2021

23/12/2021 Una Navidad enlutada Declaración de la Comunidad de Paz sobre el asesinato de Huber Velásquez

Como Comunidad de Paz de San José de Apartadó hacemos presencia en este sitio donde el pasado viernes 17 de diciembre fue asesinado, por las estructuras armadas que dominan nuestra región, el líder social y veedor ciudadano HUBER VELASQUEZ. Nuestra presencia aquí es una expresión de protesta y condena a las estructuras criminales que ejercen el poder nacional, amparadas por una absoluta impunidad.

Nuestra Comunidad ha sido víctima de esta misma estrategia de persecución y exterminio desde su inicio, hace 25 años, y hemos tenido que sepultar adoloridos a varios centenares de nuestros integrantes y colaboradores y esperar en vano que al menos la justicia se pronunciara y detuviera ese baño de sangre. Todas nuestras esperanzas quedaron frustradas y por ello tuvimos que llegar a una ruptura radical con la administración de justicia, al no ser escuchados por las altas cortes a las cuales les suplicamos que examinaran los aterradores niveles de corrupción que afectaron siempre a la justicia en esta región.

El Crimen que segó la vida de Huber Velásquez ocurre en un contexto en que los niveles de exterminio de los movimientos sociales de base han alcanzado una intensidad comprobada y censurada por toda la comunidad internacional. El mismo Acuerdo de Paz, firmado en 2016 dio comienzo a una intensificación de asesinatos de líderes y lideresas sociales que rara vez se había vivido, sumado a la eliminación de varios centenares de excombatientes que habían firmado los acuerdos y se habían integrado a procesos de desmovilización. La represión a la protesta social que estallo a partir del mes de abril de este año, no solo incremento los crímenes de ejecuciones, desapariciones, torturas y privaciones arbitrarias de la libertad, sino que utilizo niveles de crueldad aterradores, dejando numerosas víctimas mutiladas y traumatizadas y familias destruidas.

Toda esta situación ha ido consolidando un estado de temor y terror en la sociedad colombiana, intensificado mediante proyectos de ley que coartan cada vez más la protesta social e incentivan la tergiversación de la información a través de medios sometidos desde hace muchas décadas a altos niveles de manipulación. Nuestra Comunidad de Paz ha luchado por muchos medios contra el silenciamiento de la verdad.

La memoria de todos aquellos que tuvieron el valor de defender principios de justicia y de solidaridad en medio de contextos de aterradora represión, es algo que ha sostenido nuestra motivación para mantener nuestra lucha por la verdad y la justicia.

Tanto Huber como su hermano Iván, quien fue masacrado en este mismo sitio el 2 de enero de 2002, sin ser integrantes formales de nuestra Comunidad de Paz, mantuvieron relaciones amistosas con nosotros y apoyaron nuestro proyecto de vida. Nuestra Comunidad quiere rendirle un sentido homenaje a su memoria y sentar una enérgica protesta ante el país y el mundo por su vil asesinato. Ya las instituciones oficiales han iniciado el rutinario camino de inventar versiones manipuladas sobre el crimen y las estructuras de justicia han iniciado ya el camino trillado que conduce a la ineludible impunidad.

Mediante este acto de presencia nos unimos a todos aquellos que no transigen con el crimen y que no cesan de exigir justicia y verdad.


20/12/2021 Se reconfirma pena de muerte contra denunciantes

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la obligación de dejar constancia ante el país y el mundo de nuevos hechos que nos afectan y afectan nuestro entorno geográfico y social. La pena de muerte sigue siendo una realidad tolerada por las instituciones colombianas, así esté vedada en la Constitución política. La eliminación de líderes y lideresas sociales, como todo el país y el mundo lo vienen comprobando, se ha intensificado particularmente a raíz de la firma del “acuerdo de paz”. En las últimas semanas han ocurrido los siguientes hechos de los cuales queremos dejar constancia:

  • El viernes 19 de noviembre de 2021, en la vereda de Mulatos Medio, en el lugar conocido como la casona, tuvo lugar una reunión de juntas comunales convocada por los paramilitares, con presencia de uno de sus líderes, quien se presentó como alias “Mateo”. En dicha reunión, entre otros temas, se anunció un control estricto al corte de madera y a los cultivos, explicando que la conservación de bosques tiene el objetivo de preservar los escondites de los paramilitares. También anunciaron controlar las actividades de nuestra Comunidad de Paz, pues según ellos no nos ceñimos a sus intereses.

  • El lunes 06 de diciembre de 2021 fue asesinado por integrantes de la estructura paramilitar, en la vereda El Guineo de San José de Apartadó, el campesino conocido entre sus vecinos como “VICTORINO”, quien era comerciante de cerdos en la zona.

  • El miércoles 08 de diciembre de 2021, a las 13:00 horas, fueron vistos ocho reconocidos paramilitares en el centro urbano de la vereda La Unión. Allí actualmente se encuentra un contingente militar de la brigada 17, en un supuesto programa de desminado humanitario que se ha concretado más bien en una presencia de ocupación y usurpación de viviendas ajenas, sin que se perciba ninguna actividad de desminado.

  • El jueves 09 de diciembre de 2021 nuestra Comunidad tuvo conocimiento de que los paramilitares están prohibiéndole a los campesinos todo corte de madera, incluso para la construcción de sus propias viviendas, amenazando a quien haga algún corte.

  • El viernes 10 de diciembre de 2021, en horas de la mañana, fue visto en varios momentos haciendo presencia frente a nuestro asentamiento de San Josesito, en forma sospechosa, el reconocido paramilitar alias “ALFREDO”. Otros reconocidos paramilitares han sido vistos haciendo presencia en la vereda Arenas Bajas, ejerciendo su función de “puntos” o espías.

  • El domingo 12 de diciembre de 2021 se conocieron amenazas de los paramilitares quienes estarían planeando estrategias de ingreso al asentamiento de San Josesito para robar documentos, dinero e informaciones y asesinar a miembros de la Comunidad, dando la apariencia de una incursión de delincuencia común. Una alerta similar se conoció en diciembre de 2017, la cual tuvo cumplimiento en la incursión de paramilitares armados el 29 de diciembre de 2017 quienes intentaron asesinar al representante legal y a miembros del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz y que gracias a la reacción inmediata de la Comunidad fue posible retener a dos de ellos mientras los demás huían apresurados en sus motos a reclamar el respaldo público del gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez y del representante de FEDECACAO César Jaramillo, mientras los órganos judiciales y de inteligencia se apresuraron a dejarlos en libertad y a calificar las denuncias como “inventos” de nuestra Comunidad.

  • El viernes 17 de diciembre de 2021, en la vereda La Balsa de San José de Apartadó, en el sitio conocido como “La Batea”, donde han sido asesinado numerosos pobladores de la zona por estructuras paramilitares, militares y policiales, fue asesinado el líder social y veedor ciudadano HUBER VELÁSQUEZ. Era Veedor del proyecto de pavimentación de la vía entre Apartadó y el corregimiento de San José, cuya ejecución retrasada y de mala calidad ha sido objeto de fuerte protestas por parte de la población. El pasado 8 de noviembre fue divulgada por las redes sociales una denuncia suya y de otros pobladores junto con un diputado de Antioquia, allí Huber afirmaba textualmente: “Como campesinos nos sentimos avergonzados, la administración actual no ha hecho absolutamente nada por las irregularidades que se están presentando en las vías” , lo que fue complementado por el diputado presente diciendo: “una vía de 2.1 kilómetros que es el área que van a pavimentar, con 5.400 millones de pesos, eso es mucha plata junta, eso es mucho recurso público junto”, lo que los campesinos complementan a su vez diciendo que el bulldozer les ha averiado las casas y que el material utilizado no es el adecuado y la ejecución ha sido pésima, por lo cual están pidiendo una comisión de revisión técnica. El conflicto de Huber con las estructuras paramilitares y con las instituciones que las respaldan era de vieja data. En el año 2006 fue atacado a mano armada por el concejal Miguel Mariano Acevedo Polo, siendo forzado a utilizar un arma de defensa que terminó matando al agresor, tras lo cual se entregó él mismo a la justicia y fue recluido en prisión varios años. El sitio donde fue asesinado está a pocos metros de lo que fue el estadero de su hermano IVÁN VELÁSQUEZ, asesinado en la noche del 2 de enero de 2002 por negarse a participar en el cerco de hambre contra nuestra Comunidad de Paz, siendo masacrado por 7 hombres de la estructura militar-paramilitar y todas sus pertenencias saqueadas e incineradas. En los últimos meses el conflicto entre Huber y el paramilitarismo que domina la región se reactivó, pues fue visitado en su casa por paramilitares y amenazado de muerte, más aún luego de las denuncias de corrupción que él hizo contra la administración municipal por las irregularidades en la pavimentación de la vía.

Nuestra Comunidad de Paz, que ha sufrido a lo largo de los últimos 25 años centenares de ataques letales por parte de la alianza militar-paramilitar, quiere sentar su más enérgica protesta por la ejecución de HUBER VELÁSQUEZ, quien mantuvo relaciones cercanas con nuestra Comunidad, apoyando siempre nuestra comercialización del cacao. También su hermano IVÁN fue asesinado en 2002 por negarse a participar en el criminal cerco de hambre con el cual militares y paramilitares quisieron exterminarnos definitivamente. Ahora HUBER entra a formar parte de esa extensa lista de campesinos de nuestro entorno que son victimizados por el Estado genocida que siempre ha buscado exterminarnos.

Agradecemos finalmente a todas las personas y comunidades que en Colombia y en muchos países del mundo se han hecho sentir cerca, con solidaridad fraterna, en los momentos dolorosos que hemos vivido.



04/12/2021 “La ausencia de Otoniel” hace más intensa su presencia

De nuevo, nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la obligación ética y moral de dejar constancia frente a los últimos acontecimientos. En todo lo que ha venido padeciendo en su proceso de vida, cada vez más cercada perversamente por instituciones que actúan en el ámbito regional, hemos ido comprobando progresivamente que sus jefaturas nacionales no solo las respaldan, sino que les dan las órdenes y les diseñan sus estrategias.

El reclutamiento y el sometimiento forzado por las garras paramilitares es algo que no se detiene en nuestra amada región y se proyecta en un constante sufrimiento despiadado al que se somete a la población, todo bajo muchos intereses de gente poderosa que utiliza entes ilegales para lograr sus objetivos en la zona.

El mismo gobierno nacional, en los últimos meses solo ha buscado cómo salvar y esconder su falta de compromiso con la población nacional; de allí la farsa de la captura de alias “Otoniel”, máximo jefe de los paramilitares, como nuevo mecanismo de simulación del “fin del paramilitarismo”. Sin embargo, la realidad es otra, pues las regiones viven aún bajo el terror y se nota que la “captura de Otoniel” no afectó en nada a esta estructura, por el contrario, el paramilitarismo intensificó su poderío en cada una de estas regiones donde están operando.

Las veredas de San José son un corredor paramilitar donde han operado a sus anchas, con la protección de todas las instituciones y fuerzas del Estado. La fuerza pública se cuida de realizar registros donde ellos realizan sus acciones y controles.

Recientemente los paramilitares han reclutado a varios jóvenes en la zona y los han llevado a otras veredas del corregimiento. En muchas ocasiones están siendo llevados a otras zonas del país donde ya varios de ellos han sido asesinados, incluso a manos de la fuerza pública. Es una juventud que está sirviendo literalmente de “carne de cañón” para estrategias criminales. Hoy queremos dejar constancia de los siguientes hechos:

• El viernes 29 de octubre de 2021, fue visto un contingente paramilitar fuertemente armado en la vereda Playa Larga.

• El sábado 30 de octubre de 2021, se nos informó de un reclutamiento forzado de dos jóvenes de la vereda La Unión por los paramilitares y al parecer fueron llevados a la vereda Playa Larga de San José de Apartadó, donde después fueron vistos.

• El domingo 31 de octubre de 2021, en horas del día se conoció de un nuevo orden regional que supuestamente estarían implantando los paramilitares en la zona. Según se anuncia, incluye amenazas contra nuestra Comunidad de Paz.

• Entre el 5 y el 10 de noviembre de 2021, por informaciones que llegaron hasta nuestra Comunidad, se tuvo conocimiento sobre una serie de extorsiones en la carretera que conduce del área urbana de Apartadó al corregimiento de San José. Allí, personas armadas, al parecer paramilitares, están exigiéndole sumas mayores a los 100.000 pesos a los transportadores de alimentos y madera, entre otros productos que son transportados en camiones o camperos.

• El sábado 13 de noviembre de 2021, se conocieron amenazas contra nuestra Comunidad de Paz por parte de alias “Chiquito Malo”, presunto mando principal de los paramilitares en Urabá, en reemplazo de alias “Otoniel”. Según lo informado, éste estaría planeando acciones contra nuestra Comunidad de Paz.

• El domingo 14 de noviembre de 2021, fuimos enterados de que el contingente de fuerza pública que lleva más de un mes acantonado en el caserío de La Unión, supuestamente con un grupo de desminado humanitario, no sale siquiera de donde está acantonado, lo que demuestra que no están allí para desminar. En todo este tiempo han permanecido allí en unas propiedades privadas de campesinos, sin pedir permiso para ello. La gente se pregunta: ¿dónde están los resultados del desminado? Dichos resultados no aparecen por ninguna parte. La población de la zona ha entendido más bien que la Brigada XVII tenía como estrategia ocupar esos terrenos. Y lo que sí han hecho es violar propiedades privadas y construir casas para quedarse a vivir entre la población civil. Ahora la población no sabe cómo hacerlos retirar de allí, pues comprende que lo del “·desminado” era un engaño; quizás se necesitaba en otro lugar donde fueron rechazados, pues el desminado debe ser realizado por expertos neutrales y no por actores de la guerra que han tenido en ésta sus intereses. Quizás la ignorancia de algunas personas en las veredas los trajo allí, donde ya se encuentran radicados al servicio de nada, pues los paramilitares se la pasan allí consumiendo licor y en estrecha convivencia con los mismos militares.

• El viernes 19 de noviembre de 2021, a altas horas de la noche, los paramilitares dejaron panfletos en el casco urbano de San José, en los caminos y en varias veredas de la región. Todo esto demuestra el alto poder que tienen sobre este territorio y más aún en el casco urbano de San José, donde existe una estación de policía y una base militar, pero quienes sobresalen son precisamente los paramilitares que hacen lo que quieren.

• El mismo viernes 19 de noviembre de 2021, fue realizada una reunión de la junta de acción comunal de la vereda Mulatos Medio, en el lugar de la escuela. Según la información, esta reunión fue convocada por un político de los paramilitar, quien llegó allí en compañía de otros hombres con radios de comunicación; al parecer uno de los temas a tratar era nuestro espacio comunitario Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra, espacio que el paramilitarismo ha querido invadir desde hace varios años, para lo cual ha empleado numerosas amenazas y estrategias perversas, pero siempre nuestra Comunidad de Paz ha demostrado la legitimidad de nuestra asentamiento en ese lugar que fue regado por la sangre de nuestro líder Luis Eduardo Guerra y demás compañeros y compañeras allí sacrificados.

• El martes 30 de noviembre del 2021, en horas de la mañana fue interrumpida la propiedad privada de nuestra Comunidad de Paz finca La Roncona, por dos personas contratadas según ellos por el señor Martin Jaramillo, cuando ingresaron invasivamente al predio en mención asegurando ser topógrafos, y de pertenecer a la Empresa de topografía D Tovar. Estando dentro de nuestra propiedad privada sin autorización alguna manifestaron que habían sido enviados por el ingeniero Jorge Alberto de dicha empresa, con el fin de hacer un levantamiento topográfico de dos (2) hectáreas de la finca y que esto a su vez era una solicitud del mismo Martín Jaramillo, quien es parte demandada en el proceso jurídico de pertenencia, llegando a marcar un punto en donde iniciarían el trabajo sin autorización alguna por parte de nuestra Comunidad de Paz. En ese momento se encontraba un grupo de trabajo de nuestra Comunidad de Paz realizando labores comunitarias en la finca y se dan cuenta del hecho, se les indica que está en curso un proceso de pertenencia del predio, a lo que ellos responden que no tienen conocimiento alguno y que solo fueron contratados para su labor de medición. Estas dos personas se comunican con su superior el ingeniero, quien da la orden de que se retiren del predio, no sin antes manifestar que su jefe se comunicará con el señor Martín Jaramillo.

A toda esta barbarie y control paramilitar de la zona, se agrega la nueva norma de control que ahora pretenden implantar: obligar a que cada persona se registre en los libros de las juntas, sin que nadie quede sin incluirse, y que, de no hacerlo, serán ellos, los paramilitares, los que tomarán medidas; además, advierten que toda persona que quiera llegar a la zona tiene que llegar con los respectivos permisos de ellos o acompañados de sus conocidos.

Como Comunidad de Paz siempre vamos a rechazar y a dejar constancias públicas de todo este accionar paramilitar en nuestra región. Sabemos que esto conlleva peligros, pero callar sería peor y, más aún, conociendo el desangre tan aterrador que esto está ocasionando en la vivencia de la población civil de la región.

No queda más que agradecer a todas esas voces de ánimo que recibimos a diario desde el país y el mundo como gestos de solidaridad y fuerza moral con la que hemos contado en todo este tiempo.

26/10/2021 Cuando el teatro pretende encubrir la impunidad

Nuevamente, nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la obligación ética y moral de dejar constancia frente a los últimos acontecimientos. En todo lo que ha venido padeciendo nuestra Comunidad, cercada perversamente por instituciones que actúan en el ámbito regional, hemos ido comprobando progresivamente que sus jefaturas nacionales no solo las respaldan, sino que les dan las órdenes y les diseñan sus estrategias. En estos días, cuando una delegación de nuestra Comunidad ha tenido oportunidad de dialogar con sectores del Cuerpo Diplomático, nos ha impresionado que los horrores que les compartimos ya parecen conocerlos de antemano y haberlos escuchado de otras muchas comunidades victimizadas en este país.

Hoy queremos dejar constancia de los siguientes hechos:

· Desde las primeras semanas del mes de octubre de 2021, se ha venido presentando una fuerte presencia de hombres vestidos de civil portando armas cortas cerca de nuestra propiedad privada finca La Roncona. Se dejan ver llegar en motos provenientes del municipio de Apartadó, se estacionan allí con armas cortas en sus manos y luego de un rato interrumpiendo nuestra propiedad privada se retiran.

· El sábado 23 de octubre de 2021, hacia las 14:00 horas, mientras una delegación de nuestra Comunidad de Paz se desplazaba en un vehículo de servicio público que cubría la ruta Tunja-Barbosa, (Boyacá/ Santander), a la altura del municipio de Arcabuco, Boyacá, se percataron de que la maleta de un miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz había desaparecido misteriosamente del maletero de dicho vehículo. En dicha maleta había documentación e información relevante de la Comunidad y sobre el ejercicio de defensa de los derechos humanos que nuestra comunidad adelanta. La víctima de este hurto se acercó a la estación de policía de Arcabuco para denunciar el hurto, ya que el conductor del vehículo había manifestado que ni él ni la empresa respondían por ese tipo de hechos. Allí fue atendido por un agente de la policía quien se identificó como AGENTE BUITRAGO, el cual irrespetuosamente se negó a recibir la queja, y cuando se le insistió en la importancia de los documentos robados, hizo ademán de iniciar el registro de la queja, pero inmediatamente fue cortada la energía eléctrica solamente en dicha estación policial y el agente se excusó en ese bloqueo para negarse nuevamente a atender la queja. Aparecían allí nuevos mecanismos de impunidad que se conjugaban sutilmente con la cantidad de bloqueos y atropellos que como Comunidad hemos venido sufriendo en varias décadas. ¿Se tratará de robos ocasionales, esporádicos e inconexos? Lo dudamos, pues este hecho se da en el contexto de un despliegue de bloqueos que diversas instituciones del Estado vienen implementando contra nuestro proceso comunitario.

· El sábado 23 de octubre de 2021 se conoció la noticia, ampliamente difundida por todos los medios nacionales e internacionales de información, en los cuales se daban a conocer detalles de la supuesta captura de DAIRO ANTONIO ÚSUGA, más conocido como “OTONIEL”, supuesto máximo cabecilla de la estructura paramilitar “Autodefensas Gaitanistas de Colombia” –AGC-, por parte del ejército nacional. Ya que nuestra Comunidad está ubicada en la zona que se ha considerado como territorio principal de su accionar delictivo, con el conjunto de la población urabaense hemos compartido los atropellos y agresiones vinculadas a la “OPERACIÓN AGAMENÓN”, diseñada supuestamente para capturarlo y que durante al menos 7 años ha consumido enormes recursos del Estado, calculados en muchos miles de miles de millones de pesos, pero de cuya veracidad y autenticidad todo el mundo ha dudado, a juzgar por los miles de indicios de amistad y solidaridad entre sus huestes criminales y la fuerza pública del Estado. ¿De qué sirve capturar al cabecilla cuando se toleran y se apoyan las acciones de sus miles de subordinados?

La libertad de acción de que siempre ha gozado alias “Otoniel”, ha llevado a que se miren con sospecha ciertos intentos de “negociación” entre él y el Estado que han trascendido a los medios en diversos momentos. Los mismos detalles mediáticos de la captura, han aumentado las sospechas en franjas muy grandes de la población nacional: su sonrisa no disimulada, compartida inexplicablemente con sus captores, así como los aplausos de los militares de que fue objeto al descender de la aeronave que lo transportó a Bogotá, dejaron interrogantes de fondo sobre los teatrales movimientos. La circunstancia de coincidir su “captura” con la visita del Fiscal de la Corte Penal Internacional, ha llevado a muchos sectores ciudadanos a sospechar allí profundos ajustes teatrales, tendientes a impactar al máximo tribunal penal internacional sobre la “efectividad” de la justicia colombiana, ocultando lo que todas las estadísticas revelan sobre los niveles de impunidad en Colombia, los cuales bordean el 100%. Todos estos años de comunidad, hemos sido testigos del accionar criminal conjunto entre las fuerzas armadas del Estado y las huestes paramilitares en nuestra región. La captura de un sujeto de la talla de alias “Otoniel” en nada cambia y mucho menos mejora el orden público en Urabá, entendiéndose que se trata de una organización amparada y protegida por un sin número de funcionarios públicos y privados corruptos, saturados de toda clase de ambición.

Las primeras declaraciones del Presidente Duque, en las que anuncia su inminente extradición a Estados Unidos, reiteran una vez más las execrables posiciones de los gobiernos colombianos, que le dan primacía al delito de exportación de algunos kilos de cocaína, delito que además deja en la completa impunidad a los traficantes y consumidores del Norte, que a los millares de asesinatos de campesinos inocentes. El Estado colombiano sigue afirmando, entonces, con los hechos, que la destrucción de vidas humanas nada les importa y que su justiciabilidad es algo sin importancia, frente a los intereses de los traficantes imperiales que buscan castigar los negocios que se hacen sin compartirles las enormes ganancias que lucran con el vicio.

La población urabaense teme, además, que esta teatral captura sirva de pretexto para fingir un caos organizativo en las AGC en el cual se amparen nuevos desbordamientos de violencia contra la humilde población campesina que no quiere someterse al dominio paramilitar.

· El lunes 25 de octubre de 2021, hacia las 10: 30 horas, una delegación de nuestra Comunidad de Paz acudió a la oficina principal de FEDECACAO en Bogotá. Allí la delegación fue atendida por el señor FREDY ROLANDO CANTOR CUEVAS, asesor jurídico de Fedecacao y asesor de miembros del Congreso de la República. La delegación le expuso sus preocupaciones por los diversos y sistemáticos señalamientos contra nuestra Comunidad por parte del representante de FEDECACAO en Urabá, el Señor CÉSAR JARAMILLO, quien últimamente ha lanzado las más sucias calumnias contra nosotros, aprovechándose de su puesto, de sus excelentes relaciones con la Alcaldía de Apartadó y con la Brigada XVII del Ejército, y del influjo que pretende ganar sobre las juntas de acción comunal de la región, para lanzar una campaña mediática de exterminio de nuestra Comunidad de Paz. Cuando el asesor de Fedecacao comenzó a escuchar nuestras quejas, nos ignoró y defendió sin fundamentos las actitudes del Señor César Jaramillo, afirmando absurdamente que él era libre y que sus acciones no ofendían a nuestra Comunidad ni desprestigiaban a Fedecacao. Cuando nuestra delegación se vio totalmente ignorada, mientras él jugaba con su celular, nuestra delegación se levantó y se retiró, no sin dejar constancia de la repugnancia que nos causaba el que una directiva nacional de una entidad de esa talla se solidarizara con los aberrantes comportamientos criminales de su representante local.

· Este mismo lunes 25 de octubre de 2021, en horas del día nos llegaron audios y escritos sobre un supuesto paro armado en todo Urabá, al parecer lo estarían organizando los paramilitares en respuesta a la captura por parte de las autoridades de su máximo líder alias Otoniel.

La memoria de nuestros hermanos y hermanas, mártires del atroz accionar paraestatal, nos motiva cada día a seguir en nuestras convicciones morales y éticas, principios de vida de nuestro proyecto comunitario al que jamás renunciaremos, aunque nos cueste la vida.


18/10/2021 Rasgos de una dictadura paramilitar en nuestra región. Gobernar por el terror.

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que lo hace fuerte para someter al campesinado a sus proyectos.

Con mucho dolor y descontento se encuentra nuestra región, pues ya no se sabe cómo dar el paso adelante, teniendo al frente un muro de muerte, que no permite que se viva con dignidad y libertad en nuestras tierras. Ahora los paramilitares, como desde los comienzos del año 2017, están obligando a la población civil a reunirse con ellos y para infundir terror en esas reuniones, grupos de ellos participan con uniformes camuflados y con armas largas; así creen lograr que sus órdenes y directrices sean obedecidas por la población civil.

Alias “CRISTIAN” y alias “FRANCO”, conocidos políticos de los paramilitares, en estos momentos están reuniendo obligadamente a la población de la zona y nadie está haciendo nada por impedirlo. Quien no participe, es sometido a pagar altas multas o a ponerse en alto riesgo si no acepta participar en esos proyectos.

Lo más triste es ver cómo los intereses económicos de los políticos sólo han buscado lucrarse a costa de la población civil, mientras el paramilitarismo diseña políticas de exterminio de esa población civil. San José de Apartadó se ha convertido en un escenario de yugo y dictadura por parte de políticos, empresarios, fuerzas militares y paramilitares ya que todos ellos conviven en esta región y entre sí no se hacen daño pues los perjuicios los sufre el campesino que tiene que someterse a todas esas acciones de opresión. En la zona se escucha que se realizará el desminado humanitario en algunas veredas y para lograrlo supuestamente el Batallón de Desminado N. 6 tiene que colocar unas repetidoras o torres de control para radios de comunicación VHF, entre otros. No se entiende a quién se busca beneficiar con esto, pues lo claro es que no beneficia a la población civil, sino que se refuerza el control armado en la zona.

Los hechos de los cuales dejamos hoy constancia son los siguientes:

· El lunes 20 de septiembre de 2021, en horas del día y en medio de fuerte consumo de licor en un espacio público, en La vereda La Unión, fue visto el paramilitar conocido como alias “Pollo”.

· El martes 21 de septiembre de 2021, en horas de la noche, reconocidos paramilitares que controlan el poblado de San José de Apartadó y sus veredas, intentaron asesinar a un joven en el casco urbano de San José. En el lugar se escucharon varios disparos, al parecer de arma larga. Los hechos ocurrieron en el lugar conocido como La Invasión. Este día las unidades de Policía y Ejército que controlan el orden público en el centro urbano actúan como si nada hubiera pasado, pues se hicieron los ciegos y sordos ante el hecho, lo que reconfirma una vez más la complicidad y unidad de acción entre fuerza pública y paramilitarismo e la zona.

· El jueves 23 de septiembre de 2021, a las 13.00 horas, fue visto un punto o informante paramilitar en el lugar conocido como La Pedrona, de la vereda Mulatos Cabecera, quien portaba dos radios de comunicación.

· El domingo 26 de septiembre de 2021, tuvo lugar una fiesta, organizada por el Señor CÉSAR JARAMILLO, funcionario de FEDECACAO y asesor de la Alcaldía y de las Juntas Comunales, en el casco urbano de san José de Apartadó. A ella se invitó a las veredas del corregimiento y allí supuestamente le fue entregada una ambulancia al corregimiento para sus necesidades emergentes de llevar enfermos a los servicios médicos de Apartadó. Los engaños no tienen fin, pues al parecer dicha ambulancia la gestionó el coronel Bastidas para el servicio del Batallón #6 de Desminado y sólo estaría en San José hasta el día en que termine el desminado humanitario.

· El martes 28 de septiembre de 2021, en horas de la tarde, los paramilitares que controlan la región reunieron bajo amenazas a la población civil de la vereda La Cristalina; allí, según la información recibida, alias “CRISTIAN” y una persona mayor de nombre “FRANCO”, al parecer mando superior, quien a la vez estaba con más de 20 hombres vestidos de camuflado y portando armas largas, forzaron a los campesinos a asistir a la reunión para imponerle nuevas órdenes a los pobladores.

· El mismo martes 28 de septiembre de 2021, conocimos un audio donde el Señor CÉSAR JARAMILLO arremetió con graves calumnias contra una persona cercana a la región y contra nuestra Comunidad de Paz. En dicho audio, dirigido a las juntas de acción comunal, les comunica que dicha persona es un “delincuente” porque “defiende delincuentes”, es decir, porque defiende a nuestra Comunidad de Paz, compuesta, según él, por “delincuentes”.

· El miércoles 29 de septiembre de 2021, conocimos audios donde funcionarios del proyecto de Desminado Humanitario para San José de Apartadó comunican que colocarán unas torres de comunicación en la zona para radios de comunicación VHF. Según información de pobladores, se colocaría una torre en la vereda Alto Bonito y otra en la vereda La Hoz. Preocupa que se esté programando poner repetidoras para radios de comunicación sin saber cuál es la relación entre esto y el plan de desminar algunas veredas. Lo que sí es claro es que en la zona los que están utilizando radios de comunicación son la policía, el ejército y los paramilitares y esto les permite cargar radios de alta frecuencia en la zona. La estrategia del control no cesa en la región. Se busca de mil maneras controlar toda la vida de los pobladores para no permitir que sus maneras de pensar, de organizarse, de vivir, de pensar su futuro, se salga de los moldes que el paramilitarismo quiere imponer a sangre y fuego, estigmatizando a quien no piense como ellos o a quien estorbe los proyectos de explotación y opresión que quieren imponer.

· El jueves 30 de septiembre de 2021, en horas de la mañana, los mismos paramilitares que reunieron a los campesinos el pasado martes 28 de septiembre en La Cristalina, convocaron reunión, esta vez en la vereda La Linda, donde llamaron no solo a todos los pobladores de la vereda sino también a todos los del casco urbano de San José de Apartadó. Según las informaciones, allí plantearon las nuevas reglas que toda la población civil tiene que acatar, según la reunión realizada por alias “FRANCO” y alias “CRISTIAN”, este último paramilitar que ya en otra ocasión ha reunido a la población civil en otras veredas e incluso realizó una reunión con la población de San José en el lugar conocido como La Invasión, que se encuentra en medio del Bunker de la policía y la base militar. Se da orden de que el casco urbano de San José debe conformarse como una sola junta de acción comunal y no seguir, como se encuentra ahora, divida por invasiones. Se le informó a la gente que continuará existiendo una olla de microtráfico abierta al público en el poblado de San José y que se pondrán altas multas a todo el que no acepte organizarse en los planes que están estableciendo para la región, incluyendo al que no participe en las reuniones obligatorias que los paramilitares imponen a los campesinos, pues la no participación en dichas reuniones los forzará a sufrir graves consecuencias.

· El domingo 3 de octubre de 2021, en horas de la mañana, se escuchó un disparo de arma de fuego (pistola) en el caserío de La Unión.

· El jueves 8 de octubre de 2021, la población civil del casco urbano de San José fue obligada a trabajar comunitariamente por los paramilitares, según órdenes dadas en las dos pasadas reuniones del martes 28 y jueves 30 de septiembre en las veredas La Linda y La Cristalina. Según las informaciones, los encargados de supervisar el trabajo obligatorio fueron alias “MARLENY” y alias “WAFER”, entre otros. Al parecer tenían que participar en los trabajos y convites todos los pobladores a partir de 12 años, e incluso todos los estudiantes del Colegio Bartolomé Cataño estuvieron trabajando en dicha jornada. No cabe duda de que los paramilitares buscan someter a sus planes a todo el que vive en la región, pues hasta las mismas instituciones educativas terminan participando en estas jornadas controladas por la fuerza paramilitar, y si alguna persona no participa, tendría que pagar costosas multas. Al mismo tiempo se dio la orden de que en el corregimiento de San José se conforme una sola Junta de Acción Comunal, la cual no podrá estar dividida como se encuentra ahora. Se anuncia que los paramilitares realizarán otra reunión con la población civil y es de obligación que todos participen. Al parecer, algunos no han asistido y eso tiene molestos a los paramilitares que ya lanzan amenazas contra los que no quieren participar.

· El sábado 16 de octubre de 2021, en horas del día, nuestra Comunidad de Paz fue informada de que los militares que se encuentra acantonados en la cancha de futbol de la vereda La Unión ingresaron ilegalmente a la vivienda de un miembro de nuestra Comunidad de Paz y la utilizan como su sitio de hospedaje u hotel, pues allí permanecen todo el tiempo, aprovechando que el propietario no se encuentra ahora en la vivienda. Según la denuncia, dicha tropa militar lleva varios días de usurpación allí, supuestamente porque se va a empezar a realizar el Desminado Humanitario en dicha vereda y aprovechan los espacios de casas vacías para violar las propiedades.

¿Hasta cuándo el gobierno va a permitir que el paramilitarismo sea el que gobierne y diga qué es lo que se puede hacer en San José de Apartadó? Responsable es el gobierno local y también el gobierno nacional, por todo esto que está pasando en la zona, pues nuestra Comunidad lleva 24 años denunciando estas aberraciones sin ser escuchada, a pesar de que la Constitución Nacional le impone al Presidente de la República garantizar los derechos humanos fundamentales. Nunca ha querido escucharnos. Si algo le pasa a algún poblador en la zona será bajo su responsabilidad, pues cómo es posible que una zona con tanta presencia militar y policial, esté inundada de paramilitares que se caracterizan por una relación estrecha y coordinada con la fuerza pública, como su mismo nombre lo indica, sean los que gobiernan de facto? Nos preguntamos ¿Qué se ha hecho realmente para que sea desmantelado el paramilitarismo en la zona? Por el contrario, la orden de los paramilitares es mantener las ollas de micro tráfico y pago forzado de impuestos en San José y la misma policía y los militares se benefician de la droga para su consumo. Se pregunta uno ¿Dónde están todos esos políticos que buscan servir a sus intereses a costa de la población civil de San José? ¿Por qué no están denunciando todo este yugo paramilitar o es que los tienen a su servicio?

Como Comunidad de Paz no pararemos de dejar constancias de toda esta barbarie que se comete contra nuestra Comunidad y contra los demás pobladores de nuestra región. Sabemos que nadie en la región va a denunciar esto por el miedo que se vive, por la opresión paramilitar. También sabemos el riesgo que corremos al denunciar este fenómeno de muerte, pero aun así seguiremos adelante en nuestro proceso de vida. No queda más que agradecer a todas esas voces de ánimo que recibimos a diario desde el país y el mundo como gestos de solidaridad y fuerza moral con la que hemos contado en todo este tiempo.


17/09/2021 Frente a aguas borrascosas el faro son nuestros principios

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que los hace fuertes para someter al campesinado a sus proyectos.

Nuestra región parece cada vez más codiciada por todo tipo de poderes, tanto económicos como políticos, militares y paramilitares. La característica de todos ellos es abusar de la población, exprimirnos para sacarnos todo lo que pueden en beneficio de sus intereses. Están las empresas mineras que han buscado cómo explotar los minerales que se encuentran en esta Serranía del Abibe y para lograrlo se valen de la ayuda de los paramilitares para conseguir por la fuerza las tierras para esas empresas. Por otro lado están todos los falsos proyectos de desarrollo del Estado, diseñados para engañar al campesino. En el otro extremo se encuentra la politiquería o falsa política, mediante la cual enredan a la población con falsos proyectos de mejoramiento de caminos y aperturas de carreteras, como método para conseguir curules. Finalmente está el poder de las armas de militares y paramilitares que se encargan de someter bajo el miedo y la amenaza a la población civil.

En los últimos meses el señor César Jaramillo, quien hace parte de la junta de FEDECACAO, la SAMA y la Alcaldía de Apartadó, ha estado liderando, con algunos presidentes de Juntas de Acción Comunal, la ejecución de un plan que han llamado: “No Más Comunidad de Paz”. El primer paso fue convocar a los pobladores de la zona a la vereda La Esperanza para firmar calumnias con el fin de llevar acusaciones ante la Fiscalía contra nuestra Comunidad de Paz. Luego empezó a llamar por teléfono a los que no fueron y no firmaron, para obligarlos a hacerlo. Algunas organizaciones y personas que no están de acuerdo con el trabajo que está liderando este personaje, ya lo han denunciado por injuria y calumnia contra sus organizaciones. Sabemos que el interés que ha perseguido es poder conseguir una buena cantidad de personas que le sirvan para exterminar a quien estorba sus intereses. Todo redunda en interés de la misma Brigada XVII del ejército, que es la que en todos estos años ha buscado por todos los medios cómo acabar con nuestro proceso de vida; primero se coordinó con los bloques paramilitares más poderosos de Urabá y perpetraron numerosas masacres, entre ellas la del 21 de febrero del 2005; después se buscó cómo desprestigiar a nuestra Comunidad acusándonos falsamente de manejos comerciales ilegales. Comandantes como el mismo Coronel Germán Rojas Díaz lanzaron diversas calumnias contra miembros de nuestra comunidad, tratándolos de guerrilleros orgánicos de los diferentes frentes de las FARC que había en la zona, y por último se han valido de acciones de tutelas pésimamente fundamentadas y con la intención perversa de que no denunciemos sus atrocidades, buscando callarnos para que ya no se les destape en su complicidad con los grupos paramilitares que han existido desde que se creó esa brigada.

Se respira, pues, en nuestra región, un ambiente viciado por estrategias perversas contra nuestra Comunidad de Paz. Ahora el Señor César Jaramillo mediante audios maneja un supuesto plan de conciliación con las juntas comunales, organizaciones y personas que no han querido participar de sus ideas, según él, para limar asperezas y poder unirse para solucionar los problemas internos que tienen en sus veredas. Como Comunidad de Paz sabemos que se busca cómo tener a toda la población a su favor para dos cosas: la primera, cumplir el trabajo encomendado de exterminio de nuestra Comunidad, y el segundo, tener buenas firmas y votos para manipular los escaños políticos y la representación de las víctimas en el Congreso.

A las Juntas de Acción Comunal de todas las veredas de San José de Apartadó, desde nuestros corazones, como Comunidad de Paz, les decimos: ustedes, señores miembros de sus comunidades, son capaces de salir adelante autónomamente en su proceso organizativo en las veredas, sin tener que someterse a la guía de personas que sólo buscan cómo utilizar a la población para sus propósitos inconfesables. Entendamos que el paramilitarismo y los intereses políticos son los que han acabado con nuestra región. Rechazarlos debe ser deber todos como comunidades campesinas. Anhelamos ver una zona donde el campesino se organice y busque desarrollar sus proyectos comunitarios, lejos de personas que buscan sus propios intereses por encima de quien sea.

Las carreteras siguen siendo un importante método para que la maldad penetre en nuestros espacios comunitarios. Se ha escuchado que se realizará una reunión en la vereda Playa Larga, donde se anuncia que participarán la Gobernación y funcionarios de la administración de Apartadó, según se dice, para legalizar carreteras que llevan más de 10 años siendo impulsadas ilegalmente por la Brigada 17 del ejército y los paramilitares.

Los hechos de los cuales dejamos hoy constancia son los siguientes:

· El viernes 20 de agosto de 2021, en horas de la mañana nos llegaron informaciones según las cuales los paramilitares habrían tenido una serie de reuniones internas entre ellos para coordinar cómo sería su participación en las juntas de acción comunal de la zona. Según se afirma, cada paramilitar que viva dentro de una vereda debe estar inscrito dentro de la Junta de Acción Comunal y apoyarla en todo. Estas informaciones son muy preocupantes porque el paramilitarismo ha ido penetrando las diferentes organizaciones civiles que hay en nuestra región y así lo hemos dejado en evidencia en anteriores constancias públicas donde con nombres propios se ha denunciado la presencia de paramilitares dentro de las comunidades civiles.


  • El miércoles 25 de agosto de 2021, nuestra Comunidad de Paz fue informada de una serie de audios donde el Señor Cesar Jaramillo y varios presidentes y miembros de las juntas de acción comunal de San José de Apartadó convocan a todas las demás juntas, incluyendo a personas que no están de acuerdo con los planes del señor Cesar Jaramillo en esta zona, para que se acerquen a conciliar y seguramente a someterse a esa lógica que este personaje trae a la zona. Se escucha claramente en los audios cómo se invita a la población civil a desmovilizarse, como si fuera un grupo armado; esto ya es una clara calumnia de algunos dirigentes veredales contra el campesino.

  • El domingo 29 de agosto de 2021, en horas del día se recibieron informaciones según las cuales en la fiesta que se realizó el pasado 17 y 18 de julio, en la vereda La Unión, coordinada por la Brigada XVII del ejército, Cesar Jaramillo y la misma Junta Comunal de la vereda La Unión, se tuvo un muy alto consumo de licor, para lo cual el Señor César Jaramillo, miembro de la Junta Nacional de FEDECACAO, aportó parte del dinero y según el resto fue aportado por el paramilitar Wilmar de Jesús Úsuga, alias “el Mexicano”, asesinado por el ejército en el departamento del Cauca el pasado 25 de julio de 2021.

  • El miércoles 01 de septiembre de 2021, en horas del día, pobladores amigos nos informaron sobre detalles de la estrategia que se está planeando, desde algunos presidentes de juntas de acción comunal en alianzas con el señor Cesar Jaramillo, para calumniar a nuestra Comunidad de Paz ante la Fiscalía: según eso, allí están llevando informaciones construidas por ellos sobre nexos de nuestra comunidad de paz con las extintas FARC-EP. Eso lo han intentado durante 25 años valiéndose de los más perversos métodos de chantajes, sobornos, torturas, utilización criminal de personas ilegal e injustamente detenidas para hacerlas víctimas de montajes, todo bajo el impulso del expresidente Uribe y sus secuaces. Uno de los autores más productivos en calumnias, montajes y chantajes contra nuestra Comunidad de Paz fue el coronel Néstor Iván Duque López, cuyos desempeños criminales están muy bien denunciados ante varios tribunales internacionales. Numerosos de esos expedientes, con todas sus trampas y podredumbres jurídicas y éticas han sido ya puestos a la luz, sus autores dejados en pública vergüenza y muchos de los que se prestaron para los montajes confesaron bajo la presión de la ley 975 o de la JEP y están profundamente arrepentidos. Con todo, al Señor César Jaramillo mucha gente le ha escuchado expresar deseos desesperados de que los líderes de nuestra Comunidad de Paz “se pudran en la cárcel”, pues él añora que los montajes del pasado se vuelvan a repetir. Su cercanía con la Brigada XVII, recinto donde se urdieron tantos crímenes del pasado que buscaban el mismo objetivo: destruir nuestra Comunidad de Paz, quizás le da confianza de que es posible repetirlos.

  • El viernes 3 de septiembre de 2021, fue visto un grupo de 12 paramilitares portando armas largas y prendas militares entre las veredas Arenas Altas y Arenas Bajas de San José de Apartadó. Aún se encuentran allí sin ser molestados por nadie.

  • Este mismo viernes 3 de septiembre de 2021, fueron vistos varios paramilitares en la vereda La Resbalosa de San José de Apartadó. Uno de ellos portaba 4 radios de comunicación.

  • El sábado 4 de septiembre de 2021, en horas del día se nos informó que los paramilitares están comprando tierras mediante terceros, o los llamados testaferros, en esta zona. Según quienes nos informaron, ya han comprado varias fincas en las veredas Mulatos, Arenas, Playa Larga, y La Cristalina. La misma Alcaldía de Apartadó desde hace varios años ha comprado varias fincas en las veredas: La Unión, Buenos Aires, La Linda, el centro poblado de San José y La Cristalina, entre otras, ¿Para qué se comprarán todas esas fincas? Allí se le prohíbe totalmente a la gente trabajar.

  • El miércoles 8 de septiembre de 2021, en horas de la mañana, el señor Cesar Jaramillo, en el medio radial Antena Stereo, de Apartadó, manifestó que nuestra comunidad y otras organizaciones civiles de la zona lo están poniendo en alto riesgo al publicar constancias en contra de él. Manifestó que si algo le pasa será responsabilidad de nuestra Comunidad de Paz. Manifiesta que tiene dos enemigos muy grandes en la Zona, uno es nuestra Comunidad de Paz y el otro es la Asociación Campesina de San José de Apartadó ACASA. Supuestamente la Fiscalía le encomendó que se esté reportando a diario. En dicha entrevista radial manifestó que se encuentra muy vulnerable frente a los delincuentes, como queriendo decir que nuestra Comunidad y otras organizaciones que han denunciado sus actos lesivos en la zona, somos “delincuentes”. Nuestra Comunidad nunca ha querido hacerle daño a él ni a nadie y si algo hemos expresado públicamente sobre él ha sido en defensa de nuestra integridad y nuestros derechos, porque este personaje ha buscado por todos los medios destruir nuestra Comunidad, pues así lo hizo público en meses pasados a través de sus redes sociales.

· El martes 14 de septiembre de 2021, en horas del día fuimos informados sobre una carta que tendría la ASOCOMUNAL de San José de Apartadó, supuestamente para invitarnos a reuniones en algunas veredas, entre ellas Playa Larga. los motivos son conciliar en temas de carreteras, entre otros. Nuestra comunidad ha dejado constancia muchas veces sobre este tipo de proyectos ilegales que se han impulsado por la misma Brigada 17 del ejército y funcionarios públicos de Apartadó.

Según se está notando en el ambiente, en la zona algo se está planeando muy fuerte en contra de nuestra Comunidad de Paz, lo cual nos llena de preocupación, pues percibimos muchos malestares e informaciones de muchos pobladores que comentan cómo se está convocando a toda la población de nuestro entorno para que ayude a este ente exterminador a destruir nuestro proceso de vida; muchos otros se oponen a esa estrategia de exterminio que consideran perversa.

Para las fuerzas militares, funcionarios públicos y el paramilitarismo de Urabá que es invasivo, somos su enemigo número uno y así lo ha venido mencionando desde hace varios años. Sabemos que mientras no paremos de dejar constancias públicas sobre la barbarie que se comete contra la población civil de nuestra zona siempre seremos un estorbo para quienes buscan dividir a los pobladores e imponer la lógica de muerte a favor de los poderosos. Dejamos claro que no es nuestra responsabilidad como Comunidad de Paz, si algo le llegara a pasar a cualquier funcionario público y mucho menos a los humildes pobladores de nuestra región. Nuestra Comunidad es COMUNIDAD DE PAZ y si hemos sufrido tanta persecución ha sido justamente por negarnos a participar en el conflicto armado y negarnos a convivir con cualquier actor que utilice armas o apoye su lógica de muerte. SOMOS VÍCTIMAS. JAMÁS VICTIMARIOS. Para ello nos hemos formado en estos 25 años, asimilando la espiritualidad de la Paz y de la Vida y agrandando distancias frente a toda estrategia de muerte y de violencia. El mismo gobierno -local y nacional- ha sido el máximo responsable de toda acción violenta y de muerte que ha ocurrido en nuestro entorno y además se ha hecho sordo y ciego a nuestros clamores para que detenga toda violencia. Lo único que hemos hecho como población civil es, mediante comunicados públicos, exigir que se proteja la vida y se le respete la tierra al campesinado en la zona. Por eso no pararemos de comunicar al mundo todo lo que sigue pasando y lo poco que le preocupa al gobierno colombiano esta situación.

No queda más que agradecer a todas esas voces de ánimo que recibimos a diario desde el país y el mundo como gestos de solidaridad y fuerza moral con la que hemos contado en todo este tiempo.




11/08/2021 Nada más triste y vergonzoso que unas víctimas cooptadas como verdugos por intereses inconfesables.

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que los hace fuertes para someter al campesinado a sus proyectos.

La coyuntura de nuestra zona se torna cada vez más dramática. El paramilitarismo avanza en su afán de control absoluto del territorio y nadie le creerá al que defienda las excusas de las instituciones: “no sabíamos nada”; “no teníamos tropas en la zona”, “es que la gente no presenta denuncias ante las instituciones competentes”. La convicción de todo el mundo es que no hay justicia, no hay a quién acudir; la fusión del paramilitarismo con el Estado es más que evidente. Muchos campesinos están optando por vender sus tierras y abandonar la región, como en los peores tiempos de los 80 y los 90. La única legalidad que se respeta es la ilegalidad del paramilitarismo y de sus imposiciones. Pero en medio de esa hecatombe, lo vergonzoso: ahora se invita a rendir declaraciones contra nuestro proceso de vida como Comunidad de Paz, acogiendo la consigna del funcionario de FEDECACAO y asesor de la Alcaldía y de las Juntas Comunales: “No más comunidad de paz”. No sabemos cuál será su estrategia judicial, pero tememos que esté repitiendo la manipulación del poder judicial que acompañó el exterminio genocida de gran parte de nuestros compañeros y compañeras a partir del 97.

Los hechos de los cuales dejamos constancia en esta ocasión son los siguientes:


  • En la primera semana de julio de 2021, nuestra Comunidad de Paz fue informada de una serie de desapariciones de personas de la región y sin conocimiento alguno de su paradero. Todo da a entender que no han sido detenidas ni secuestradas. Muchos pobladores interpretan el hecho como una decisión silenciosa de alguna gente de irse de la zona por dificultades con el paramilitarismo y por no tener que someterse a sus imposiciones prefieren abandonar la región.

  • En la semana del 11 al 17 de julio de 2021, fue visto un grupo de paramilitares portando armas largas y prendas militares en cercanías de las veredas La Unión, Arenas Altas y Bajas y El Porvenir, todas pertenecientes al corregimiento de San José de Apartadó.

  • El viernes 16 de julio de 2021, en horas del día, nos llegaron informaciones según las cuales los paramilitares planearon asesinar a un joven de la vereda La Unión con el pretexto de hacerlo pasar por ladrón. Según la información, la misma dirección de la Junta Comunal de la vereda no quiso hacer nada para proteger al menor, dejando así el camino libre para que los paramilitares lo asesinaran. Al parecer, el joven fue sacado de la región por amigos y familiares para salvar su vida.

  • El lunes 19 de julio de 2021, en horas del día, se nos informó que durante las fiestas del campesino de los días 17 y 18 celebradas en la vereda La Unión, convocadas por la Junta de Acción Comunal de dicha vereda, La Brigada XVII del Ejército y el señor César Jaramillo, se notó una alta presencia de paramilitares entre los que se encontraban alias wilfer reconocido paramilitar de la vereda la Unión y alias Higuita, entre otros que llegaron de civil y se mantuvieron allí durante todo el evento e incluso tomándose fotos con militares y reconocidos cantantes nacionales, fotos que aparecen publicadas en redes sociales del mismo Wilfer Higuita entre otros.

  • El miércoles 28 de julio de 2021, en horas del día, por medio de periódicos nacionales nos enteramos que en el norte del Valle del Cauca el Ejército habría asesinado a tres personas provenientes de la zona de San José de Apartadó, cuyos cuerpos se encontraban en la morgue de Pereira, sin que ningún familiar se acercara a reclamarlos. Sus nombres: WILMAR DE JESÚS ÚSUGA CASTAÑO, conocido como “JESUSITO” o “EL MEXICANO”, GILBERTO ÚSUGA QUINTERO, conocido como “MOROCHO” y LUIS ERNESTO MORENO. Ya en varias constancias públicas nuestra Comunidad de Paz había comunicado al mundo sobre la presencia y control en la zona de alias Jesusito o Mexicano, como lo llamaban. Este personaje, quien hizo parte a las extintas FARC-EP en esta zona, se habría afiliado al paramilitarismo después de su desmovilización de las FARC. Su permanencia en esta región le facilitó la tarea de coordinar y reclutar personas para luego llevarlas a otras zonas del país con el fin de expandir el control. Pero nuestras constancias son tratadas todo el tiempo de “falsas” por las autoridades. Nosotros rechazamos rotundamente la muerte, el poder de las armas y la falta de garantías por parte del Estado para la juventud y la sociedad desplazada. El paramilitarismo ha ido creciendo y dominando la zona porque el mismo Estado, con sus instituciones militares, lo ha permitido y promovido. Pero también rechazamos la muerte de esas personas que primero le sirven incondicionalmente al Estado, aunque ordinariamente bajo camuflajes y clandestinidades, y cuando ya la acumulación de delitos en que se han involucrado los convierte en “trapos sucios y peligrosos”, el mismo Estado decide deshacerse de ellos como cosas despreciables, pisoteando el respeto fundamental a la vida, así sea la vida del delincuente. Repudiamos con la mayor energía y contundencia y condenamos tan atroz falta de moral. La muerte no es la única solución a este grave problema, pues el mismo gobierno es el principal responsable porque ha dado alas y libertad a estas estructuras para dominar y asesinar en todo el país.

  • El sábado 31 de julio de 2021, en horas del día, nos llegaron informaciones de que reconocidos paramilitares al mando de alias “Caballo”, presunto comandante, estarían patrullando por la zona de las veredas Arenas (Altas y Bajas) con dirección de mandos desde la vereda La Unión.

  • El miércoles 4 de agosto de 2021, en horas del día, nos llegaron audios del señor JAIRO ÚSUGA, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión, donde le manifiesta a la población y a las juntas comunales, que: “en este momento ya nos encontramos en las instalaciones de la fiscalía para rendir declaración por culpa de comunidad de paz, sí, por culpa de comunidad de paz y si salimos de esta seremos más fuertes…”

Muchos rumores que circulaban desde hace algún tiempo, se referían a una campaña liderada por la misma dirección de la Junta de Acción Comunal de La Unión, en alianza con el Señor César Jaramillo, para acusar a nuestra Comunidad de Paz ante el poder judicial, con miras a que nuestra Comunidad se debilitara de tal modo hasta que fuera suprimida por alguna orden judicial o se desintegrara por temor o por incapacidad de defenderse.

No se trata de una estrategia nueva. Fue ya ensayada desde la misma Presidencia de la República por Álvaro Uribe Vélez, quien logró el apoyo de ministros, gobernadores, alcaldes, magistrados, jueces, fiscales, defensores, jefes y estructuras paramilitares y medios de comunicación poderosos como El Colombiano, El Mundo, El Tiempo, RCN, Caracol, Semana y los medios locales de Urabá. El libreto se centraba en convencer al país y al mundo de que la Comunidad de Paz era una fachada de la guerrilla de las FARC; su “veraneadero” y su fuente de suministros.

Los mecanismos seleccionados fueron quedando progresivamente al descubierto: reunir falsos testigos cooptados por dinero o por amenazas; preparar infinidad de piezas testimoniales falsas en la Brigada XVII y en sus batallones, aprovechando capturas arbitrarias e injustas de campesinos acusados falsamente de insurgentes a quienes se les obligaba a firmar las calumnias, muchas veces sin permitirles leer lo que firmaban, bajo promesas de precarias prebendas; forzar a los funcionarios judiciales a pasar por encima de todos los principios del debido proceso, recopilando “declaraciones” por gente no habilitada legalmente para recibirlas; hacer caso omiso de los principios rectores de los códigos judiciales y de la misma Constitución, como la separación e independencia de poderes, la independencia judicial frente a las presiones políticas y militares, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, el principio de legalidad, la imparcialidad de los órganos judiciales, la consistencia del sustento probatorio, la idoneidad y libertad del testimonio, las garantías de los intervinientes, la protección de las pruebas técnicas, el equilibrio probatorio de lo que favorece y desfavorece al acusado, la libertad, espontaneidad y voluntariedad de la eventual aceptación de cargos, las garantías de la controversia probatoria, la existencia y garantía de una defensa técnica del acusado, la consistencia de las informaciones que sustentan cualquier condena, excluyendo las de referencia; la valoración ponderada y ética de la culpabilidad que tenga en cuenta atenuantes y eximentes; la atención al contexto personal, familiar y social de los imputados. Pero por encima de todo, se utilizó como mecanismo rutinario, central y universal, el TESTIMONIO DEGRADADO, convertido en una verdadera mercancía, que a la postre arruinó toda la credibilidad y sustento de miles de expedientes convertidos en verdaderas podredumbres morales pestilentes que había que esconder.

Por ello cuando nuestra Comisión les hizo una demostración de esa podredumbre, de manera minuciosa y citando con nombres propios a todos los funcionarios corruptos, las Altas Cortes alegaron no tener facultades para reabrir todos los expedientes podridos y juzgar a los funcionarios corruptos. Y cuando el Auto 164/12 de la Corte Constitucional ordenó constituir la Comisión de Evaluación de la Justicia, con los mismos propósitos, las instituciones bloquearon el ejercicio de dicha Comisión que había comenzado con buenos augurios. Ahora confiamos en que tarde o temprano la Corte Penal Internacional destape, como debe hacerlo, todo ese baúl de podredumbres y haga justicia.

Pero lo más grave no fue la podredumbre judicial. Esa era sólo la antesala del genocidio. Con toda esa falsa justicia y con el concurso de los medios de desinformación, la sociedad asimiló tranquilamente los más de 300 asesinatos, masacres, desapariciones, atentados, desplazamientos, bombardeos, usurpaciones, amenazas y violación de todo tipo de derechos, como eliminación justa de una partida de delincuentes.

Ante las instituciones del Sistema Integrado de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, hay muchos paramilitares arrepentidos que han confesado cómo se dejaron convencer de Uribe de que la Comunidad de Paz era sólo guerrilla, para matar a cantidad de inocentes cuya memoria ahora no los deja dormir.

Como comunidad nos preguntamos ¿Qué tipo de declaraciones serán las que está rindiendo la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión contra nuestra Comunidad de Paz? O más bien, ¿ Qué será lo que se planea desde la misma Fiscalía y la misma Brigada 17 contra nuestra Comunidad? ¿O será que se va a declarar en contra del mismo paramilitarismo que está desangrando moralmente cada vez más a la población civil?

Según versiones de amigos, casi todas las personas que participaron en las supuestas declaraciones, hablaron contra nuestro proceso de vida. Nos conmueve ver cómo personas que en un tiempo fueron parte de nuestro proceso comunitario y que compartieron con nosotros tantos momentos difíciles por culpa de las desapariciones, torturas, masacres, cercos de hambre, judicializaciones, entre otras, cometidos por las mismas fuerzas militares en alianzas con los paramilitares y miembros de las guerrillas, ahora sostengan alianzas con la misma Brigada XVII que en todos estos estos años no ha hecho nada para proteger realmente a la población civil.

El domingo 8 de agosto de 2021, en horas de la noche reconocidos paramilitares que controlan la zona entre Apartadó y San José amenazaron de muerte a pobladores mientras consumían licor en un establecimiento público en el casco urbano de San José, al tiempo que realizaron varios disparos con armas cortas sin que el ejército y la estación de policía hiciera nada, por el contrario, estos paramilitares continuaron consumiendo licor sin ser molestados por nadie.

Nuestras convicciones como Comunidad de Paz siempre han mirado a buscar el bienestar de la población que ha sido y sigue siendo victimizada por décadas en esta zona; por ende, enfrentarnos con la demás población del entorno nunca ha sido ni será de nuestro interés, por el contrario, queremos que la población se una, no para atacar los procesos civiles, sino para rechazar este fenómeno paramilitar que controla y domina sin piedad. Tenemos pleno conocimiento de que en muchas de las veredas son los paramilitares los que realizan reuniones con la población civil, a las cuales es de obligación asistir sin que el campesino pueda rehusarse a ir. Nunca las víctimas nos debiéramos adaptar a la guerra y más cuando se tiene tanta experiencia dolorosa por culpa de los diferentes actores armados que han dominado esta zona en los últimos 50 años.

Seguimos convencidos de que nuestra resistencia es en pro de la civilidad, del derecho a la vida y a vivir en nuestro territorio. Son más de 24 años de vida y trabajo comunitario y todo eso gracias a aquellos que hoy no están por muchas razones, pero sin embargo hoy más que nunca mantenemos vivo este hermoso proceso por encima de la misma muerte que nos asecha a diario.

No queda más que agradecer a todas esas voces de ánimo que recibimos a diario desde el país y el mundo como gestos de solidaridad y fuerza moral con la que hemos contado en todo este tiempo.

21/07/2021 ENTRE SABOTEOS Y FESTEJOS ASOMAN LOS FINES A LOS CUALES SE SIRVE

El desangre de nuestra región por el poder de las armas no tiene límites, pues cada día que sigue transcurriendo es una gota de tormento para la vida campesina. Ya se le prohíbe al campesino sembrar en su propio lote de tierra. El Estado de ninguna manera ha buscado cómo proteger la vida digna del campesinado en nuestra región y en el resto del país, pues los paramilitares y otras numerosas estructuras armadas que se alimentan del reciclaje de la guerra que paradójicamente ha sucedido a los “acuerdos de paz”, controlan el país a su antojo y el que más sufre las consecuencias al fin y al cabo es el campesino, que las tiene que enfrentar en el día a día, en las diversas regiones del país.

¿Hasta cuándo se va permitir que se destruya la moral del campesino? Se nota que los grupos armados buscan cómo desesperar a la población civil para que abandone sus tierras, con el fin de que las empresas multinacionales mineras hagan de las suyas con los recursos naturales, destruyendo la vida en los territorios.

Este cáncer paramilitar destructor que el gobierno no quiere erradicar de esta y otras regiones porque lo necesita para controlar lo que no pueden hacer a plena luz las fuerzas militares, está acabando con los sueños de los niños y niñas que reclutan a diario. El campesino se ve cada vez más asfixiado en su propia parcela, pero eso es algo que no le ha importado al gobierno.

Las veredas de San José son corredores paramilitares y de fuerza pública. No se percibe el más mínimo enfrentamiento entre ambas fuerzas, pero la “malicia indígena” de nuestro campesinado ha detectado claramente las supuestamente disimuladas estrategias de coordinación y unidad de acción entre ambas. Cuando estaban las FARC, por el contrario, la hostilidad era feroz, pero al accionar sus armas los militares, las dirigían predominantemente contra la población civil, bajo la consigna de los “falsos positivos”, para no arriesgar la integridad militar en combates reales. En el conflictivo panorama actual, el paramilitarismo cuenta con toda la aquiescencia estatal y mediática, como fuerza eje de control territorial, ya se sabe al servicio de quiénes.

Los hechos de los cuales dejamos constancia son los siguientes:

  • El domingo 04 de julio de 2021, tuvimos conocimiento de que los paramilitares están comprando casas o terrenos en las veredas de San José para construir allí viviendas para los “PUNTOS” (o informantes) que tiene esta estructura en cada vereda para el control de la población civil en la zona.

  • Ese mismo domingo 04 de julio de 2021, en horas del día nuestra Comunidad fue informada de que los paramilitares estarían prohibiendo a pobladores de las veredas Arenas Altas y Arenas Bajas sembrar cacao en sus propias fincas.

  • El martes 06 de julio de 2021, en horas del día fueron vistos varios paramilitares armados cuando cruzaban por una de nuestras propiedades privadas en la vereda La Resbalosa, de San José.

  • El miércoles 07 de julio de 2021, paramilitares que controlan la zona de Mulatos Medio, de San José de Apartadó, estuvieron preguntando con mucha insistencia por miembros de nuestra Comunidad de Paz, con intención de espiarlos, sobre todo cuando trabajan comunitariamente, y penetrar en los terrenos de nuestra “Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra”.

  • El jueves 08 de julio de 2021, nuestra Comunidad de Paz conmemoró los 21 años de la masacre del 8 de julio de 2000, perpetrada en el caserío de La Unión por paramilitares en conjunto con militares de la Brigada XVII, mientras un helicóptero del ejército sobrevolaba el poblado y supervisaba la barbarie. Integrantes de nuestra Comunidad llegaron muy temprano al lugar de la masacre para realizar el acto de memoria y organizar el espacio de memoria que nuestra Comunidad ha construido en el mismo sitio en que nuestros compañeros fueron masacrados. Estando allí, pudimos comprobar una vez más la alta presencia de paramilitares que hoy día ha invadido el caserío de La Unión y su intenso consumo de licor. Hicieron todo lo posible por impedir nuestro acto de memoria poniendo en el más alto volumen los equipos de sonido de las cantinas donde se encontraban tomando licor y colocando allí canciones alusivas al paramilitarismo. Nunca nos habíamos imaginado que ese caserío, hace años santuario de la resistencia y la defensa de la dignidad, llegara a esos niveles de degradación humana. De todas formas, en medio de ese vulgar e inmundo saboteo, rendimos los honores merecidos a quienes entregaron su vida con gran valentía y dignidad en defensa de nuestro proyecto de paz y de justicia.

  • El miércoles 14 de julio de 2021, en horas del día, llegaron informaciones a nuestra Comunidad de Paz, según las cuales, en la vereda La Unión, Arenas, Las Nieves, El porvenir, entre otras estaría patrullando un grupo de paramilitares, portando a la vista armas largas, al parecer preparando el ambiente para celebrar a su manera la “fiesta del campesino”, preparada por la Brigada XVII en coordinación con el funcionario de FEDECACAO y agente de la Alcaldía de Apartadó, César Jaramillo, y la Junta de Acción Comunal, fiesta programada para los días 17 y 18 de julio. Desde hace un tiempo se viene haciendo propaganda entre los paramilitares para participar en esa fiesta, a la cual se está invitando al campesinado de las veredas y en la cual se anuncia la presencia de reconocidos cantantes nacionales. Lo grave es que se invite a concentrarse en un lugar tan marcado por la presencia paramilitar sin que al parecer las instituciones del Estado muestren la más mínima preocupación y sin importar las constancias de hechos tan graves que nuestra Comunidad ha hecho públicas, incluso suministrando los nombres o los alias de los líderes paramilitares que han protagonizado los escándalos. Es preocupante la connivencia de la Brigada XVII, al parecer la principal anfitriona del festejo, con la representación de FEDECACAO, la Alcaldía de Apartadó y varias Juntas Comunales sin importar la alta presencia de los paramilitares que ya se muestran a plena luz, incluso exhibiendo sus armas largas, en el profanado caserío y sus alrededores.

Por más difícil que se presente la situación en nuestro territorio, nuestra Comunidad no dejará de suplicarle al país y al mundo por nuestras vidas y las de los demás pobladores que a diario tienen que soportar la opresión de un Estado-Paramilitar en la zona y en el resto del país. Somos fuertes porque hemos sabido construir comunidad; porque nuestra resistencia es única e inquebrantable; por eso hoy de nuevo agradecemos todos los esfuerzos de personas, organizaciones, comunidades, ayuntamientos, cantones, entre otras colectividades, que desde muchos lugares del país y del mundo, a pesar del aislamiento soportado a causa del Covid-19, nos brindan esa fuerza moral que en todo momento nos anima a seguir adelante, en la exigencia del derecho a la tierra y a la vida, en un país donde reinan la muerte y la impunidad. A todos ellos nuestra profunda gratitud.

27/06/2021 Una memoria energizante

Hoy 27 de junio de 2021, nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó renovó la memoria de EDUAR LANCHERO, al cumplirse 9 años de muerte. Como de costumbre, a las 2:00 de la madrugada comenzaron a sonar con gran volumen las marchas fúnebres de los grandes clásicos de la música y la Comunidad se fue reuniendo junto a su tumba para la celebración eucarística. Su madre y sus hermanos se hicieron presentes desde Bogotá con sentidos mensajes y las lecturas de la Misa resaltaron nuevamente su talante de profeta y de servidor.

Eduar acompañó a nuestra Comunidad de Paz desde sus inicios. Cuando el ejército y los paramilitares bombardearon casi todas las veredas de San José, en respuesta a la Declaratoria pública de no participación en la guerra y de negativa a colaborar con cualquier estructura armada, provocando un gigantesco éxodo hacia el pequeño centro urbano, Eduar se ofreció a acompañar a los desplazados corriendo enormes riesgos en su vida, pues el caserío fue cercado inmediatamente por militares y paramilitares y fueron numerosas las víctimas fatales. Eduar fue detectado inmediatamente como inspirador de una resistencia que buscaba impedir el despojo masivo de tierras, que era el objetivo del bloque militar/paramilitar, y durante sus 15 años de acompañamiento tuvo que hacer frente a 25 intentos de asesinato, de los cuales salió ileso gracias a la protección de gentes de la Comunidad que detectaban a tiempo el peligro. Los montajes y calumnias urdidos por la Brigada XVII del ejército no tuvieron treguas y sus grados de suciedad no tuvieron parangón. Su salud se vio progresivamente comprometida y finalmente un cáncer muy agresivo lo llevó a la tumba el 27 de junio de 2012. Sus restos reposan en el centro del parque monumento a las víctimas de nuestra Comunidad y su memoria constituye una fuente de energía permanente que recuerda los ideales que le dieron nacimiento a nuestro proyecto de vida.

Eduar llegó a nuestra realidad impulsado por un fuerza interior que él mismo definió muchas veces como un deseo ardiente de “convertir el dolor en esperanza”. Y realmente lo logró. Su gran sabiduría, que supo compartir con todos nuestros líderes, lo llevaba a descubrir las trampas perversas mediante las cuales un sistema criminal busca cooptar a sus víctimas. Así se fue tejiendo nuestra resistencia que aún mantenemos con firmeza.

Al recordar con gratitud el regalo de su vida y su presencia entre nosotros, también hemos repasado el cuerpo de principios que le fue dando identidad a nuestra Comunidad de Paz y que él compendió en una exposición magistral que en este aniversario volvimos a escuchar para que continúen sirviéndonos de guía.

No repetimos la acostumbrada fórmula “paz en su tumba”, cuando esa “paz” se entiende como pasividad e inacción. Su tumba es más bien un lugar energizante de permanente cuestionamiento a todos nuestros intentos de ajuste pasivo al statu quo de muerte que nos envuelve. Repetimos, por el contrario, con convicción: EDUAR, SIGUES MÁS VIVO QUE NUNCA EN NUESTRA COMUNIDAD DE PAZ.

26/06/2021 Y las Cortes también se resquebrajaron

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó hace uso de su derecho fundamental a expresarse y a comunicarse con las personas y comunidades solidarias del país y del mundo y, en general, con toda la sociedad de nuestro entorno, para hacerle conocer lo que vivimos y sufrimos en nuestra cotidianidad, la cual ha estado siempre cercada de amenazas, riesgos y sufrimientos, ya que desde nuestro origen las instituciones de nuestro país, en lugar de protegernos, han decidido más bien agredirnos y afrentarnos o se han valido de otros grupos criminales que gozan de su protección para que nos agredan y para que nos hagan sentir que nuestro Estado nos considera como ajenos, o aún peor, como “enemigos internos” que no merecemos ni respeto ni protección de nuestros derechos humanos ni ciudadanos.

Y si en algunos períodos contamos al menos con el amparo de la Corte Constitucional, que en varias sentencias y autos reivindicó y exigió respeto a nuestros derechos fundamentales, para lo cual le dio órdenes al Presidente de la República, a sus ministros y a los organismos de control, órdenes que a la postre fueron desacatadas y burladas por el mismo Jefe de Estado, sus ministros y las demás instituciones, sin embargo, esa misma alta Corte ha claudicado de sus deberes esenciales de salvaguarda de los principios fundamentales de la Carta, seguramente por presiones políticas, como lo ha demostrado al fallar la última demanda de nulidad, en la cual se le pedía derogar el fallo que una sala de revisión había proferido, aceptando pretensiones del estamento militar clarísimamente contrarias, no sólo a la Constitución Nacional y a sus jurisprudencias, sino también al Derecho Internacional más reiterativo.

En efecto, cuando la Brigada 17 del ejército quiso amordazarnos, en agosto de 2018, mediante una Acción d Tutela presentada ante una juez promiscua de Apartadó, queriendo impedir que le gritáramos nuestros dolores a la sociedad civil, ya que ni la justicia quiso actuar en muchos años en que frecuentamos el aparato judicial para rogar y exigir justicia sin ser oídos sino más bien amenazados y ofendidos, y sin que tampoco los presidentes quisieran cumplir su obligación constitucional de actuar como garantes de los derechos fundamentales, pues se lo suplicamos apremiantemente en no menos de 90 derechos de petición sin ser oídos, la sentencia que acogió la Tutela militar terminó en una sala de revisión en la Corte Constitucional, donde un magistrado de reconocida ideología reaccionaria decidió hacerle caso a la presión militar y redactó la Sentencia T-342 de 2020, en la cual decidió “tutelar el derecho al buen nombre de la brigada 17 del ejército nacional y de sus integrantes” (…) aduciendo que en las constancias de nuestra Comunidad de Paz “se ignora la presunción de inocencia en tanto se le atribuye a dicha unidad militar la aquiescencia y la complicidad actual con grupos paramilitares, sin que exista una providencia judicial que haya dado cuenta de tal situación”.

Tal sentencia escandalizó y enfureció a los conocedores del derecho internacional y constitucional, pues, por un lado, pretendía desconocer un derecho tan sagrado como el de libre expresión, que para los tratados y organismos internacionales es el pilar más fundamental de un Estado que pretenda llamarse “democrático”, y por otro lado, desconocía el criterio fundamental que la Constitución ha reconocido para saber si alguien puede reivindicar un derecho al “buen nombre”, y es cuando su comportamiento social lo ha hecho merecedor al mismo. Con todo, el magistrado fallador no ignoraba que la Brigada 17 estaba implicada en masacres horrendas, en alianza con los paramilitares, pues lo cita en el mismo fallo, y sólo en un párrafo expresa el temor de que eso se haya seguido repitiendo, pero contradice flagrantemente a su conciencia al ni siquiera preguntarse si todo lo que nuestra Comunidad afirma en sus constancias es cierto o es falso, y sin ni siquiera ordenar que se investigue. Tan aberrante Sentencia despertó la solidaridad de abogados amigos quienes redactaron una demanda de NULIDAD, demanda que recibió el apoyo de eminentes juristas de diversos países y de organismos internacionales de derechos humanos.

Todo muestra que la ponencia ya estaba consolidada para declarar NULA dicha Sentencia, pero en la sesión de la Sala Plena del pasado 13 de mayo de 2021, la votación favoreció por un voto de ventaja a los que temían anular una sentencia de tan alta corte, pues eso podría jugar en desprestigio de la misma Corte. La transparencia no ha sido virtud destacada de los poderes judiciales que se vanaglorian de su poder. Según el Comunicado emitido en esa fecha por la Corte, 4 magistrados salvaron su voto y otros 4 lo explicaron. Al leer sus argumentos sumarios, queda claro que la casi totalidad de los magistrados estuvieron en desacuerdo con la Sentencia 342 y sólo algunos no quisieron anularla, no por su argumentación central, con la cual manifiestan haber estado en desacuerdo, sino porque los argumentos técnicos para anularla no estuvieron bien trabajados. Pero, ¿Cómo se le exige a una víctima o a su abogado, dominar la técnica jurídica constitucional? ¿Acaso no eran los mismos magistrados los llamados a perfeccionar esos argumentos técnicos?

Queda claro que 8 de los 9 magistrados concuerdan en que los militares no pueden alegar derecho al buen nombre, y menos los de la Brigada 17, y en que el derecho a la libre expresión de la Comunidad de Paz no se puede coartar y menos cuando hace denuncias. Pero esto no se ve compatible con la decisión central de la Corte en esta ocasión, que al rechazar la demanda de nulidad, mantiene vigente el fallo anterior, el cual resulta tutelando un derecho que no es tutelable y restringiendo otro derecho que no se puede restringir.

El bloque más radical de los magistrados (los que salvaron su voto) afirma tajantemente que los militares no pueden reclamar derecho al “buen Nombre”. Al respecto afirman: “para la protección de la garantía constitucional al buen nombre, la jurisprudencia en vigor exige la conducta irreprochable de quien aspira a ser su titular. Así, quien tiene en su contra decisiones judiciales que desvirtúan la existencia de una conducta irreprochable no está en posición de reclamar la protección de su derecho al buen nombre por delitos u omisiones cometidos en el pasado. La Corte ha sido enfática en manifestar que el derecho al buen nombre, además de ser personalísimo, está relacionado directamente con “la valía que los miembros de una sociedad tengan sobre alguien, siendo la reputación o fama de la persona el componente que activa la protección del derecho. Así, en atención a que esta garantía requiere de la buena imagen, reconocimiento social y conducta irreprochable de quien alega su protección, en nuestra opinión, en este caso no era posible proteger, conforme a las reglas jurisprudenciales en la materia, el derecho al buen nombre de la Brigada XVII del Ejército Nacional. En efecto, las más de 10 providencias del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, los varios autos de seguimiento proferidos por la Corte Constitucional y las diferentes decisiones judiciales, tanto del ámbito nacional como internacional, dan cuenta de que en el pasado se ha comprobado la complicidad entre la Brigada XVII del Ejército Nacional y los grupos paramilitares que actúan en la zona de Urabá, para el ejercicio de acciones violentas que han victimizado a los miembros de la Comunidad de Paz (…) En consecuencia, era procedente anular la sentencia T-342 de 2020 con base en la causal de desconocimiento de la jurisprudencia en vigor proferida por las Salas de Revisión y la Sala Plena.

Tanto el Comunicado como los salvamentos y explicaciones de votos de los magistrados, insisten en que la sentencia que se pedía anular, no había exigido retractarse de las Constancias, ni retirarlas de las redes sociales, ni prohibía seguir sacando constancias, pero mantener vigente esa sentencia es algo que se contradice con todo esto. No hay coherencia alguna. La Corte está resquebrajada.

Hay que abonarles a los 4 magistrados que salvaron su voto, esta nota de comprensión para con nuestra Comunidad de Paz: “La decisión de negar la nulidad se convierte en un evento de negación histórica del derecho a la tutela judicial efectiva que sufren estas víctimas del conflicto armado en Colombia. Estas, agotadas de acudir a un sistema que ha probado en numerosas ocasiones ser insuficiente, hoy se encuentran nuevamente ante barreras estrictas e inflexibles que hacen nugatoria la protección de sus derechos al debido proceso, al acceso efectivo a la administración de justicia y al ejercicio de sus libertades fundamentales, en particular, la libertad de expresión”. Comprenden, pues, cabalmente, nuestra ruptura con la justicia.

Apoyados en nuestras convicciones insobornables, continuamos aquí con nuestras CONSTANCIAS de hechos ocurridos recientemente:

  • El domingo 30 de mayo de 2021, un paramilitar conocido como “El Flaco” amenazó con arma de fuego (pistola) a un poblador en el casco urbano de San José y ninguna autoridad hizo nada. Al parecer, la víctima tuvo que irse de la zona por unos días para salvar su vida.

  • El mismo domingo 30 de mayo de 2021, en horas del día, nos enteramos de que el paramilitar alias “Cristian”, junto con otros de su grupo, estarían llegando a las casas de los pobladores para exigirles sumas de dinero con el fin de arreglar de nuevo los caminos que fueron destrozados por la maquinaria que ilegalmente penetró en las veredas por las carreteras impulsadas por el Señor César Jaramillo junto con la Brigada XVII.

  • El martes 1º de junio de 2021, en horas del día, fue visto transitar por la vereda El Porvenir un grupo de más de 10 paramilitares que portaban armas largas y radios de comunicación. Se deja constancia que permanentemente están pasando por allí sin ninguna restricción y que ya tienen allí un centro de operaciones para el control de la zona.

  • El sábado 05 de junio de 2021 nos llegaron informaciones según las cuales la celebración de la fiesta del campesino en la vereda La Unión está siendo organizada por la Junta de Acción Comunal junto con el Señor César Jaramillo y la Brigada XVII. Preocupa esto por la alta presencia de paramilitares que hay allí, como alias “Jesusito”, “alias Samuel”, alias “Wilfer”, alias “Ramiro” y otros jóvenes que también están portando armas de fuego y haciendo disparos, así como por la nula atención a constancias de hechos muy graves que nuestra Comunidad de Paz ha señalado.

  • El domingo 06 de junio de 2021, en horas del día, nuestra Comunidad de Paz fue informada de que el paramilitar Wilfer Higuita estaba averiguando en el casco urbano de la vereda la Unión quiénes son los que le están informando todo lo que pasa allí a la Comunidad de Paz.

  • El viernes 11 de junio de 2021, en horas de la tarde, dos paramilitares interceptaron a un niño de nuestra Comunidad de Paz, sobre el camino que conduce al caserío de San José, para enviar con él amenazas contra nuestro Representante, diciéndole: “ey chinga: para que le diga a ese representante legal de la comunidad que se cuide porque en estos días vamos a entrar allá”.

  • El sábado 12 de junio de 2021, en horas del día, fueron vistos dos paramilitares, quienes portaban radios de comunicación y armas cortas, a tres minutos del casco urbano en la vereda La Unión.

  • El jueves 17 de junio de 2021, en horas del día fueron vistos transitar por la vereda La Unión de San José de Apartadó un grupo armado desconocido, según informaciones son paramilitares que están utilizando armas largas, uniformes y cascos militares para patrullar en la zona como si fuera fuerza pública.

  • El sábado 19 de junio de 2021, en horas del día fueron vistos un grupo de paramilitares portando armas largas, uniformes y cascos militares en la vereda Las Nieves de San José de Apartadó. Los mismos que fueron visto en la vereda La Unión el 17 de junio 2021

Nuevamente agradecemos a las personas y comunidades que en diversos sitios del país y del mundo, desde sus convicciones más íntimas nos han acompañado en estos más de 24 años de Comunidad de Paz y que a pesar del aislamiento por la pandemia siguen presionando cada día al gobierno colombiano para que no permita que destruyan nuestras vidas ni nuestro patrimonio y legado. Nuestra sincera gratitud por seguir este proceso de defensa de la vida y que además nos anima moralmente a seguir defendiendo nuestros principios.

17/05/2021 Violación de derechos y derrumbe cada vez más total del estado

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó, como ya en muchas otras ocasiones, se ve en el deber de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte de un ente exterminador que no descansa en su propósito de acabar con nuestro proceso de vida.

Nos encontramos en momentos de movilizaciones sociales en todo el país y en otras partes del mundo. La raíz de todo esto es el afán de los poderosos de eliminar o marginar cada vez más a sus víctimas. Se enfrentan los gobiernos contra su propia ciudadanía sin que se garantice siquiera el derecho elemental a la protesta. Es claro que no les importa la vida de la gente; reformas y estrategias de “seguridad” están dirigidas a causar más hambre, exclusión y exterminio de quienes estorban los intereses de las élites.

Mientras en la ciudad se reclama por una vida digna, en los campos del país el paramilitarismo no cesa de someter a la población civil, la silencian y la atemorizan con armas amparadas por el Estado y mediante panfletos continuos la amenazan por no someterse a sus órdenes. En nuestra zona, los paramilitares tratan de cooptar a más y más gente en su propósito de exterminar nuestra Comunidad de Paz. Se apoyan en funcionarios públicos para elaborar tutelas y darle apariencia legal a su lucha de exterminio contra nosotros. Policía y Ejército están lejos de proteger a la población vulnerable; es evidente su estrategia de tolerancia total al paramilitarismo y sus componendas con ellos para alejarse tácticamente de los sitios donde ellos van a actuar y así poder responder con su fórmula trillada: “no teníamos tropas en esa área”. No entendemos para qué sirven instituciones de protección que no protegen y además toleran y usan las “ollas” de consumo de drogas.

Los fallos de tutela siguen estando a favor de los victimarios, mientras que a las víctimas se les quiere amordazar e impedirles lo más elemental: hacer conocer sus sufrimientos de la sociedad y del mundo. Los derechos a la expresión, a la denuncia y a la protesta están siendo eliminados a bala en Colombia: el número de muertos y heridos en las protestas es escalofriante y la eliminación de líderes y lideresas sociales sigue un ritmo constante, incentivado por el anonimato y la impunidad.

Los hechos más recientes que nos afectan son los siguientes:

  • El martes 4 de mayo de 2021, según algunos pobladores de la zona, el señor CÉSAR JARAMILLO, después de la reunión del 01 de mayo en la vereda La Esperanza, donde convocó a las juntas de acción comunal para hacerlas firmar un pacto de exterminio de nuestra Comunidad de Paz, empezó a llamar a los presidentes de juntas que no asistieron a dicha reunión, para que le firmaran el documento del pacto de exterminio.

  • El jueves 6 de mayo de 2021, llegó a nuestro conocimiento por informaciones de pobladores de la zona, la presión de los paramilitares para comprar terrenos ubicados en lugares estratégicos, como los filos de montaña, para poner allí sus centros de operaciones. Ya han amenazado a varios pobladores que no han querido vender sus parcelas.

  • El viernes 7 de mayo e de 2021, en horas del día en la vereda Arenas Altas personas ajenas a nuestra Comunidad de Paz destruyeron nuestras vallas las cuales son nuestras insignias como proceso de vida.

  • El sábado 8 de mayo de 2021, en horas del día, nuestra Comunidad de Paz fue informada de que un grupo de pobladores de la vereda La Esperanza planearon pedirle a CORPOURABA que lleguen hasta la propiedad privada de nuestra comunidad allí y se midan 30 metros de ribera del río para iniciar la construcción de una carretera sin nuestro consentimiento.

  • El domingo 09 de mayo de 2021, llegó a nuestra Comunidad informaciones de que el paramilitar e integrante de la junta comunal de La Unión, ADOLFO GUZMÁN, habría lanzado amenazas contra un miembro de nuestra comunidad en la vereda la Unión.

  • El martes 11 de mayo de 2021, en horas de la madrugada en el casco urbano de San José y sus alrededores los paramilitares que actúan con plena libertad en nuestra región dejaron panfletos y escritos en las paredes de las viviendas con las siglas (AGC presente).

  • El miércoles 12 de mayo de 2021, en horas del día, tres reconocidos paramilitares portando armas largas entraron al caserío de la vereda La Unión e ingresaron a la vivienda de un poblador.

  • El jueves 13 de mayo de 2021, recibimos llamadas y mensajes de muchas personas, alarmadas porque se habían enterado de que la Corte Constitucional, en una votación de 5 contra 4, había decidido mantener el núcleo de la Sentencia 342/20, que le daba cierta razón a la Brigada XVII del ejército en su Acción de Tutela contra nuestra Comunidad de Paz, afirmando que nuestras Constancias ofendían su buen nombre y no debían permitirse mientras no estuvieran sustentadas en fallos judiciales. Aunque no conocemos aún el texto del fallo y ni siquiera se ha emitido el comunicado de prensa de la Corte, la noticia revela ya un derrumbe muy profundo del Estado de Derecho. Si nuestra Comunidad radicó una demanda de nulidad contra esa sentencia, la petición de nulidad la respaldamos en abundantísima jurisprudencia internacional y nacional, que a todas luces le da la primacía al derecho a la libre expresión como elemento esencial de cualquier democracia, jurisprudencia que también prohíbe que el derecho al “buen nombre” se interprete como anexo a cargos o dignidades o prescripciones, puesto que el BUEN NOMBRE se construye esencialmente con el BUEN COMPORTAMIENTO que lleva a ganar aprecio y respeto, pero en el caso de la Brigada XVII existen condenas por crímenes de tribunales nacionales e internacionales e incluso de la Corte Suprema de Justicia de Colombia. En el proceso se anexaron numerosos aportes de eminentes juristas de muchos países, los cuales se apoyaron en numerosas citas de la jurisprudencia internacional. Por lo tanto, la decisión de la Corte, en un momento de tanta violencia estatal y caos jurídico, sólo añade una gota más a los millares de argumentos que en estos días se propalan sobre la ilegitimidad del Estado y el derrumbe total del Estado de Derecho.

  • El viernes 14 de mayo de 2021, paramilitares que controlan la zona prohibieron a pobladores de la vereda Arenas Bajas tumbar monte para sembrar productos de pan coger en sus fincas heredadas de sus ancestros.

  • El sábado 15 de mayo de 2021, en horas del día llegaron informaciones que en la vereda La Unión se habría organizado en reunión de Junta de Acción Comunal retirar sin nuestro consentimiento la malla de protección del monumento a La Memoria construido allí por nuestra Comunidad en memoria de las víctimas de la masacre cometida por militares y paramilitares el 8 julio del 2000, según es para construir allí un supuesto parque infantil aprobado por La Alcaldía de Apartadó, el mismo presidente de la junta manifiesta que ya es una decisión aprobada.

Nuestra Comunidad de Paz que ha defendido la vida por más de 24 años rechazamos rotundamente la destrucción de nuestra la memoria histórica y a la vez le dejamos claro al gobierno local y nacional que no callaremos ante la barbarie que se viene cometiendo contra nuestro proceso de vida y la integridad de toda la población civil por parte de estructuras paramilitares, fuerza pública y demás instituciones del gobierno que con alianzas oscuras buscan cómo acabar con la vida digna de nuestra región.

En estos tiempos en que el país está volcado en las calles en defensa de sus derechos, por la imposición de reformas que oprimen al pueblo colombiano y benefician más bien el mismo bolsillo del gobierno, y donde las muertes violentas de los inconformes se multiplican día a día, las instituciones viven encapsuladas en un modelo de Estado represor cada vez repudiado por las grandes mayorías del pueblo.

Hoy más que nunca agradecemos a las diversas personas y comunidades que desde el país y el mundo nos han apoyado en este largo y difícil camino, especialmente en su respaldo para insistirle a la Corte Constitucional que abriera los ojos para entender que la sentencia impugnada violaba principios muy esenciales y elementales de un Estado de Derecho y de una democracia, como lo sostuvo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y funcionarios y expertos de las Naciones Unidas y asociaciones eminentes de juristas de varios países, así como tantas personas que conceptuaron que el mismo sentido común más elemental era el que debería predominar. Aunque los resultados no fueron los esperados, creemos que hemos ganado dignidad frente a una Corte que no le importa la vida del campesino y que se dejó cooptar por los intereses y el inexistente “buen nombre” de una brigada militar que sólo ha acumulado motivos de mal nombre, dada su enorme trayectoria criminal impune, la que quieren camuflar de “buen nombre” contra toda ética, contra toda razón y contra el sentido común más elemental.

06/05/2021 “No más comunidad de Paz”: es el sueño de los poderosos

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó, como ya en muchas otras ocasiones, nos vemos en el deber de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte de un ente exterminador que no descansa en su propósito de acabar con nuestro proceso de vida.

En nuestras últimas constancias (las del 23 y 29 de abril de este año) nos hemos referido al proyecto que se adelanta actualmente en el corregimiento de San José de Apartadó, de construir vías de acceso a algunas veredas. Nos hemos opuesto a que una de esas vías atraviese por un predio de nuestra Comunidad de Paz en la vereda La Esperanza y hemos insistido en que no nos parece correcto que esas vías se construyan en violación de las mismas normas existentes: sin consultas previas a las comunidades, sin licencias ambientales, sin estar incluidas en ningún Plan de Ordenamiento Territorial, planeadas ante todo para servir a los intereses de empresas transnacionales expoliadoras de nuestros recursos naturales y destructoras del medio ambiente, cuya gestión ha sido encomendada a estructuras paramilitares de la región, utilizando maquinarias y personal militar de una guarnición (la Brigada XVII) que ha inundado de sangre y dolor toda nuestra región, y además cobrando impuestos ilegales y extorsivos a todos los pobladores, supuestamente para financiar el transporte militar, ocultaándole a la población todas estas irregularidades y amenazando a quienes queremos abrirles los ojos y alertar a las juntas comunales sobre su evidente manipulación por funcionarios corruptos y por estructuras claramente criminales.

Sin embargo, en lugar de recapacitar y corregir, quienes están detrás de ese proceso ilegal e ilegítimo han reaccionado con nuevas amenazas de exterminio contra nuestra Comunidad de Paz.

Hechos ocurridos recientemente, son los siguientes:

  • El viernes 30 de abril de 2021, en horas de la tarde, conocimos el texto de un documento titulado “Comunicado a la Institucionalidad”, fechado el 24 de abril y supuestamente elaborado y suscrito por las juntas de acción comunal del corregimiento, en respuesta a una de nuestras últimas Constancias (la del 23 de abril pasado). Allí afirman promover el desarrollo sostenible, lo que se contradice flagrantemente con los hechos; reivindican tener el monopolio de la vocería del campesinado regional, exigiendo que sólo se escuche a las juntas comunales como únicas voceras de la población, sumándose así a la política de amordazamiento de las víctimas, liderada por la Brigada XVII con su Acción de Tutela del 28 de septiembre de 2018, la cual buscaba silenciar a nuestra Comunidad de Paz, impidiéndole volver a denunciar algo ante la sociedad, sin importarles que así violaban los principios más sagrados del derecho internacional; afirman también allí que la fuerza pública combate a los paramilitares, lo que está a enormes distancias de la cruda realidad que vivimos y que nuestra Comunidad ha ido evidenciando con el registro cotidiano de sus agresiones y dando los nombres de sus comandantes; niegan la presencia paramilitar en la región, adoptando el mismo negacionismo del alto gobierno, tan criticado por la misma Corte Constitucional y por toda la comunidad internacional; lanzan calumnias infamantes contra nuestra Comunidad de Paz, algunas sustentadas en una ignorancia absoluta de lo que nosotros somos, pues creen que somos una empresa que contrata trabajadores y no les paga prestaciones, que invade predios y que despoja de sus tierras a los desplazados. Se trata, pues, de un documento sustentado en mentiras de grueso calibre, ignorancias imperdonables, negación de las más contundentes evidencias y reivindicación de una vocería monopolizada, que contradice todo principio de convivencia. Se incluye también en dicho documento un elogio o defensa retórica y adulatoria en favor del Señor CÉSAR JARAMILLO, funcionario de FEDECACAO, quien está asumiendo un liderazgo de facto en las juntas comunales y quien a la postre resultó ser el autor del documento en complicidad con la Alcaldía de Apartadó.

  • El mismo viernes 30 de abril de 2021, luego de leer el documento antes citado, quisimos comprobar su origen y lo consultamos en su misma estructura digital, la cual nos reveló algo inesperado: tal carta o comunicado se había originado en la Alcaldía municipal de Apartadó y había tomado como base una versión anterior fechada el 6 de julio de 2009, información que aún reposaba en el archivo redaccional del libelo difamatorio:

Todo evidencia, pues, que dicho comunicado fue escrito en las instalaciones de la Alcaldía de Apartadó por funcionarios ajenos a las juntas de acción comunal. Según se deja ver, el contenido del documento es un formato antiguo de otra carta que habrían escrito allí en la Alcaldía, a nombre de las juntas de Acción Comunal, y al parecer lo que hicieron fue actualizarla a situaciones recientes. Se deja ver, además, que el gobierno municipal busca convertir a San José de Apartadó en un campo de batalla entre facciones de la población civil. No se contenta con tolerar, mantener y proteger estructuras paramilitares, para cuyo desmantelamiento no mueve un dedo sino que les permite ejercer un control absoluto en las veredas y en las carreteras. Ahora busca enfrentar a las juntas comunales con la Comunidad de Paz, patrocinando calumnias e incentivando odio de las juntas hacia la Comunidad de Paz y promesas de que la van a exterminar.

  • El sábado 01 de mayo de 2021, en la vereda La Esperanza de San José de Apartadó, hacia el mediodía, se reunieron cerca de 24 presidentes de las juntas de acción comunal de las veredas de San José de Apartadó. En dicha reunión fue presentado por el Señor CÉSAR JARAMILLO y funcionarios de la Alcaldía de Apartadó el documento antes mencionado y una especie de CONTRATO que debían suscribir los delegados de las juntas, en el cual se sellaba un compromiso de EXTERMINIO DE NUESTRA COMUNIDAD DE PAZ, texto que, según se deduce, fue elaborado en la Alcaldía de Apartadó el día 26 de abril de 2021. En el momento de la firma, el Señor CÉSAR JARAMILLO tomó fotografías a muchos de los firmantes, fotografías que luego publicó en su red de Facebook, produciendo indignación en algunos de los firmantes por el hecho de que sus rostros y su acto de firma del supuesto “Contrato” quedara en el dominio público y sus personas sometidas a altos riesgos, en un ambiente de violencia intensamente reactivado por ellos mismos.

  • Este mismo sábado 01 de mayo de 2021, en horas de la madrugada, paramilitares que controlan, amenazan, reclutan, extorsionan y asesinan en nuestra región, dejaron panfletos en frente de nuestro asentamiento de San Josesito y en diversos lugares del corregimiento de san José de Apartadó.

  • El domingo 02 de mayo de 2021, el señor CÉSAR JARAMILLO, en su cuenta de Facebook: “Cesa Jaramillo”, hizo una serie de publicaciones donde expone fotos de personas, entre ellos líderes de las juntas de acción comunal, con frases de incitación a la violencia, tales como las siguientes: “líderes de San José de Apartadó Toman decisiones frente a los atropellos de comunidad de paz de San José de Apartadó “No más comunidad de paz”. “La lucha continúa para liberarnos de la comunidad de paz de San José de Apartadó” “La comunidad de paz de San José de Apartadó se la tendrá que ver con la JAC de San José de Apartadó” Este episodio nos recuerda al 29 de diciembre de 2017 cuando cinco paramilitares armados intentaron asesinar a nuestro representante legal y a otros miembros del Concejo Interno y luego en los medios de comunicación se pronunciaron el Gobernador de Antioquia Luis Pérez y este señor Cesar Jaramillo manifestando que no eran paramilitares que se trataba de productores de cacao o peluqueros de la misma comunidad.

  • Este mismo domingo 02 de mayo de 2021, el presidente de la junta de Acción comunal de la vereda La Unión publicó en su red social escritos de respaldo a Cesar Jaramillo, acto que el paramilitar Wilfer Higuita de la vereda La Unión y el mismo Cesar Jaramillo presidente de Fedecacao utilizaron para arremeter en contra nuestra comunidad de Paz al tratarnos de manada de HP.

  • El lunes 3 de mayo de 2021, hacia las 3 pm, mientras miembros de nuestra Comunidad de Paz se dirigían de San Josecito hacia La Esperanza, se percataron de que en el sitio conocido como El Filo de las Nieves había presencia de dos reconocidos paramilitares: alias “Higuita” y alias “Richi”, quienes se camuflaron en el bosque para espiar hacia dónde se dirigían los miembros de la Comunidad.

  • El mismo día lunes 3 de mayo de 2021, hacia las 5:40 pm, en la valla de nuestra Comunidad instalada en la entrada al predio ubicado allí en la vereda La Esperanza, se escucharon varios golpes de piedra y palo contra ella a la vez que varios individuos no identificados gritaban alborozados por el logro de destruir nuestras insignias.

  • El miércoles 05 de mayo de 2021, en horas del día nos llegaron informaciones en las cuales Cesar Jaramillo mediante grabación de audio habría convocado a todos los presidentes de las Junta de Acción comunal de San José para una reunión el próximo 06 de junio de 2021, para crear La Asocomunal de San José y evaluar el estado en que se encuentra el comunicado y la demanda que se adelanta contra La Comunidad de Paz, en la cual queda totalmente prohibido la llegada otras personas a la reunión que no fueran los presidentes, afirma allí que ya han firmado 31 presidentes de las Juntas en apoyo al comunicado y la demanda que realizaran.

  • Para nuestra Comunidad de Paz esta nueva campaña de exterminio no es una novedad. Tanto el Ejército y toda la fuerza pública, como alcaldes y gobernadores, se han propuesto exterminarnos. Durante muchos años los soldados que recorrían nuestras veredas repetían constantemente la frase: “o los judicializamos o los matamos”, lo que se traducía en un mensaje genocida: ustedes no caben en este país. El libro que resume los 1462 crímenes de lesa humanidad perpetrados contra nuestra Comunidad de Paz hasta mediados de 2018 (“En las entrañas del Genocidio”) hoy en manos de múltiples tribunales internacionales, señala minuciosamente las 7 estrategias de exterminio que el Estado Colombiano y su clase dirigente se han inventado para exterminarnos. Aún no lo han logrado. Quizás lo logren. Nuestra decisión es resistir sin rendirnos.

  • Es sabido que el Señor CÉSAR JARAMILLO, es el presidente de la junta de FEDECACAO y ahora ha asumido un liderazgo de hecho en las juntas comunales, pero cuyo sustento jurídico ignoramos. Él mismo revela que trabaja en una estrecha colaboración como funcionario de la Alcaldía de Apartadó, como se evidencia en sus mensajes de Facebook. En una Constancia anterior manifestamos nuestra preocupación por la alianza que se selló el 15 de marzo pasado entre la Escuela Militar General José María Córdoba y FEDECACAO, para asesorar a las familias productoras de cacao. Dejamos constancia histórica de que nuestra experiencia en el involucramiento de militares en asuntos del Cacao había sido fatal, lo que nos llevó a tener claro que la presencia de actores armados en asuntos de carácter civil es desastroso. No podemos olvidar las horrendas intervenciones del ejército en nuestra humilde y precaria comercialización del cacao: el 11 de julio de 2001 cuatro asaltantes se robaron un lote de cacao que nuestra Comunidad enviaba a Medellín, incluyendo la camioneta, y citaron a nuestros líderes al sitio del robo para matarlos, comprobándose allí la presencia de soldados de la Brigada XVII que se turnaban en el retén de la vereda La Balsa. El 10 de octubre de 2002 realizaron un segundo asalto a otro lote de cacao y otras veces asaltaron y robaron el dinero de ese pequeño comercio a los miembros de nuestra Comunidad que lo retiraban del banco. Posteriormente, en septiembre de 2014, el Coronel Germán Rojas Díaz, como comandante de la Brigada XVII, elaboró y difundió un video absolutamente calumnioso y construido con montajes inmundos para tratar de acusarnos de exportaciones ilegales de cacao. No ha sido, pues, ni honesta ni legal la intervención del ejército en los asuntos del cacao sino terriblemente sucia. Lamentamos que ahora los asuntos que deben enfrentar las juntas de acción comunal, a través del Señor César Jaramillo, involucren a FEDECACAO, el Ejército y la Alcaldía. Presentimos que nada va a ser allí transparente.

  • Como Comunidad de Paz volvemos a aclarar que nuestras denuncias siempre han estado enfocadas a evidenciar el accionar paramilitar que viene siendo fortalecido por las empresas e instituciones del Estado; no atacamos la honra o el buen nombre de las juntas; no somos enemigos de las juntas, por el contrario, siempre hemos querido que cada junta sea autónoma, que rechace cualquier intento de opresión paramilitar, que no se dejen imponer normas corruptas de funcionarios a quienes no les importa sino quedar bien ante sus jefes. Nos ha dado mucha tristeza que hoy esos campesinos honorables, que al igual que nosotros han sufrido esta guerra, sean esos campesinos los que firmen la destrucción de un proceso que solo ha luchado por la supervivencia de la población civil de la zona. Pero debemos abrir los ojos; esta no es la primera vez que se firman cartas en contra de la población civil. Recuerden que en agosto de 2017 la visita del señor Vicepresidente de la República, General Óscar Naranjo, al casco urbano de San José de Apartadó, fue aprovechada en conjunto con el Señor Cesar Jaramillo, para hacer firmar unos documentos de un supuesto “desarrollo” que ya venían promoviendo en el corregimiento y que de seguro los miembros de las juntas los firmaron sin conocerlos y después esas firmas fueron puestas en contra de la misma población.

  • Durante 24 años nuestra Comunidad de Paz ha intentado construir espacios comunitarios con tierras colectivas, obtenidas legalmente; nunca hemos evadido el tema de restitución de tierras, como manifiesta el infamante comunicado que se presenta como elaborado por las juntas comunales y que en realidad fue elaborado por gente de la administración municipal con el Señor César Jaramillo; por el contrario, estamos incluidos legalmente en el proceso para ir formalizando nuestros terrenos que están siendo objeto de demandas por antiguos dueños que libremente y sin presión alguna nos vendieron el derecho. Es allí en el proceso de restitución de tierras y mediante pruebas legales, donde hay que dirimir quién tiene la razón.

Esta Constancia la enviamos en un contexto de verdadera tragedia nacional. Las protestas represadas contra las políticas discriminatorias, injustas, opresivas y represivas del actual gobierno, han estallado de manera explosiva y la respuesta del gobierno ha sido matar y herir. El número de víctimas es enorme.

A la vez le agradecemos a todos nuestros amigos y amigas solidarias del mundo por su solidaridad con nuestra Comunidad que lleva 24 años victimizada, les agradecemos inmensamente su solidaridad con nuestros demás hermanos colombianos víctimas de un verdadero Estado fascista y que por protestar han sufrido muchos horrores.

29/04/2021 Jalados de la ternilla para que aceptemos su falso “desarrollo"

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región, sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que lo hace fuerte para someter al campesinado a sus proyectos.

En la región de San José ya no se habla sino de carreteras, pero nadie se refiere a quién las está patrocinando ni a quién las está impulsando. No entendemos cómo es posible que un campesinado que ha sufrido tanto durante todos estos años por culpa de la guerra, que ha sufrido muertes, desapariciones, torturas, bloqueos económicos y despojo de sus tierras y de su territorio, ahora apoye a ese exterminador de la vida que tanto daño le ha hecho. ¿Acaso no recuerdan nuestros campesinos los horrores a que nos sometieron los paramilitares, la guerrilla y el ejército durante todos estos años de desplazamiento? Hoy es el mismo exterminador el que se quiere imponer; el que impulsa proyectos a favor de las empresas, en los cuales la población se ve forzada a participar o de lo contrario tiene que abandonar la zona.

Y ahora se quiere acusar a nuestra Comunidad de Paz de oponerse al “desarrollo” o al “progreso”, porque no permitimos que se construyan carreteras en las veredas al servicio de las empresas expoliadoras y de las estructuras que han asesinado a nuestros hermanos. La juntas comunales, seguramente manipuladas por los poderes perversos que nos dominan, están repitiendo las acusaciones de éstos: tratan de hacernos ver como “enemigos del desarrollo”; ¿no se dan cuenta que los enemigos del desarrollo verdaderamente humano y justo son quienes se dejan engañar por los ladrones y los asesinos y ponerse a su servicio? Están en una ceguera aterradora. Cómo quisiéramos que abrieran un poco los ojos¡ En ningún momento nuestra Comunidad de Paz se opone a un verdadero desarrollo o a que se construyan carreteras por las veredas y corregimientos, ese no es el problema, a lo que nos oponemos es a que eso se haga tapándole los ojos a los campesinos: se les oculta cuál es el verdadero interés en esas carreteras; se les oculta toda la ilegalidad con que las está construyendo: no hay consultas previas a las comunidades; no hay licencias ambientales; todo el proceso está dirigido por los paramilitares, o sea por quienes han asesinado a gran parte de nuestra población y la han desplazado, despojado, amenazado, estigmatizado y torturado o desaparecido; le cobran parte de los costos a los mismos campesinos bajo la modalidad de impuestos ilegales y extorsivos, envueltos en amenazas, pues si no los pagan se tienen que atener a tremebndas consecuencias; vinculan a la obra al ejército (Brigada XVII) alquilándole sus maquinarias, lo cual implica militarizar ilegítimamete obras que son de naturaleza civil, vinculando a las obras a una guarnición militar cuya historia está inundada de crímenes de lesa humanidad y el gobierno la ha protegido con una impunidad absoluta que hiere profundamente la consciencia de la humanidad entera. Cómo quisiéramos que las juntas comunales abrieran los ojos siquiera un poquito y no se dejaran arrastrar con fuertes vendas en los ojos a cometer tántos errores. Analicen cuál es el modelo económico que nos están imponiendo; miren, por favor, un pooco más allá de sus narices; quítense la venda y reaccionen como seres humanos conscientes y como gente que tiene un mínimo de principios éticos.

El campesinado está siendo profundamente engañado y puesto en contra de nuestra Comunidad para que defienda los intereses de los poderosos. Nosotros siempre hemos dicho que el campesino merece vivir en una zona donde se tengan unos verdaderos proyectos de desarrollo y no los que están impulsando los paramilitares, o ¿será que el campesino quiere que lo extorsionen y lo manipulen? No deberíamos ser tan ciegos frente al plan de exterminio. Todas esas vías deberían ser gratuitas -¿acaso no pagamos impustos todos los días y a todas horas cuando compramos algo?- Y todo debería ceñirse al menos a las normas legales que un mismo Estado corrupto ha aprobado, pero ni siquiera eso; pisotean sus propias normas, con tal que sus intereses se salvaguarden, pues nada más les importa.

Como Comunidad de Paz siempre vamos a rechazar este tipo de falso “desarrollo”,y falso “progreso”· ¿Qué clase de “progreso” es ser cada vez más sometidos a intereses ajenos de quienes nos han chupado la sangre durante tánto tiempo?

En estos últimos días en que las carreteras avanzan en la zona, un reconocido paramilitar, alias CRISTIAN, quien fuera miembro de las FARC-EP en esta zona y que seguramente sigue siendo beneficiado del programa de desmovilización del gobierno nacional, es ahora “el político” de esa estructura paramilitar. Este personaje viene reuniendo a la población civil de todas las veredas para imponer las tarifas de dinero que se deben pagar para apoyar la maquinaria de la Brigada 17 que construirá las carreteras.

Desde diversas instituciones del Estado se nos quiere callar para que silenciemos las complicidades de la Briada XVII y de la Policía con el paramilitarismo, pero es muy sospechoso que los paramilitares estén con tanto poder y actúen a sus anchas en la zona y además tengan en San José unas “ollas” de expendio de estupefacientes donde los niños ya están adictos a la droga. Los paramilitares viven allí, en medio de ejército y policía y extorsionan a los comerciantes. El mismo alias Cristian realizó una reunión con la población civil allí en San José, en medio de los militares, y no pasa nada; miembros de la policía y el ejército salen en las noches a comprar drogas allí en estas “ollas”. Pero piensan que la Comunidad tiene que callarse, no denunciar nada porque entonces la van a exterminar. Entonces ¿tenemos que callar? Jamás callaremos.

Los hechos ocurridos recientemente son los siguientes:

• El martes 13 de abril de 2021, en horas de la tarde, recibimos información según la cual el paramilitar WILFER HIGUITA, residente en la vereda la Unión de San José de Apartado, le habría robado $ 500.000 (quinientos mil pesos) a su propio hijo de no más de 15 años, dinero que se le habría encargado suministrar a la escuela de la vereda para realizar labores escolares. Este paramilitar no tuvo reparo en quitarle el dinero a su propio hijo, recursos que alguien habría donado para la escuela pero él lo tomó para sí y se lo gastó en licor en el casco urbano de San José de Apartadó.

• El jueves 22 de abril de 2021, en la vereda La Cristalina, el paramilitar conocido como “CRISTIAN”, desmovilizado de las FARC-EP y que ahora ejerce como “político” de los paramilitares en esta región, realizó una reunión con los pobladores de las veredas La Linda y La Cristalina, entre otras, según se dice, y habló por más de tres horas de la apertura de la carretera por estas veredas y al mismo tiempo anunció la tarifa que cada persona tiene que aportar mensualmente para mantener la maquinaria militar con que están abriendo la carretera. Al parecer las tarifas mensuales para las personas de menores recursos son de $ 200.000 (doscientos mil pesos) y de $ 400.000 (cuatrocientos mil pesos) para las personas con más recursos. Allí también anunció que todos obligatoriamente tienen que participar en la carretera y aportar dineros para sostener las máquinas. Según los pobladores, ellos habrían preguntado quién mantendrá la carretera en adelante, a lo qu este paramilitar respondió que sería la misma gente, lo que quiere decir que los pobladores estarán obligados a mantener carreteras con altas cuotas de dineros mensuales.

• El viernes 23 de abril de 2021, por informaciones que llegaron a nuestra Comunidad de Paz, según las cuales el reconocido paramilitar alias CRISTIAN, quien supuestamente actúa como “político” de las AGC, reunió a las comunidades de LA INVASIÓN, ubicadas en la finca de la Alcaldía, además donde está acantonada la base militar en el casco urbano de San José de Apartado; allí este paramilitar, quien condujo la reunión coordinada por los paramilitares, manifestó que todo lo controlan ellos y que la gente de esa invasión debe ser controlada por menos personas, pues según él hay mucho desorden; al mismo tiempo se refirió a la problemática que afronta esa finca, donde están ubicados como invasores, pues el terreno pertenece a la Alcaldía de Apartadó. Al mismo tiempo sugirió prepararse para invadir la finca La Roncona, propiedad de nuestra Comunidad de Paz.

• El viernes 23 de abril de 2021, en horas del día, funcionarios de CORPOURABÁ que se encontraban por la vereda La Esperanza, manifestaron a nuestra Comunidad que la junta de acción comunal de esa vereda los habría parado en el camino por más de 15 minutos, y según ellos, les habrían dicho que por allí no dejarían pasar ni un solo palo o árbol de esa Comunidad de Paz, pues está impidiendo la entrada de las carreteras. Ligado a esto, estos funcionarios, quienes conocen la zona y saben cómo ha sido este tema de las carreteras, entraron a reprochar a nuestra Comunidad manifestando que ellos estaban contentos porque habían entrado su motos hasta la vereda; quedó claro que no les importa quién haga las carreteras, con tal que las hagan, y las entidades ambientales. como en este caso CORPOURABÁ, entran a apoyar la destrucción del ambiente con carreteras que no cuentan con ninguna licencia y además son impulsadas por paramilitares y militares. ¡Cómo se han degradado las instituciones¡

• En estos últimos días, nos hemos enterado que los paramilitares que controlan la región están amenazando a los pobladores saliendo por los caminos encapuchados y con armas largas, con brazaletes del ELN, dicendo que ellos no son paramilitares sino miembros del ELN y que la gente no debe caminar por los caminos después de las 6 pm o no responden. Un nuevo nivel de ficción: como ya son pocos los que desconocen los vínculos de los paramilitares con el Estado, ahora se quieren camuflar bajo el disfraz de supuestops enemigos del Estado (como miembros del ELN) para amenazar y someter.

• El lunes 26 de abril de 2021, en horas del día, escuchamos un audio en el que algunos presidentes de juntas de acción comunal convocan para el próximo sábado 1º de mayo de 2021 hacia la 10:00 horas, para reunirse con todas las juntas de acción comunal de San José de Apartadó y las del corregimiento de Nuevo Antioquia, de Turbo en la vereda La Esperanza. En la comunicación, realizada vía whatsapp, al parecer emitida por el señor César Jaramillo, se les informa a todas las juntas que los temas principales a tratar son el avance de las carreteras y discutir el comunicado que publicó nuestra Comunidad de Paz el día 23 de Abril de 2021. A dicha asamblea se convoca a todos los presidentes de las juntas de acción comunal, incluyendo la Asociación Campesina de San Jose de Apartadó – ACASA-, un abogado, el Personero de Apartadó, César Jaramillo, funcionario de FEDECACAO, y muchos medios de comunicación. Según algunas personas amigas, el objetivo central es desprestigiar a nuestra Comunidad de Paz y hacerlo por medios de comunicación que se presten para ello. En dicha comunicación también se anuncia que César Jaramillo ya agendó un encuentro con el segundo comandante de la Brigada 17 del ejército y pobladores en la vereda Playa Larga, con el fin de evaluar el avance de la vía que se está construyendo. Lo que sí es claro es que se busca cómo destruir nuestra Comunidad de Paz y para esto han sido invitados muchos funcionarios del Estado, para poner a la población civil en contra de los que no se someten a sus proyectos. ¿Por qué no se reúnen las juntas de acción comunal para rechazar el paramilitarismo, o para preguntarle al gobierno qué está pasando con el campesinado que está tan abandonado? Por el contrario, se reúnen para defender los propósitos de los destructores de la vida. ¿Hasta donde hemos llegado?

Ya los paramilitares no hayan cómo intimidar a la población civil que vive en esta región; se utiliza toda artimaña de terror: primero entraron diciendo que llegaron para quedarse; después impusieron vacunas e impuestos obligatorios; después obligaron a la población civil a sostener “puntos” o informantes en las casas de su familia; después reorganizaron por la fuerza a la población civil; después empezaron a reclutar jóvenes menores de edad; después obligaron a todo mundo a someterse a sus directrices; ahora refuerzan todo eso con programadas invasiones con pobladores de la zona, para entrar a fincas de nuestra Comunidad de Paz, como en los casos de La Esperanza y la finca La Roncona; además en las veredas están utilizando el disfraz de que son miembros del ELN y a eso se le suma las entradas de las carreteras, obligando a todos los pobladores a aportar sumas de dinero para comprar combustible. Lo que sigue es que el campesino se canse de tanta opresión y termine vendiendo la tierra a las empresas, lo que en el fondo es el objetivo de todas estas violencias.

De nuevo agradecemos a todas las comunidades y amigos del país y del mundo que han creído en nuestra resistencia civil y pacífica y que además han sentido el dolor que sentimos a diario por la barbarie del Estado y sus paramilitares. Muchas gracias y les pedimos no cesar de exigir al gobierno colombiano el respeto a la vida y a la integridad de nuestra Comunidad y de la población campesina de nuestro entorno.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

23/04/2021 En las garras de un “progreso” antihumano

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que los hace fuertes para someter al campesinado a sus proyectos.

En las últimas semanas se viene implementando una arremetida de construcción ilegal de carreteras por las veredas de San José de Apartadó. Sabemos que los mayores impulsores de estas carreteras son los paramilitares, pues ya han venido reuniendo a los pobladores de las diversas veredas del corregimiento, imponiéndoles altas sumas de dinero, que son impuestos ilegales y extorsivos, para comprar supuestamente el combustible para las máquinas de la Brigada XVII del Ejército que son las que van a ser utilizadas en las obras.

Todo comenzó por Nuevo Antioquia hace un tiempo, con una carretera hasta La vereda La Esperanza y luego otro ramal desde Nuevo Antioquia hasta La vereda Rodoxali. En ese momento se hicieron indagaciones y se comprobó que esos proyectos de vías no tenían ningún sustento legal; alcaldes e instituciones nacionales y regionales afirmaron no estar enteradas en absoluto de esos proyectos puestos en marcha por los paramilitares.

Ahora de nuevo se impulsan todas estas carreteras ilegales por las demás veredas. Ya han comenzado con la apertura ilegal desde el casco urbano de San José hacia la vereda La Linda; días antes ya los paramilitares habrían reunido a la población civil de las veredas Cristalina, Miramar, La Miranda, La Pancha, Salsipuedes, entre otras, para exigirle a cada poblador un aporte de 800. 000,oo (ochocientos mil pesos) para comprar el combustible para las maquinas que entrarían a trabajar, y según informaciones, estas máquinas pertenecen a la Brigada XVII del Ejército.

Se sabe que se está implementando el arreglo o mejoramiento de la carretera que desde un punto conocido como Campamento conduce a la localidad de Belencito, del corregimiento de Piedras Blancas, del municipio de Carepa. ¿Quien la está mejorando? Es de público conocimiento que todo poblador del área tiene que aportar dinero obligatoriamente para abrir o mejorar las carreteras.

Como comunidad nos preocupa la doble estrategia que se está poniendo en juego para explotar los recursos naturales de nuestra región. Lo más preocupante es que la población de nuestro entorno se está prestando para que sea despojen de su propia tierra.

Es evidente que todo este plan, que se presenta con apariencia de “progreso” o “desarrollo” de la región, se está implementando de manera ilegal, como ha sido la costumbre en la región. En primer lugar, esas vías no hacen parte de ningún Plan de Ordenamiento Territorial ni cuentan con licencias ambientales y menos con consultas previas a las comunidades; se apoyan en recaudación ilegal de impuestos extorsivos, rodeados de amenazas; su implementación está coordinada por una estructura criminal que ha inundado de sangre la región y ha sido premiada por un Estado criminal garantizándole absoluta impunidad por sus crímenes; la maquinaria pertenece a una estructura armada del Estado: la Brigada XVII, implicada también en centenares de crímenes impunes y que ha querido “lavarse las manos” de tanta sangre asumiendo tareas que no pueden ser asumidas legítimamente por una estructura armada, pues son tareas civiles, ya que su relación con las armas constituye una violación más extensiva y profunda de los derechos de la población civil. Pero quizás lo más perverso es que los objetivos de ese falso “progreso” o “desarrollo” está disimuladamente orientado al sevicio de empresas transnacionales de extracción de recursos mineros y energéticos que destruyen el ambiente y la salud humana y de una transformación económica de la agricultura a la ganadería, no menos destructiva, no solo del ambiente sino también de la producción alimentaria tradicional, esencial para la vida.

Algún funcionario del gobierno ha salido a defender tal monstruosidad, alegando que esas carreteras hacen parte de los PDETs (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial), que están previstos en el Acuerdo de Paz entre el gobierno y las FARC-EP en 2016 (Numeral 1,2). Pero tal funcionario - Consejero Presidencial- no cae en cuenta que está actuando en contravía de lo que el Acuerdo de Paz establece sobre los PDETs. En efecto, allí se definen como objetivos primordiales de los PDETs: “el bienestar y el buen vivir de la población de las zonas rurales –niños y niñas, hombres y mujeres- haciendo efectivos sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales y revirtiendo los efectos de la miseria y el conflicto (…) y El desarrollo de la economía campesina y familiar (cooperativa, mutual, comunal, micro empresarial y asociativa solidaria) y de formas propias de producción de las comunidades …” (No. 1.2.1)

¿Cree el gobierno que cumple con el Acuerdo de Paz sin consultar lo más mínimo a las comunidades, a no ser en asambleas convocadas por paramilitares y juntas comunales cooptadas por éstos, engañando a los campesinos al destruir su economía campesina y familiar para cambiárselas por estrategias que arruinan los suelos y desplazan a sus pobladores, entregando la planeación, diseños e implementación a los victimarios que con más saña han destruido vidas en la zona: militares y paramilitares, y sometiendo a la población a impuestos extorsivos ilegales y empobrecedores? Esto es demasiado perverso.

Ya son muchos los años que llevamos dejando constancias públicas de este tipo de barbarie que se esta implementando en la zona. De sobra conoce el gobierno que se están creando carreteras ilegales en esta región y todo con intereses corruptos de los poderosos de facto.

Es claro que los que están coordinando y controlando estos planes de “progreso” y “desarrollo” son los paramilitares y los que ponen el trabajo son las brigadas militares. Así lo han manifiestan personajes como Cesar Jaramillo, quien hace parte a la Federación Nacional de Cacaoteros – FEDECACAO-; según lo manifesta dicho personaje: ahora sí se van abrir carreteras por las veredas, lo cual ya es un hecho y ya existe la plata para ello. ¿Cuál será esa plata? ¿Será la que le quitan los paramilitares a los campesinos como impuestos extorsivos?

Apoyados en nuestras convicciones insobornables, continuamos dejando CONSTANCIAS de hechos ocurridos recientemente:

  • El domingo 28 de marzo de 2021, en horas del día, en el corregimiento de Frasquillo, de Tierralta, Córdoba, fue visto un reconocido político de los paramilitares que controlan aquella región. Allí el control paramilitar es evidente y a la vez hay un puesto militar antinarcóticos recientemente colocado, que supuestamente controla, pero lo que se deja ver es que los que controlan son los paramilitares que permanentemente se movilizan por allí en embarcaciones tipo Johnson, de su propiedad, sin ser molestados por nadie.

  • El miércoles 31 de marzo de 2021, cuando una comisión humanitaria de nuestra comunidad pasaba por la vereda Baltazar, del municipio de Tierralta, Córdoba, se pudo notar que allí había una fuerte presencia paramilitar, pues en el camino se dejaban ver los puntos o informantes con radios de comunicación, los cuales pasaban con mucha prisa, seguramente para informar la presencia de nuestra comunidad.

  • El domingo 11 de abril de 2021, en horas del día, nuestra Comunidad de Paz conoció informes según los cuales el señor CÉSAR JARAMILLO comentó de un plan que se estaría realizando desde la Brigada XVII del Ejército para continuar abriendo las carreteras ilegales por las veredas de San José de Apartadó.

  • El lunes 12 de abril de 2021, nos llegaron informes de que los paramilitares estaban reuniendo a las juntas de acción comunal de diferentes veredas de San José de Apartadó para imponer a sus pobladores cuotas de $ 800.000 (ochocientos mil pesos) para empezar a abrir las carreteras que se estarían impulsando con maquinarias de la Brigada XVII del Ejército.

  • El martes 13 de abril de 2021, en horas del día, se notó una fuerte presencia paramilitar en la vereda La Unión, de San José de Apartadó. Según informaciones recibidas, estaban muy cerca de nuestro asentamiento Aldea de Paz Rigoberto Guzmán, en la vereda La Unión, y al parecer están haciendo recorridos desde la vereda El Porvenir, donde llevan varias semanas acantonados.

  • Este mismo martes 13 de abril de 2021, un grupo de paramilitares prohibió a unas familias de la vereda Las Nieves, de San José de Apartadó, trabajar sus tierras, al tiempo que les ordenaron abandonar los potreros, cultivos y viviendas en la propiedad, o de lo contrario tendrían que abandonar la región.

  • El jueves 15 de abril de 2021, en horas del día, nos comunicaron que la junta de acción comunal de la vereda La Esperanza, de San José de Apartadó, se había reunido con otras juntas comunales para organizar una posible invasión a nuestra propiedad privada allí, según ellos, porque nuestra Comunidad de Paz no les ha permitido pasar por allí una carretera, carretera que está siendo construida por los paramilitares. Nuestra comunidad ha rechazado dicha carretera, pues los impulsores de la misma son los paramilitares. Es de conocimiento público que los paramilitares empezaron con maquinaria pesada a abrir esta carretera desde el corregimiento de Nuevo Antioquia de Turbo hasta la vereda La Esperanza y un ramal hacia la vereda Rodoxalí, y cuando se investigó la legalidad de estas vías, ninguna institución de las que por ley debe intervenir en las licencias sabía nada de ese proyecto. La misma junta local manifiesta que se va a empezar a abrir con maquinaria de la Brigada XVII del Ejército, pero en días anteriores los mismos paramilitares habrían reunido a la población de la zona e impuesto unas cuotas entre $ 500.000 (quinientos mil pesos) y $ 800.000 (ochocientos mil pesos) para comprar el combustible para las máquinas de la Brigada.

  • El sábado 17 de abril de 2021, en horas del día, en la vereda El Porvenir, de San José de Apartadó, fueron vistos dos grupos de paramilitares que se movilizaban camuflados y portando armas largas, cada uno de esos grupos contaba con unos 15 hombres, y se dividieron para patrullar y controlar la zona. Se sabe que uno de los encargados de mando es ALIAS SAMUEL, reconocido paramilitar de la vereda La Unión. Estos paramilitares llevan ya varias semanas allí, portando vestidos militares y armas largas y actúan a todas sus anchas y nadie los molesta. Aún se encuentran acantonados en esa vereda.

  • El miércoles 21 de abril de 2021, en la vereda Arenas Altas del corregimiento de San José de Apartadó, muy cerca a la propiedad de nuestra Comunidad de Paz, hizo presencia un grupo de paramilitares fuertemente armados.

  • El jueves 22 de abril de 2021, hacia las 13 horas, y por más de 3 horas en la vereda la Cristalina del corregimiento de San José de Apartadó, un grupo de paramilitares reunió a los pobladores de varias veredas, Miramar, San José, La Linda entre otras, para imponer la suma de dinero que deben pagar, para contribuir con la construcción de la carretera que ya llega a la vereda la Linda proveniente del casco urbano de San José. La advertencia de los paramilitares en dicha reunión es que todo el mundo debe pagar la tarifa impuesta por ellos, quien no lo haga asume las consecuencias.

  • En los últimos días, por las redes sociales han circulado fotos de reuniones y acuerdos entre pobladores del corregimiento de San José, con efectivos de la brigada XVII para la construcción de carreteras en San José de Apartado. Mismos proyectos que hoy impulsa e impone los paramilitares en veredas del corregimiento de San José con maquinaria y operadores de la Brigada XVII. Según las informaciones allegadas, en dicha reunión entre pobladores de San José y efectivos del Batallón Vélez ultimaban detalles para la apertura de carreteras en San José, después de terminado el encuentro un coronel afirmo a uno de los asistentes que la relación entre militares y paramilitares es conjunto. Que mas evidencia que por un lado los militares con sus máquinas y operadores de la Brigada XVII abren nuevas carreteras mientras los paramilitares van adelante imponiendo y obligando a los campesinos a contribuir con dicho proyecto.

El control paramilitar sigue siendo el sostén de los intereses económicos. Se ha llegado al punto de que se prohíbe incluso trabajar la tierra, como estrategia para expropiar al campesino de su tierra o para que termine aburriéndose y vendiéndosela al mismo empresariado que contrata a los paramilitares para realizar el trabajo sucio.

Ahora no hay caminos aptos para transitar, pues el barro y el agua se apoderaron de lo que era un camino construido a pico y pala por muchos años.

Persiste el afán por exterminar nuestra Comunidad Paz y para ello el Estado y los paramilitares incentivan a la población a actuar en contra de nuestra Comunidad, todo con la promesa de construir carreteras ilegales a las cuales después no les van a hacer mantenimiento, porque no le interesa el campesino sino su destrucción y lastimosamente los campesinos se están prestando para su propia destrucción.

Nuevamente agradecemos a las personas y comunidades que en diversos sitios del país y del mundo, desde sus convicciones más íntimas nos han acompañado en estos más de 24 años de Comunidad de Paz y que a pesar del aislamiento por la pandemia siguen presionando cada día al gobierno colombiano para que no siga destruyendo nuestras vidas ni nuestro patrimonio y legado. Nuestra sincera gratitud por seguir este proceso de defensa de la vida y que además nos anima moralmente a seguir defendiendo nuestros principios.

06/04/2021 PASCUA: ENTRE MEMORIAS Y RECICLAJES DEL TERROR

En la semana de Pasión y de Pascua, nuestra Comunidad siguió su tradición consolidada de recorrer los caminos ensangrentados en donde se les arrancó la vida a centenares de integrantes de nuestro proceso. Es la pasión de Jesús reciclada permanentemente por nuestro criminal Estado colombiano.

Este Viernes Santo de 2021 peregrinamos por los caminos de las veredas La Linda, La Sucia y La Cristalina. Estuvimos en el sitio donde fue perpetrada por el ejército la horrenda masacre de jóvenes en el amanecer de 26 de diciembre de 2005. Previamente miembros de la Brigada XVII habían cooptado a los hermanos Ovidio, Albeiro y Lubín Cardona Borja, quienes eran milicianos de las FARC, con el fin de que trabajaran para el ejército como infiltrados y prepararan una gran fiesta de Navidad con amplio consumo de licor; así podrían sorprender ebrios a numerosos jóvenes de la zona y masacrarlos, confiando en que entre ellos caerían algunos milicianos. El General Zapata dio el falso Parte a los medios mostrándolos como “guerrilleros muertos en combate”. Entre las 6 víctimas fatales cayeron integrantes de nuestra Comunidad y los hermanos Cardona cobraron como cuota de sangre 4 millones de pesos por cada víctima, sumas que el ejército les canceló inmediatamente, mientras esos victimarios se integraban de lleno a la tropa paramilitar, usando uniformes y armas de uso privativo del ejército y rindiendo declaraciones falsas ante fiscales cooptados por los militares para alimentar montajes judiciales de atrevida falsedad y suciedad.

En ese mismo recorrido pasamos por el sitio donde la guerrilla de las FARC asesinó, el 6 de octubre de 1997, a tres líderes de nuestra naciente Comunidad de Paz: Ramiro Correa, Fernando Aguirre y Luis Fernando Espinosa, cobrándonos así el respeto con que cumplíamos nuestro Reglamento, en el cual se prohibía vender alimentos a cualquier actor armado.

En ese mismo recorrido estacionamos en otros numerosos lugares ensangrentados: desde el sitio donde los militares le arrancaron la vida a la niña de 3 años Mildrey Dayana David Tuberquia, el 18 de marzo de 2003, hasta el sitio en que sus auxiliares paramilitares masacraron al joven Weber Andrés Garzón, el 18 de agosto de 2019 por negarse a cumplir sus absurdas órdenes. Visitamos también las ruinas de la vivienda de la familia Arenas Román, cuyo padre, Ignacio Arenas, fue bajado de un chivero y asesinado en la vía a Apartadó, el 25 de agosto de 2000 y sus tres hijos: Luz Analia, Hernando y Duver Antonio, masacrados un mes después, el 23 de septiembre de 2000.

Pero mientras la memoria nos revivía los horrores del pasado, las denuncias actuales nos convencen de que el Estado que nos domina sigue demostrando su carácter GENOCIDA, con un afán desaforado por exterminar a todo grupo que no se ajuste a su modelo excluyente, paramilitar y asesino, tal como se comprobó en las recientes audiencias del Tribunal Permanente de los Pueblos, realizadas en Bucaramanga, Bogotá y Medellín entre el 25 y el 27 de marzo de 2021.

Ponemos en conocimiento del país y del mundo los últimos hechos que nos preocupan profundamente:

  • El lunes 22 de marzo de 2021, dos pobladores del caserío de San José fueron amenazados por los paramilitares, quienes los trataron de “sapos” o informantes. Uno de los paramilitares anunciaba: “va a correr de la colorada” (refiriéndose a nuevos derramamientos de sangre).

· El domingo 28 de marzo de 2021 un personaje extraño, con la cara cubierta, estuvo recorriendo, de manera muy sospechosa, la parte del río El Cuchillo que bordea nuestro asentamiento central de San Josesito, como inspeccionando su topografía con miras a algún plan de acción. A raíz de esto, otras personas informaron que en días pasados habían visto a otros personajes sospechosos haciendo similares recorridos por el río.

· En la última semana de marzo de 2021, en la vereda El Porvenir se vio transitar a un grupo de jóvenes reclutados y entrenados por los paramilitares.

· En la última semana de marzo de 2021, pobladores de la vereda El Porvenir manifestaron su propósito de vender sus tierras porque, según ellos, “ya los paramilitares no los dejan trabajar”.

· El martes 30 de marzo de 2021, a la 01 del amanecer, paramilitares movilizados en motos distribuyeron panfletos en diversas veredas de San José de Apatadó. Uno de esos panfletos fue dejado en el asentamiento de San Josesito de nuestra Comunidad de Paz. Las cámaras captaron el momento en que llegaban en moto a dejar los panfletos.

Todos los episodios reseñados evidencian el dominio paramilitar de la zona, donde se comprueban reclutamientos, entrenamientos, reuniones, imposición de normas y cobros de impuestos a su amaño, presiones sobre pobladores para convertirlos en aliados y amenazas contra potenciales informantes, concentrando nuevamente las amenazas en anuncios de exterminio de nuestra Comunidad de Paz, en la cual ven un estorbo para sus planes de dominio, pues nuestra Comunidad no comparte ni de lejos sus perversos principios.

Es de público conocimiento, además, que en los alrededores de la base militar se ha establecido una caseta de fuerte consumo de licor en las noches, donde los paramilitares acuden armados. Es también preocupante el aumento de civiles armados que se movilizan por la carretera, multiplicándose la fuerza paramilitar ante la tolerancia absoluta de las instituciones.

Con nuestro saludo de Pascua, deseándoles felicidades, agradecemos nuevamente a las comunidades que desde tantos sitios del país y del mundo siguen manifestando su solidaridad fraterna con nuestra causa.

22/03/2021 ALCANTARILLA MORAL CADA VEZ MÁS AL DESCUBIERTO

Después del aniversario de nuestra Comunidad de Paz, el pasado 23 de marzo, y de haber cumplido con el objetivo de poder celebrar en comunidad el camino de vida y dignidad que hemos recorrido durante estos 24 años, de nuevo nos vemos en la obligación moral de elevar nuestro clamor ante el país y el mundo sobre nuevos hechos graves que nos afectan y constituyen agresiones contra nosotros y contra la población campesina de nuestro entorno, siendo conscientes que estamos frente a un Estado profundamente corrupto y además sordo, ciego y cómplice del crimen sistemático.

Los nuevos hechos a que nos referimos son los siguientes:

· El sábado 13 de marzo de 2021, nuestra Comunidad recibió informaciones según las cuales existe un plan diseñado por los paramilitares para penetrar a nuestro asentamiento central de San Josesito con el fin de asesinar a varios miembros de nuestra Comunidad de Paz. Según lo informado, ya tienen gatilleros urbanos profesionales para ejecutar dicho plan.

· El domingo 14 de marzo de 2021, el periódico PACIFISTA publicó una exhaustiva investigación sobre una carta que llegó a su redacción con la petición de ser publicada, en la cual se expresaba un amplio respaldo al recién designado Defensor Regional del Pueblo para Urabá y Darién, JOSÉ AUGUSTO RENDÓN. Según las indagaciones del periódico, cuyos datos son publicados allí con plena transparencia, la carta fue solicitada y presionada por el mismo Señor Rendón desde la Defensoría y los firmantes, en su mayoría gente que firmó sin tener idea de qué era lo que firmaba, y otros que tienen hojas de vida terriblemente sucias por haber participado criminalmente en el despojo de tierras en el Bajo Atrato, algunos incluso condenados ya por el aparato judicial colombiano. Lo más deplorable para nuestra Comunidad fue comprobar que el Defensor Comunitario que nos acompañó varios años, Jorge Mario Vélez, fue obligado por su nuevo jefe a colaborar en la gestión de las cartas que llegaron al PACIFISTA buscando un respaldo ficticio, forzado y fraudulento para persona.

· El lunes 15 de marzo de 2021. Un reconocido paramilitar de la zona manifestó públicamente a dos pobladores residentes en el casco urbano de San José, que ADOLFO GUZMÁN, quien además figura como vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión, del corregimiento de San José, y otro civil más, hacen parte de la estructura paramilitar y comentan constantemente el plan de ir involucrando poco a poco a la mayor parte de la población de la zona a esa estructura paramilitar.

· Ese mismo día lunes 15 de marzo de 2021, fue hecha pública la alianza entre FEDECACAO y la Escuela Militar General José María Córdoba- Facultad de Derecho, mediante un acuerdo orientado a asesorar a las familias productoras de cacao, en sus consultas o en la búsqueda de soluciones alternativas a los conflictos en áreas de familia, laboral, penal, administrativa o policiva, entre otras, haciendo llegar a la ruralidad los servicios prestados por el “único ejército en el mundo especializado en la formación de abogados”. Nuestra Comunidad se ha opuesto siempre a que el uso de las armas y la presencia de instituciones o actores armados entren a intervenir en áreas o en proyectos que son de exclusiva incumbencia civil. No podemos olvidar las horrendas intervenciones del ejército en nuestra humilde y precaria comercialización del cacao: el 11 de julio de 2001 cuatro asaltantes se robaron el cargamento de cacao que nuestra Comunidad enviaba a Medellín, incluyendo la camioneta, y citaron a nuestros líderes al sitio para matarlos, comprobándose allí la presencia de soldados de la Brigada XVII que se turnaban en el retén de la vereda La Balsa. El 10 de octubre de 2002 realizaron un segundo asalto a otro cargamento de cacao y otras veces asaltaron y robaron el dinero de ese pequeño comercio a los miembros de nuestra Comunidad que lo retiraban del banco. Posteriormente, en septiembre de 2014, el Coronel Germán Rojas Díaz, como comandante de la Brigada XVII, elaboró y difundió un video absolutamente calumnioso y construido con montajes inmundos para tratar de acusarnos de exportaciones ilegales de cacao. No ha sido, pues, ni honesta ni legal la intervención del ejército en los asuntos del cacao sino terriblemente sucia. No podemos menos que llamar la atención de las potenciales familias que vayan a ser asesoradas por “lobos con piel de ovejas”.

· El martes 16 de marzo de 2021, un miembro de nuestra Comunidad de Paz fue abordado por un reconocido paramilitar de la zona, quien insistentemente le propuso que trabajara con ellos como informante y a cambio le ofrecieron una gran suma de dinero para que diera información exacta y precisa sobre los movimientos de los líderes de nuestro Consejo Interno, a quienes necesitan llevar ante sus mandos paramilitares para “ajustar cuentas,” ya que a la Comunidad de Paz la consideran un estorbo que les impide el control total paramilitar de la zona, a causa de las denuncias nacionales e internacionales que hacemos.

· El miércoles 17 de marzo de 2021, mientras integrantes de nuestra comunidad de paz pasaban por la vereda El Porvenir de San José de Apartado, pudieron observar allí la presencia de un punto paramilitar, quien tenía radio de comunicación y un celular. De igual manera se pudo constatar que en uno de los filos se encontraba una tropa de paramilitares, los cuales en días anteriores habían manifestado públicamente que habían llegado a esta vereda pero que se encontraban en riesgo porque allí la Comunidad de Paz delataba su presencia, por eso la calificaban de “sapa”. Esta vereda permanentemente es un estacionamiento de los grupos paramilitares que controlan la zona. Al parecer en este momento se encuentran allí.

· El sábado 20 de marzo de 2021, nuestra Comunidad de Paz tuvo conocimiento de reuniones adelantadas por los paramilitares con pobladores de la vereda la Pedroza y veredas aledañas a ésta, en el corregimiento de San José, donde se abordó el tema de la construcción de una carretera hasta dichas veredas, para lo cual se les impone una carga económica de $ 500.000,oo (quinientos mil pesos) a los pobladores para adelantar dichas labores de construcción, afirmando que ellos (los paramilitares) colocan lo demás, pues según ellos, tienen todo arreglado con las autoridades locales, anunciando de igual forma que en la vereda la Esperanza también van a continuar con la construcción de dicha carretera que desde Nuevo Antioquia han venido construyendo sin que ninguna autoridad se los impida. En varias ocasiones nuestra Comunidad ha denunciado esta forma tan ilegal y fraudulenta de planificación territorial,, bajo total control del paramilitarismo y al servicio de sus intereses y de sus propuestas dañinas y antisociales de distribución y uso del suelo, pero las autoridades municipales, departamentales y nacionales se hacen ”las de la vista gorda”, reiterando así su complicidad con los criminales.

· Se ha tenido conocimiento que en los últimos días de marzo de 2021 ha habido una fuerte presencia paramilitar entre el sitio conocido como Latifundio y El Porvenir, pertenecientes al corregimiento de San José.

· También nuestra Comunidad de Paz ha tenido conocimiento de los ofrecimientos que viene realizan el paramilitar WILFER HIGUITA a pobladores de la vereda La Unión para que trabajen con ellos y no colaboren con la Comunidad de Paz.

· El lunes 22 de marzo de 2021, en vísperas de nuestro aniversario número 24, nuestra Comunidad sostuvo diversas conferencias virtuales con muchos integrantes de comunidades hermanadas con la nuestra en diversos países del mundo y con amigos que han apoyado nuestro proceso de vida y han participado en la protección de la tierra como eje importante para la permanencia y supervivencia de nuestra comunidad. De igual manera expusimos ante el país y mundo la importancia de tener una soberanía alimentaria para la subsistencia de nuestras familias; para esto se hicieron exhibiciones de artículos de la canasta familiar que producimos en nuestra comunidad para la alimentación de las familias, como una manera de resaltar la importancia que ha tenido el poder contar con tierras colectivas para cultivar nuestros alimentos. Este día se publicaron en nuestras redes sociales numerosas fotografías sobre la importancia que ha tenido el maíz para nuestra comunidad y para la región; esta semilla hace parte de las más importantes en la cadena de alimentación y sin embargo se ha ido desvalorizando tanto hasta el punto de irse perdiendo la semilla; por eso hoy la ponderamos y lanzamos un grito de auxilio, pues las semillas nativas están a punto de extinguirse por culpas de las empresas que han interpuesto las semillas transgénicas. En horas de la tarde se realizó un compartir comunitario sobre todos los productos derivados del maíz.

· El martes 23 de marzo de 2021, nuestra Comunidad de Paz celebró su aniversario número 24 desde su fundación el 23 de marzo de 1997. Este día se realizó una caminata en la carretera que conduce desde Apartado hasta el corregimiento de San José, en solidaridad y memoria de las víctimas que han sido asesinadas en estos 24 años de comunidad. Allí se hicieron muchos minutos de silencio como respecto y memoria de cada una de las personas que han muerto en defensa del territorio.

Estos 24 años de vida nos han llevado una vez más a reafirmar nuestros principios y a no callar ante el terror del mismo gobierno y del paramilitarismo. Un año más y nada ha cambiado en la justicia; la impunidad es la que sigue reinando en la zona. Marchamos porque rechazamos el sometimiento a los paramilitares, fuerza pública y empresas que tienen intereses de explotación del territorio en beneficio de capitales extranjeros y en detrimento del territorio, destruyendo radicalmente el medio ambiente.

Este aniversario en medio de la opresión paramilitar lo celebramos porque hemos sido resistentes y neutrales en la guerra. Son 24 años de lucha por la vida y por la defensa del territorio.

Al cumplir un año más de existencia en Comunidad de Paz, no podemos dejar de enviar un mensaje de gratitud sincera a quienes nos han sostenido con su respaldo moral y fraternal. Las palabras se nos quedan cortas ante tanta generosidad y solidaridad que recibimos a diario de personas y comunidades de diversos lugares del mundo que nos sostienen con su fuerza moral e inquebrantable.

Dedicamos estos años de memoria y comunidad a todos nuestros compañeros y hermanos que hoy no están físicamente, pues fueron destrozados por manos asesinas.

También les dedicamos estos años de Comunidad a todas aquellas personas, compañeros, hermanos, organizaciones, comunidades hermanadas que nos han leído, escuchado, visto desde la distancia o compartido nuestros espacios de vida y memoria. A todas ellas y ellos un fuerte abrazo. LA COMUNIDAD RESISTE.

16/03/2021 24 AÑOS DE VIDA Y TRABAJO COMUNITARIO

Queridos amigos y amigas que nos acompañan desde país y el mundo en esta fecha importante para nuestra comunidad de paz.

En esta celebración del cumpleaños número 24 de existencia de nuestra Comunidad de Paz queremos que nos acompañen física o espiritualmente desde donde nos encontremos en el mundo.

Ya son 24 años los que cumplimos en defensa de la vida y del territorio en una zona donde el poder de armas y los intereses empresariales nos han asesinado a más 300 Personas y aun todavía siguen intentado de muchas formas como acabar con nuestro Proceso de vida comunitaria.

Por esta razón queremos que nos acompañen en nuestro aniversario con videos, cartas, saludos y así juntos reafirmar una vez más nuestra declaratoria como proceso de Comunidad de Paz, hoy a pesar de las dificultades con el paramilitarismo se sigue defendiendo la vida digna, en un país donde los derechos del campesinado es estropeado por el mismo Gobierno con sus brazos criminales.

En este momento la situación sigue muy difícil para nuestra Comunidad de Paz por el alto control de muerte que están ejerciendo los paramilitares con todo el apoyo de las instituciones militares. En los dos últimos años ya han asesinado a más de 7 personas campesinas de nuestra región y todos estos crímenes están quedando en la impunidad como todos los más de 300 anteriores.

El único brazo importante para nosotros apoyarnos y continuar nuestro proceso de Comunidad son ustedes nuestros amigos y amigas del país y el mundo que han creído en nuestras súplicas y nos han apoyado con toda voluntad desde sus corazones, pues todo ese ánimo moral nos da mucha fuerza para seguir adelante, por eso su acompañamiento seria de mucha fuerza y ánimo este momento difícil.

Sabemos lo difícil que ha sido para todos ustedes poder viajar hasta nuestra Comunidad por la pandemia del Covid-19, pero a pesar de esa dificultad sabemos que ustedes siempre están allí para apoyarnos y acompañarnos en todo momento.

De ese mismo modo si alguna persona puede llegar para estar físicamente en nuestro aniversario, le solicitamos poder llegar el día 21 de marzo ya que el día 22 estaremos realizando encuentros Internacionales vía virtual y luego estaremos realizando demostraciones físicas de nuestros productos agrícolas los cuales son el sustento para nuestras familias.

El día 23 de Marzo estaremos en caminata por la vida, allí se dará lectura a nuestra declaratoria como Comunidad de Paz y reafirmar una vez más nuestros principios como proceso de vida, esta tendrá lugar en la carretera que conduce al Municipio de Apartadó, la idea es poder recordar y mantener la memoria viva de los centenares de personas que han muerto por defender la vida en estos 24 años.

12/03/2021 Mientras padecemos el horror, cultivamos vida

ese al clamor que se ha prolongado por más de dos décadas, nuestra Comunidad de Paz ha elevado súplicas a todos los rincones del país y del mundo en búsqueda de solidaridad y humanidad y ha logrado que se le exija a los gobiernos de turno parar la barbarie y desmontar el plan de exterminio al que somos sometidos constantemente, sin que a la fecha se haya implementado ninguna medida eficaz para poner fin al sufrimiento que hemos padecido durante ya tantos años. Mientras padecemos el horror, nosotros aquí seguimos aferrados al amor que le tenemos a la vida.

Una vez más, nuestra Comunidad de Paz se ve en la obligación ética y moral de dejar constancia ante el país y el mundo, para que algún día se juzguen los atropellos perpetrados por los paramilitares, brazo criminal del Estado, que afectan a nuestra Comunidad y a la población civil de nuestro entorno geográfico y social. En esta ocasión dejamos constancia de estos hechos:

- El martes 2 de febrero de 2021, nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento de un intento de abuso sexual, hace algunos días, contra dos niñas que oscilan entre 11 y 13 años, por parte del reconocido paramilitar que tiene el alias de “Samuel” en la vereda La Unión del corregimiento de San José de Apartadó. A estas menores el paramilitar les ofreció sumas de dinero para someterlas. De igual forma vienen incentivando a otras menores con el propósito de abusar sexualmente de ellas.

- A principios del mes de febrero de 2021, nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento de las amenazas de muerte, por parte de los paramilitares, contra un joven que vive en la zona, quien, además, había sido el encargado, por parte de los paramilitares, de la venta y comercialización de drogas en el centro poblado de San José. Las autoridades de Policía y del Ejército, al parecer en coordinación con el paramilitarismo, han venido utilizando a la población civil, específicamente a los jóvenes, para involucrarlos en este juego sucio y perverso y luego justificar sus muertes o sus desplazamientos de la región. Afortunadamente la familia de este joven gestionó oportunamente su protección y su traslado a otro sitio fuera de la zona, logrando así salvar su vida.

- El sábado 6 de febrero de 2021, nuestra Comunidad de Paz, tuvo conocimiento, a través de un poblador de la zona, que, el anterior comandante de la Estación de Policía de San José, tenía una relación muy cercana con los paracos en el tema de drogas”. Y que “el nuevo comandante llegó, entró y siguió el hilo, la misma línea exactamente igual al anterior, pareciera que todo está ya cuadrado”. También afirmó: “ya en las noches, cuando esta oscurito, uno ve a los policías que bajan de civil a las ollas (expendios de drogas) a comprar droga y vuelven a subir al comando”. Afirmó además que “la policía no se mete en ningún problema, todo se lo han dejado a los paramilitares para que controlen todo el orden público, y esto no se lo puede uno decir a nadie, toca quedarse uno calladito, porque si se lo dice a alguien y ese alguien a la policía o a los paracos, se mete uno en problemas.

- Este mismo sábado 6 de febrero de 2021, una vez más un poblador de la zona se acercó a nuestra Comunidad de Paz, para afirmarnos que, en el casco urbano de San José de Apartadó, se viene presentando una situación muy grave y lamentable y es permitir que los niños menores de 10 años compren drogas (alucinógenas) en horas de la noche para consumir, sin que nadie haga absolutamente nada para evitarlo, pese a que en San José de Apartadó existe una base militar y un bunker de la Policía Nacional.

- El martes 9 de febrero de 2021, en horas de la tarde, en las veredas La Unión, Buenos Aires y El Cuchillo, del corregimiento de San José de Apartadó, paramilitares que residen en dichas veredas convocaron para el día siguiente, miércoles 10 de febrero de 2021, a una reunión en el paraje las Claras, del mismo corregimiento, con la advertencia de que quien no participe, asume las consecuencias.

- El miércoles 10 de febrero de 2021, en el paraje Las Claras, desde muy temprano hicieron presencia paramilitares, portando armas cortas y en trajes de civil. Hacia las 13:00 horas, en la escuela ubicada en dicho paraje de las Claras, que además está ubicado a pocos minutos del casco urbano de San José, donde está instalada una base militar y un bunker de la Policía Nacional, se llevó a cabo una reunión presidida por los paramilitares al mando de alias “Cristian”, ex militante de las FARC-EP por más de 20 años, según el propio alias Cristian. En dicha reunión, los paramilitares impusieron órdenes y reglas totalmente en contravía del proceder y costumbres del campesinado de la región, en lo que tiene que ver con la producción agrícola y comportamiento social, limitando a la población campesina el derecho que tienen sobre sus propiedades o tierras que han cultivado desde hace muchos años por sus abuelos y ancestros. De igual forma la imposición de “vacunas” (impuestos ilegales y extorsivos) para el corte y venta de madera; la prohibición total de cacería y pesca en la zona sin la autorización directa de ellos(los paramilitares). Allí también se manifestaron enérgicamente contra las denuncias que nuestra Comunidad de Paz viene realizando públicamente. Alias Cristian afirmó que tienen gente por todos lados, y que tienen a toda la población civil vigilada; o se someten a las normas, dijo, o se tienen que ir de la zona. La advertencia para los jóvenes y adolescentes es que todo niño mayor de 12 años debe participar en la junta, o pena de multa, o no puede estar en la vereda, afirmando, además, que no van a permitir que la guerrilla se tome el territorio nuevamente, que lo van a disputar a sangre y fuego y que quien tenga que morir pues que muera, ya que esta región representa grandes intereses económicos. Frente a estas amenazas, la población civil está muy asustada y hay mucha preocupación por las advertencias y amenazas que los paramilitares vienen haciendo.

- El jueves 11 de febrero de 2021, en la vereda Bellavista, perteneciente también al corregimiento de San José, se realizó una reunión con la población civil campesina, por parte de los paramilitares que actúan libremente por estas regiones; los temas abordados fueron los mismos que se trataron en el paraje de Las Claras el día anterior, miércoles 10 de febrero de 2021.

- Entre los días 16 al 20 de febrero de 2021, los paramilitares han circulado por las redes sociales en el corregimiento de San José, lanzando sus amenazas de muerte y exhibiendo una lista de personas para asesinar.

- Se ha tenido conocimiento de que, en las otras veredas del corregimiento de San José, se realizaron reuniones de imposición del orden económico y social anunciado en días anteriores por los paramilitares, quienes actúan libre y abiertamente a lo largo del territorio del corregimiento de San José de Apartadó.

- El viernes 26 de febrero de 2021, en la vereda El Porvenir, del corregimiento de San José de Apartadó, se notó una fuerte presencia de un grupo de paramilitares con uniformes camuflados y portando armas largas. La presencia de este grupo paramilitar genera zozobra e intimidación a la población civil, por cuanto ya vienen realizando control y amenazando al campesinado, imponiendo determinados usos de la tierra y modelos de producción agrícola en sus parcelas que es el sustento de las familias campesinas.

El lunes 08 de marzo de 2021, nuestra Comunidad de Paz hizo pública ante el país y el mundo una NUEVA RUPTURA CON LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, pues, una vez más ha evidenciado su distanciamiento radical del papel que le asigna la Constitución Nacional, mediante prácticas corruptas y en contravía de su misión. En efecto, la designación de personas para los cargos de Defensor Nacional y Defensor Regional de Urabá, el primero, en el Señor Carlos Camargo, como amigo incondicional del Presidente Duque, y el segundo en el Señor José Augusto Rendón, como abogado de los despojadores de tierra de comunidades campesinas y afrocolombianas y además enemigo declarado de la Ley de Tierras y de Víctimas, son nombramientos que dejan en claro una opción del gobierno por los opresores, por los despojadores y por los empresarios corruptos, al mismo tiempo que contraria a lo que la Constitución y las leyes establecen como objetivos misionales de la Defensoría del Pueblo. Queda claro que las víctimas no les importan sino solo la ambición de poder político y de acumulación de poderío económico en manos de élites opresoras, ligadas a empresas y partidos políticos que se han destacado por su capacidad de despojo, desplazamiento, eliminación de comunidades de base y desconocimiento de derechos humanos fundamentales. Es de conocimiento público que estos dos personajes vienen de un pasado muy oscuro en el país, el cual los inhabilita radicalmente para ser defensores de las víctimas, papel esencial de la Defensoría. Nuestras rupturas anteriores se han fundado en nuestra triste experiencia de tener que acudir a una Defensoría que no nos garantiza nada y que, por el contrario, ha hecho todo lo posible, ya con acciones corruptas, ya con omisiones sistemáticas, para garantizarle a los empresarios y politiqueros corruptos el disfrute pleno de su capacidad de despojo, de robo de tierras, de desplazamientos forzados de comunidades enteras y de prácticas genocidas de exterminio de comunidades.

La confabulación entre las fuerzas armadas y su brazo paramilitar, no puede sino sumar crímenes a crímenes contra la población civil, prácticas que no cambian y que muestran una desvergonzada e impúdica contumacia y complicidad de todas las instituciones; no vale dejar constancias en la Presidencia de la República, en todas las altas Cortes; la misma Defensoría del Pueblo ya fue corrompida hasta el fondo; nadie hace nada; el gobierno no le da ninguna respuesta pertinente a los organismos internacionales que reclaman. El desamparo es absoluto.

Pese a ello, nuestras convicciones inquebrantables e insobornables por la defensa de la vida nos llevan a seguir hoy más firmes que nunca, elevando nuestra voz a los cuatro vientos, afirmándonos en nuestros principios de vida y trabajo y de firmeza civil pacífica frente a nuestros propios verdugos, quienes jamás podrán apagar nuestra voz. Nuestro clamor queda en la historia y en la humanidad.

No retrocedemos y jamás renunciaremos a nuestra memoria de vida y comunidad.

08/03/2021 La “protección” pasa ahora a manos de los victimarios La vida del corderito bajo el cuidado del lobo

Nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la obligación de dejar constancia ante el país y ante el mundo de nuevos niveles de degradación de la acción del Estado colombiano contra su propio pueblo.

El miércoles 3 de marzo de 2021 fuimos informados de la Resolución 298 emitida por el Defensor Nacional del Pueblo, Señor CARLOS CAMARGO, en la cual designa como Defensor Regional para la zona de Urabá al Señor JOSÉ AUGUSTO RENDÓN GARCÍA. Con asombro y espanto recibimos esa noticia, pues dicho personaje ha estado involucrado en episodios oscuros en relación con la restitución de tierras en la región de Urabá, ejerciendo como representante de victimarios y empresarios que se han adueñado de tierras pertenecientes a campesinos. No dudamos en calificar ese nombramiento como una grave afrenta a las víctimas, dado que sus antecedentes no lo acreditan de ninguna manera para defender los derechos de las víctimas, papel constitucional y esencial de un “defensor de pueblo”, sino para todo lo contrario, para pisotear los derechos de las víctimas y exponerlas a nuevas violencias.

El nombramiento en cuestión tiene una gravedad mayor para nuestra Comunidad de Paz, dado que en el Auto 693 de la Corte Constitucional, emitido el 12 de diciembre de 2017, la Corte le asigna numerosas y delicadas tareas a la Defensoría del Pueblo en relación con la órdenes que la Corte había dictado en el Auto 164 de 2012 y que eran concreciones de la Sentencia T-1025/07 de la misma Corte, tareas que la Defensoría no cumplió y sin embargo, en el artículo 12 de la parte resolutiva del Auto 693/17 la Corte decide: “DELEGAR en la Defensoría del Pueblo el seguimiento de las órdenes emitidas en esta providencia y, en general, de las órdenes impartidas en la sentencia T-1025 de 2007 que continúan pendientes de cumplimiento, de conformidad con lo dispuesto en los numerales anteriores, respecto de las cuales la Corte Constitucional conservará la competencia para su verificación. Para tales efectos, la Defensoría del Pueblo remitirá a la Corte Constitucional informes semestrales sobre el resultado de su gestión”. Informes con los que la Defensoría nunca cumplió.


Nuestra Comunidad le hace un llamado apremiante a la Corte Constitucional para que le retire a La Defensoría del Pueblo dicho encargo, el cual está imposibilitada éticamente para cumplir. Le solicita a la Corte que retome el seguimiento y revisión de todo lo incumplido o encuentre otra entidad con un nivel de credibilidad y legitimidad suficiente para cumplir dicho encargo.

En particular, nuestra Comunidad de Paz tuvo que enfrentar hasta hace pocos días al Señor Jorge Augusto Rendón, como abogado de la familia Jaramillo, la cual ha intrigado ante las instituciones encargadas de la restitución de tierras para que se desconozcan los derechos legítimos de nuestra Comunidad sobre la finca La Roncona, en la cual hemos ejercido posesión pacífica por más de 23 años. El abogado Rendón García ha solicitado que se acepte como testigo (por supuesto falso testigo), a un reconocido paramilitar, como alias “SAMIR” (o Dafnis Daniel Sierra Martínez), quien había sido comandante de una columna del Quinto Frente de las FARC-EP y posteriormente desertó y fue acogido en la Brigada XVII del Ejército en Carepa, Antioquia, en cuyas instalaciones fue domiciliado por muchos años en violación de numerosas normas legales y burlando la acción de la justicia, pues durante su militancia en las FARC ordenó el asesinato de muchos miembros de nuestra Comunidad de Paz y de campesinos de nuestro entorno; posteriormente se supo que tenía un pacto secreto con el ejército para infiltrar a las FARC-EP y por ello eliminó tantas vidas de campesinos inocentes sin ser tocado por la justicia. En la Brigada participó en montajes, calumnias y estigmatizaciones a través de medios de información corruptos y criminales y de personajes de larga trayectoria criminal como Rito Alejo Del Río y Fernando Londoño Hoyos. No es extraño, entonces, que se le vincule como falso testigo en los procesos de despojo de tierras, como el que se está desarrollando contra nuestra Comunidad de Paz, habiendo sido citado como “testigo” a una audiencia que tendrá lugar a finales de abril de este año 2021.

Curiosamente el abogado Rendón García, en la última audiencia sobre el caso de la finca La Roncona, renunció a su papel de abogado en dicho caso y dejó a su esposa en su reemplazo; ahora queda claro que lo hizo para aceptar el cargo de defensor regional, en el cual jamás podrá actuar con la imparcialidad elemental que dicho cargo le exige.

Debido a dichos antecedentes y a la gravedad de la afrenta que su nombramiento significa para con las víctimas de Urabá, nuestra Comunidad de Paz se ve en la obligación de DECLARAR PÚBLICAMENTE, MEDIANTE ESTE DOCUMENTO, SU NUEVA RUPTURA CON LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, una institución que de manera tan atrevida viola sus propios principios constitucionales y legales y se afirma, sin pudor ninguno, como institución corrupta y parcializada en favor de los poderosos y en contra de las víctimas y de los sectores más vulnerables de la población. En el pasado, nuestra Comunidad tuvo que romper repetidas veces con la Defensoría, al igual que con las demás instituciones del Estado, por sus prácticas a todas luces corruptas y delictivas que en nada se compadecen con el perfil que la Constitución y las leyes les han trazado. Hoy el desconocimiento radical de ese perfil queda impúdicamente al desnudo ante el país y ante el mundo.

En los últimos días, varios pobladores del corregimiento de San José se han acercado a nuestra Comunidad de Paz para manifestar su preocupación y temor por las amenazas de los paramilitares en el uso y usufructo que los propietarios hacen de las tierras pertenecientes a sus abuelos y ancestros, pues los paramilitares han implantado un orden social y económico distinto a las costumbres y prácticas del campesinado del corregimiento, en una clara estrategia para generar presión y temor a las familias, quienes se están viendo obligadas a vender sus propiedades a CORPOURABÁ, ya que si no las pueden trabajar, la única solución es venderlas. Adelante van los paramilitares abonando el camino con sus amenazas, ocupaciones y agresiones, para que luego entren las empresas, la Alcaldía municipal y CORPOURABÁ a adueñarse fácilmente de sus propiedades. En ello han jugado un papel crucial abogados corruptos, como el Señor RENDÓN GARCÍA, ahora convertido, irónica y sarcásticamente, en “defensor” del pueblo Urabaense. ¡Hasta dónde ha llegado la perversión de este Estado!.

01/03/2021 La ruta del sacrificio

Como cada año, el 21 de febrero nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó convocó a sus amigos a darse cita en los sitios sagrados de memoria de nuestros mártires. Subimos varias cuestas en la Serranía de Abibe para llegar a aquel sitio, junto al río Mulatos, donde los defensores de este Estado criminal le arrancaron la vida cruelmente a nuestros líderes y a nuestros niños. Han pasado 16 años, pero para la justicia colombiana “no ha pasado se nada”. Cuando abogados amigos hicieron el gran esfuerzo de llevar el caso a Casación en la Corte Suprema de Justicia y lograron la condena de los primeros 10 militares responsables de la masacre, los militares acudieron a la JEP y la JEP los puso en libertad inmediatamente y los vinculó a su proceso sin exigirles lo mínimo que tenía que exigirles: un mapa de la verdad que irían a confesar.

Pero mientras la “justicia” sigue en su ruta de degradación al servicio de la impunidad más desvergonzada, la memoria del pueblo se va fortaleciendo. Volvimos a escuchar las palabras de Luis Eduardo Guerra, uno de nuestros líderes históricos más claros; desde una grabación que se conservaba, él nos volvió a contar el proceso de surgimiento de la Comunidad de Paz como respuesta al cerco de violencia tan aterrador que vivíamos. Los poemas que el Profeta Isaías escribió hace miles de años para describir la espiritualidad y la pasión del Servidor Sufriente del Señor, nos sirvieron para recordar a Luis Eduardo y para darle gracias a Dios por su vida. En La Resbalosa recordamos la crueldad con que militares y paramilitares descuartizaron a nuestros niños y la canción de José Luis Perales: “que canten los niños”, acompañó nuestra memoria dolorosa de su sacrificio, como también otros poemas y canciones.

A la vez que inauguramos la ermita junto al Río Mulatos, ya terminada con cúpula de color, con mural y con vitrales y rejas, construida en el sitio donde derramaron su sangre Luis Eduardo, Bellanira y el niño Deiner André, nos animamos a avanzar en la construcción de otra ermita en La Resbalosa, sobre las fosas que guardaron durante las primeras horas los restos despedazados de la familia de Alfonso y Sandra y sus niños y Alejandro. En medio de las dos fosas se levanta todavía el palo de cacao que sigue proclamando la resistencia de la vida en medio de la muerte.

Todos salimos fortalecidos con el ejemplo de esa primera generación que sostuvo la vida de nuestra Comunidad de Paz en medio de una persecución a muerte tan despiadada por parte del Estado colombiano. Ellos nos dijeron con sus mismas vidas que el proyecto comunitario en el cual estaban embarcados era más valioso que sus propias vidas.

Sabemos que muchos amigos nos acompañaron en esta peregrinación de memoria desde países y regiones muy remotas. Gracias por esa energía que supieron transmitirnos desde la distancia.

03/02/2021 Estado “Paraco”: su funcionamiento ficticio y su funcionamiento real

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de recurrir al país y al mundo para dejar constancia de múltiples atropellos por parte de quienes siguen buscando nuestra destrucción.

Este año 2021 comienza con el asesinato de un campesino humilde, residente en la vereda La Pedroza. Las autoridades, como lo han hecho siempre, anuncian “investigaciones exhaustivas” y operativos militares, pero, como siempre, son acciones de fachada que no llegan a ningún resultado. Nunca han llegado a nada. Todo el mundo percibe que los victimarios nunca son tocados y que los muertos siguen cayendo y las amenazas siguen su curso, mientras las extorsiones son cada vez más asfixiantes. En esta región el poder de las armas es el único en pie. Nada se hace para controlar el paramilitarismo, pues los paramilitares se mueven armados en medio de ejército y policía y todo sigue igual. Es tanta la libertad que tiene el paramilitarismo que está reclutando a mucha gente, incluyendo a muchos menores de edad. En las últimas semanas se nos ha informado que los reclutados están siendo enviados a otras zonas a entrenamiento militar. Muchas personas han manifestado en las redes sociales que se está privando de la libertad a muchos jóvenes en esta región, pero ninguna autoridad está tomando en serio e investigando esa práctica.

Apoyados en nuestras convicciones insobornables, continuamos dejando CONSTANCIAS de los hechos ocurridos recientemente:

· El jueves 24 de diciembre de 2020, en horas del día, se recibió información según la cual el paramilitar Wilfer Higuita, actualmente residente en el asentamiento de La Unión, la noche anterior habría embriagado a una joven en esa vereda y abusado sexualmente de ella.

· En la semana del 24 de diciembre de 2020 el mismo paramilitar Wilfer Higuita, quien lleva muchos años vinculado a las estructuras paramilitares, incluso sirviendo desde allí a altos oficiales de la Brigada XVII, ahora radicado en el casco urbano de la vereda La Unión, lanzó amenazas contra varias mujeres de esa vereda, acusándolas de estar informando a nuestra Comunidad de Paz sobre las acciones de los paramilitares. Como Comunidad de Paz aclaramos que todas las informaciones que nos llegan a ese respecto y que incluimos en nuestras constancias, se originan en el actuar público de los paramilitares, sin que tengamos necesidad de buscar informaciones, pues los paramilitares actúan a la luz pública.

· En la última semana de diciembre 2020, los paramilitares reunieron a población civil en la vereda Naín del municipio de Tierralta, Córdoba, y amenazaron a los líderes de las juntas de acción comunal por supuestamente estar robando los dineros de las comunidades.

· El viernes 01 de enero de 2021, mientras varios integrantes de nuestra Comunidad de Paz reparaban una malla que protege el monumento a la memoria de nuestros líderes masacrados por el ejército y los paramilitares en la vereda La Unión el 8 de julio de 2000, el poblador Adolfo Guzmán, quien afirmó tener mando en la junta comunal de dicha vereda, se acercó en deplorables condiciones de embriaguez a insultar a quienes estaban reparando el monumento. Según sus palabras, ellos van a derribar ese monumento, pues está estorbando para el juego de fútbol de los jóvenes, ya que ellos declararon ese espacio como “parque de recreo”. Despreció la memoria de los mártires afirmando: “los muertos, muertos están”, es decir, es estúpido recordarlos.

Se entiende: su memoria será una condena perpetua a sus bestialidades. Afirmó además que habían conversado con el Alcalde de Apartadó quien les había autorizado derribar el monumento y hacer respetar el espacio público de recreo.

Así se acata en los territorios paramilitarizados la Ley 1408 de 2010, en sus artículos 12 y 13 que declara “Santuarios de la Memoria” los sitios donde incluso se sospeche que puede haber restos de personas desaparecidas, mucho más cuando se sabe a ciencia cierta que allí fueron masacradas. Con la misma grosería se pisotea la Resolución 3 de 2019 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que estableció los Principios sobre Políticas de Memoria en Las Américas. Allí definió que: “Se entiende por sitios de memoria a todos aquellos lugares donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos o donde se padecieron o resistieron esas violaciones, o que por algún motivo las víctimas o las comunidades locales consideran que el lugar puede rendir memoria a esos acontecimientos, y que son utilizados para repensar, recuperar y transmitir sobre procesos traumáticos, y/o para homenajear y reparar a las víctimas”. Por eso, dicha Resolución le ordena a los Estados: “asegurar un abordaje integral de la memoria, entendido como la obligación de adoptar políticas públicas de memoria coordinadas con procesos de justicia y rendición de cuentas”. Y añade la misma Resolución que dicho abordaje integral de la memoria “incluye la obligación de los Estados de asegurar la representación y participación de las víctimas”.

Es una vergüenza que un Alcalde, un Ejército, un Gobierno, una Junta de Acción Comunal, toleren estas afrentas a las víctimas sin recato alguno ante la comunidad internacional, como gritándole al mundo con todo el descaro posible que quieren tapar a toda costa y validos de la fuerza bruta, el recuerdo de las barbaridades que allí han perpetrado.

· El jueves 7 de enero 2021, en horas del día, se escucharon disparos cerca del centro urbano de la vereda la Unión. Según los comentarios, se trataba de entrenamientos que estarían realizando los paramilitares con personas recién reclutadas.

· El domingo 10 de enero de 2021, se recibieron informaciones según las cuales los paramilitares que controlan el corregimiento de San José de Apartadó y sus veredas, reclutaron a 4 jóvenes, los cuales fueron llevados a la vereda Playa Larga y al corregimiento Nuevo Antioquia del municipio de Turbo, para entrenamientos.

· El miércoles 20 de enero de 2021, el paramilitar conocido como “RAMIRO” quien es hermano de alias “SAMUEL”, reconocido comandante de paramilitares en la vereda la Unión, amenazó con arma de fuego a una mujer en dicha vereda, acusándola de ser informante de nuestra Comunidad de Paz y conminándola a renunciar a ello o de lo contrario no respondía por su vida. En los últimos días nos hemos enterado que el mismo “RAMIRO” y WILFER HIGUITA continúan amenazando a esta mujer y a su compañero y a la vez están amenazando de muerte a miembros de nuestra comunidad que viven cerca de allí, supuestamente por informar lo que hacen los paramilitares en la vereda, cuando son hechos perpetrados a plena luz del día, pudiéndolos conocer todos los habitantes de la zona.

· El viernes 22 de enero de 2021, nuestra Comunidad de Paz fue informada de que los paramilitares habrían reclutado a 5 jóvenes, entre ellos una mujer, todos del casco urbano de San José de Apartadó. Según se comenta, la misma fuerza pública y la policía son conocedores de todo lo que se está viviendo, pues los paramilitares son los dueños de San José y de sus veredas y no hay ni una sola medida para evitar que los paramilitares tengan tanto control. La misma Brigada XVII del ejército, por medio del Coronel José Luis Bastidas Moreno, anuncia que están realizando operaciones para neutralizar cualquier plan criminal, pero nada pasa, pues los paramilitares son cada vez más libres en la zona para moverse y controlar. Nos preguntamos ¿cuáles son la operaciones militares que están realizando?­­­ Si a la fecha no se ha dado ninguna neutralización de los paramilitares que recorren armados el casco urbano de San José, nadie se explica para qué sirven una base militar y un búnker de la policía con muchos efectivos militares y policiales y sin embargo sean los paramilitares quienes tengan el control total. Varios asesinatos han ocurrido en esta zona y ¿de qué han servido los operativos? ¿Cuáles han sido los resultados? Como Comunidad de Paz seguimos convencidos de que en esta zona el poder de las armas tiene suficientes alianzas para ejercer control total sobre la población civil.

· En la misma semana del 22 de enero de 2021, los paramilitares habrían realizado una reunión en la vereda Mulatos-Cabecera, de San José de Apartadó, en la cual informaron sobre prohibiciones que afirman imponer con su usurpada autoridad a los pobladores del lugar, entre ellas: tumba de rastrojos para siembra de pan coger y uso de celulares. Durante la reunión obligaron a apagar todos los celulares táctiles, alegando que tienen muchos enemigos en la zona, los cuales denuncian la presencia de ellos allí. El paramilitar que dirigió la reunión, quien afirma ser “el político” de esa estructura, manifestó que todas las informaciones que está recogiendo serán llevadas a sus jefes, quienes luego impartirán órdenes.

· El domingo 24 de enero de 2021, en las horas de la tarde, fue asesinado en la carretera que conduce desde Apartadó hasta el corregimiento de San José, el joven campesino BLAS HUMBERTO DAVID TORRES. El hecho ocurrió a la altura de la vereda La Balsa. Blas Humberto se movilizaba en moto hacia Apartadó cuando fue atacado por paramilitares que le propinaron varios impactos de arma de fuego acabando con su vida. Blas Humberto era agricultor independiente y actualmente vivía en la vereda La Pedroza.

Ya el año pasado, el 29 de febrero de 2020, estos mismos paramilitares habían asesinado al señor Amado Torres, residente en la vereda La Miranda, a pocos minutos de la vereda La Pedroza, por el hecho de no aceptar someterse a esa estrategia de muerte. Ahora, según las versiones recibidas, Blas Humberto fue asesinado precisamente por no aceptar someterse a la estrategia paramilitar, pues le estaban cobrando impuestos o vacunas que él se negó a pagar. Y lo más doloroso es que no ha avanzado ninguna investigación real en ninguno de los casos similares, por parte del poder judicial. Todo nos confirma que la “Justicia” sigue corrompida, y seguirá corrompida mientras las mismas altas Cortes se nieguen a investigar al poder judicial de Urabá; mientras se nieguen a reabrir los millares de expedientes que encierran podredumbres morales, donde campean el soborno, la amenaza y el montaje como determinantes del sistema probatorio. La misma Corte Constitucional claudicó de las medidas tomadas en el Auto 164 de 2012, de crear una Comisión de Evaluación de la Justicia o de decretar un Estado de Cosas Inconstitucional en la falsa “justicia” de Urabá. Este gobierno se ha caracterizado por continuar con ojos cerrados y manos cruzadas frente a los horrores de la criminalidad estatal y para-estatal que sigue imperando.

La persecución a quienes no aceptan el paramilitarismo no se detiene, pues todo aquel que se resista es sometido a desplazamiento o de lo contrario termina asesinado con el mismo libreto con que asesinaron a Amado y a Blas Humberto y a muchísimos otros. Responsable será el gobierno por lo que le suceda en adelante a otros y otros pobladores.

Nuevamente agradecemos a las personas y comunidades que en diversos sitios del país y del mundo, desde sus convicciones más íntimas nos han acompañado en estos más de 23 años de Comunidad de Paz y que a pesar del aislamiento por la pandemia siguen presionando cada día al gobierno colombiano para que no destruya nuestras vidas ni nuestro patrimonio y legado. Nuestra sincera gratitud por seguir este proceso de defensa de la vida y que además nos anima moralmente a seguir defendiendo nuestros principios.