitar se retiró de la vivienda resguardándose en el bosque cercano y afirmando que iban a estar por allí ya que estaba todo coordinado con la fuerza pública para realizar una incursión contra la Comunidad de Paz en la vereda La Unión, aledaña a ese lugar. Hay que recordar que en el filo de Las Nieves, a escasos 10 minutos de allí, hubo presencia militar desde hace varios días.

El miércoles 28 de agosto de 2013, hacia las 11:00 horas, en la vereda la Hoz, perteneciente al corregimiento de San José, se presentó un fuerte combate entre paramilitares y guerrilleros de las FARC, según informaciones de los campesinos, resultaron muertos varios paramilitares.

El jueves 29 de agosto de 2013, en horas de la tarde, un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda La Esperanza, allí amenazaron con ejecutar a varias personas que tienen en una lista para asesinar, anunciando que van a estar en la vereda constantemente hasta dar con los de la lista.

El viernes 30 de agosto de 2013, reconocidos paramilitares en Nuevo Antioquia anunciaron que iban asesinar a varias personas de la zona y que tienen en lista, pues, tienen que vengar el daño que les ha hecho la guerrilla con las tres muertes el lunes 5 de agosto de 2013; y las muertes sufridas en el reciente combate en La Hoz, el miércoles 28 de agosto de 2013. Al menos 34 personas entre niños y adultos, de 9 familias, se han tenido que desplazar de las veredas la Hoz y Rodoxalí por las amenazas de los paramilitares, y otras 14 familias de estas dos veredas están en riesgo de desplazarse por el temor a las represalias de los paramilitares.

Este mismo viernes 30 de agosto de 2013, hacia las 10:30 horas, se presentó un hostigamiento a la base militar de San José de Apartado, bastante prolongado desconociéndose la suerte de los civiles que quedaron en medio del fuego cruzado.

El sábado 31 de agosto de 2013, hacia las 14:30 horas, se registró un fuerte combate entre tropas del Ejército Nacional y guerrilleros de las FARC, en la vereda La Linda, del corregimiento de San José. Según informaciones de los campesinos, hubo muertos en las filas de los militares, de al menos tres soldados. Este mismo día, aterrizó el helicóptero en la zona de los hechos. Posteriormente y hacia las 18:30 horas se escucharon detonaciones cerca al lugar de los combates, al parecer los militares bombardearon indiscriminadamente una montaña, cerca de donde acampaban los militares.

Este mismo sábado 31 de agosto de 2013, hacia las 19:00 horas, un grupo de paramilitares que habían estado acampando en la vereda la Hoz, del corregimiento de San José, ingresaron a la vivienda del joven Campesino BUENAVENTURA HOYOS HERNANDEZ, de aproximadamente 18 años de edad, y se lo llevaron detenido obligándolo a seguirlo al campamento de los paramilitares, los cuales se encuentran aproximadamente a 10 minutos de distancia de una tropa militar del Ejército Nacional que se encuentra en la zona desde hace varios días, ante ello, la Comunidad hizo responsable al Gobierno Nacional por la suerte que corra HOYOS HERNÁNDEZ.

El mismo sábado 31 de agosto de 2013, hacia las 8:00 horas y por espacio de dos horas, en la vereda La Resbalosa, junto al asentamiento de la Comunidad de Paz, fue retenido el campesino WALTER DAVID, por tropas de la Brigada Móvil 24. Al enterarse de que David no era miembro de la Comunidad de Paz, le advirtieron que no fuera a hacer parte de esa HP de Comunidad de Paz, ya que ellos estaban dolidos porque habían sido retirados de los espacios de vida de la Comunidad de Paz por miembros de esa Comunidad. Allí nuevamente los militares profirieron amenazas contra la Comunidad de Paz diciendo que “la Comunidad de Paz es una ideología de la guerrilla y es la guerrilla quien la maneja”, y advirtieron que “ojala así como los sacaron a ellos, ojalá sacaran a los paramilitares que vienen detrás de ellos”, como insinuando que los paramilitares podrían actuar con más brutalidad ya que no comprometen directamente la responsabilidad del Estado.